Capítulo 29. Bajo un cielo sin luna.
Capítulo 29. Bajo un cielo sin luna.
Al día siguiente, Selene fue en la noche a un concierto que tenía la orquesta donde estaba Néstor. Presentarían unas piezas en tributo a Puccini. Quedó encantada con el compositor; eran unas piezas muy dramáticas, pero también románticas y con una belleza sin igual.
Luego de ahí, fueron a cenar a la casa del chico. Sus padres le dijeron que la invitara y ese día se quedó a dormir en el sofá de ellos. Al día siguiente, se despertó más temprano de lo habitual para poder ir al ensayo antes de lo acordado con Gigi; no quería que la ficharan de impuntual de nuevo.
Así fue como llegó al teatro y, dentro de la sala, ya se encontraba Gigi con David, que revoloteaba por las butacas, y Alex, que se encontraba en el escenario hablando con la directora.
—Después, sorpréndenos con alguna pieza en el piano. Quisiera escucharte. Tal vez deberías pensar en quedarte y hacer la licenciatura en la UNA; es pública y excelente. De ahí salí formada yo de joven y no te arrepentirás; los profesores son lo más.
—Lo pensaré, Gigi, gracias por la recomendación.
—Vaya, hoy sí llegaste a buena hora. Parece ser que les afectó un poco el cambio de horario a ustedes dos chicos —dijo sonriente.
—Bueno, al punto, pude notar un intercambio de miradas evasivas el otro día. Sé que están jóvenes y uno es muy pasional a esa edad, pero les servirá ver las cosas desde un punto profesional y separar sus vidas privadas del escenario. Cuesta al principio, pero se ven muy capaces.
《Ay Dios, si hasta ella lo notó, ¿cómo es posible? ¿tan obvios somos?》
—Cuando ensayemos la escena de hoy, quiero que al principio, Selene, cuando veas al fantasma, te desmayes de la conmoción de volverlo a ver después de tanto tiempo, y quiero que me demuestres después que estás furica, hecha una fiera, porque este te abandonó años atrás.
—Para ti, Alex, que el Fantasma es un alma incomprendida y que el pobre jamás pensó que alguien se pudiera enamorar de él debido a su deformidad. Quiero que este reencuentro sea nostálgico; le imploras piedad a la mujer que te abandonó y le pides que recuerde esa noche de pasión que tuvieron para que así pueda regresar a tus brazos.
Resonó un golpe en el teatro y se voltearon a ver; David se había caído entre una de las butacas.
—¿Vos sos pelotudo, David? ¡Para un poco! —decía Gigi yendo a ver si se había lastimado su pequeño.
—Creo que este David le saca canas de todos los colores a Gigi —decía Selene riéndose.
—La verdad que sí, es muy travieso.
En ese momento, mientras Gigi regañaba a su hijo, comenzó a llegar el resto del elenco.
Cuando estuvieron la mayoría presente, volvió a llamar al escenario a Selene y Alex.
—Ahora sí, chicos, comiencen. Recuerden las acotaciones que les dije al llegar.
Así fue como los chicos comenzaron la escena.
Selene actuó un desmayo al notar la presencia del Fantasma de una forma muy dramática y teatral, y este fue a buscarla para cargarla en brazos y ponerla en una silla cercana. Mientras volvía en sí y comenzaba a cantar, esta vez es un tono de réplica y con mucha más potencia que el ensayo anterior.
Selene:
"Debería haber sabido que estarías aquí,
Debería haberlo sabido todo el tiempo.
Todo este arreglo lleva tu sello,
Estás en cada compás de esa canción."
En ese instante, Alex estaba acercando una mano con intención de acariciarle el rostro, y esta se la alejó, parándose de la silla y alejándose de él mientras continuaba la canción.
Selene:
"¿Cómo te atreves a intentar reclamarme ahora? ¿Cómo te atreves a venir a invadir mi vida?"
Alex:
"Si conocieras el dolor que yo conozco,
Sabrías que no tuve otra opción,
Mi Christine."
Iban de un lado para el otro reclamándose por todo el escenario; la chica evitaba completamente el contacto visual con el pelirrojo, llegando a darle la espalda en la última frase cantada, mientras que este se le acercó por la espalda y le sujetó los hombros con sus manos.
Alex:
"Había una vez una noche bajo un cielo sin luna,
Demasiado oscuro para ver algo,
Demasiado oscuro para siquiera intentarlo."
Este deslizó una de sus manos por el hombro de la chica hasta intentar entrelazar sus dedos con una de sus manos, pero esta salió huyendo de ese acto para poder continuar la canción; había olvidado lo que el simple toque de este podía producir en ella.
Selene:
"Y ciega en la oscuridad, mientras mi alma miraba a la tuya.
Miré dentro de tu corazón y te vi puro y completo." —cantó, colocando su mano en la cabeza del chico, devolviéndole el gesto.
Alex:
"Envuelto bajo la noche, sin nada que reprimir.
Una mujer y un hombre, ni más ni menos." —cantó, levantando su rostro con una mano, tomando la de la chica y con la otra tomando su cintura y acercándola a su cuerpo.
Selene suspiró y tragó saliva al recordar perfectamente ese mismo agarre meses pasados en la terraza del Teresa Carreño; sentía cómo los colores se iban acumulando en sus mejillas y solo pudo dejarse llevar y sentir cómo su personaje y ella se volvían uno solo.
Alex:
"Y te besé."
Selene:
"Y te correspondí."
Ambos:
"Y el mundo que nos rodea se desvaneció,
Dijimos cosas en la oscuridad,
Que nunca nos atrevimos a decir."
Ya era inevitable para Selene controlar sus sentimientos; su mirada iba de los ojos del chico a los labios de este. Jamás pensó que tendría tanta necesidad por sentir el contacto entre ambos.
Alex:
"Y te atrapé." —cantó este, tomándola de la cintura con sus dos manos, dejándola atrapada entre sus brazos.
Selene:
"Y te besé." —le respondió esta, con sus manos colocadas en el pecho de este. Podía sentir cómo su corazón latía fuertemente.
Ambos:
"Con una necesidad demasiado urgente para negarla.
Y nada importó entonces,
Excepto tú y yo,
Una y otra vez,
Debajo de un cielo sin luna."
Una vez más se sentía la tensión entre estos dos; tenían el rostro a escasos centímetros del otro, ambos respirando agitadamente.
Gigi estaba enloquecida; esa era la pasión que esperaba para la escena. Esos eran los verdaderos sentimientos de los personajes; esta era la embriaguez que había sentido al momento que le mostraron los videos del estreno del Fantasma de la ópera en el Carreño.
Selene, totalmente distorsionada de la realidad entre actuación y lo que sentía, estaba colocando una mano en la mejilla del chico para proponerse a besarlo cuando este se volteó, continuando la actuación.
Alex:
"Y antes que saliera el sol,
Con miedo de ver tus ojos,
Me paré mientras dormías y te susurré un adiós,
Y desaparecí en la oscuridad bajo un cielo sin luna."
Cantó este, tomando distancia de la chica, que quedó abatida por esa acción. Podía percibir cómo ella sola se confundía con sus sentimientos, mientras el chico actuaba con profesionalismo y solo esperaba lo que su personaje requería y no lo que él sentía en realidad.
Selene:
"Y te amaba, sí, te amaba.
Me desperté para jurar mi amor,
Y encontré que te habías ido."
A este punto, su personaje, Christine, decía las palabras que ella no podía decir por miedo a perder, aunque sea la pseudo amistad que quedó entre ellos después de su orgullosa manera de actuar.
Alex:
"Y te amaba,
Pero te dejé,
Y tuve que hacerlo; ambos sabíamos por qué."
Ambos:
"Y aún así no me arrepentiré,
Desde ahora hasta que muera,
La noche que no puedo olvidar,
Debajo de un cielo sin luna."
Culminaron los dos viéndose a los ojos, esta vez sin evadirse.
—Y ahora —dijo esta, agarrándose el diálogo del fantasma.
—Para nosotros, no hay ahora —respondió este con la voz quebrada.
Todos aplaudieron la escena; Gigi estaba maravillada.
—Vieron, gente, eso es lo que esperaba: esa furia, esa pasión, ese drama. No tengo nada que corregir; ya son uno con sus personajes. Después de esta escena entra otra canción al instante, pero la haremos después. Ustedes dos descansen, mientras suban al escenario las chicas, oh là là, ensayamos de vuelta ese número.
Los chicos se volvieron a las butacas. Selene estaba abatida; sentía cómo esas últimas palabras dichas por el pelirrojo sentenciaban cualquier oportunidad de retomar lo que se había roto aquel día en Venezuela, o al menos eso era lo que ella pensaba.
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