vacaciones 

Las cosas en la escuela y vida de Itzel transcurrían de manera normal y en un abrir y cerrar de ojos las vacaciones de diciembre habían empezado,  por fin Itzel podía desestresarse y relajarse un rato, pero igual sabia que su madre empezaría a querer ver ropa para la cena del 24 de diciembre, a decir verdad tras lo ultimo ocurrido empezó a tener problemas de alimentación, dejaba de comer por días y parecía que se había vuelto adicta a hacer ejercicio, había perdido un poco de peso en todos esos días pero no se daba cuenta de como ella afectaba a su salud al no comer, sus padres ya no se quejaban tanto de su peso, creían que Itzel simplemente ya no comía de mas...que error, ellos no sabían que su hija dejaba de comer y se exigía demasiado.

Cada vez le era mas difícil comer, era como si su cuerpo se hubiese acostumbrado a no comer varias horas que cada alimento que Itzel ingería en su cuerpo quería vomitarlo, cada vez se sentía mas débil pero no quería decir nada ya que sabia que esto le causaría un regaño enorme y no quería preocupar a nadie con su salud, así que días antes trataba de comer como normalmente antes los hacia para que en la cena del 24 nadie sospechase de que algo fuera mal con ella, pero sin querer en un día de crisis Itzel decidió contarle mucho a la única persona de su familia a la cual le tenia confianza, su prima Sofia.

Sofia era mayor que Itzel por dos años, su prima sin dudas era una chica muy guapa, su tono de piel era blanco, su cabello lacio de un lindo color negro y tan suave como el algodón, sus ojos almendrados de color café oscuro tan llenos de vida y alegría, tenia una linda figura de reloj de arena, sin dudas envidiable, pero la relacion de Itzel y Sofia no era por envidia de físicos claro que no, ellas habían pasado toda su infancia con la otra, conocían cada secreto de la otra, se tenían un cariño tan grande....y cuando la otra tenia problemas sabían que podían llamarse y contarse todo lo que les agobiaba. Itzel le conto todo lo que ocurría no pudo evitar llorar en la llamada, Sofia le escucho paciente y la consoló como siempre lo hizo desde que eran niñas.

Hablaron por horas hasta que Sofia logro calamar a Itzel, Sofia había pasado por algo similar, le dio algunos consejos para superarlos, al terminar la llamada todo volvió a tornarse oscuro para Itzel, intento comer un poco pero no lo lograba simplemente no podía, decidió dejar de intentar por un rato y subió a acostarse...miraba al techo y su vista parecía perdida, se coloco los audífonos y se concentro en su música solo era ella y los sonidos de las canciones que mas le calmaban o ayudaban a que ella se calmara y se desahogara.

Los días transcurrieron normales para ella, llego 24, por fin era noche buena, se pararon temprano y fueron a casa de la abuela materna de Itzel, era costumbre pasar ahí las fiestas con toda la familia, pero ellos siempre llegaban para ayudar a decorar y arreglar todo para la noche, a veces Itzel y Sofia ayudaban en la cocina, ya sea cortando o pelando cosas que se les pedía, o también solían ayudar a poner las mesas y sillas. Era un día perfecto...Itzel por un momento se olvido de todo lo malo que había ocurrido en el año y se divirtió como nunca, en la cena logro acabar el plato que le fue servido lo que le causa una extraña sensación de alivio y tristeza al mismo tiempo.

Regresaron a casa ya tarde...Itzel estaba tan cansada que subió a su cuarto y se acostó en la cama...no supo en que momento se quedo dormida. Pero al menos esta vez se había ido a la cama tan tranquila.