Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Cuidado

Nadie contestó el teléfono y simplemente la llamada se cortó en ese mismo instante. Me quedé pensativa y 5 minutos después entró a mi hermana diciéndome que mi mamá me había mandado a llamar para comer.

Luego de la cena subí a mi habitación y me puse a leer un rato.

9 pm. Ya era hora de dormir así que me puse la pijama y me recoste en mi cama. Por mi ventana entraba la luz de la luna llena, misma de aquella noche cuando mi padre murió. Creo que por eso no me gustaba la luna llena.

En la mañana, mi alarma sonó, lo cuál se me hizo raro al tomar el celular ya que la había programado para las 5:40 y eran las 5:15 AM.

No tomé importancia, pero de todas formas ya no me pude dormir así que fui a darme una ducha. Al salir del baño encontré una nota en mi cama.

Cuídate hoy, tu día será complicado.

De cierto modo, me dió miedo. La palabra "cuídate hoy" me sorprendió muchísimo,. Así que opté por mantenerme alerta todo el día.

Eran las 6: 00 y yo ya había desayunado. Así que esperé a que mis hermanos bajaran. Cuando íbamos en camino a la escuela, un coche intentó chocar con nosotros, pero mi hermano se fue por otro camino y logró evitarlo.

Yo estaba un poco asustada, más porque recordé la nota en mi cama, la cual tenía en mi bolsillo de la chaqueta por cualquier cosa.

Al llegar a la escuela todo fue normal. Al menos hasta la 4ta clase.

—¡Hola!—dijo Christian acercándose a mi.

—Hola, ¿Qué sucede?

—¿Qué has decidido?— Preguntó acercándose tanto que invadía mi espacio personal.

—¿Decidido? ¿De qué?— respondí inocentemente.

—¿Serás mi novia?— preguntó alejándose 2 pasos.

—No— respondí firmemente— aún no te conozco y me gustaría conocerte más.

—Pero si soy el más popular de la escuela, ¿Cómo que no me conoces?

—No del todo, y no quiero una relación así, sería como si todo el tiempo trajera una venda en los ojos.

En eso llegó John.

—Amanda, tengo que decirte algo importante, ¿Puedes venir?

En el fondo él sabía que necesitaba escapar de la conversación y él me ayudó.

—Claro. Lo siento Christian hablamos después.

Tomé la mano de John y él entrelazo nuestros dedos. Caminamos hacia la Biblioteca y dentro de esta me dijo.

—No tenía que decirte algo, solo supuse que necesitabas salir de esa conversación.

—La verdad es que si, gracias...— sonreí— Oye...

—¿Dime?

—¿Tú tienes otro número?

—¿Qué? No... ¿Por qué lo dices?— preguntó nervioso.

—¿Estás bien?— pregunté algo pensativa ante su reacción.

—Si, estoy bien. ¿Qué pasó, por qué no querías hablar con Christian? ¿Te hizo algo?

—No, tranquilo, solo... Me pidió que fuera su novia— dije relajada.

—¿Y qué pasó?

—Le dije que tenía que pensar las cosas y conocerlo más porque sino sería como si tuviera una venda en los ojos.

—Y... Te gusta ¿cierto?

—No... no como tal, pero sí ha logrado ponerme nerviosa algunas veces.

—¿Y estás segura que te gusta o es sólo que despierta nervios en ti?— me preguntó.

—Pues creo que solo son los nervios porque en el fondo no me veo como su novia. ¿Qué me recomiendas hacer?

—Si no te sientes segura de tu respuesta dile que te de más tiempo. Y si no te espera, ahí no era. Aunque también te recomiendo que te des cuenta si son nervios buenos o nervios malos.

—Tienes razón, gracias amigo.

Lo abrace y el me correspondió el abrazo hasta que el timbre de salida sonó.

—Amanda, sabes que puedes contar conmigo si. Para lo que sea, solo dímelo.

—Gracias John.

Nos dirigimos hacia la salida y vimos que mi hermano ya se había ido.

—Yo te llevo— dijo él abrazándome.

—Gracias— susurré, con una mirada triste.

Al llegar se bajó y me acompañó hasta la puerta de mi casa. Cuando abrió Alexis le preguntó por qué me había dejado en la escuela.

A lo que él respondió:

—Yo busque a mis hermanas, ella no apareció yo ya había hecho mi trabajo. Entra a la casa inútil.

Lo último me lo había dicho a mi. Apenas iba a entrar cuando John me jaló hacia él.

—¿Qué tal y le pasaba algo?

—¿Qué le va a pasar? Nadie querría hacerle daño.

—¿No?— dijo alzando una ceja.

—Su pasado no me importa, es más, ni su vida.

En parte Alexis siempre había sido así de sangrón conmigo.

—Pues a mi sí. — Me jaló hasta el auto y me subió a él. Luego el subió y comenzó a manejar.

—¿Qué haces?— dije asustada. Alexis me mataría llegando.

—A mi si me importas. No te dejaré con el, ya te ha dado bastantes palizas. Esperaremos a que tu mamá llegue y te llevaré a tu casa.

Me quedé sin decir nada, minutos después él detuvo el auto en una esquina y me abrazó.

—Te quiero Amy, no lo dudes nunca.

Yo sin más comencé a llorar. Hacía mucho que yo no lloraba tan a fondo.

En realidad, me sentía sola ya que mi mamá poco le importaba como me sintiera la única persona que siempre ha estado para mí era mi hermana y él, mi mejor amigo, ni siquiera Anahí que era mi mejor amiga me había protegido tanto.

Con John me sentía segura y todos mis miedos y problemas desaparecían... Como en aquél lugar...
















No fuimos a su casa, si no a aquel bosque donde mi tranquilidad era segura pasara lo que pasara.

Ahí comenzamos a recordar bastantes cosas de cuando íbamos en secundaria, cosas totalmente hermosas que pasamos después de habernos peleado por culpa de Sharha.

Cuando John tuvo su primera novia solamente para impresionar a sus amigos y yo le aconseje que eso no estaba bien y recordamos bastantes cosas que nos hicieron reír en todo el rato que estuvimos ahí.

Dieron las 6 de la tarde y John me llevó a casa. Yo le agradecí y él le comentó la situación a mi mamá. Todo estuvo bien. Alexis no me hizo nada, solo me estuvo viendo mal, pero sinceramente prefiero mil veces eso a que me diera palizas.

Luego de ello subí a mi habitación y puse seguro a mi puerta puesto que no quería que nadie me molestara. Pero eso no sucedió ya que se empezaron a escuchar gritos abajo por lo que decidí salir de ahí. Odiaba este ambiente.

Me puse algo cómodo pero para la noche, iba a ir aquel lugar frente a mi casa donde me relajaba. Pero al bajar por mi ventana, y salir de mi terreno, me di cuenta que entre los arbustos había una persona.

Yo por curiosa me dirigí hacia un arbusto para ver quién era—aunque no sé porque lo hice ya que me pudo haber pasado algo malo— y cuando vi, era un chico de ojos color verde esmeralda y un cabello café castaño.

—Y ahora, ¿por qué te escapase? Nunca lo habías hecho.

—Número uno: ¿tú cómo sabes? número dos: no te incumbe y número tres: ¿Quién eres tú?

—Número uno— dijo repitiendo— puedo saber todo de quien sea que quiera, número dos, claro que me incumbe por algo te estoy preguntando, y número tres, puedo ser quien te ayude o quién empeore tus problemas.

Me quedé sin palabras ante su respuesta. No tenía miedo, no me sentía presionada; simplemente se me olvidó todo. Sólo estábamos él y yo.

—Tienes dos opciones: una es venir conmigo y la otra es quedarte en este ambiente que se siente hasta un kilómetro de distancia— dijo viéndome fijamente.

—El hecho de que estuvieses en los arbustos cerca de mi casa me aterra, pareciese que me estás espiando— hablé.

—No perdería mi tiempo espiando a alguien.

—¿Eres de por aquí?— él no dijo nada.

—Vienes o no. Tranquila, yo no te haré daño.

Extendió su mano y yo lo dudé un momento, no me daba miedo, tampoco digo que estaba bien confiar en un desconocido pero... Traía mi navaja y mi teaser, así que podía defenderme. Mi padre me había enseñado, así que tomé su mano y subimos a su auto.

El comenzó a manejar hacia un lugar el cual no sabía dónde estaba. Hasta por un momento creí que sólo estaba conduciendo sin parar.

—¿Si sabes que acabas de confiar en un desconocido y que puedo llevarte a cualquier lugar del mundo sin que tú sepas dónde estás y hacerte daño, verdad? sabes que pude haber mentido ante que no te haría daño.

Luego de escucharlo me dio un poco de desconfianza y tomé la manija de la puerta.

—Sí pero también sé que simplemente abriendo la puerta me puedo bajar del carro y correr hacia atrás.

El comenzó a acelerar.

—¿Segura?— dijo con una mirada un poco burlona.

—Así me lastime, prefiero mil veces eso a que me hagan algo que yo no quiero.

—Sabes que si quisiera hacerte daño me acabas de contar cómo escaparías y podría detenerte fácilmente cierto?— dijo riéndose.

En mi mente lo procese, era cierto, pero una parte de mi, me dio la confianza de decirlo. ¿Qué me estaba pasando?

Él comenzó a reír.

—Calma, no te haré daño. Es lo último que quiero— dicho esto, bajó la velocidad.

_¿A dónde vamos?— pregunté desconfiada.

—A un lugar— dijo burlándose de mi cara al escuchar su ridícula respuesta.

—Sí en tu cabeza estás tratando de averiguar quién soy te daré una pequeña pista. Recuerda tus mensajes aquellos que no les encuentras sentido pero que siguen apareciendo constantemente en tu celular.

—¿Eres tú?— pregunté sorprendida ante ello.

El solamente sonrío y detuvo el auto frente un hermoso río con bastantes flores.

—Responde, ¿Eres tú?

—Si soy yo— dijo sonriendo burlonamente

—¿Qué quieres de mí? ¿Por qué mandas esos mensajes? ¿Cuál es tu objetivo al mandarlos? ¿Quién eres?

—Muchas preguntas— sonrió.

—Responde— hablé seria.

—Cuidarte y protegerte de cualquier cosa y/o persona que pueda lastimarte.

—¿A qué te refieres?— pregunté confundida.

—A que no toda la gente que dice quererte le importa que tú te sientas bien, que tú te sientas cómoda. Lo que les importa son sus objetivos y todos sus planes para lastimarte.

—¿Cuál es tu nombre?-— pregunté haciéndole caso a que no debía confiar en nadie.

—Eres muy inteligente. Mi nombre es....

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro