Telón de la verdad y la ficción,
yace como sombra sutil,
difraz como arma audaz,
embustera ¿pero vil?.

Cual maraña enredada,
teje su trampa en el engaño,
una máscara, una verdad velada,
peligrosa en las viles mano.

¿Acaso es cruel y perversa?,
¿y si en la necesidad encuentra razón?
quizás enmascara la verdad inmersa,
ya que esta no aporta luz ni amor.

En ocasiones, la fábula en su esencia,
puede ser un escudo, una protección,
un velo que cubre la dura apariencia,
de una realidad que requiere discreción.

Si en su uso es atinada,
preserva la armonía y la paz,
una herramienta sutil en la encrucijada,
que en su arte esconde una sabiduría voraz.

Dualidad entre falsedad y verdad,
deslumbra su lado mortal,
poderío de sanar la ansiedad,
espejo que en su reflejo nos muestra el cristal.

Ella no siempre es violencia o traición,
puede ser un escudo en mano amiga,
herramienta mas no fiel compañera,
ya que juega muy mal a las escondidas.

Cuando nace por primera vez,
es casi imposible detenerla,
duermes acurrucado en su regazo ilusorio
pues con su presecia nuestra alma respira.