Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Confianza

—Repito. No fue tu culpa.— respondió él— Entiendo que sea complicado, pero te prometo que no te dejaré sola, así como no te he dejado sola nunca.

En eso entró John a la habitación.

—Amy... Despertaste. ¿Cómo te sientes?

David me lanzó una mirada y puso su dedo en sus labios, indicando que no dijera nada.

—Creo que bien. Estoy bien, gracias John.

—Y... ¿Recordaste algo?

—Lamentablemente no... Pero no importa, ya se de quien cuidarme.

—Pues si. Pero será mejor que ya te lleve a tu casa.

—Yo la llevo— dijo David.

—No puedes— dijo él— le pedí autorización a su hermano para llevarla por un helado y si no la regreso yo, van a sospechar algo.

—Es cierto, bueno, cuídala bien, ok?
Sólo déjame hablar con ella a solas un poco por favor.

John asintió y salió de la habitación.

—¿Qué susucede?

—John es alguien en quién puedes confiar, pero no es muy efectivo el decirle que recuperaste tu memoria.  Todavía faltan muchas cosas que tienen que pasar, sólo.... esperemos un tiempo si.

—John me había confesado que...

—No lo menciones. Por ello no quiero que confíes mucho en él, ya que puede manipularte al saber que recuperaste tu memoria. Lo mejor es que siga creyendo que no, así no te hará daño, porque puede llegar a hacerlo simplemente para satisfacerse.

—¿Tú crees que pueda hacer eso?

—Ya te dije. No confíes, cualquier persona puede llegar a hacer lo que sea con tal de sentirse bien. En mi caso, lo último que quiero es hacerte daño, y así no estés conmigo, quiero que seas feliz, que te sientas segura. Mi único objetivo es que no te lastimen, y si puedo recuperarte... Para mí sería una bendición.

Me dio un beso en la mejilla y salió de la recámara. Al poco tiempo entro John y me extendió la mano.

—Vamos Amy, este recorrido por helado ya se a tardado mucho.

Tome su mano y el entrelazo nuestros dedos. Fue algo que ahora que había recuperado la memoria me incomodaba un poco, pero si lo soporté, supongo que podría hacerlo un tiempo más.

Recordé aquella vez que me había confesado que yo le gustaba. Ese momento en el que le creí a Anahí y a sus predicciones. Algo súper incómodo ya que él no sabía que yo estaba saliendo con David.

Y en parte fue muy triste para mí al igual que para él, decirle que ya tenía a alguien. Luego recordé cuando era pequeña y tenía solamente 11 años desde entonces mi mamá y mi hermano no me querían y sólo querían apartarse de mí, en cambio mi hermana pequeña siempre me quiso. No entendía por qué ella estaba de su lado. Era muy extraño.

Pero ahora entendía todo y el porque no debía mencionar el nombre de David. Si lo hacía, podría pasarle algo porque sabrían que él me iba a decir todo y sabían que volvería con él. Y efectivamente eso tenía pensado hacer, pero no ahora.

Tenía que pensar las cosas claramente antes de actuar por impulso. Así como él me había enseñado durante todo este tiempo.

—Amanda me estás escuchando?—  las palabras de John me sacaron de mis pensamientos.

—Disculpa. No. Lo que pasa es que me quedé pensando en cómo pude olvidar algo tan grave y tan fuerte. En qué iba a hacer si no logré recordar nada y si no lograba recordar nada nunca— mentí.

—Tranquila, estarás bien, aún así no recuerdes nada, yo siempre estaré a tu lado cuidándote; como tu hermano mayor. Como lo único que me ves...— susurro lo último algo triste y yo fingi no escucharlo.

Subimos al auto y Al poco rato llegamos a mi casa.

—Vamos— dijo abriendo mi puerta para que bajara.

Llegamos y tocó la puerta a lo que salió Alexis enojado.

—¿En dónde estaban Y por qué tardaron tanto por ir por un simple helado?— dijo él

—La lleve por un helado y la llevé al parque y ahí estuvimos con Anahí.  ¿Algún problema?

—Sabes bien que si lo hay— le dijo a John— Espero que solo hayan hecho eso— dijo viendolo con una mirada fría y furiosa.

Yo, sin embargo, estába viendo al vacío, escuchando todo lo que decían, pero pensando en por qué mi familia me quiere hacer daño de esa manera.

—John, Anahí y yo, estuvimos conviviendo. Deja de ser tan protector que el papel no te queda, gracias John por esta linda tarde hasta mañana.

El cerró la puerta y se fue. Yo subí a mi habitación y puse seguro instantáneamente, ya que sabía que si me quedaba más tiempo mi hermano iba a comenzar a preguntar y eso era lo que yo tanto odiaba.

Al fin había vuelto y sabía quién era realmente, sabía mi objetivo y lo iba a cumplir.

Yo, Amanda, no dejaría que me jugaran dos veces la misma estrategia.



















Hice mi tarea ya que no la había hecho y al término de ello tomé el libro que me había regalado David.

Se llamaba "Sobre nuestras sombras" había olvidado que David escribía. ¿Por qué tenía el este libro?

—Te tengo un regalo— sonrió, era 15 de junio, nuestra fecha de conocernos.

—¿Qué es?— pregunté.

Nos encontramos en aquel campo de flores, celebrando un año de habernos conocido.

Mi familia no sabía que me veía con él, ya que desde que lo conocieron me habían prohibido hablarle, pusieron excusas de que no era de la clase social que esperaban, o que simplemente Christian era mucho más guapo y con más dinero. Odiaba esas ideologías, más en mi familia, querían imponerme algo que no quería.

Mi madre siempre había tenido eso en mente, en cambio mi padre siempre me apoyaba, éramos niños, tenía 10 años...

—Te escribí un libro, descúbrelo cuando te sientas triste.

—Serás un gran escritor— lo animé mientras abrazaba mi bueno libro— gracias David.

Cuando mi padre murió, un año después de conocer a David, no me importó que me golpearan en pleno funeral— porque sucedió, ni siquiera pudieron respetar a mi padre en ese momento—, David estaba conmigo y yo era feliz.

—Debería irme, no quiero que te sigan haciendo daño por mi culpa.

—El amor duele— confesé, pero él solo rió.

El libro era grandioso, veía mucho potencial en él, su familia lo apoyó mucho, amaba que fuera así.

Al menos estaba feliz, de que él pudiera serlo.

Nos seguimos viendo, a mis 18 años, tenía la libertad de hacer lo que quisiera, así que decidí seguir viéndolo sin tener que ocultarme. Pero David no estuvo de acuerdo.

Podía tener 18 años, pero mi hermano siempre me golpeaba, y yo, que no podía hacer nada porque mi madre me trataría peor, solamente me dejaba, dejaba que me golpearan, y David no lo soportó.

—Quieren obligarme a estar con él— me quejé.

—Hazlo— dijo— no quiero que te sigan golpeando.

—No quiero— dije.

—Entonces me meteré en tus problemas, odio que te lastimen.

—Me irá peor— susurré.

—Te están utilizando.

—Nisiquiera hay quien me apoye— respondí— perdóname, yo te amo.

Él no dijo nada, se quedó en silencio.

—¿Crees que yo no lo hago? Sabes lo que pasará si no accedes.

—¿Qué propones? ¿Huir?— hablé irónica.

Sonrió con malicia tomando mi mochila, y comenzó a empacar todo.

—Te protegerse a toda costa. Lo juro.

—Te amaré siempre— sonreí.

Desde el día del accidente no lo volví a ver, hasta hoy, en la mañana, sabía que me parecía familiar. Tomé la pulsera y el collar que me había dado y me los puse, en eso un mensaje llegó a mi teléfono.

Por favor deja las cosas como están, no levantes sospechas hasta que todo esté arreglado. No te harán lo mismo dos veces, lo prometo. No estarás sola esta vez.

Te quiero❤

Respondí. Aún si no lo hubiese recordado, lo hacía, porque me protegía, siendo un desconocido. Ahora que sabía quién era, el cariño había crecido.

¿Cómo pude olvidar todo esto? A él. Esto no era por una amnesia... Ni por el golpe.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro