Capítulo 6: El cuidado no es una ventaja.
Ben nuevamente estaba admirando la belleza de Carlos seguía creyendo que era un nombre extraño para una sirena ella era hermosa esperaba algo como Coral o Ariel, pero Carlos parecía muy feliz al decir su nombre que pensó que era simplemente perfecto para esa sirena, su piel era extremadamente suave y sorprendentemente cálida a diferencia de la otra sirena, Evie, ella también era bellísima pero de una forma extraña cuando la miraba y escuchaba hablar sentía la necesidad de arrojarse a ella, de dejarse tomar, de incluso morir. Sabía que estas sirenas devoraban humanos vio a tantos hombres morir el día del naufragio que entendía de lo que era capaz con esas garras y dientes, sin embargo cuando la miraba a los ojos, cuando su melodiosa voz lo alcanzaba sentía que podía enfrentarse a la muerte, ser devorado por Evie mientras ella siguiera mirándole así.
Por lo que obviamente prefería más la presencia de Carlos, era mucho menos intimidante realmente, además Evie parecía mucho más ocupada revisando la pequeña corona que había entregado a ella, no era realmente una corona, había sido parte de una estatua regalo al reino que visitaba, su padre esperaba que esto les agradara y la gran estatua del rey regente había sido llevada, hermoso bronce bañado en oro y llena de gemas preciosas, esta se destruyó parcialmente al chocar contra las rocas, de alguna forma esa parte en particular cayo hasta donde él estaba durante la tormenta, durante la matanza de sus compañeros y había convencido a las sirenas que era una corona real.
Funciono y aun que fue un poco ortodoxo la forma en la que había sido llevado fuera de esas ruinas estaba agradecido al menos en palabras de Carlos nadie lo encontrara aquí, estaría a salvo de la sirena aterradora purpura y de todas las demás que quisieran dañarle, estaba lo suficiente seco, había tenido que dormir en la piedra dura pero al menos no tenía que vivir cada minuto de su día vigilante para no caer al agua donde moriría, no había forma de escapar era una de esas cavernas cuya única entrada era por el pequeño lago que se formaba de agua salada, Evie le señalo que esta cueva en particular estaba en su propiedad, el castillo de piedra que ella insistía en querer mostrarle y Carlos aseguro que nadie conocía de la existencia de este lugar ni siquiera su madre.
No era mucho, pero por ahora servía, tenía aun dudas, miedo si sería alimentado, si era considerado una mascota o alguna clase de amigo o peor aún si estaba siendo conservado para ser devorado futuramente cuando la novedad de un humano muriera en los ojos de las sirenas, el apareamiento aún era una posibilidad.
Carlos volvió a decir su nombre su nariz estaba fruncida puesto que no ponía atención y tras disculparse este sonrió, era realmente hermosa sin poder evitarlo tomo su mejilla con suavidad, Carlos se reunió a su toque diciendo algo sobre calidez, causándole cierta satisfacción.
Nadie lo noto de pronto todo era felicidad al segundo después la sirena purpura emergió del agua para gruñir con fuerza arremetiendo contra Carlos ella jalo la cola que se balanceaba en el agua lastimándole Ben reacción por instinto tomo a Carlos levantándose entre sus brazos y le alejo de la orilla, Evie por su parte se interpuso gruñendo, mostrando sus dientes, sus espinas se erizaron pareciendo mucho más amenazante parecía a punto de lanzarse al agua lista para la pelea más al ser llamada por Carlos esta retrocedió, Evie se alejó de la orilla igualmente pero manteniéndose firme en su misión de protegerles.
La otra sirena volvió a gruñir, sisear con fuerza manoteando en el agua más ninguno de ellos se movió por un segundo, Carlos había estado tan distraído que no lo noto, estaba muy asustado pensando que era alguna otra sirena cuando reconoció a Mal supo que estaba molesta por tomar a Ben, por alejarle de su presa más en ese instante no le importaba, Ben era agradable, el único que le miraba con agrado, con fascinación y calidez por lo que no quería verlo muerto, sabía que Mal le mataría nada más se aburriera del humano y no iba a permitirlo, por eso convenció a Evie de llevarlo de ahí, de esconderlo de Mal, al parecer no había funcionado puesto que ella les encontró.
Carlos instintivamente se abrazó más a Ben apretó la extraña segunda piel que traía puesta en sus dedos siendo recompensado con un abrazo, el humano le rodeo con más fuerza, Mal volvió a gruñir mirándoles, ella ya no estaba mirando a Evie que era la verdadera amenaza aquí, no ella les estaba mirando fijamente a ellos, Carlos intento comprender lo que pasaba pero era demasiado estúpido pensarlo ¿cierto?
Sus dedos dejaron de apretar la segunda piel y se adentraron debajo de esta, donde la piel del humano era más cálida, empujo su rostro a un más en el cuello de Ben tocándole con la nariz, mirando a Mal de reojo pudo ver como su fuerte mirada se intensificaba, lo beso entonces, poso sus labios muy delicadamente entre su cuello y le beso.
El gruñido salido de Mal le helo la sangre, Ben retrocedió aún más importándole poco pisar los tesoros de Carlos pues Mal realmente parecía una maniática. "Así que era eso" pensó Carlos.
Estaba en una encrucijada, por un lado vivir tanto tiempo con la reina malvada y su hija habían causado en Carlos ciertas costumbres como el molestar a otras sirenas con sus aires de superioridad por lo que tenía la incesante necesidad de reclamar a Ben en ese instante solo para fastidiar a Mal, por otro lado ellos empezaban a amigarse y Mal era la sirena que evitaba que Jay lo devorara, al menos eso le dijo Evie, si el reclamaba a Ben, Mal lo mataría y Jay devoraría a Ben y después su madre iría contra ella y Maléfica entraría en escena y bueno no iba a terminar nada bonito para nadie.
Fue sorprendente y una gran revelación pero Carlos conocía los signos no por nada vivía con dos sirenas, Mal de alguna forma estaba interesada en Ben y por la forma en la que quería destrozarle la cabeza, no era con intenciones de comerlo, tal vez Mal tenía otros intereses más románticos hacia cierto humano, ella siempre fue muy peculiar, siempre yendo contra las normas y aun que sabía bien que tenía a Jay y que ellos se unirían tal vez quería conservar a Ben como sus tiburones, lo que fuera si había algo que todos sabían era que Mal cuidaría de su propiedad, Ben estaría a salvo con Mal, tan a salvo como se puede estar.
Retrocedió, Carlos se alejó de Ben aun cuando este quería seguir sosteniéndole agito su cola para llamar la atención de Evie extendiéndola y golpeándole suavemente con esta para negar con la cabeza, entonces Mal alcanzo la larga cola de Carlos y lo jalo de vuelta al agua, grito claro que lo hizo pensando que ahora si moriría, Evie no perdió el tiempo se lanzó a seguir a su hermano y Ben se quedó mirando impactado como la sirena aterradora tomaba a su adorable Carlos.
Para Ben todo era peor solo pudo quedarse lo más alejado de la orilla tentado entre entrar en el agua y morir o esperar ahí mirando fijamente por donde sus salvadoras probablemente no regresarían, el suplico a Dios porque ellas estuvieran a salvo.
Por su parte Mal arrastro a Carlos lo más lejos que pudo para finalmente azotarlo contra el fondo marino.
- ¿Qué diablos pasa contigo Carlos? – gruño empujándole con más fuerza contra las rocas dañándole - tocando mi propiedad.
- Déjalo en paz – Evie de inmediato se lanzó contra ella sacándosela de encima.
- Te lo advertí princesita – Mal mostro sus enormes garras lista para atacarles - ahora voy a matarles.
- Estábamos ayudando – Carlos de inmediato intervino levantando los brazos.
- Él es mío – gruño otra vez completamente molesta.
- Iba a morir en ese barco – en otro impulso de valentía Carlos la miro fijamente - Mal sabes que los humanos son frágiles, iba a ahogarse – suspiro - está a salvo en esa cueva.
- Carlos tiene razón Mal – las espinas de Evie volvieron a la normalidad, sus hombros parecían relajados en una falsa seguridad pero era obvio que estaba lista para un ataque.
- Lo robaron de mi – los ojos de Mal ya no brillaban con ira pero aún seguía completamente tensa por el momento.
- No queremos que te lo comas – Carlos bajo la mirada sabiendo lo estúpido que sonaba.
- Ben nos agrada – Evie se acercó más a Mal, llamando al humano por su nombre.
- ¿Ben? – y toda la amenaza se disolvió en el agua, Mal ahora les miraba confundida por aquel nombre.
- Ese es su nombre – Evie asintió - los humanos hablan como nosotros tiene un montón de palabras raras pero ese es su nombre Ben – dijo con fascinación y Mal sabía que no se refería al humano en sí, si no su extraño lenguaje.
- Queremos que viva y tarde o temprano alguien lo encontrarían en las ruinas – Carlos noto que no había ya amenaza y se acercó de igual manera.
- Sin contar el frio, los tiburones y el hambre – la sirena azul levanto sus dedos para empezar a enumerar más callo al ver la expresión que su hermano le daba ya que al parecer estaba volviendo a poner tensa a Mal con toda esa mención de peligros.
- No voy a apartarle de ti – Carlos suspiro levantando las manos nuevamente en señal de rendición - pero debes pensar en Jay – inclino la cabeza cruzando los brazos, Mal le miro confundida no sabiendo que tenía que ver el tiburón en esto - no estará muy feliz de saber sobre Ben – insistió pero la sirena seguía dándole esa típica mirada de "eres estúpido Carlos" que al parecer siempre le daba.
- ¿Quién es Ben? – una voz pregunto en un gruñido detrás de ellos sorprendiéndoles.
- ¡Jay! – Evie Chillo al verse descubierta mientras Carlos nadaba detrás de ella tratando de cubrirse usando su largo cabello - nadie – miro a Mal asustada - solo un nuevo tiburón que Mal encontró - agito sus manos con nerviosismo algo que Jay jamás había visto en esa sirena, la siempre segura de sí misma por lo que enarco una ceja ante sus palabras cruzándose de brazos.
- El humano vivo qué Mal encontró – soltó Carlos de repente desde su escondite cubriéndose la boca de inmediato con sus manos.
- ¡¡Carlos!! – Evie acuso mirándole enojada.
- Entre en pánico – es excuso volviéndose a esconder detrás de ella pues Mal le miraba igual que hace unos minutos en la cueva.
- ¿Un humano vivo? – la sorpresa en Jay era muy obvia miro a los dos hermanos que asintieron lentamente y finalmente a Mal - quiero conocer a este humano.
- No – Evie de inmediato se interpuso frente a ellos - estará asustado después de lo ocurrido, le daremos espacio.
- Tal vez si le traes algo de comer este de mejor humor – Carlos señalo desde su lugar donde antes había estado escondido detrás de Evie.
- ¿Dónde está el? – insistió Jay sin presarle atención a Carlos.
- En el nido de Carlos – Mal gruño de mal humor nada feliz.
- ¿En el nido de Carlos? – y eso definitivamente no debió sonar tan sorprendido como debió, pues Jay no se lo esperaba.
- No es un nido – rebatió las palabras el pequeño tritón - no lo es – repitió mirando a Jay porque este parecía realmente intrigado.
- ¿Porque está en tu nido? – pregunto lentamente descruzando los brazos y apretándoles en puño a sus costados, mostrando sus enormes dientes.
- Es mi escondite secreto – aclaro nuevamente tragando saliva pues Jay parecía querer matarle por algo por la forma en la que lo miraba - no un nido – retrocedió queriendo esconderse lo más pronto posible pues Jay casi se cernía sobre el - solo guardo mis tesoros encontrados.
- Su basura – la voz de su hermana resonó detrás de Jay, joder Jay ya estaba casi en su espacio personal.
- ¡Evie! – grito porque realmente eso no estaba ayudando nada.
- Quiero conocer al humano vivo en tu nido – le gruño Jay esta vez justo sobre él, sus manos se aferraron a sus brazos apretándole con fuerza – ahora – ordeno.
- Que no es mi nido, ni siquiera tengo uno – siguió insistiendo intentando zafase del agarre – ufff – y lo logro la sinceridad de sus palabras pareció convencer a Jay que aflojo el agarre y Carlos aprovecho para escapar y alejarse hasta el lado de su hermana - mira tal vez mas tarde, primero proveemos con Mal tranquilamente por que sí – miro a dicha sirena que ya no parecía asesina pero aun así estaba cruzada de brazos de mal humor - parecía que ibas arrancarme la cabeza y eso asusta a cualquiera – Jay volvió a gruñir ante esto haciendo que Carlos volviera a esconderse detrás de Evie, no era un cobarde pero ya estuvo de morir una vez hoy no quería repetirlo muchas gracias.
- Cállate Jay – Mal rodo los ojos en dirección al tritón sabiendo el porqué de su molestia - no mataría al pececito colorido – el tritón solo bufo ante esto y Carlos no supo si sentirse ofendido por el sobrenombre, decidió sabiamente no decir nada no vaya a ser que Mal cambiara de opinión - pero si vuelves a tocar a mí... – miro a Carlos tratando de recordar el nombre del humano - Ben - dijo la palabra lentamente saboreándole en su boca - arrancare tus escamas una a una – amenazo importándole poco el gruñido detrás de ella proveniente de Jay.
- Lo bastante justo – murmuro Carlos porque realmente no tenía intenciones de robar a Ben de Mal.
Mal asintió entonces y señalo en dirección a la cueva, Evie y Carlos salieron de inmediato a buscar a Ben y tratar de explicarle el gran malentendido, además de hablarle sobre sus nuevos amigos y lo entusiasmados que estaban de conocerle, para Ben solo pudo pensar que sería la cena pronto de esas sirenas aun que una pequeña esperanza en su interior le hacía esperar que las nuevas sirenas serían tan hermosas como Carlos.
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Las nuevas sirenas no eran hermosas como Carlos nope, ni siquiera como Evie, eran aterradoras, la primera era la sirena púrpura, y aún que Evie le aseguro que no le haría daño no se acercaría a ella por ahora, la segunda ni siquiera era una sirena, era un chico y era igual o más intimidante que la otra sirena.
Carlos había hablado con él, le conto que todo fue un mal entendido y que de hecho la sirena morada era Mal una amiga pero cuando lo dijo no fue como si realmente lo creyera, también le explico que de hecho Evie era su hermana trato de no ser grosero al preguntar por qué no se parecían así que solo asintió a su explicación, también le dijo que Mal de hecho quería conocerle y fue ella quien mantuvo alejado los peligros con sus tiburones de donde está en el barco, y por eso estaba molesta creyendo que se lo llevaron para matarle, Ben sintió un poco de alivio al saber que Carlos no pensaba comerle a menos no por hora y agradeció esto.
Entonces Carlos hablo sobre otra sirena alguien llamado Jay y como también quería conocerle esta vez Carlos no lo llamo amigo y tampoco aseguro que no le haría daño por lo que no lo culpen por sentirse un poco preocupado, así que la próxima vez que Carlos le visito le aseguro que el agua en la entrada de la cueva era segura, que ningún peligro estaría esperándole puesto que tenía que pasar por un túnel para llegar ahí y de nuevo esto era su propiedad así que le dijo que estaba bien que nadara ahí, Carlos no comprendía que Ben quería mantenerse lo más seguro alejado del agua pero este igualmente asintió para ver su bella sonrisa, Carlos solo volvió a sumergirse diciéndole que regresaría pronto.
Ben se quedó un buen rato mirando el agua suspiro haciendo volar su flequillo y tras discutirlo mucho dejo caer sus pies al agua, se había quitado las pesadas botas que ya comenzaban a sacarle ampollas y dejo que el agua las refrescara un poco, empezó a tararear una vieja canción de cuna con suavidad en espera de Carlos cuando paso.
Le agua se agito un poco justo entre sus pies aun dentro del agua, antes de darle tiempo para sacarlos una bella y mortal figura ascendió, la sirena morada, Mal si bien recordaba emergió desde el agua sin dejar de mirarle fijamente, sus manos se posaron en las sus piernas recorriéndolas mientras se inclinaba cada vez más en su espacio personal, Ben estaba asustado, sabía que era peligroso pero no podía de mirar fijamente esos hermosos ojos, eran como un hechizo que había caído sobre él, las manos de Mal siguieron su camino desde su cintura hasta su pecho siempre tocándole, podía sentir las uñas a través de su delicada camisa, ella miro entonces, la tela que parecía algo extraño a ella y frunciendo la nariz abrió la camisa en un tirón.
Se tragó un grito para buscar algo con su manos derecha, un arma lo que fuera que pudiera defenderle de lo que seguramente era su muerte pues Mal miraba su pecho como si fuera a devorarlo, más pronto su mano fue tomada por otra, Evie estaba ahí cuando giro ni siquiera noto el momento en que la otra sirena apareció esta ya estaba tomándole de la mano y olfateando su palma, ella entonces empujo la manga de su camisa dejando descubierta su muñeca y llevándosela a la boca paso su lengua lentamente como saboreándole.
Ahora si estaba asustado regreso la mirada a la sirena que tenía prácticamente sobre el solo para ver como esta parecía olfatearle, Mal empujo su nariz a su cuello y lamio una larga franja de piel expuesta, el jadeo, amortiguo un gemido lleno de pánico y tal vez excitación.
- Ben – llamo una bella voz, el conocía esa voz, a su izquierda estaba Carlos, gracias al cielo Carlos le estaba mirando confusamente levanto una mano en su dirección para pedirle ayuda pero este solo la tomo y empezó a lamer lentamente sus dedos, mierda si, era placentero pero no era el momento para eso se maldijo.
Estaba a punto de perderse de las sensaciones cuando algo filoso se incrustó en su piel, Evie del otro lado había mordido su muñeca encajando sus dientes filosos, Mal siseo entonces, encajo sus uñas sin pensarlo en el pecho de Ben y siseo en dirección a Evie mostrando sus filosos dientes en un claro mensaje "mío", Evie parecía realmente avergonzada ella no había tenido intención de hacerlo pero Ben olía tan bien que solo quería probar un poco, Mal inclino entonces jalando con una mano a Evie quien se acercó sumisamente y lamio con su lengua una gota de sangre en la comisura de sus labios, volvió a sisear y regreso la mirada a Ben quien la miraba con algo de horror y excitación.
Evie lamio la herida, trato de limpiar el rastro de sangre del brazo de Ben como disculpa pero es que este humano era tan fascinante que simplemente no pudo evitarlo, mientras Mal abrió su boca muy lentamente mostrando sus afilados dientes a lo que Ben solo palideció, rayos este era el momento que tanto había temido estaba a punto de morir, iban a aparearse con él y luego devorarlo, joder pensó Ben pues no debía sentirse tan excitado por su futura muerte, Ben cerro los ojos esperando el desgarro de su garganta pues las manos de Mal habían descendido hasta sus pantalones donde parecía juguetear con la tela buscando la manera de romperla.
- Ben – llamo de nuevo su bella sirena Carlos, quien le miraba triste, el tritón le obligo a mirar jalando su rostro con suavidad y al verle tan asustado hizo lo único que aprecia poner de buen humor a Ben, le beso, empujo sus labios contra los del humano y obligo su lengua a entrar justo como fue enseñado, Ben se relajó casi al instante.
Al menos su bella sirena estaba ahí también, algo jalo a Carlos bruscamente, una sirena de cabellos largo castaños siseaba mostrando sus enormes dientes en dirección a Ben, escucho a Carlos gritar un "Jay" y supo que esta era la otra sirena, la que definitivamente iba a matarle, pero Mal volvió a llamar su atención ella ahora le miraba curiosa, sus manos ya no hurgaban sus pantalones si no que ahora tomaban su boca examinando sus labios tras aquel beso, era como si quisiera descifrar lo que habían hecho.
Mal quería saber por qué Carlos había pegado sus labios con los de Ben pues al instante el humano se relajó y dejo de oler a miedo, debía ser un hechizo mágico, o algo simplemente humano por lo que quiso intentarlo ella misma, pego sus labios esperando tener una reacción apreciada, Ben estaba sorprendido no esperaba eso pero de nuevo si iban a matarle al menos disfrutaría un poco más y aunque esta sirena era aterradora no iba a negarse, así que respondió al beso, abrió su boca sorprendiendo a Mal que lo mordió.
Ben siseo y Mal estaba confundía pero extasiada ante esa reacción, Evie soltó el brazo de Ben lista para intentarlo también cuando un gruñido se escuchó detrás de ellas, Jay jalo a Mal entonces, la saco del cuerpo de Ben y gruño en su dirección, Ben lo estudio, noto entonces los fuertes brazos, el pecho tonificado y joder esto era un tritón, era el macho de su especie y estaba furioso con Ben, rayos Ben pensó que de alguna forma estas sirenas pertenecían a Jay y tal vez este estaba molesto por estar acaparando toda su atención, Ben había logrado robarle su Harem, se hubiera felicitado de no ser porque este Jay era muy atemorizante, el tritón levanto su mano para tomarle del cuello a lo que Evie siseo en su dirección pero Jay regreso el gesto mostrando sus enormes dientes mientras su agarre se apretaba, aquí estaba iba a morir.
Y lo peor no había tenido nada de sexo con Carlos.
Definitivamente Ben tenía que poner en orden sus prioridades, Jay no le mato, el tritón aflojo su agarre y siguió descendiendo por su piel dejando que sus uñas se deslizaran con cierta presión, se detuvo estas viajaron desde su cuello hasta su abdomen para regresar a su pecho donde dos garras, aterradores garras se burlaron de su pezón izquierdo, jadeo, un pequeño jadeo que no supo de donde salió de sus labios, Jay pareció satisfecho por esto pues simplemente sonrió entonces sus dedos descansaron justo sobre su corazón.
Ejerció un poco de presión, sus garras se enterraron sacando tal vez un par de gotas de sangre, Mal gruño entonces, un suave pero poderoso gruñido lleno la cueva, Jay volvió a empujar sacando más sangre y cuando Ben se quejó Jay le soltó de inmediato.
- Jay - hablo la sirena mirándole fijamente, Mas el tritón solo se cruzó de brazos sin dejar de sonreír.
- Lo siento Ben – dijo Carlos intentado acercársele pero Jay le cerró el paso.
- Comida – Evie aplaudió para romper la tención visible en el aire – Ben necesita comida – dijo y fue extraño para Ben pues estaba seguro que iba a ser la cena.
- Cierto Manlos – dijo Carlos con una sonrisa.
- ¿Qué rayos es un Manlo? – pregunto Mal mirándose confundida.
- Son dulces y Ben los ama – dijo con entusiasmo Carlos – ya lo veras – y sin más se sumergió en el agua seguido por lo demás.
Ben se quedó confundido sus pies aun tocaban el agua, se tomó un minuto para entrar en pánico y revisarse que estaba completo tanteando su cuerpo, a excepción de la mordida en su muñeca, los arañazos en su pecho y lengua mordida estaba bien, entonces volvió a mirar al agua, Jay estaba ahí, le miraba molesto y podía sentir el odio que desprendía, era muy atemorizante, le recordó nuevamente a las sirenas que destrozaron al capitán frente a sus ojos, Ben saco los pies del agua y se alejó lo más que pudo de la orilla, Jay le miro un momento más y luego volvió a desaparecer en el océano, el trato de no tener un ataque de pánico cuando noto la evidente erección entre sus pantalones, estaba bien jodido.
Mal siguió a Carlos y Evie en busca de los misteriosos manlos que parecían gustarle a Ben, todo el tiempo escuchando de como los humanos tenían diferentes dietas y que Evie lo intento alimentar con otras cosas que no funcionaron, ella no había tenido intención de asustar al humano más cuando lo tuvo tan cerca su curiosidad fue más grande, Evie también solo quería examinarlo, igual que con Carlos cuando era joven la sirena quiso conocer cada centímetro del humano por lo que le mordió sin querer.
Más atrás después de mirar evaluadoramente a Ben y no entender que era lo que les fascinaba tanto a los otros Jay los seguía muy de cerca, aún estaba furioso estuvo a punto de arrancarle el corazón y ofrecerlo como un regalo a Carlos pero si mataba a Ben, Mal estaría furiosa y una Mal furiosa no era buena para nadie, no temía por su vida pero Carlos sufriría, se dijo que por ahora cambiaria de táctica, lo primero mostrarle que era mucho mejor que el inútil humano, Jay nado con más fuerza el pequeño collar alrededor de su cuello solo le dio más ánimo.
Él se probaría con Carlos.
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- Mal querida – le llamo su madre al verla entrar, después de la nada divertida misión de traer manlos y llevárselos a Ben, que fue lo único bueno mirar como el chico los devoraba gustosos dándole las gracias mal estaba otra vez en casa, "hurra" y ahora su madre la molestaba fantástico - ¿dónde rayos has estado? – cambio su melodioso tono de voz bruscamente.
- No es como si te importara – respondió con desdén.
- Querida no seas insolente no querrás terminar como tus hermanos – le dijo con una gran sonrisa, Mal se giró para mirarle confundida pues ella no tenía hermanos, entonces aquella sirena le sonrió mostrando sus filosos dientes y lo supo, no tenía hermanos porque todos ellos estaban muertos, había escuchado rumores, susurros de que Mal no era la primera hija de maléfica pero si la que había logrado sobrevivir tanto, una vez Úrsula se había referido a ella con otro nombre y cuando su madre se enteró de esto la desterró mucho más lejos que Evie, así que si eso era una completa amenaza, pues quien más seria tan estúpido para matar a las crías de Maléfica - ¿y bien, te han visto pasando mucho tiempo cerca del castillo de la reina malvada?
- Evie es la mejor cantante pensé que tal vez podría convencerla de salir de la colonia e ir a buscar más barcos – respondió tentativamente, Mal no quería acabar muerta pero tampoco iba a decirle la verdad, solo tenía que darle una respuesta que la satisfaciera - ya sabes así no tendríamos que devorarnos entre nosotros – termino con un poco de sarcasmo.
- Es una buena idea, pero creo que no entiendes la intención de estar en un territorio tan árido como este – le miro con una sonrisa - donde la comida es escasa Mal.
- ¿Madre? – pregunto confundida, no sabía que había una razón para estar aquí, era la tierra de sus antepasados y ellos jamás migraron, no como las sirenas cálidas.
- Poder – respondió - dales alimento y estarán felices, quítaselos y harán lo que tu pidas por un poco – explico ante la mirada confundida de Mal - tranquila querida vas a entenderlo, mantener controlada a la colonia querida es por eso que no es lo suficientemente fuerte para levantarse contra mí – rio ante eso pero Mal solo le miraba con algo de repulsión, ella realmente pensó que se preocupaba por la colonia, por eso mataban a los demás, por eso prefería asesinas a las sirenas cálidas que ver morir a miembros jóvenes de su colonia - - tal vez sea hora de pedir un obsequio de la reina Malvada – dijo para mirar la reacción de su hija pues sospechaba de una amistad con la reina malvada - una muestra de lealtad.
- Ellas nunca entregaran a Carlos, morirán antes que eso.
- Y es por eso que el cuidado no es una ventaja, jamás debió encariñarse con el pequeño bocadillo – dijo como si nada - quita esa cara querida dejare que siga conservando a esa cosa un poco más ya que parece siendo bueno encontrando cosas humanas – Maléfica le miró fijamente la sonrisa en su rostro era enorme, Mal se estremeció ella sabía, su madre sabia sobre Ben y si no lo hacía sospechaba.
Mal se retiró de ahí trato de no parecer ansiosa y se mantuvo alejada de Ben por unos días, lo que fuera por quitar la atención de su madre, ella no iba a permitir que nada le sucediera, ni a Ben o a Carlos no cuando era tan importante para Evie y Jay.
No cuando todos ellos se estaban uniendo.
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- Cuando era niño – empezó a relatar Ben era otra de las visitas de sus "amigas sirenas" al menos trataba de traerle comida no siempre eran mangos pero el detalle era lo que contaba, por suerte ninguna le trajo carne humana - mi madre contaba historia sobre sirenas, bellas ninfas de melodiosa voz y figura ideal – dijo al aire mientras seguía recostado en la roca - No puedo creer que este rodeado de ellas - Ben sonrió como idiota girando a su costado para mirar a Carlos que le devolvió la sonrisa - ustedes son realmente hermosas - Jay bufo desde el otro lado donde se encontraba aun dentro de agua vigilante.
- Bueno Evie es la sirena más hermosa de la colonia – respondió Carlos con una bella sonrisa que Ben quiso besar más la última vez que lo intento con Jay presente este le había gruñido y arrebatádselo y gracias pero quería vivir.
- Mal es la sirena más hermosa- gruño Jay y ahí estaba este tritón realmente parecía odiarle, tal vez tenía razón, estas eran sus sirenas y Ben era solo la mascota de ellas y Jay bueno, no estaba feliz de que una mascota le robara la atención.
- Cierto – Carlos rodo los ojos desde su lugar - Mal es la sirena más hermosa para Jay pero realmente Evie lo es más – dijo con desdén y al parecer Jay tenía una favorita, algo así como su primera esposa, rayos Ben estaba confundido.
- Yo creo que eres muy hermosa también Carlos- sonrió Ben tocando su mejilla- tu belleza es abrumadora – porque no había nada malo en decir la verdad - Justo como las odas a la perfección - Carlos se sonrojo entonces, el bello carmín se extendió en sus mejillas por sus palabras, escucho un gruñido desde Jay pero lo ignoro pues Carlos le seguía mirando de aquella forma y entonces sorprendentemente fue Carlos quien le beso, un pequeño beso en agradecimiento por sus palabras, el no quiso pero fue gratificante, Ben 1, Jay 0.
- Es un tritón no una sirena no cuenta- Jay dijo malhumorado rompiendo todo el encanto del momento para hundirse nuevamente en el agua y desaparecer pues no quería asesinar a Ben por el pequeño gesto de Carlos, detestaba ver al tritón preferirlo tanto.
- ¿Tritón? – Ben se levantó sobre sus codos mirando donde Jay desapareció - ¿Espera eres un chico? – regreso a mirar a Carlos - ¿Cómo varón?
- Soy un macho sí – Carlos asintió fervientemente entonces su entusiasmo disminuyo al ver el rostro de Ben - ¿No lo sabias? – pregunto muy bajito.
- Creí que eras una chica – dijo en total shock - Me besaste – acuso.
- Estabas muriendo solo quise ayudarte – y Carlos parecía confundido no entendía por qué Ben estaba tan sorprendido - Creo que es muy obvio- señalo su pecho- que soy un macho, vez mi pelo es corto.
- No luces como el- señalando donde estuvo Jay.
- Carlos es de una especia diferente - dijo Evie quien estaba del otro lado cepillando su cabello con un tenedor - Una sirena cálida – continuo y por un momento pareció perdida en sus pensamientos - estas gustan de estar cerca de humanos así que posiblemente de ahí salieron sus representaciones – y eso parecía que lo decía más para sí misma.
- Jay es como – Carlos no supo cómo explicarse - Único – miro al agua donde antes había estado, porque si Jamás entendió bien a Jay, era completamente un misterio para el - Y el trae el pelo largo por que... Bueno nadie lo ha llamado una hembra y vive para contarlo – termino porque realmente no conocía a Jay, si sabía quién era pero la verdad había pasado todo el tiempo cuidándose de él que realmente tratar de conocerlo, la pregunta de Ben solo él había hecho darse cuenta que realmente no conocía al tritón ni por que seguía con ellos si era obvio que Mal prefería estar con Ben y bueno hasta ahora Jay era hostil pero sabía que no mataría al humano ya que eso no le haría ganar ningún punto con la sirena.
- Bien voy a tener una crisis existencial ahora – dijo Ben mientras se dejaba caer nuevamente al piso mirando el techo de la cueva porque había besado a un hombre y todo lo que le enseñaron decía que estaba mal, joder él iba a irse al infierno por sodomía, mientras Carlos apenas si noto la lucha de Ben pues estaba teniendo la propia al no saber que rayos buscaba Jay siguiéndoles todo el tiempo.
- Ben - llamo Mal –Ben – insistió pues odiaba ser ignorada.
- ¿Si Mal? – respondió sin realmente hacerle mucho caso.
- ¿Puedo tocar tus dedos de los pies otra vez? – pidió más ya estaba tomándole con suavidad su pie.
- Yo también quiero hacerlo jamas eh visto unos con tanta vida – dijo Evie acercándose a la otra pierna y haciéndole cosquillas – son algo suaves.
- Creo que su cabello es mucho más suave - dijo Mal alabando a un ben ausente que no ponía atención.
Ben sólo asintió y se dejó nuevamente envolver por las atenciones que las dos sirenas le daban y si se dio cuenta que le valió un comino que una de estas fuera en realidad un tritón. Incluso dejo de importarle lo mucho que gusto de ese beso. Joder solo esperaba que nunca, jamás, de los jamases tuviera que estar en una situación donde Jay el otro tritón tuviera que Besarle...
Eso sí que no podría superarlo.
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- Creo que mi madre sospecha sobre Ben – hablo Mal tras asegurarse que el humano estuviera dormido en una esquina de la cueva tras las largas atenciones que lo arrullaron.
- ¿Te dijo algo? – pregunto Evie dejando su brillante corona pues esto era más importante.
- Sabe que estoy pasando mucho tiempo aquí - dijo guardándose el hecho de que tal vez pensaba que estaba uniendo fuerzas con la reina malvada y la amenaza contra Carlos - ella lo matara – murmuro, Carlos jadeo ante esto asustado Jay de inmediato se acercó a él buscando darle siento confort.
- Rayos una nueva sirena – la voz de Ben quien se suponía estaba dormido les hizo girarse a la entrada donde una cabeza se zambullo con rapidez.
- ¡Jay! – grito Mal pues se suponía que este lugar estaba escondido, el tritón ni siquiera lo pensó se tiro al agua y persiguió a la sirena, los demás hicieron lo mismo.
- Es un espía de mi madre – dijo Mal cuando vio al tritón sonriendo a ella sostenido por Jay, su madre le había puesto vigilante y ella estúpidamente los guio a Ben, Jay noto su terror por lo que antes que esta hablara para defenderse o amenazar a Mal, Jay arranco su garganta matándole.
- Ben ya no está seguro – dijo Evie mirando el destrozo y la sangre, Carlos hizo una mueca ante la violencia pero sabía bien que era inevitable, Jay hundió su mano entonces en el pecho del tritón muerto y arranco el corazón y le lo mostro a Carlos quien hizo una mueca con desagrado y nado hasta Evie que intentaba razonar con Mal.
- Debemos sacarlo de aquí – dijo Mal.
- Llevémosle a la isla – sugirió Carlos.
- ¡No! – gritó ella asustándole, pues la isla estaba muy lejos no podría visitarlo con tanta regularidad como ahora.
- ¿Quieres que este seguro o no? - Evie la desafío parándose entre ella y Carlos pues parecía querer matarlo solo por sugerir eso, Mal apretó los dientes al darse cuenta que de hecho Evie tenía un punto - Eso pensé necesitaremos un barco o algo para remarcarlo llevarlo bajo el agua lo matara y atraerá mucha atención es mejor si empujamos una vieja balsa.
- Si claro como eso no es sospechoso – Jay se acercó entonces, la sangre aun manchaba su barbilla y sus garras, Carlos volvió a fruncir la nariz ante su aspecto y nado hasta el otro lado alejándose de esa horrenda escena, Jay lo noto pero trato de no demostrar lo mucho que le dolió eso.
- Si Evie y Carlos la llevan no, crearan que llevan basura humana – respondió Mal aceptando finalmente la idea, a lo que todos asintieron.
- Bien conseguiré un bote – se ofreció Jay mirando a Carlos que le sonrió por esto.
Jay no perdió el tiempo siguió nadando feliz de ser un poco útil y que Carlos de hecho sonriera, había rechazado el corzo de su amenaza, bueno tal vez era más una amenaza para Mal pero el punto era que Jay había matado a un enemigo y dándole su corazón y Carlos no lo quiso lo que hirió su orgullo pero ahora buscaría el mejor bote para poner a salvo al humano si Carlos volvía a sonreírle así.
Mal mientras miro el lugar donde el cuerpo de la sirena espía había caído en el fondo y se decidió a moverlo de lugar, Evie le ayudo a tirarle en el abismo donde no le encontraban pues sería devorado por las criaturas de ahí, mientras Carlos fue el elegido para darle las nuevas noticias a Ben.
Solo esperaba que Maléfica nunca se enterara.
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- Padre, Madre tenemos que enviar a una flota a buscarle – insisto el chico nuevamente entrando a la habitación de sus padres – no podemos abandonar a Ben.
- Ethan – lo llamo el viejo Rey – han sido semanas desde el naufragio del barco de tu hermano – suspiro el rey pesadamente – tu hermano no va a regresar.
- La tormenta fue tan repentina Ethan – continuo su madre – nada puede escapar a eso.
- ¿Pero Ben podría estar vivo? – insistió.
- Suficiente Ethan – le hizo callar su padre – el peso de la corona ha caído en tus hombros ahora – se paró frente a él posando una mano en su hombro – como el futuro rey tienes responsabilidades, la princesa Serenity aún necesita un esposo.
- Aun puedo encontrarle padre – insistió alejándose de su agarre.
- ¡Basta! – grito el rey – vas a comportarte.
- ¿Madre? – llamo a esta desesperado en busca de apoyo alguno.
- No puedo perder otro hijo – sonrió la reina pero su hijo gruño de fastidió retirándose del lugar.
Salió hecho una fiera, no podía entender como sus padres abandonaban así a su hermano, no, no podía dejar que eso pasara no cuando Ben era el único que realmente le entendía, no cuando era quien realmente le amaba, Ethan paso entre los pasillos del castillo sus botas resonando hasta los calabozos donde ordenan a un guardia perderse, el dudo pero la orden directa del príncipe era ley por lo que le dejo pasar.
- Escuche que eres un pirata – llamo Ethan al joven que estaba descansando en una de los calabozos cubriendo su rostro con su sombrero sus demás hombres en calabozos más alejados – ¿no eres un poco joven para ser capitán? - pregunto incrédulo pues a los capitanes nunca los ponían junto a su tripulación y al verle quitarse el sombrero noto que de hecho si era demasiado joven casi de su edad.
- ¿A que debo el honor de su visita su majestad? – sonrió el haciendo una reverencia ignorando su pregunta anterior.
- Responde – gruño enojado porque evadiera su pregunta - ¿eres un capitán a no?
- Así parece mi señor – dijo con falsa modestia – el mejor capitán de los siete mares – sonrió mirando a los ojos del pelirrojo – Capitán Hook a su servicio.
- Tengo un trabajo para ti – Ethan le miro con decisión – tu libertad, la de tus hombres y mil monedas de oro si me llevas a buscar a mi hermano, así como amnistía por tus crimines pasados y futuros, solo ayúdame a encontrar a Ben.
- Una oferta muy generosa su majestad – sonrió – no podría negarme príncipe.
- Ethan – dijo abriendo la celda - Solo llámame Ethan.
- Puedes decirme Harry entonces cariño – sonrió tocando su mejilla tras salir de esta – ¿listo para el viaje?
Notas:
Alguien ha visto "Drácula de Bram Stoker"?? Bueno pues hay una escena donde Jonathan es atacado por las novias de Drácula es una escena entre erótica y de terror que me impacto cuando lo vi por primera vez pero lo que realmente me gusto así me hizo sentir miedo y horror fue cuando después Drácula alimenta a las vampiras con un jodido Bebé frente al chico, es de wow que malditos asesinos y pues es obvio es un maldito y jodido vampiro que ve a los humanos como ganado, es como si tú te comieras un ternero, Delicioso cierto? Pues es prácticamente lo mismo. El punto es que prácticamente así quería retratar a Ben rodeado de sirenas mortales.
La escena que les digo de Drácula es esta
Harry ha aparecido waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, si va a ser un jodidio sexy pirata, Ben tiene un hermano y creo que ya conocen a Ethan de mis otros trabajos jajaajaja.
Carlos rechazando los regalos de Jay de cortejo, pobre Jay échale ganas.
Galletas?
Chocolate??
Un pez???
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