Capítulo 7. Hagamos una colaboración.

La mañana siguiente al concierto era un domingo inusualmente nublado y tormentoso. El cielo de Caracas estaba encapotado y caía lluvia a cántaros. Alex se levantó y fue directo a bañarse; era su rutina diaria, así no tuviera clases. Estaba solo en casa, ya que su padre se presentaba en la iglesia con su coro de cámara todos los domingos. Aprovechó ese tiempo a solas y llenó la bañera con agua caliente para quedarse un rato meditando.

Puso el teléfono afuera en el lavabo, sonando su compositor favorito, Rachmaninoff, Piano Concierto N.º 2. Mientras se relajaba en la bañera, sintió cómo el agua caliente se llevaba de su cuerpo todos sus problemas.

Le encantaba estar solo, o por lo menos con poca compañía; o más bien se diría que era muy selectivo con las personas con las que se juntaba o daba confianza. En el Conservatorio solo tenía dos amigos y a Margarita, a quien conocía desde la infancia porque era hija de uno de los amigos cercanos de su padre.

Lo que pasaba con Alex es que, al ser tan tímido e introvertido, y al cambiar cada año de colegio, nunca pudo hacer alguna conexión verdadera con nadie. Le costaba un montón hacer amigos, y cuando ya se sentía a gusto con alguien, a final de año escolar, su padre lo cambiaba de colegio y perdía todo contacto.

Mientras meditaba en la bañera, recordó a la chica de las redes cantando. Le parecía que tenía una voz preciosa que le hacía poner la piel de gallina cada vez que la recordaba. Se dijo para sí mismo: "Tengo que cantar algo con ella". Con ese pensamiento, salió de la bañera, se colocó la bata de baño y fue a la cocina, donde se hizo una arepa. Mientras la arepa se cocía, se vistió y prendió su ordenador.

Una vez lista la arepa, la comió rellena de jamón y queso amarillo y se fue a su habitación a transcribir una canción en un programa musical. Transcribió un dueto de soprano y tenor para la canción "Mad World" de Gary Jules, con piano acompañante.

Luego se fijó en su teléfono y en su red social había un mensaje de Selene: "Disculpa por irme sin despedirme apropiadamente, estaba un poco en shock por todo lo que pasó; fue una gran sorpresa que estuvieras en el CEA".

"Yo debería disculparme por fisgonear tu canción, aunque sigo diciendo que tienes una hermosa voz. Por cierto, ya que nos conocemos en persona, te paso mi número de teléfono; creo que vamos a poder hablar mejor por ahí. Cuando puedas, escríbeme y hablamos, tengo algo para proponerte". Contestó este mensaje de la chica.

Le dio a enviar y, como no estaba conectada, salió de la red social y se puso a grabar, usando su computadora y su piano eléctrico, la parte del piano acompañante de la transcripción que había hecho. A veces le gustaba jugar con su computadora y los instrumentos y grabar canciones que no salían a la luz y se quedaban escondidas en su computadora como mero experimento.

Cuando se fijó en la hora, ya era la hora del almuerzo y salió de su cuarto en dirección a la cocina cuando llegó su padre. Este llevaba en una mano un paraguas negro goteando agua y en la otra una caja de pizza.

—Pensé que te gustaría algo de pizza a estas horas —dijo su padre, entrando al departamento.

—La verdad, no viene nada mal esa pizza, ya tenía hambre —respondió Alex con una sonrisa en su rostro.

Así, ambos almorzaron juntos. Como siempre, la conversación en la mesa era protagonizada por Alfredo, que contaba con detalles cómo le había ido en la presentación de hoy y que Berenice había ido a verlo y quedaron en verse esta noche en su departamento.

—Posiblemente nos veamos mañana en el Conservatorio, hijo, ¿no te importa?

—Vamos, papá, ya estoy grande, me puedo cuidar solo una noche.

—Perfecto, entonces me iré a tomar una siesta para recargar la energía.

Así se levantó y se fue a su habitación. Alex le siguió el ejemplo y se fue a su habitación, cayendo como piedra en su cama. La verdad es que, con el clima lluvioso, la necesidad de una siesta después de comer era la orden del día.

No se despertó hasta la tarde-noche; habría dormido unas cuatro horas de siesta, más o menos. Su padre ya no estaba en casa para ese entonces. Tomó su teléfono y tenía un mensaje de su padre: "Dejé dinero en la mesa para que te pidas algo para la cena. Dios te bendiga".

Luego de ver este mensaje, se percató de que tenía otro de un número no agendado.

Selene:

—Hola, soy Selene, Tinuviel en las redes.

Alex:

—¿Qué tal, Sele? Gracias por escribir por aquí, creo que es más cómodo. Oye, te quería preguntar: ¿conoces "Mad World" de Gary Jules?

Selene:

—Sí, claro, es muy buena esa canción.

Alex:

—Bueno, ¿te gustaría hacer un cover colaborativo conmigo de esa canción cantando? Y lo subimos a las redes.

Selene:

—¡Sí! ¿Por qué no? Pero, ¿cómo hacemos?

Alex:

—Te puedo enviar un PDF con la partitura y un audio del acompañamiento de piano. Luego, si puedes, me envías un audio con tu parte cantada; yo las mezclo en un programa y hacemos un videito con el audio final. ¿Te parece?

Selene:

—Dale, está bien.

Alex:

—Genial, en el transcurso de la semana te mando el PDF y el audio.

Selene:

—Dale, tranquilo. Qué pequeño que es el mundo, para que tu papá fuera la pareja de mi profesora.

Alex:

—Sí, te busqué en el vestíbulo después del concierto, pero no te encontré, hasta que fui al subsuelo. Me parece genial que guarden y reciclen escenografías y vestuarios.

Selene:

—¡Ah, sí! Hay cosas de hace años, de cuando el padre de Berenice era el director de la estudiantina. No sé si te diste cuenta, pero es un centro artístico completo; hasta dan clases de ballet y danza contemporánea. La profesora Berenice es la tercera en su familia en estar a cargo; su abuelo fundó el CEA.

Alex:

—Qué interesante, todo un imperio de músicos talentosos. Ya veo por qué a mi padre le llamó la atención.

Selene:

—¡Cierto! Tu padre está saliendo con ella. Sé que no es de mi incumbencia y respeto que no me quieras contar, pero, ¿tus padres están separados?

Alex:

—No, mi madre murió cuando nací.

Selene:

—Lo siento mucho. Yo perdí a mi padre hace dos años y todavía no me recupero del todo, aunque a veces lo siento a mi lado de alguna forma.

Alex:

—Ahí te pasé el PDF —le envió el archivo, tratando de desviar la conversación sobre los padres perdidos; no era un tema que tocara con las personas, ni siquiera con su padre—. Esta semana, cuando tenga lista la grabación del piano, te la envío para que puedas mandarme tu parte cantada.

Selene:

—¡Gracias, Alex! Bueno, me despido. Mañana ya es lunes y tengo que subir a Caracas para clases.

Alex:

—Buenas noches, Sele. Descansa.

Selene:

—Igualmente, Alex.

De esta forma, se despidió de la chica y colocó las alarmas para despertarse a la mañana; él también tenía clases.

A la mañana siguiente salió temprano al conservatorio con una pesadez; tendrían hoy a primera hora historia. No es que detestara la materia como tal, sino que el profesor que la impartía la hacía tediosa, siempre solía irse por las ramas y hablar de otro tema que no tenía nada que ver con la clase, además de que mandaba a menudo un montón de trabajos que ni revisaba, pero igualmente eran obligatorios entregarlos.

—¡Epale, Alex Manía! —lo saludaba Nico, tratando de darle un abrazo a su amigo, ya que este solo chocó los cinco con él y luego se apartó.

—¿Todo bien, Nico? El profesor de Historia mandó un mensaje que llegaría tarde a clases.

—Por mí que no venga, lo único que hace es hablar como si no hubiera un mañana y de paso nos hace dormir a todos.

—Bueno, en eso concuerdo contigo; el tipo es una ladilla. Jaja, como nos jodió la materia este año.

—Bueno, entrando en otros temas, ¿sigues hablando con tu chica misteriosa?

—Sí, todavía no me creo que conseguí a alguien con quien hablar de Tolkien. Eso es algo interesante; pocas chicas y personas en general que he conocido les gusta el autor.

—Ay Dios, ya te conseguiste una friki como tú, para hablar cosas de nerd —dijo Nico, llevándose una mano a la frente—. Habías dicho que cantaba también, ¿no? ¿Por qué no te haces la cuenta pública y te cantas algo con ella? Te pueden llegar a contactar para otras obras si subes contenido y te haces popular.

—Sabes que ser popular me da igual; yo solo quiero hacer música, no importa si es para tres personas o más.

—¿Qué te haces ahora el modesto? Si te encantan los grandes conciertos, y ni digamos a tu padre, siempre te consigue los papeles protagónicos, aunque bueno, tienes mucho talento también.

—Lo sé, por eso si me llegan a dar algún papel importante sin que tenga que ver con la influencia de mi padre, en ese momento sabré realmente lo bueno que soy. Por eso tengo que mejorar cada día más.

—Amigo, tú solito te estresas; disfruta un poco de tu privilegio y gózatelo.

En ese momento se tuvieron que callar, ya que había llegado el profesor de Historia.

A la hora del almuerzo se reunió en un aula con Nico y Rodrigo a comer, y mientras los chicos charlaban sobre un partido de béisbol que habían visto la noche anterior, Alex se puso a ver las redes.

Vio cómo Sele había subido un video tocando el violín; tenía una melodía muy bonita, así que le dejó un comentario felicitándola y preguntándole de quién era la obra. Esta le contestó al privado.

Selene:

—Alexander Aguilar, no puedo creer que no conozcas a Lana del Rey. Esta canción se llama "Video Games" y es mi favorita de ella.

Alex:

—Siento decepcionarte, pero no, no conozco a Lana del Rey, pero podría comenzar a escucharla; me parece una canción bonita.

Selene:

—Tienes que escucharte todos los álbumes, pero en particular el de Norman Fucking Rockwell! Es mi álbum más personal, además de que salió el mismo día de mi cumpleaños.

Alex:

—De acuerdo, lo tendré en cuenta. ¿Tú has escuchado a Green Day o My Chemical Romance?

Selene:

—Obvio que sí, son muy buenas bandas. No seré tan fan de ellos, pero su música es muy buena. También me gustan mucho Twenty One Pilots y Arctic Monkeys.

Alex:

—Mira qué sorpresa me llevo, también las escucho y me gustan un montón. No te veía escuchando a estos artistas.

Selene:

—Te sorprendería las cosas que escucho, desde Kendrick Lamar, Aretha Franklin, hasta Rosalía. Más bien, deberíamos un día preparar un cover de Rosalía, ¡por Dios, su disco de El Mal Querer!

Alex:

—Jajaja, me vas a arrastrar a mundos no explorados, pero de acuerdo, me escucharé a tu Rosalía y te diré qué canción me gusta y prepararemos algo, ¿te parece?

Selene:

—Ya vas a ver, se nota que eres una persona de mente abierta, vas a dejarte arrastrar tranquilo a un nuevo mundo de posibilidades.

Alex:

—Ya me das un poco de miedo, jaja. Bueno, te dejo para seguir con mis clases.

Selene:

—Muahaha, nos estamos hablando, Alex.

Cuando levantó la cabeza del teléfono, vio cómo sus amigos lo observaban con cara de sorpresa.

—¿Qué? ¿Por qué esas caras? —preguntó el chico confundido.

—Alex, tienes que verte la sonrisa con la que veías el teléfono —dijo Rodrigo, expectante a ver qué respondía su amigo.

—¿Estabas hablando con la chica misteriosa, cierto? —dijo Nico, acercándose a él con una sonrisa en el rostro.

—Sí, pero no se vayan a poner pesados con sus comentarios tontos, no comiencen a romantizar las cosas —respondió este, dándoles una mirada fulminante.

—Ahí está de vuelta nuestro Alex maníaco, cara de loco asesino serial.

—Sí, son maricos, vale, sean serios.

—Bueno, te dejaremos tranquilo con tu privacidad cibernética, pero algún día la vamos a conocer.

—Sigue soñando, Nicolás, es solo una amiga de las redes, nada más.

La semana transcurrió muy rápido. El miércoles le había podido enviar el audio del piano y su voz a Selene, y no fue hasta el sábado que recibió el audio de la chica.

"Maldición, eres una gran cantante", le envió este luego de escuchar la parte de la chica, recibiendo por parte de ella un "gracias".

Selene:

—Oye, te quería preguntar: ¿qué te parece si, aparte de tu arreglo a dos voces de la canción, podemos dividir la primera parte y que cada uno cante un verso solo y el estribillo juntos, y para la segunda parte se hace completa con tu arreglo?

Alex:

—Me gusta tu idea. Mándame otro audio cantando la canción tipo solista y yo me encargo de juntarlo en el programa de audio. Cuando tenga listo el audio, te mando la maqueta final y grabamos el video.

Selene:

—¡Me parece estupendo!

Así llegó el siguiente martes y Alex le envió el audio terminado, y no fue hasta el viernes que recibió el video de la pelirroja. Para ese fin de semana ya tenía lista la edición del video y se lo pasó a la chica.

Alex:

—Mañana domingo, si te parece, publicamos el video en nuestras cuentas.

Selene:

—¡Sí, sí! Totalmente de acuerdo. Me divertí un montón haciendo esta colaboración.

Alex:

—Yo también. De verdad, sigo diciendo que es una pena que no estés estudiando música. Tienes mucho talento, Selene.

Selene:

—Gracias, Alex, pero es solo un hobby.

Llegado ya el domingo, publicaron el video. Alex se animó a poner su cuenta pública y tuvo una gran recepción en el video; muchas personas lo comenzaron a seguir, varias de ellas seguidores de Selene. Por primera vez, sentía que tenía algo de mérito al hacer algo musical sin que tuviera que estar su padre en medio para poder tener éxito.

Sentía que el éxito de este video y de poder dejar sin pesar la cuenta en "pública" era gracias a Selene, que esa noche, al encontrarla cantando a solas, hizo nacer un fuego en su interior. Dedicándole así unas palabras en su publicación:

"Gracias a Tinuviel, que cual musa, inspiró el arreglo a dos voces de esta canción."