Convidando mil pasiones,
Impregnadas en el jamás,
robando segundos a la vida
siempre dignos de disfrutar.
Llega ella portando,
blancos universos de oscuridad,
dueña y señora en estos,
terrenos del más allá.
Toma mi mano insegura,
forjada con miedo y frialdad,
sellando su alma y la mía,
en pacto de enferma lealtad.
Amiga, hermana, esposa,
compañera sentimental,
amante durante las noches
y en las mañanas mi despertar.
Mensajera de los infiernos
o regalo de santidad,
sufrimientos, lágrimas, horrores,
viril azote de realidad.
Cordial pareja en aquel poker,
que decidí no jugar,
incansable guía de mis pasos
en este vigoroso dance.
Olvido, escape, nada,
conocida de carnaval,
Vicio, ceguera, martirio,
preludio de libertad,
sinrazón para existir,
amor para recordar
Como estrella en los horizontes,
de esta comedia por terminar,
besa en secreto mis labios,
a las puertas de su final.
Llorando momentos pasados
e ignorante de la piedad,
pongo fin a este acuerdo,
tanto mentira como verdad,
procurando burlar con la muerte,
a mi sombra la soledad.