[1] NO ES SOLO UN SUEÑO
/los nombres y las acciones de los personajes no hacen referencia a nadie de la vida real/
~~~
Se observaba una gran estructura, solamente iluminada con antorchas que colgaban de las paredes. Se asemejaba a un castillo, pero se veía degradado por el tiempo.
–???: Argh, Maldición... n-no puede ser... -Decía en voz baja un joven que corría por un pasillo de esta estructura, parecía lastimado, sangre escurría de el-.
–???: N-necesito... salir... de... este sitio... -Respiraba pesadamente mientras corría, la perdida de sangre lo estaba cansando-.
El intentaba abrir puerta tras puerta que encontraba para intentar ocultarse, pero se mantenían bloqueadas y, aunque intentaba forzarlas, no lograba que alguna cediera, le era difícil con solo una mano buena.
–???: Abre... por favor... -susurro mientras tacleaba la puerta con su cuerpo-.
Seguía intentando, estaba agonizando por sus heridas.
–???: Por favor... -sollozó mientras se recostaba en la puerta, estaba acabado... El sabía que, lo que lo perseguía, lo encontró y no había salvación.
–!!!: -Quejido-.
Al oír eso se exaltó, sostuvo lo que parecía una daga con su mano buena hacia la dirección del sonido.
–???: A-ALEJATEEEEE!! -Amenazó, en un intento de asustar a lo que le esperaba en la oscuridad, pero solo eso termino acercándose más-.
Hasta que se mostró, un instante después saltó sobre el joven
–!!!:
...
–???: AAAHHH!! -Gritó mientras despertaba de golpe, casi cayó de la cama del sobresalto-.
–???: Mi-mierda... otra vez...
Cuando tocó su rostro sintió que estaba sudando, se mantuvo un momento en la cama, después de tranquilizarse, reviso su teléfono, eran las 11 de la mañana.
Decidió levantarse y dirigirse al baño a lavarse la cara, al mirarse en el espejo se reflejó un joven de 19 años, pelo negro, tez casi clara y ojos cafés, pero lo más importante de el era que parecía desgastado.
Si que me veo mal...
Salí del baño para ir a prepararme el desayuno, antes de eso mire por la ventana de mi cuarto, los autos pasaban, algunos rápido, otros lento, la gente iba de un lado a otro, alguien era correteado por un perro, etcétera.
En fin, era una mañana normal en México.
Deje de mirar para dirigirme a desayunar, tenia algo de prisa ¿El porque de eso? era que había una reunión con los amigos para ir a una fiesta este mismo sábado, para quitarnos el aburrimiento.
Preparé mi desayuno:
Un café, unos huevos revueltos, carne de pollo y un pan dulce.
Me dirijo a la mesa que estaba en el centro de la habitación para sentarme, enfrente de esta había un mueble pequeño, en él un televisor, la encendí y cambie de canal continuamente hasta que encontré algo que ver mientras comía.
Cuando menos me di cuenta termine de comer, así que me levante y recogí los trastes, después de lavarlos, fui de vuelta al baño a darme una ducha.
Volví a mirarme al espejo solo para ver mis ojeras, estás pesadillas no eran muy seguidas pero me estaban jodiendo.
Espero que paren uno de estos días.
...
Ya terminando de bañarme me vestí con un pantalón de mezclilla, una camisa de manga corta rojo oscuro y unos tennis negros, cuando termine de prepararme completamente eran las 2:00 pm, salí y revise que la puerta estuviera cerrada.
Baje las escaleras hasta el primer piso del edificio donde vivía, eran 3 pisos y yo rentaba en el segundo, por lo que no tarde mucho.
–???: ¡Buenas tardes Antonio! -Saludo una señora mayor de edad-.
Antonio: Buenas, Doña Ana.
D. Ana: ¿Vas a salir? -pregunto al ver de reojo como vestía-
Antonio: Si, voy para una fiesta ¿por?
D. Ana: Te iba a encargar que me trajeras algo del mercado, pero mejor se lo encargo a alguien más.
Antonio: Si quiere puedo ir en lo que pasan -sugirió a la señora-.
D. Ana: ¿Estas seguro?
Antonio: Si, no se preocupe.
D. Ana: Gracias mijo, ten -dice para pasarle una hoja, está tenía una pequeña lista- es lo que necesito.
Antonio: Bueno, voy y vengo, si llegan dígales que me esperen -dijo para cruzar la calle-.
D. Ana: Si, aquí te espero.
En el mercado
2:15 pm
Antonio: A ver... -reviso la lista para ver qué falta-.
•1kg de Papas ✓
•Una Lechuga ✓
•1/2 de Azúcar ✓
•10$ de Jamaica
Antonio: Bien, solo me falta los 10$ de Jamaica -miro alrededor- oh, ahí venden.
Mientras se dirigía hacia el puesto para comprar lo que faltaba en la lista se encontró con alguien.
Antonio: ¿Marco? -pregunto a la persona con la que se encontró-.
Marco: ¿Eh?... ¿Antonio?, ¿que no ibas a la fiesta de Zepeda? -pregunto de vuelta el chico-.
Era un chico de tez un poco oscura, con ojos café claro y un poco más de altura que Antonio
Antonio: De hecho, pero primero vine por un mandado de Doña Ana... Oye... ¿que tú no ibas a ir también?
Marco: Si, pero me iba a encontrar con ustedes en la panadería de acá en la esquina- respondió señalando hacia dónde se dirigía- cruce el mercado para cortar camino y... Pues aquí estoy -decía con simpleza-.
Antonio: Bueno, acompáñame al edificio para encontrarnos con los demás, ya de paso le dejo sus cosas a Doña Ana -dijo para comenzar a caminar-.
Marco: Bien, vayámonos
En los departamentos
2:34 pm
Se encontraban dos chicos esperando cerca de un bucho (más conocido como beetle, o como lo conozcan)
–???1: Ese wey ya se tardo, ¿estás seguro que iba a ir? -Preguntó uno de ellos, exactamente el chico más delgado de los dos-.
–???2: El dijo que si, además... ¡oh mira!, ahí vienen -mencionó y señaló el chico más robusto de los dos-.
(obviamente sin los lentes, tampoco con la banda en la frente)
Antonio: Ya llegué -anunciaba tranquilo-.
–???2: No me digas~ -respondía sarcástico-.
Marco: Yo también ya llegué -dijo burlándose-.
–???1: Otro menso... -refiriéndose a Marco-.
–???2: Saben, llevamos aquí un rato esperando a que llegarán, ya nos estamos rostizando -dijo para con una mano abanicarse -.
–???1: Si no nos avisaba D. Ana que fuiste por un mandado ya nos hubiéramos ido.
Antonio: Ya Bryan, no te agüites, ni me tarde mucho, además me encontré con Marco, por lo que no tendrán que esperarlo -mencionó tranquilo-.
Bryan: Bueno, eso ya es ganancia, órale suban al carro -dijo para subirse al asiento del conductor-.
–???2: ¡Apúrense que quiero llegar temprano a la fiesta! -exclama mientras se acomoda en el asiento de atrás-.
Marco: Ajá si, tu nomas vas a llegar a tragar Pedro, ya bien lo sabemos -se burló mientras se acomodaba en el asiento del copiloto-.
Pedro: -levantando el dedo de medio- Chinga tu madre, Marco.
...
En el camino a la fiesta
3:10 pm
Se veía al grupo dirigiéndose por una larga carretera, estaban tranquilos, mejor dicho aburridos.
Antonio: Bryan, pon algo de música, esto aburre.
Marco: Si we, alegra el viaje, ya hasta Pedro se durmió -señalo a su compañero con el pulgar-.
Miró por el espejo retrovisor al asiento de atrás confirmando lo que decía Marco
Bryan: Me vale, aguanten hasta que lleguemos
Antonio - Marco: Chale...
Después de eso Marco fijo su vista en la ventana, buscando algo que mirar vio por el rabillo del ojo a Antonio por el retrovisor de afuera, este se notaba cansado por donde lo mirase.
Marco: Sigues sin dormir bien ¿verdad, Antonio? -pregunto con curiosidad-.
Antonio: ¿Por que lo dices? -sabiendo a que se refería intento evadir el tema-.
Marco: Por la cara de muerto que te cargas -mencionó, afirmando lo que Antonio estaba pensando-.
Bryan: Para mi que se ha quedado "trabajando" hasta tarde - se burlaba mientras movía su mano de arriba a bajo-.
Antonio: No mames no wey, no he dormido lo suficiente, eso es todo -dijo en su defensa-.
Bryan: Ya enserio, llevas bastante así ¿no?, ¿porqué no intentas tomar medicinas o algo? -sugirió mirándolo seriamente-.
Antonio: La verdad no quiero depender de esa madre, además, es algo pasajero, no hay por que exagerar -después de decir eso volteó para mirar por la ventana como lo estuvo haciendo-.
Bryan y Marco se miraron entre ellos, preguntando al otro con la mirada si le había pasado algo a Antonio, querían saber si el tipo tenía algo más que no les estaba contando, pero no querían insistir de más, así que no dijeron nada y lo dejaron así.
Llegando a la fiesta
3:30 pm
Al llegar se observaba una carpa que cubría el tránsito en la calle, parece que ahí era la fiesta puesto que acapararon los espacios para estacionarse, por lo que tuvieron que buscar estacionarse cerca de ahí.
Una vez hecho esto se dispusieron a salir del automóvil, no sin antes despertar a Pedro de un zape.
Pedro: ¿ugh? ¡Que te pasa baboso! -exclamo algo enojado y cansado-.
Antonio: Ya llegamos wey, ya tenemos que salir -estaba fuera del auto mientras señalaba la carpa-.
Marco: Ya que estás despierto, quítate, necesito ir al baño -dijo moviendo a Pedro bruscamente para que le dejará pasar-.
Pedro: Si, si, ya a la chingada -molesto, salió del auto-.
Después de que saliera rápidamente Pedro, Marco fue el siguiente en salir del coche, se sorprendió al ser recibido por un zape de Pedro, iba a quejarse pero la naturaleza lo llamaba, así que lo dejó pasar.
En cuanto Antonio, el se dio cuenta de que no tenía sus llaves al revisar su bolsa y quiso entrar por ellas, solo para ser regañado por Bryan.
Bryan: Ya wey, no les van a pasar nada mientras estén adentro -dijo para calmarlo-.
Antonio realmente no estaba seguro, pero no había de otra, Bryan es el único con las llaves de coche, así que de mala gana le hizo caso.
Una vez arreglado eso los tres que quedaban se dirigieron a la fiesta.
Pedro: Ahora sí, a gusto -menciona sentándose rápidamente en una mesa-
Marco: Oigan... -iba a decir algo pero vio a Pedro en la mesa- Ven, se los dije -burlándose de Pedro-.
Pedro iba a responder pero recordó el porque lo molestaba y decidió devolvérsela.
Pedro: Que, ¿sigues enojado por lo de tus tamales? -le pregunto burlón-.
A Marco se le fue su sonrisa burlona.
Marco: Tch, ¡¿Todavía preguntas?!
Pedro se estaba riendo, parece que dio en el clavo.
Marco: Me costo un chingo hacerlos como me gustan... ¡y tu nomas te los tragaste sin preguntar de quien eran!, ¡pinche panzón! -respondió mostrando algo de molestia-.
Pedro: Ni estaban buenos, además, ¿¡A quien llamas panzón, pendejo!? -pregunto molesto, levantándose de su asiento-.
Marco: ¡A ti, baboso! -respondió desafiante-.
Mientras ellos discutían Antonio insistía una y otra vez en preguntar a Bryan.
Antonio: wey, ¿seguro que las llaves van a estar bien? - pregunto al chico delgado señalándolo con sus dos manos-.
Bryan: Que pinche delicado eres, ya te dije que estarán bien, mira, si quieres preocuparte por algo, que sea por ellos -señalo a los otros dos que se querían pelear-.
Antonio: -suspira- Órale, confío en ti -comenta para dirigirse a detener a Marco y Pedro-.
En ese mismo tiempo...
Auto de Bryan
Se podía observar el llavero de Antonio tirado en el asiento trasero, solo para que de un momento a otro empezará a brillar.
Runas extrañas empezaron a manifestarse alrededor de ellas solo para desaparecer entre varias partículas de energía.
Después de que la luz desapareciera quedo una marca humeante que llego desde el asiento hasta el techo, esta había quemado, pero no atravesado, el asiento y el techo, un suceso algo extraño, pero, sobre todo, un suceso que no le gustará a Bryan...
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