*No está editado*

CAPÍTULO VEINTICUATRO

MICAAELA

—¿Entonces quieres decir que por fin encontraste alguien que te soporte y aprenda a lidiar con tu espíritud de niña virgen y pervertida? —la pregunta de Rodrigo por alguna razón me hace reír cuando debería enojarme.

Estoy acostumbrada a sus imbecibilidades.

—Eres un odioso —suelta Vivían a mi lado risueña.

Los tres nos encontramos en las gradas del instituto esperando a que suene el timbre de la salida. Por fin a pasado el día y no puedo esperar para encontrarme con Hansel. ¿En serio estará esperando aun? Son casi las tres de la tarde.

Blanqueo los ojos, —No, no es tan así, ni siquiera somos pareja.

—¿Pero se gustan? —pregunta Rodri.

Miro hacia la nada sin saber qué responder y trago en seco.

—Bueno...él es tan y...

—¿Si o no? —insiste Rodrigo.

Vivían le da un manotazo en el hombro.

—¡Deja la presión idiota, no ves que está confundida! .

—Ya, ustedes las mujeres son muy lentas para razonar las cosas y luego dicen que nosotros —espeta Rodrigo fastidiado y por su tono Vivían y yo captamos al instante que hay gato encerrado en sus palabras.

—¿Que pasó Rodri? ¿Te plantó la odiosa? —dice ella divertida.

Él la fulmina con la mirada, —¿A quien llamas odiosa?

—A la "Miss Universo" —se burla Vivian y suelto una carcajada ruidosa, también.

—No le digas así, ustedes no la conocen como yo —aclara.

—Por favor ¿que tanto hay que conocer de Seyda? Todos saben que es una idiota y que nadie la aguanta sólo las de su clase —bufa Vivían y le doy la razón asintiendo.

—Ella tiene un trauma, ese es su carácter solo que no aprende a lidiar con él. Su madre es peor, ni quieran conocerla —dice espantado.

—¿Conociste a su madre? ¿Eso de ustedes va en serio? —indaga Vivían sin comprender.

Rodrigo asiente con seriedad.

—Por ella dejaría a todas las demás chicas, bueno, ya lo he hecho —confiesa, mi amiga y yo nos lanzamos una mirada de perplejidad— Y solo quedo como idiota.

—¿Por qué lo dices? —pregunto de pronto.

Rodrigo se frota el rostro.

—Ella se molestó conmigo y ahora dice que está confundida, no quiere verme más.

Poe un momento siento lástima, mira que enamorarse por primera vez y que sea de una chica como Seyda, loca e impulsiva tiene que ser un desastre. Pero el amor es así ¿no? Mira a Nico como terminó enamorado de esa loca de Gaby

Aún no creo que sea hermana de Hansel, espero que sus genes no los tenga escondidos en la sangre y de pronto salgan a relucir.

Mi vida es un caos.

—Lo sentimos mucho —digo y le acaricio el antebrazo.

—Venga ya, si querías tocarme solo tuviste que pedirlo y yo te abrazaba fuerte pero no utilices este momento trágico para satisfacer tu deseo —espeta él ante mi roce y me contengo para no asesinarlo allí mismo.

Cuenta hasta cien mil, Micaaela.

—No te voy a responder a eso porque no quiero que termines traumado con mis palabras —digo y siento que Vivían contiene una fuerte carcajada a mi lado.

—Vamos chicos, que su amor frustrado me contamina.

—¿Amor frustrado? —exclamamos Rodrigo y yo al unísono. Vivían nos mira divertida y asiente.

—Vamos anden, déjense de payasadas que ya va a sonar el timbre —nos toma por el brazo y nos guía a la salida.

Sí efectivamente suena el timbre a los segundos de haberlo mencionado. Vivían es toda una vidente.

Los nervios se apoderan de mí cuando llego a la puerta y comienzo a buscar por todos lados con la mirada a Hansel pero no lo veo.

¿Se fue?

Una expresión decepcionante adopta mi rostro y lo disimulo.

—¿Ya lo viste? —susurra Vivían.

Niego con la cabeza y ella vuelve a hablar:

—Tranquila de seguro está nervioso y tampoco te encuentra.

Sí claro, como si tuviera pérdida

—Creí que cuando saliera iba a estar aquí mismo en la entrada esperándome —admito desilusionada.

—Verás que pronto aparece tranquila. Mira, voy a adelantarme o ¿prefieres que espere contigo?

—Puedes irte, no te preocupes por mi, vuelvo caminando —digo y ella me besa la mejilla y se marcha con su padre en el auto.

Vuelvo a mirar hacia todas direcciones y no hay rastros de él.

—Soy una tonta, ¿pensabas que iba a quedarse tantas horas esperando, Micaaela? Ja, solo a ti se te ocurre confiar en un hombre, todos son iguales —musito enojada para mí misma— Y especialmente él con los ojos azules esos, de seguro son hasta lentes de contacto. No deben ser reales, como se hace. "Sí, estrellita, voy a esperar el tiempo que sea necesario, la recompensa final vale la pena" —imito su voz terriblemente.

—Uy yo no hablo así, que fatal —Pego un respingo en el lugar y me toco el pecho dramáticamente cuando escucho la voz de Hansel en mi oído derecho.

Esto tiene que ser una broma.

Abro los ojos como platos y lo primero que se me ocurre es desmayarme para salir de este vergonzoso momento pero no lo hago, por suerte.

—Y-yo n-o

—Ya entendí —interrumpe con una sonrisa de medio lado y estrecha su mano derecha, la cual tenía escondida a sus espaldas para mostrar un pequeño ramo de flores de diferentes colores y tipos

Enarco una ceja, —¿En donde compraste esto?

—Que maleducada, ¿no deberías darme las gracias?

—Lo siento, gracias —me disculpo— Ya pero en serio ¿Quién te vendió ese ramo de flores?

Él sonrie, —Pues yo mismo las arranqué —dice encogiéndose de hombros.

—¿Las huntaste tu mismo? —dudo.

—Como oyes, tenía que existir alguna razón por la cual no estaba esperándote a la hora de salida ¿no? ¿O pensabas que te había dejado plantada? —enarca una ceja.

Me pongo nerviosa, —Eh, no yo pensé eso mismo.

Hansel sonríe, —Sí, pero tus palabras decían otra cosa estrellita.

Bajo la mirada por vergüenza y me enfoco en las pequeñas piedras de la acera sin saber que decir o hacer.

—¿No vas a tomar el ramo?

—Oh si, lo siento no me di cuenta —me disculpo y lo agarro.

—¿Podemos irnos o esperas a alguien más?

—Vámonos por favor.

Por un instante ambos nos miramos como si no supiéramos quien dará el primer paso.

—Ve adelante —dice.

Niego, —No, ve tu adelante.

—Ya te dije que prefiero vigilarte, ve delante.

—No es de noche, no inventes —espeto

—Bueno, vale. Me gusta verte mientras caminas ¿contenta? —confiesa un poco apenado y abro los ojos como esferas.

No esperaba eso.

—¿Eh?

—Es que caminas rarito —aclara y siento que se burla de mí.

Oh no.

Sin pensarlo en un impulso infantil diría yo, le lanzo el ramo de flores que él me había regalado hace unos minutos, por la cara, pero como soy tan pequeña solo alcanzo a golpear su pecho.

—¡¿Qué haces?! —suelta Hansel sorprendido por mi acción—¿Así es como me pagas por pasar minutos escogiendo flores bonitas para tí?

—Me dijiste que caminaba feo.

—No —espeta imponente y se acerca a mi para tomarme de la barbilla y alzar mi rostro— Dije que caminas raro, eso quiere decir que no eres algo a lo que estoy acostumbrado eres una chica inusual y si la chica inusual lo permite preferiría irme ya que las personas me miran raro. Todos se dieron cuenta de que me lanzaste las flores que te regalé. Soy hombre humillado.

No contengo la carcajada y se me escapa.

—Bueno...tienes razón mejor nos vamos.

—Si te vuelves a reír juro qu...

—¿Qué? —lo interrumpo coquetamente.

Hansel se acerca lo suficiente para que pueda sentir su fresco aliento en mi oreja y me susurra:

—Te voy a callar con un beso, ahí veremos quien ríe de último —agrega y comienza a caminar delante, se voltea y me giña un ojo.

Me derrito, San Patricio.

Trágame y escúpeme encima de él.

Creo que a este paso, iré al infierno.

**

La brisa se torna leve mientras observo cada rincón del dichoso lago, el cual no conocía su existencia hasta hace pocos días.

Hansel se encuentra en completo silencio mientras sostiene su caña de pescar, por un instante lo veo cerrar los ojos y suspirar como si quisiera inhalar toda la frescura que adopta nuestro alrededor.

Es tan bello.

—¿No te aburres cuando vienes solo? —rompo el silencio y él deja de mirar hacia la nada y se centra en mí.

—No, me gusta mi soledad.

Si respuesta tajante y firme hace que algo en mí se remueva y no en el buen sentido. Cuando me pongo a pensar este chico es muy parecido a mí, le gusta su espacio personal y la mayoría de las veces anda solo, sin embargo en el poco tiempo que llevo interactuando con él, me ha mostrado dos personas diferentes.

El chico fiestero que aparentemente conoce todos los clubes nocturnos de la ciudad y además es coqueto y sexy.

Y el chico solitario, con una personalidad fría y cortante que luce como si no tuviera ganas de vivir. Con tan sólo ver su forma despreocupada de vestir, de caminar y como fuma sus cigarrillos, no necesitas ver nada más.

La interrogante en este caso es: ¿por qué?

—¿Por qué no me cuentas más de tí? ¿Qué te gusta hacer además de escribir y espiar a los chicos guapos desde una azotea? —Hansel habla esta vez.

Me sonrojo por sus palabras pero lo oculto.

—¿Te consideras un chico guapo?

Se encoje de hombros, —No sé, dime tú.

Vuelvo a sonrojarme. Genial

Me aclaro la garganta, —Pues, además de escribir, también me gusta escuchar música y dormirme cuando está amaneciendo es mi pasión —comento y él sonríe tiernamente.

Mi capacidad y poca vergüenza para cambiar de tema es increíble, lo sé

—Interesante, ¿algo más? —enarca una ceja.

—Nada

—Genial —suspira— Muy bien.

—¿El que?

—Me encanta como cambias de tema —sus palabras me ponen nerviosa

—¿Yooo? —finjo inocencia.

Él no deja de sonreír y me mira con ojos de corderito.

—Eres increíble —suspira con un sentimiento que me hace tragar seco.

No respondo nada, no me muevo.

—¿Por qué no te conocí antes, Estrellita? —vuelve a decir.

—No tengo idea. —digo sin más— Yo tengo una pregunta —afirmo y él dirige su atención nuevamente a mí— ¿Por qué demonios me dices "Estrellita"?

Hansel comienza a reír y me fijo en los perfectos hoyuelos que se le marcan en lo bajo de sus mejillas cuando sonríe  demasiado.

Es perfecto este chico.

—¿En serio quieres saber? —asiento— Pues, es que se me quedó grabada en la mente aquella estrella que dibujaste en el teatro. Yo sigo pensando que es otra cosa pero bueno tú eres la artista —aclara sin dejar de reír.

—Eres un grosero.

—¿Nunca vas a dejar de llamarme así, verdad?

—¿Nunca vas a dejar de llamarme Estrellita, verdad? —imito su voz terriblemente.

Él hace una mueca, —Si vuelves a imitarme de esa forma te juro que te cambiaré el apodo.

—¿Ah si? ¿Cómo me pondrás? —lo reto.

Él finge pensar profundamente.

—¿Ves muñes? —su pregunta me toma desprevenida y frunzo el ceño.

No sé qué responder.

—¿Por?

—Es para saber si conoces a un personaje animado —afirma.

—Oh ya, bueno sí más o menos —miento, sí, me gusta ver muñes.

—¿Has visto Finneas y Ferb? —abro los labios en una pequeña "O" y Hansel comienza a reír.

—Me encantaría verte imitando a Candas —espeta y sigue riendo.

—¿Quieres morir?

—¿Qué, me acusarás con tu mamá? —se burla y le doy un manotazo.

En menos de dos minutos ambos terminamos jugando de manos como niños pequeños para ver quien puede más, sin siquiera pararnos del muelle, y Hansel se las ingenia para sostener la caña de pescar.

Una pareja de tontos, que bonito.

—¿En serio crees que puedes ganarme, Estrellita? —dice juguetón mientras lo empujo y no lo muevo ni un centímetro del su lugar.

—No me subestimes

—¿Qué? ¿Vas a tirarme al lago? Mira que yo no sé nadar —dice y frunzo el ceño sin creerle nada.

—Ya

—Es en serio —se ríe.

—Tonto —digo, lo empujo con más fuerza y en un segundo antes de que mi cuerpo pueda reaccionar Hansel cae al lago.

Me llevo las manos a la boca por instinto y no aguanto la risa aunque me siento culpable, por mi culpa se tendrá que ir mojado. Espero que no pesque un resfriado porque a mi casa no lo llevaré para que se de un baño.

Nico lo asesina.

Pasa alrededor de medio minuto y no veo movimiento en el agua. Me asusto.

¿Tan hondo es el lago?

—¿Hansel? ¡No es gracioso! ¡Sal ya! —exclamo un poco asustada— No seas aguafiestas y sal ahora mismo, mira que si no sales me voy —advierto.

Mis ojos recorren cada espacio del agua y no veo movimiento alguno. Cabe destacar que el agua no es tan cristalina diría que es oscura.

Oh por Dios ¿habrán algas? ¿Y si se enredó?

Na, debe ser experto nadando.

Trago saliva nerviosa y vuelvo a fijarme en el agua frente a mí. Un sentimiento esperanzador me ataca cuando veo que Hansel asoma su cabeza y comienza a moverse con desespero.

Que alivio

Por instinto me acerco lo más que puedo y le extiendo la mano.

—¡Auxilio! ¡Ayúdame! —exclama conmocionado.

—Nada hacia aquí para ayudarte a subir.

—No, no lo entiendes —trata agua y hace un intento por no hundirse— ¡No sé nadar, ya te lo dije!

—¡Qué! ¡¿Iba en serio?! —exclamo atónita

—Ayúdame por favor —dice por última vez antes de hundirse completamente.

No dudo un instante más y me lanzo de clavado en el oscuro lago. ¿Sería inútil destacar que no nado muy bien? Pues ya saben, si se enteran de dos idiotas que se ahogaron en un lago fuimos nosotros.

Tomo aire y me sumerjo para buscar a Hansel. Rápidamente logro hallarlo y lo agarro del brazo para jalarlo hacia mi pero unos brazos me toman por sorpresa sosteniéndome de los muslos y elevándome.

—¡Qué demonios! —grito perpleja y asustada.

La sonrisa de Hansel hace que quiera asesinarlo.

—¡¿Me engañaste?!

—¿En serio creíste que no sabía nadar? —se burla y me aprieta en sus brazos.

Lo empujo, —¡Eres imbécil o qué!

—Shh, calma fiera, solo era un broma —susurra en mi oído.

—No me gustan las bromas

—Ya veo —dice y me mira a los ojos para sonreír nuevamente— ¿De veras me creíste?

Hago una mueca de enfado, —Grosero, idiota, imbécil, animal, bestia, estúp...

Mi intento por decirle innumerables insultos se desvanece en el aire cuando siento sus labios impactar sobre los míos. Una sensación de hormigueo se apodera de mi vientre y con mis uñas aprieto su espalda bajo el agua. El beso fluye maravillosamente y no me doy cuenta de que hay algo duro cerca de mi muslo hasta que me pego más a su cuerpo.

Ay no.

Pánico.

—Hansel... —musito en su boca cuando me separo un poco— ¿Qué es eso que siento?

—¿Eh? —dice concentrado completamente en mis labios.

—Hay algo duro en mi muslo.

Él por un momento frena y me mira un poco risueño.

—Lo siento, no quería que te asustaras pero me pones mucho —confiesa y siento que mi corazón se acelera.

¿Es posible excitarse con unas simples palabras?

—¿Qué te pongo qué? —suelto sin pensar cuando en realidad es una pregunta innecesaria.

—Vale, te daré la explicación que le daba mi madre a mi hermana cuando era pequeña. Pues, cuando a un muchachito le gusta una muchachita, al muchachito de solo verla sonreír o acercarse a él, se le comienza a levantar un aparatito que tiene entre las piernitas —intento contener la carcajada pero es inútil.

—¿En en serio? —digo sin dejar de reír.

Él se encoje de hombros, —Tú no parecías entender y no te culpo, las niñas no deberían entender esos temas.

—¿Las niñas?

—Eres una bebé a mi lado, créeme —afirma.

Espera.

Ahora que lo pienso ¿Qué edad tiene Hansel?

Oh dios mío, espero que no sea un adulto de treinta años.

Al menos sé que no tiene hijos ni está casado.

—¿Qué edad tienes? —indago.

—Cinco años más que tú —dice.

—Ufff que grande eres —me burlo .

—Son solo cinco años pero tú aún no eres mayor ¿o me equivoco? —me recuerda y al ver que no respondo continúa— Puedo ir preso, espero que tu madre no me denuncie.

—Tranquilo, ella no sabe nada, ni lo sabrá —aclaro y siento su mirada en mí.

—¿No le dirás? ¿Por qué?

—Bueno...no lo sé, ni siquiera somos algo...—respondo sin más.

—¿Pero no hay posibilidades de serlo?

—No lo sé, no me gusta pensar en el futuro mejor vivamos el presente —digo y siento una pequeña decepción en su mirada.

—Vale, comprendo... Mejor salgamos ya —suelta y comienza a nadar hacia el muelle dejándome atrás.

Él sube primero con gran habilidad y luego me ayuda a subir.

Me quedo en silencio estática esperando a que recoja sus cosas y observo todo el horizonte que nos rodea.

—¿Qué? —suelto al volver mi mirada hacia Hansel y encontrarlo mirándome con una sonrisita coqueta.

—Me gusta como te ves mojada —su declaración me hace atorarme con mi propia saliva y sé que suena estúpido pero es natural cuando lees libros tan perversos.

Él se acerca a mí y me da palmaditas en la espalda sin dejar de dibujar esa bella sonrisa.

—Oh no no, no de esa forma que piensas. Es que me gusta como se ve tu pelo pegado mojado a tu rostro, queda bien con tu cachetes —aclara y trago más tranquila.

—No vuelvas a hacer eso, por favor —pido comenzando a caminar.

—Veo que estás más podrida de lo que imaginé —suelta y me giro para fulminarlo— Deberías dejar de leer cosas para adultos sin tener 18 años —sugiere divertido.

Blanqueo los ojos, —Voy a fingir que no escuché eso...

**

Después de caminar por largos minutos todo el recorrido, llegamos finalmente a mi casa. Por suerte no hay señales de Xavier, de Nicolás o de mi madre en la cercanía.

Hansel decide darme su último beso de despedida en la entrada para marcharse.

—Espero verte pronto.

—Yo también —aseguro sonriendo satisfecha.

—Prométeme algo —dice y me quedo mirándolo con atención— Promete que no me vas a ilusionar para después dejarme tirado.

—¿Por qué me pides eso? —indago atónita.

Él agacha la cabeza —No tengo buenos recuerdos. Por favor promételo.

—Yo...te lo prometo —afirmo, él sonrie y besa mi mano antes de irse.

—Hasta pronto, Estrellita.

—Hasta pronto, ojos oceánicos

Hansel frena y retrocede, —¿Ojos qué?

Me doy una bofetada mental

—En otro encuentro te explico —digo apenada.

—Más te vale...

Y con esas palabras desaparece en el camino...

**

Lo primero que escucho al abrir la puerta es el tan grande escándalo que hace eco entre las paredes de mi casa.

La voz de mi hermano resalta y la de mi madre se escucha de fondo.

Apresuro mi paso para llegar hacia la cocina donde es el origen de los gritos y me quedo pasmada al encontrarme con no solo Nicolás y mi madre sino con el mismo hombre que se besaba con ella en la acera el otro día.

Esto me huele a padrastro.

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¿Sienten el olor de un Papi nuevo?

Jajaa lol veremos que tanto gritan esas fieras, aunque deben imaginarlo. ¿Creen que Nicolás este contento con esta supuesta relación de su madre? ¿A qué viene este amor de cuarenta como se dice? Jajaj.

Y bueno, este Hansel cada día me sorprende más con sus cosas jajaja hacerse el que no sabía nadar solo para que Mica fuera a rescatarlo, muy pillo el niño.

Y decirle precisamente a ella que le gusta verla mojada jajajja ha ay wey hasta a mí me sonó raro...

Espero que les haya gustado... Ya como ven se van acercando a secretos los cuales se descubrirán poco a poco.

Es que Nico es una cajita de sorpresas...

¿A qué no se imaginan lo que viene con él?

No, no lo sabrán pronto todavía faltan capítulos jeje a esperar...

A los que preguntaban pues, no le veo final a este libro aunque claro que se lo daré. Sé como terminará y el por qué terminará de ese modo...no se desesperen todavía faltan sorpresitas...

Dato extraclase: ¿Ya vieron el pedacito del trailer de ATDMV? *insertar gritos de perra loca* que emoción por Ari. Amé a Julio xds

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Gracias por leer.

No me odien
Yo los amo