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6.¿Quieres entrar?

      
Notica: Bellezas, perdón por la demora para actualizar. No he estado muy bien estos días, soy sospechosa de covid y mi hermano pequeño hoy nos avisaron que dio positivo a la enfermedad. Asi que no se sorprendan si demoro un tiempo en volver a traerles otra actualización, si me ingresan no podré escribir :(
De igual modo espero que disfruten de este capítulo, que los va a dejar más intrigados pero bueeeeno, no es mi culpa.

No olviden dejar su votico y sus comentarios, me alegran mucho el  día. Me río demasiado leyéndolos...

Micaaela y su vecino en

3...

2...

1...

         C A P Í T U L O    S E I S


¡Corre!

Era la única palabra llana que repetía mi subconsciente, las otras eran tipo: estúpida, imbecibilísima, animal. En fin, una lista interminable de esdrújulas y agudas.
Estaba asustada pero no demasiado, me sentía peor por no haber conseguido mi objetivo

¿Por qué San Patricio no me ayudó esta vez? Pues, ni idea, pero iba a consultarlo con él más tarde.

LLAMADA DE VIVIAN

El celular vibra continuamente en mi mano y reacciono ante la llamada, con tanto alboroto sin darme cuenta le colgué, de seguro estaba muy preocupada.

—¡Cómo se te ocurre colgarme en la cara! ¿Acaso se te ha zafado otra vez el tornillo que armé
junto contigo al crear el plan?
Regla número uno: Nunca, jamás de los jamases podemos estar
incomunicadas —suelta ella entre furiosa, preocupada y agitada, aunque no más que yo claro.

—No la cojas conmigo, vale. Ha sido un accidente, e... —pauso por un intento de tomar aire
mientras troto— él me ha visto.

—¡Quéee! ¡Estás segura!

—Por supuesto, si nos miramos a los ojos por, no sé, aproximadamente cinco segundos —ante mis palabras Vivian comienza a gritar de emoción obligándome a despegar el celular de mi oído.

—Oh, por, Dios. Qué romántico! —espeta en un gritillo.

—¿Romántico? ¿crees romántico que un tipo el cual no conoces te penetre con sus ojos oceánicos
en medio de un bosque y que además sonría como maniatico? —ironizo de sopetón.

—¿Te sonrió? —pregunta ella con un tono curioso.

Asiento con la cabeza y me siento tonta al instante porque ella no puede verme, casi me abofeteo.
—Así es. Su sonrisa fue macabra, pero muy tierna a la vez —comento y me encuentro con otra sonrisa embelesada en mi rostro.

Modo serio, Micaaela.

—¿Crees que te estaba coqueteando? —inquiere ella, y casi puedo ver su cara con una ceja levantada exageradamente y expresión desconcertada.

—¿Coquetearme a mi? ¿A una extraña? ¿En un bosque? —bufo divertida— solo a ti se te ocurren
esas cosas.

—O a ti, después de todo yo no soy la que acosa y persigue a un chico desconocido —señala y de pronto un sentimiento de vergüenza me invade y comenzamos a discutir, defendiéndonos con cosas sin sentido alguno. Para darles una descripción más gráfica, protagonizábamos una pelea de
niñas de primaria.

Si, hay que admitirlo.

Estuve tanto tiempo sumergida en la conversación con Vivian que no me percaté de hacia donde
me dirigía exactamente y como si me aventaran un pelotazo en la frente, sentí un golpe. Por
suerte no llegó a ser tan intenso como para tumbarme, y no, no fue un auto, andaba por la acera, más bien fue algo más pesado y molesto que un vehículo, algo lo cual me cabreó al instante.

—Deberías fijarte por donde caminas, Miquela —casi a punto de estallar en risas dice Xavier, él se encontraba en posición como si estuviera entrando a su casa y de seguro aprovechó que venía
entretenida para tropezarse conmigo.

Genial, solo esto faltaba, encontrarme con este idiota.

No digo nada y lo esquivo con mi mejor cara de "te odio con toda mi alma dulce pero perversa".

¡Pero que estoy diciendo!

Estando a muy poco de hacer una salida triunfal siento su fría mano envolver mi brazo, obligándome a retroceder abruptamente.

—¡Qué mierda quieres, no entiendes que no quiero tener ningún tipo de roce contigo! Antes no lo hubo, y ahora no lo habrá tampoco —aclaro furiosa y decidida, luchando por no seguir la conversación.

Y como si el mundo no girara entorno a nada más, él sonríe—¿Por qué eres tan agresiva conmigo? ¿Qué te hice yo pequeña leoncita? —pregunta divertido enarcando ambas cejas.

Abro los ojos como platos al igual que mi boca, casi lo veo elevar su comisura izquierda para
esbozar una sonrisa burlona pero me apresuré a enfrentarlo. Primero me zafé con una fuerza que ni yo misma sabía que tenía, de su amarre—¿Leoncita? —espeto con total rabia.

Este men si que sabe sacarme de mis casillas.

—Eres tan graciosa —musita juguetón inclinándose hacia mí para mirarme como si fuera un bebe.

Ya, eso fue suficiente, exploté.
Le dí una bofetada y le dolió, lo sé, hasta pude notar mi pequeña mano marcada en su mejilla
izquierda. Sonrio como una tonta sintiendo el sabor dulce de la victoria, aunque ese sabor se volvió amargo cuando Xavier vuelve a mirarme.

Se esta riendo.

Pfff idiota ¿Por que se ve tan sexy cuando lo hace?

No, no es lo unico que faltaba , cualquiera menos el Micaaela, cualquiera menos el.

Tu siguele con ojos oceanicos, no tienes idea si es un delincuente o un mafioso pero tu sigue con el. Hasta un perro tiene mas sentimientos que mi vecino.

—¿Ya has terminado? —pregunta elevando ambas cejas. Me quedo sin habla y solo encojo los
hombros levemente, aunque estoy segura que pudo notarlo así que continuó— Espero que estés
así de decidida dentro de —hizo una pausa y se frotó la barbilla, fingiendo que pasaba para soltar—dos horas.

¿Dos horas? ¿A que se refiere con dos horas?

Con total desconcierto me quedo parada frente a él buscando algún tipo de conexión a su comentario.

¿Qué pasará en dos horas?

—¿De qué estás hablando? —mi pregunta deja mi boca antes de poder retenerla y él rápidamente contesta:

—¿No sabes? Pregúntale a tu mamita —y con eso es suficiente para darse la vuelta y dejarme más confundida aún. Estando a dos pasos de entrar a su casa se gira para mirarme y concluye— Deberías repasar tu teatrico, ella no se veía muy contenta.

Oh, no

Lo olvide, no llame a mi madre antes de salir.

Mierda

Re-mierda

Triple-mierda.

Todo por la maldita culpa de Nicolás y su toalla escurridiza.

Casi le pego una patada a la acera como niña pequeña a la que le robaron los juguetes. ¿Qué
carajos vas a inventar Micaaela? ¿Que me raptaron una familia de extraterrestres para llevarme a la luna pero su nave espacial se quedo sin gasolina? ¿Qué un
asesino serial entró por la ventana de mi habitación, me apuntó con un arma y me dijo que si no lo ayudaba a esconder un cuerpo en el bosque me mataría?

No, esa no es opción. Conociendo a mi madre no descansará hasta encontrar al maleante, el cual no existe.

Genial, bien por ti Micaaela.

Me apresuro para pensar bien en alguna excusa convincente. Podía decirle que fui a casa de Vivian por cosas de la escuela y olvidé llamarla. Sería muy buena idea, y de paso Vivian queda como coartada.

No actúes con nerviosismo

Hazte la calmada

No hiciste nada malo, Micaaela.

Tomo el último suspiro antes de tocar la puerta, hasta las llaves olvidé con tanta presión. Las
manos me sudaban y yo intentaba no ser muy obvia. En menos de veinte segundos la puerta se
abrió, y lo primero que capté fue una mirada furiosa y a la vez aliviada de mi madre.

—Puedo explicarlo —me apresuro a hablar. Ella eleva las cejas y me observa esperando respuesta
por mi parte— Al menos ¿me dejas pasar? —pido.

Mi madre se hace a un lado y tira la puerta con fuerza tras de mí, pego un brinco y me giro hacia
ella instintivamente.

Cruza los brazos y dice—Te escucho. Espero que haya sido de vida o muerte. Porque para que te hayas ido sin avisar y para colmo vuelvas a esta hora tuvo que ser importante— suelta con un drama que me pone de los nervios.

Ok, si fue de vida o muerte, estuve propensa a que me asesinaran en el intento, pero eso no es lo que ella quería decir obviamente.

—Estaba con Vivian, ella me llamó porque —me quedo pensativa un momento buscando una razón que la convensa y continúo—,porque necesitaba mi ayuda para resolver un misterio.

Me di una bofetada mental.

¿En serio? ¿un misterio? Eso no pudo sonar más infantil.

La mujer frente a mí suelta una carcajada irónica—¿Qué pasó? ¿No encontraba su lápiz? Que fatal, eso si es para preocuparse.

Odio su sarcasmo.

Lo odio de veras.

—No, no quise decir misterio, yo eh, bueno literal si fue un misterio pero relacionado con un problema de matemáticas. Sabes que no es muy buena en la materia —aclaro, pero ella en vez de mostrarse convencida, parece creerme menos aún.

Vale, seguro es porque yo se menos matematicas aun.

Desventajas de tener una madre que te conoce bien.

Bueno, de tener una madre.

En fin ¿ellas nos parieron no?

—No me gustan las mentiras y lo sabes bien, y menos viniendo de tu parte, se te da fatal mentir —
espeta con ambas manos cruzadas en su pecho.

—¿No me crees? Llama a Vivian, ella lo confirmará —me atrevo a desafiarla orgullosa y muy segura de que voy a resultar impune.

Ella no dice más nada y se abalanza al sofá donde toma el teléfono inalámbrico del hogar y marca un número. Supongo que el de casa de Vivian.

Uff, todo está resuelto, ahora sí me creerá.

—Buenas tardes, ¿es la casa de Vivian? ¿Pudiera pasarme con Vanessa? —No no no no, esto es
una maldita broma ¿o qué? Por qué diablos quiere hablar con la hermana de Vivian y no con
Vivian.

Genial, soy chica muerta.

En mi lápida pondrán: "Joven fatalmente asesinada por acosadora, obsesiva, media loca (bueno, según sus fuentes más cercanas, loca y media) y encima de eso, mentirosa.

Ya puedo imaginarme las palabras del padre en mi velorio.

Ah y por otra parte...

Lo siento chico misterioso de ojos oceánicos, no podré dejarte un testamento porque no sé tu
nombre ni tu dirección, espero que comprendas pero quiero decirte que me has servido de mucho entretenimiento y has ocupado a mis neuronas las cuales estaban llenas de telarañas por no ser usadas, y ni hablar de lo que tengo allá abajo.

¿Telarañas? ¿Allá abajo? ¿En serio?, si ni siquiera lo has utilizado.

Tonta, tonta, tonta

Trago grueso esperando lo peor, ¿Cuántos castigos existen? Pues, todos y cada uno de ellos me
tocarán.Creo que la próxima vez que me encuentre a ojos oceánicos usaré bastón y tendré lentes.

Amor a la tercera edad ¡Qué bonito!

—¿Vanessa? ¿Crees que puedas repetir nuevamente lo que me dijiste hace un rato? —Oh, no. Mi madre despega el teléfono de su oreja y pone el altavoz. Para entonces preguntar— ¿Hoy Micaaela pasó por tu casa?.

—No, de hecho no la veo hace un buen rato —su respuesta me puso los pelos de punta.

—Está bien, muchas gracias querida. Mándale saludos a Vivian de mi parte —con eso colgó, sin despegarme los ojos de encima. Creo que me voy a desmayar. En estos casos lo mejor que hay es fingir que te sientes muy mal, o desmayarte, ahí saldrá una madre preocupada por su hija en vez de un madre malhumorada casi a punto de volarte los sesos con solo la mirada.

Pero no funcionaría con ella, mi madre me conoce lo suficiente como para creer en mi desmayo.

—¿Tienes algo que decir? —pregunta buscando algo en mi expresión, pero no consigo mirarle la cara.

He sido despelotada, esto sí que es andar en pelotas.

Pero como si la vaca azul voladora que flota a mis espaldas apareciera en mi frente, una voz ronca interviene en la conversacion:

—Ella me pidió permiso para salir .

Nicolás hablo y para mi sorpresa intentaba ayudarme.

¿Tendrá fiebre?

Si, seguro, mínimo un 38.5.

Mi madre parece confundida por un instante—Pero ¿No habías dicho que no sabías donde
estab...—la interrumpe.

—En ese entonces estaba entretenido, ni siquiera le presté atención a tus palabras —aclara él.

—¿O sea que crees poca cosa a que esté preocupada por mi hija de solo diecisiete años? —inquiere ella articulando sus manos.

—¿Te oíste? Diecisiete años, no es un bebé. Micaaela sabe bien lo que hace —asegura Nico.

Bum! Por primera vez en mucho tiempo me siento orgullosa de él.

¡Que bonito me defendió!

Hubo un silencio penetrante en la sala hasta que mi madre decide decir las últimas palabras y
marcharse—Espero que sepas lo que haces Nicolás.

Ambos la vimos alejarse por el pasillo y sentimos alivio, por lo menos yo, aunque ese alivio no duró mucho tiempo. Noto que mi madre frena en seco y se gira hacia nosotros nuevamente para decir algo que sinceramente no me esperaba.

—Vístanse, dentro de horas vamos a salir, quiero que estén presentables —dijo. Nico y yo
intercambiamos miradas de confusión pero me apresuro a preguntar para salir de la duda:

—¿A dónde saldremos?

—Cenaremos en casa de la vecina.

—¿De Deysi? —inquiero preguntando lo obvio.

—Si.

Ok, esto no se puede poner peor. Así que a eso se refería Xavier.

¡El colmo de los colmos! Cenar como familia feliz en casa de Xavier.

—Yo no iré —espeta Nicolás rápidamente y entra como un cohete en su habitación...

**

Yo:

¿Puedes creerlo? Esto es una pesadilla de veras.

Vivian:

Una hermosa Pesadilla, me recuerda a un libro que leí.

Yo:

¿Beautiful nightmare?

Vivian:

Si jajaja

Yo:

Si claro, Xavier desde luego es un psicópata y yo soy la típica chica inocente que en su más oscuro interior desea asesinar. Entonces Xavier me convence a puras folladas salvajes y acabamos matando personas por todos lados.

Vivian:

Eres tan dramática. Ojalá yo tuviera un vecino asi.

Yo:

Anja, ya te dije que es tuyo cuando quieras. No lo necesito.

Vivian:

Como digas, pero no tomaré cosas que serán tuyas. Luego después me vienes con el cuento que si "esta usado, asi no lo quiero"

Llevaba alrededor de quince minutos chateando con Vivian, puras idioteces y profanidades como pueden ver, pero tengo justificación, el aburriemiento me mataba.

Literal, estaba nerviosa, no me imagino como voy a comer frente a personas practicamente desconocidas. Entiendo que mi madre sea compañera de chismes de la señora Deysi pero ¿Y yo que tengo que ver con eso? Ni siquiera me cae bien su hijo, es un ególatra, idiota y creído.

Había acabado de salir del baño practicamente. Mi atuendo se podía resumir en algo muy sencillo, un top negro, una saya mezclilla un poco corta pegada al cuerpo y unas sandalias.

Simple y cómoda, eso es lo importante.

Estaba tirada en la cama como normalmente, en compañía de mi celular. Entraba y salía de instagram cada cinco minutos, y a su vez mantenía una charla tonta con mi mejor amiga.

Me quedo  embelesada frente a la pantalla cuando escucho la puerta de mi habitacion abrirse.

—¿Que quieres? —le pregunto extrañada a Nicolás que yacía apoyado en el marco de la puerta.

—¿Esa es manera de hablarle a tu salvador? —dice orgulloso por su hazaña.

Pongo los ojos en blanco y me enfoco nuevamente en mi celular pero Nicolás vuelve a hablar.

—Ya nos vamos, no demores en salir —no respondo, no lo miro, ni siquiera respiro y entonces el sale de la habitacion y cierra la puerta.

Lo menos que quiero es cabrearlo y me levanto como un resorte de la cama para echarme un vistazo en mi espejo. Me veía hermosa, más bien me sentía hermosa, ¿eso es lo importante no?

¡A la mierda lo que digan todos!

Luego de darme la última ojeada, camino hacia la puerta principal donde estan Nicolás y mi madre esperando por mi.

—Al fin, creí que la tierra te había tragado —exclama mi querido hermano con dramatismo.

Mi madre esta más seria de lo normal, y bueno la entiendo perfectamente, traicione su confianza y aún no le he explicado a donde fui, aunque la verdad no pienso explicarle nunca, jamás.

Salimos de la casa y al llegar a la de al lado tocamos el timbre.

Mientras tanto quise sacar conversación para relajar el ambiente.

—¿Que te dijo mamá para convencerte de venir? —pregunto divertida y Nicolas me lanza una mirada asesina.

—No me convenció, yo solo decidí venir –se encoje de hombros despreocupadamente.

—Si claro —me burlo y el me da un codazo.

De pronto la puerta frente a nosotros se abre y nos acomodamos rapidamente para encontrarnos a una senora de lo mas arreglada y muy bien vestida, con un aura de creída y segura de sí, misma.

La madre de Xavier, obviamente.

—Bienvenidos, pasen, la cena espera por ustedes en la mesa —dice ella con una gran sonrisa y se hace a un lado para dejarnos pasar.

Cuanta amabilidad, vaya, creí que saldría con cara arrogante como su hijo.

Deja de pensar en él, tonta.

Ya dentro nos dirigimos al comedor y me relajo rapidamente cuando mis ojos no captan a Xavier por ningún lado.

Gracias, San Patricio. Es obvio que no estaría aqui, él no es de participar en este tipo de falsas.

—Mira Xiomaro, ellos son los vecinos —le menciona la madre de Xavier y él no demora en saltar.

—Ya se quienes son los vecinos Yudit —genial, el padre es como el hijo, arrogante y maleducado.

Los tres nos acomodamos en la gran mesa y me dedico a observar al padre de Xavier; Xiomaro, sus padres no pudieron ponerle un nombre mas ridículo.

Me rio interiormente.

Él lee concentrado una revista de mujeres en bikini ¿no le da vergüenza? No, claro que no, padre e hijo idénticos ¿recuerdas?

Olvido mis pensamientos por un minuto al ver a la madre de Xavier colocar un plato de ensalada en la mesa.

—Listo, solo esto faltaba. ¿Comemos? —dice ella, y yo asiento afablemente, entonces ella grita—¡Xavier, ya estamos comiendo, hijo!

Trago grueso, genial, pensé que no estaba aquí, que tonta soy. Nada es perfecto ¿no?

Y en mi caso menos.

Xavier sale rápidamente  del pasillo y toma asiento sin despegarme la mirada, yo intento mantener mi punto de referencia en otro lado, para poder tragar en paz.

**

Llevamos tiempo cenando, al menos unos veinte minutos, y la tensión fue increíble, horrible diría yo. Xavier me echaba vistazos curiosos de vez en cuanto y yo aguantaba mis ganas de mandarlo a la mierda.

—Necesito ir al baño —hablo al fin ,rompiendo el silencio.

—Claro querida,  dobla el pasillo, la segunda puerta a la izquierda —aclara la madre de Xavier y yo asiento para ir.

Camino en la dirección que me dijo pero me detengo para observar una puerta que me llama la atención. Era blanca, con al menos dos o tres carteles indicando "no me molestes", "toca antes de entrar".

Me quedo parada frente a ella por un corto tiempo, casi a punto de tomar la manija y entrar. Pero justo cuando más entretenida estoy alguien detrás de mi se aclara la garganta.

—¿Quieres entrar? —me giro abruptamente y veo a Xavier que me sonríe con picardía y no hace falta ir a China para darse cuenta de que se refiere a su habitación.

Ya sospechaba que era la puerta de sus aposentos.

Genial, para completar.

—Eh, no, yo ¡Por supuesto que no! —espeto alterada

—Por supuesto que si —me contradice divertido.

—Que no

—Que si

—Ya basta, dije que no —señalo con expresión seria y fría, al contrario de la suya que me pone los pelos de punta.

—Pues tendrás que entrar de todos modos si quieres ir al baño —comenta encogiéndose de hombros.

—¿Por qué, acaso no tienen baño fuera de las habitaciones? Que yo recuerde tu madre me dijo que sí —ironizo cruzando los brazos sobre mi pecho.

—Si, es cierto, pero está ocupado —aclara.

—¿Por quién? ¿Por el fantasma Casper? —respondo con sarcasmo y el sonríe mostrando su perfecta dentadura.

—Por mi hermana —dice y frunzo el ceno instantaneamente.

¿Hermana? ¿Xavier tiene hermana?

—¿Tienes una hermana? —le pregunto y el asiente.

—Tiene ocho años y vive encerrada en casa por eso casi nadie sabe de su existencia —lo primero que quise fue interrogarlo sobre el por qué, pero no iba a ser tan atrevida e indiscreta asi que sin más tomé la perilla de la puerta de su habitación y entré.

Todo estaba regado, habían unos bóxers junto a la cama y una media en el teclado de su computadora. Hice una mueca de desagrado y justo cuando comienzo a avanzar hacia adentro siento la puerta cerrarse detrás de mi y pego un brinco.

—¿Que carajos haces? —exclamo al ver a Xavier recostado en la puerta mirandome fijamente.

—Estas en mi habitación ¿recuerdas? debo asegurarme de que no robes algo —explica divertido y yo pongo los ojos en blanco.

Si, claro le voy a robar sus bóxers para abrazarlos mientras duermo.

Por dios, que asco.

Entro al baño inmediatamente y tranco la puerta con todos los pestillos que veo, Xavier es muy capaz de entrar.

Cuando termino de hacer el número uno, descargo el retrete y estando a punto de salir noto un condón usado fuera del cesto de la basura.

¿Por que eres tan asqueroso Xavier?

Lo menos que queria era ver tus cochinadas.

Sacudo la cabeza para intentar olvidar la imagen que vi, y salgo del baño.

—Por fin, creí que te habias ido por el inodoro —comenta y le doy una mirada asesina.

Ambos salimos al mismo tiempo del cuarto en dirección al comedor. Al llegar veo que mi madre se esta levantando junto a Nicolás ¿Tanto demoré? Dios mio, espero que no haya sido muy obvio.

Por supuesto que fue obvio, te levantaste tú y luego Xavier. ¿Qué coincidencia no?

Mis mejillas se coloraron cuando todos se nos quedaron mirando a ambos. Deben estar pensando lo peor.

—Se demoraron, ya servimos el postre ¿Quieres un poco de pastel Miquela? —pregunta la madre de Xavier y yo niego con la cabeza.

Parece que es un mal de familia pronunciar mi nombre incorrectamente.

La ignoro.

—Ya nos ibamos Deysi, muchas gracias por la cena, estuvo delicioso todo —agradece mi madre y camina hacia la salida, yo y Nicolás la seguimos.

Genial, acabas de quedar como una sinvergüenza ante la familia de Xavier.

¿Por qué siento que todos pensaron de manera errónea respecto a nosotros?

Creo que vomitaré la cena...

**

—My lonliness is killing me, "and I", I must confest I still believe.

Cantaba a todo pulmón una de mis canciones favoritas de Britney Spears mientras me cambiaba la ropa que había usado por mi pijama de la princesita Sofia, sí, apesar de todo lo amo.

Estoy frente a mi aparador y me doy cuenta que se me acabó el desodorante. Suspiro pesadamente y salgo en dirección a la habitación de mi hermano para pedirle que me preste el suyo.

Toco la puerta y no contesta, supuse que estaba malhumorado y no quería que nadie lo molestara pero como soy una caprichosa y testaruda sostengo la perilla y entro...

Me sorprendió no verlo por ningun lado, aunque se podía escuchar la música de Don Omar, venir del baño. Ok estaba tomando una ducha y escuchando la radio.

A que es anticuando, a que siii.

Decido acercarme a su mesita de noche y tomar el desodorante sin permiso, ya luego se lo devolveré.

Pero justamente en el momento que mis dedos hacen contacto con el plástico del pomo, un timbre me hace brincar en el lugar.

El celular de Nico.

Ok, ya sabemos lo que sucedió la última vez que lo tomé en mis manos.

¿Valdrá la pena arriesgarme?

Pues, obvio.

Como me llamo Micaaela, agarro el celular en mis manos y mis esperanzas de que fuera la tal Gaby se desparramaron en el suelo, cuando veo que lo llama un número desconocido.

¿Que es lo peor que puede pasar si contesto?

Nada, ni siquiera deben conocerse, seguro es un equivocado.

Contesté...

—¿Si?

—¿Quién eres tú, ahora? —una voz media ronca pero súper sensual de un chico, pregunta a través de la línea.

—¿Quién habla? —insisto sin intenciones de mencionarle mi nombre

—Ah, claro eres una de las malditas perras de Nicolás, sumisas de mierda que son todas. Mira, presta atención, ya que estás con él, y disfrutando de sus folladas intenta enamorarlo o convencerlo de que deje a mi hermana en paz ¿entiendes? Sino te juro que lo denuncio a la policía — y con esas palabras cuelga en mi cara.

Shock

En ese instante pasé por un estado de shock, ¿que fue todo eso?

No entiendo nada.

¿Policía?

¿Hermana?

¿Sumisas, perras?

¿Quién es ese chico de voz tan sensual y misteriosa?

Mi vida es una total confusión...

¿De donde has salido, voz sexy?

   ________________________________

Nota de la autora: ¿Les gustó el capítulo, lindas bestias literarias?

Yo lo ameeeé*grita*

Literal, me gusta Xavier.

En fin, es el típico chico malo, no me culpen *pone los ojos en blanco*

Pues....pueden dejar sus opiniones acerca de lo que va sucediendo en la historia peroooo... No saquen conclusiones precipitadas.
Puedo dar giros abruptos...

《Por cierto, si desean pueden entrar al grupo de Whatsapp que creé para los seguidores de esta historia. El enlace pueden encontrarlo en mi perfil...》


Meme:

Cuídense mucho, y usen sus mascarillas. Recuerden que los amo a todos.

Besis :)

No me odien
Yo los amo


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