La ventana de mi habitación se habría tan lento que sentía como mi corazón y mi respiración se detenían. Cuando escuché que no se abrió más dirigí mi vista hasta la ventana, pero no vi nada.

-¿Debería acercarme?- Pensé, pero al darme cuenta de aquello sólo sonreí con incredulidad. -Claro que no, quien sabe lo que me hará si me ve. (Yo 7u7)

Al imaginarme que ya se habría ido suspire con pesadez, pero me vi obligada a taparme la boca.

-¡Leo!- Leo... -¿¡Que haces allí!? ¡Sabes muy bien que los humanos no pueden vernos!

-Pues quien sea que nos vio por las cámaras, vive aquí.- Tragué saliva al escuchar su voz.

-¿Y que esperas entonces? ¿Una incitación?- Escucho como suben otros a las escaleras.

-Quien sea que este aquí es una chica. No debemos irrumpir en la intimidad de una mujer.- Suspire aliviada.

-¿Y que tiene? ¡Esa mocosa ya sabe de nosotros, seguramente enviará el video a las autoridades y seremos buscados por todo Nueva York! ¡Debemos quitarle los vídeos y decirle que cierre su boca!

-Rafael, aunque entiendo y estoy de acuerdo con el hecho de que puede hacer pública nuestra identidad, repito, es-una-mu-jer.

-A la mierda.- Vi como una de esas cosas entraba a mi habitación. Abrí mis ojos como platos mientras sentía un escalofrío en todo mi cuerpo.

Aquella cosa miraba mi habitación, hasta dirigir su vista a mi cama, justo a un lado de donde yo estaba escondida.

-¡Mierda, Mierda, Mierda..!- Pensé.

-Ya la encontré..- Dice cruzado de brazos, mirándome con sus ojos verdes.

Otros 3 ingresan y el mas alto, enciende la luz de mi habitación.

-...

El de cinta azul me muestra una de mis cámaras rotas. -¿Tú eres la dueña de.. Esto?

Continuará...