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aprender a hablar.
Otro día nuevo, otra vez en la escuela, todo es normal en su vida o eso quiere pensar..de camino vino peleando con su madre por los regaños sin sentido y el estrés de su madre, dentro de esta discusión salieron comentarios algo hirientes sobre su físico, pero no lloraría en un lugar con gente...puesto que desde pequeña le hicieron creer que llorar frente a todos era un símbolo de debilidad...lamentablemente ella se lo creyó, no tenia una buena mañana...esas resonaban en su cabeza...desearía ser delgada, se decía a si misma, no podía concentrarse así que opto por dibujar entre clases, talvez esto estaba mal, ya que no prestaba atencion...pero...la ayudaba a sentirse mejor.
Salió al receso y se encontró con Fernanda, caminaron un rato y se sentaron recargadas en una pared observando a todos, rieron un rato pero...Fernanda podía notar el comportamiento extraño de su nueva amiga, talvez no se conocían lo suficiente...pero quería ayudarla.
-te notas algo extraña...quieres hablar de eso- la miro con tranquilidad, mientras esperaba respuesta por parte de nuestra protagonista, noto como su expresión cambiaba a una mas de tristeza y sus ojos se ponían llorosos, pero no entendía el porque se resistía en dejar salir sin lagrimas finas por sus lizas mejillas.
-no es nada...solo una pequeña discusión en la mañana con mi madre, ya sabes...a veces dicen cosas demasiado hirientes...y no piden perdon...se que es un poco tonto...pero creo que necesitaba decirlo...-se limpio las lagrimas y volteo a ver a Fernanda con una sonrisa sincera, mientras le agradecía sus consejos y sus buenos comentarios, era la primera vez que se abría con alguien, se sentía mas calmada, a lo largo de su infancia le dijeron que no podía desahogarse con alguien mas porque demostraba ser débil...talvez estaban equivocados.
siguieron platicando y riendo, a pesar de haberse conocido apenas hace un día al parecer habían tenido una conexión inmediata...ya se consideraban amigas entre las dos, el día transcurrió normal, de vez en cuando veía a aquel chico que no dejaba de mirarle pero ya no le importaba, pensaba que a lo mejor se confundía y el chico en realidad observaba la ventana, esperando encontrar algo mas interesante en el patio que en la clase, realizo varios trabajos durante todo el día y todo parecía mejorar, pronto se olvido de los comentarios de su madre y la discusión que había tenia con ella en la mañana, no podía hacer mas que poner atención y esperar a que llegara la hora de salida para poder irse a casa de su tía.
El tiempo paso rápido y la hora de salida llego, esta vez Fernanda se había ido mas temprano debido al que al parecer se sentía mal y tuvieron que recogerla, esperaba en la puerta a que su tía le llamara para decirle que ya estaba cerca y fuera caminando al auto, miraba a la gente pasar...los analizaba... veía sus delgados cuerpos y luego se veía a ella...quería esconder su abdomen deseaba ser delgada y bonita...se cruzo de brazos tratando de tapar su abdomen mientras inclinaba la cabeza...cuando su tía llego se subió al auto, otra vez se limitaba a hablar o decir algo.
llegando a la casa volvió a hacer lo mismo de siempre, dejar su mochila e ir a comer, pero esta vez trato de comer despacio para evitar comentarios sobre su apetito y su peso, todo transcurrió normal, a decir verdad nuestra protagonista no era la persona mas interesante del mundo, su rutina diaria era bastante aburrida, todo se resumía en estar haciendo tareas, dibujar, comer y esperar a su padres, miraba el reloj o simplemente se ponía a jugar en su teléfono.
por fin la hora de irse a su casa, en el camino no cruzo palabra alguna con su madre, se limitaba a verla de vez en cuando pero prefería ver a la ventana mientras veía a la gente y los coches pasar, al llegar subió a su cuarto y se cambio la ropa, se miro unos instantes al espejo...quería llorar...ella realmente quería ser hermosa, quería saber lo que era verse con un abdomen lindo y poder presumirlo...lloro unos minutos y después se acostó en su cama mirando al techo, mil pasamientos vinieron a su cabeza, cerro sus ojos...y se quedo dormida, olvidando las cosas malas que sucedieron ese día.
Mañana todo estaría mucho mejor, pensó para si misma para caer dormida en los brazos de Morfeo.
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