Ella acabaría con mi paciencia, esa es su especialidad, su espontaneidad en tan retorcidos momentos, en tan estúpidas situaciones, y su miseria  desgarradora, me arma y me destruye sin compasión, sin sentido, como quien se burla del títere de la feria. Amaba arrastrarme a causas perdidas no importaba cuánto suplicase, ella me condenaría a permanecer montada en aquella montaña rusa tenebrosa, no importaba cuánto suplicase. Y tú sabías de todas sus maldades y solo me dejastes, te fuistes demasiado lejos, ni siquiera intentastes. Ella me condenaría no importaban mis súplicas pero ¿tú? Te llevastes con tus besos mi alma, me sumergistes en una desesperación indescriptible, ella a veces premia al amor pero, no cuando los amantes son cobardes, no a nosotros, pudimos amarnos. Pero no lo entiendes, ni siquiera nos arriesgamos a intentarlo. Fuimos el julio más corto y el septiembre más largo, no veas cómo juega conmigo, no veas mis lágrimas, mis te quiero a medias, a gritos, quédate con mi sonrisa, yo quiero recordarte por tus escritos y con el fuimos sin ser, con el esperaré hasta que en esta o en la siguiente por fin la vida quiera que en esa vuelta seamos tú y yo