Aquel recuerdo de esta canción, fue simplemente memorable y eso que no hicimos la gran cosa.

Recuerdo haber estudiado trauma y ortopedia con mis amigas mientras ellas esperaban a sus respectivas parejas, recuerdo que estaba en un quiosco de los tantos qué hay en la plaza trasera de la universidad.

La tarde era perfecta, un poquito fría pero definitivamente perfecta. Revisaba mi teléfono distraída en lo que te esperaba de tu examen de epidemiología, estabas tan preocupada por aquello que mientras me sentaba ahí y observaba a la gente pasar (las personas creen que me la paso mucho al teléfono solo porque publico cantidades masivas de memes en Facebook, pero nada más alejado de la realidad, normalmente tengo un auricular puesto y un oído junto con todos mis sentidos puestos al mundo, me gusta inventarle historias a la gente qué pasa) recordé aquellos días que estudiabas las diapositivas de la materia mientras me sostenías la mano o me besabas o me olfateabas, siempre sin despegar la vista de aquello, me parecía tierno y un gesto tan lindo de tu parte, siempre tan atenta, y ese día no fue la excepción, después de un día cansado aún así te diste el tiempo de venir hacia mi y no solo eso, aún teniendo pendientes esperándote en casa te quedaste un ratito tendida en el pasto conmigo, pusiste tu playlist como siempre y juntas empezamos a divagar sobre la vida, justo la parte de mis jueves que mas amaba; explotar mi inventiva contigo a un ladito mío o incluso con tu cabeza apoyada en mi estómago, o cada tanto besándome como si no pudieras esperar.

De verdad fuiste una brisa fresca en mi vida y me hiciste ver como era el amor, como debía lucir, cuando los ojos de alguien se iluminan al verte o lo desesperado que está por tenerte cerca.

Lo que más llegué a amar de ti fue tu voz, pero de tu voz lo que más me encantaba y era de mis partes favoritas era cuando narrabas con ella aquellas historias de personas reales que habían pasado por cosas terribles o complicadas, ahí me di cuenta que eras fanática de las historias de superación personal porque te sabías un montón, y yo de verdad me convertía en una niña chiquita que ponía sus manos sobre el mentón y te escuchaba embobada.

Esta canción pertenece al soundtrack de aquella película que te inspiró tanto, acerca de Vinny Pazienza, el boxeador que se fracturó las vértebras y se negó a hacerse una fusión espinal, que estuvo por largos meses con un halo cervical y contra todo pronóstico volvió a lo que más le apasionaba (si, aún me acuerdo de aquella tarde que me lo contaste, después de ese día vi la película y recuerdo que me gustó bastante, de hecho fuiste muy precisa a los detalles).

Pero esta canción me hace volver de nuevo a ese día, a esa tarde fría donde estabas entre mis brazos y te reías y me besabas.

Los jueves eran mis días favoritos porque te veía a ti, mi narradora de historias, mi cuenta cuentos, capaz de arrullar a mis demonios con tu cálida personalidad.

Your flaming face is a folly of fools
While I recline in the corner sitting on a stool
Now the rules are random and incredibly cruel