Capítulo 6
- Lo sabe...- sigo sin despegarme de sus labios- lo sabe... ¿y tú estás aquí?
- Por supuesto que estoy aquí, contigo- me acaricia la parte baja de la espalda, sus manos son tan cálidas, suaves- dónde debo estar, Shion no juzga mi corazón, Saga, y el tuyo tampoco, lo sabes... sabes que sigues siendo uno de sus niños; no puedes cambiar lo que pasó pero ya es pasado.
- Ah..., no hagas eso- gimo, otra vez al sentir como respira con la boca abierta contra la mía- por favor...
- Aún tienes miedo? - me pregunta a la par que mete su nariz tras mi oreja, la escucho respirar y mi vientre se contrae con un arrebato antiguo, tan antiguo como la vida- ¿Qué voy a hacer contigo, Saga?, no quiero miedos.
- Pequeña- murmuro acariciándole el cabello- no es miedo... esto es algo inmenso que no sé nombrar, lo siento en todo mi ser. ¿El pasado?cometí tantos errores...
- Déjalo estar, Saga- su voz es un susurro- Mírame a mí, yo tampoco sé muy bien que debo hacer..., no con este cuerpo, tengo toda la teoría... pero no la práctica- se ríe nerviosa-
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No puedo dejar de mirarla, siento algo tan inmenso que me hace daño, porque se desdobla y la culpa también aparece, ¿cómo perdonarme a mí mismo?
-Yo puedo enseñarte algunas cosas, pequeña – digo bromeando- y sé que debo aprender de ti muchas más- mientras meto mis manos bajo su camiseta, las coloco a sus costados, y la miro fijamente, mis ojos viajan de los suyos a su boca, no puedo evitarlo. Aprieto sus caderas, sigo su contorno, con las manos, ascendiendo... el cuerpo de una mujer, no hay duda. La calidez de su piel me abruma como si fuese un adolescente, subo las manos por sus costados, tropezando con el sujetador, a buen seguro tengo cara de idiota, me maravilla sentir su piel latiendo así bajo las yemas de mis dedos, no puedo centrarme en nada que no sea esto. Acaricio el pecho, mis dedos juguetean con el encaje, lo sortean... colándose hasta encontrar esa piel suave, que se encoge al sentirme.
- Oh claro- ¿ironía?, sí, hay ironía en su voz entrecortada, aunque lo dice con una pose un tanto infantil y fingida- tú y tus orgías..., no pienses que se me ha olvidado..., está temblando ante el avance de mis dedos, pero aparta mis manos de su pecho, y yo arrugo el ceño, como un niño al que quitan su juguete favorito.
- ¿Celos? – pregunto burlón- ¿sabes cuánto tiempo llevo sin tocar a una mujer?, yo que tú me preocuparía.
- Mmm ¿se te ha olvidado, abuelito? – rayos!!!, abro los ojos, está jugando...-vamos a tener que refrescarte la memoria-
Abro la boca asombrado... sentado bajo un árbol cerca del lago, ni sé cómo hemos llegado aquí, mi consciencia está demasiado centrada en ella y en sus curvas, está arrodillada entre mis piernas, yo sentado en el suelo, apoyado en un árbol, sujeta mi cabeza con las manos, moviendo los dedos, en mi cuero cabelludo, provocando con ello escalofríos. Me dejo hacer... tiene algo tan especial en las manos... podría estar horas así, dejándome tocar el pelo, la cabeza... es tan relajante..., necesito relax, después de haberla tocado me he encendido como una tea.
Mueve los dedos en mi entrecejo... la sensación cambia, los deja un par de segundos, quietos, y comienza despacio a masajear...noto automáticamente calor allí, se reproduce también en mi ombligo bajando peligrosamente. Dice con voz pausada...
- ¿Sabes algo sobre chakras, Saga? – niego con la cabeza- ella me sonríe- se equilibran entre ellos con su opuesto este que estoy tocando se llama Ajna... ¿adivinas dónde está su opuesto, Svadhisthana?- trago saliva con dificultad asintiendo.
-Creo que sé dónde está más o menos...- la sensación es deliciosa pero también demoledora- ¿Qué me estás haciendo, juegas con mi Cosmos? - ella lo niega-
-No, es lo poco que he podido aprender sobre lo que practica Camus ahora, energía, creo que sería bueno impartirlo en el Santuario... ¿Qué opinas tu?
¿Yo?, yo no puedo ni hablar, si lo hago es probable que tenga un disgusto y solo me está tocando entre las cejas, ¿qué diablos voy a hacer con mi cuerpo en este estado?, en algo he debido colaborar, le tengo tantas ganas que no me siento ajeno a esta sensación... cuando te ponga las manos encima otra vez... pequeña... En eso estoy pensando. Noto su mano bajar dibujando mi nariz, se detiene en mis labios...
-Mi dulce, Saga- me besa despacio...
¿Dulce? En este momento no estoy dulce estoy... picante y treparía por este árbol, mejor que no le diga con que me puedo agarrar para trepar. Sólo me ha tocado el entrecejo y el pelo... dioses... voy a reventar. Se me ha bajado toda la sangre al mismo sitio. ¿Y qué hago?, no es que no lo sepa, es que tengo pánico de hacerlo mal, de asustarla, de no ser lo que espera, de no saber tratarla... es terrible como mi cuerpo responde y mi mente me paraliza. Lo peor de todo es que no sé si ella se ha dado cuenta, de cómo me cuesta respirar, de cómo tengo la entrepierna, me está matando, no sé si dar un paso más o huir como un puto cobarde, si doy otro paso hacia ella... no podré parar, me conozco... ¿cómo he podido llegar a esto?, ¿Por qué no he logrado frenarlo o al menos contenerlo en mi interior como pude hacer con todo lo demás?.
-Saori, por favor...- respiro con dificultad, sé que estoy siendo cobarde, sólo respondo a sus avances, no inicio nada. Consciente de que mi cara ha de ser un poema, no me atrevo a mirarla, me da pánico lo que puede ver en mis ojos.
- Por favor, mírame, abre los ojos... Saga- tan dulce... ella sí que es dulce - ¿es que no quieres besarme?
- No es buen momento y no es que no quiera... no puedo- abro los ojos, su rostro esta tan cerca, se ha sentado en el suelo entre mis piernas.
-Saga, no te voy a presionar, puedo esperar, siempre y cuando eso nos lleve a algún sitio, juntos, mientras tanto- se acerca despacio- puedo ayudarte con esto, si tú quieres...– ¿y esa voz mimosona?, enarco una ceja, ¿Qué es lo que está pasando aquí?
- ¿A... Ayudarme? ¿de qué hablas, pequeña? - mierda, acabo de tartamudear.
-Saga, tu no llevas una barra de pan metida en el bolsillo delantero de tus vaqueros, ¿verdad?
Zeus...Mátame! Me quiero morir, que se abra la tierra y me trague, y esa vocecilla con la que me habla no me ayuda en nada, se ha transformado en....en... No sé en qué. Maldita sea mi sangre. Me pone muy nervioso además me dan ganas de morder su cuello y no soltar.
- Debe ser molesto, no soy hombre, pero... lo imagino- se está dejando caer sobre mi pecho, ¡¡ay!! Siento su peso sobre mí- Abuelito... ¿sabes que te has puesto rojo?-
Esta vez su beso no es tan inofensivo, la abrazo y sujeto su cara con mis manos... error, al levantar las manos para sujetarla ella baja las suyas sin dejar de besarme, no puedo despegarme de esa boca, es... un imán, toca con una de sus manos mi entrepierna. Me detengo en seco y sin aliento.
- No, Saori, esto no, y aquí en medio no... por favor- ella me mira y sonríe, pero no aparta su mano.
- Saga... voy a esperar, te lo he dicho, pero esto requiere atención inmediata, no sé qué debo hacer exactamente pero ambos queremos que lo haga. Enséñame. Deja de luchar contra mí, escucha a tu cuerpo, ¿o prefieres que aprenda con otro? - lo dice con ese descaro... me está provocando, lo hace adrede. – En este momento tu otra mitad... el malote del pelo gris me sería de bastante utilidad...- gruño revolviéndome.
- No me amenaces...- le digo con voz ronca, noto como baja la cremallera despacio- con irte a aprender con otro...- introduce la mano en mi bragueta, no sé ni cómo puede colarla porque estoy tan tieso que no cabe nada ahí dentro... - lo que quieras aprender... te lo enseño yo, mmm, aprieta un poco más- estoy perdido... ahora lo sé.
- ¿Así?- no me importa su torpeza inicial, me toca con cuidado.
-Esto es muy delicado para un hombre, pequeña..., las zonas más sensibles son los labios... y la... el...- No sé cómo llamar a mi amiguito... Bien Saga, tranquilo, no pierdas los papeles, tu diosa tiene la mano en tu polla... hasta aquí todo correcto... no se acaba el mundo, ¿seguro que no se acaba?
-La polla, el pene... estoy en el mundo, los chicos me hablan...me he documentado bien- me dice sonriendo- ¿cómo prefieres que la llame? Sólo dime que debo hacer. ¿cómo te gusta más a ti?
¿Los chicos? ¿cómo que los chicos le hablan?, ella no necesita ningún chico teniendo un hombre.
Respira hondo Saga... a fin de cuentas la naturaleza es sabia, ella sabe lo que deseas. Es mujer, es la diosa de la sabiduría...ella quiere estar aquí contigo, ella quiere hacerlo.
Aparto su mano de mi bragueta, sin dejar de mirarla a los ojos, me acerco a su boca y la beso, devorando sus labios, total, no tengo nada que perder.
-Espera un momento- desabrocho el botón de mis vaqueros porque la presión me está matando, meto su mano dentro de mi bóxer y la mantengo allí sujetándola con la mía, la observo, sus mejillas enrojecen dándole un aspecto maravilloso, al fin... acerco mi nariz a la suya y la miro muy de cerca- ¿No has hecho esto antes verdad?, debes acariciar con cuidado, pero firme. Llevo su mano hasta mi boca y lamo la palma, prestando especial atención a sus dedos. La bajo hasta mi entrepierna otra vez y la guio para que me acaricie... - aferro su mano alrededor de mi erección cubriéndola con la mía e inicio el movimiento de arriba abajo, sin dejar de mirarla, la beso otra vez, se me escapa un gruñido... sólo de pensar en la situación me pongo más duro si cabe- Esta parte es la más sensible, llevo su mano hasta el glande, ella lo acaricia con cuidado, provocándome una descarga eléctrica.
- ¿Te gusta? – asiento- es... está caliente y suave- parece hipnotizada.
- Me encanta - le digo, ella sonríe y sigue acariciando... a lo largo, es evidente que disfruta oyéndome jadear contra su boca.
-¿Y que más te gusta?- juraría que me está ronroneando- ¿con la boca?. Se que se pueden hacer cosas y...- ya no puedo soportarlo más, esa voz tan cándida no me engaña, tiene las mañas de todos los siglos que lleva a cuestas y toda la malicia femenina de su género concentrada en ese delicioso y frágil cuerpo ... se salva porque estamos en un lugar público... si no me la comía aquí mismo. No soy especialmente suave en estas lides y me está costando la vida no saltar sobre ella como una mala bestia. La beso como si estuviera poseído por el mismísimo infierno, la escucho gemir entre mis brazos, es más de lo humanamente soportable.
-Saga...es normal que yo...- esta ruborizada nuevamente. No paro de mover las caderas, despacio, siguiendo el vaivén que me marca...- ¿es normal que esté húmeda?
Mi boca dibuja una O mayúscula... entre el movimiento de su mano y lo que acaba de decir... se me suben los vapores , se me va la mano hacia abajo, y sé lo que va a suceder
Lamo su oído mientras desabrocho su pantalón ella no dice ni hace nada más que continuar con la bendita paja que me está regalando..., no me detiene...vamos bien.
- Lámelos- le digo al oído mientras meto mis dedos en su boca, ella obedece sin rechistar, los lame, los chupa, el conjunto en si mismo me derrite... mi querida diosa lamiéndome los dedos mientras me otorga una paja deliciosa...
- Muy bien, pequeña... así- meto la mano en sus bragas, acaricio el vello rizado, suave... bajo más la mano y ella contiene la respiración, aprieto la palma contra su centro... ella jadea y aprieta más la mano alrededor de mi polla- vas muy bien, dulzura, sí estás húmeda, muy húmeda- la beso...mientras muevo la palma de mi mano presionando, avanzo despacio hasta colar un dedo en su interior sin dejar de rozar su clítoris a la vez que le clavo el dedo corazón, inicio el movimiento metiendo y sacando, escucharla gemir es música para mis oídos.
-Sa... Saga- me llama entre gemidos-
- Dime pequeña- jadeo al verla así, hecha un desastre de gemidos, tan bella.
-No pares- se pega a mi mano, dulzura, me estás buscando...- no pares.
-No... no voy a parar, no hasta que te corras, pequeña-su respiración se agita, parece que le gusta cómo suena mi voz desviada y acariciando su oído - Lo harás, dulzura, te correrás para mí, ¿verdad que sí?.
- Sí- me aprieta más fuerte- tú también...
- Claro que sí, pequeña... yo también-seguimos por un buen rato así, acariciándonos, dándonos placer el uno al otro- entre gemidos y jadeos... siento como su cuerpo se tensa..., su humedad aumenta. Está cerca. Replico los movimientos de mi mano en su boca, meto y saco mi lengua de ella, mordisqueo sus labios con gesto depravado, hecho a propósito para excitarla más, necesito verla así... caer... lanza un gemido ahogado y mi cuerpo le responde, una corriente eléctrica me recorre la columna y va directa a mis riñones cuando siento contra mi mano el vaivén de sus caderas... en un movimiento que ejecuta sin que nadie se lo haya enseñado. Aumento la velocidad de mi mano haciendo que grite al tiempo que devoro su boca con un ansia animal que desconocía en mí.
-¡Saga!- mi nombre suena distinto en sus labios, totalmente temblorosa... puedo sentir sus espasmos, es incapaz de contenerlos. Agito la mano más rápido.
-Aprieta- le digo, moviendo las caderas violentamente- agarro su mano sacudiéndola a lo largo de mi erección- dulzura, me corro... no puedo...- me dejo ir, entre jadeos, noto los calambres... me dejo llevar...por su mano, por sus gemidos... por ella. Y me libero. Me derrumbo junto a ella con la cara en su cuello, acaricio su vientre despacio, y ella no aparta la mano de mi entrepierna, completamente empapada de semen, se queda inmóvil.
- ¿Estás bien, tesoro? – le pregunto, al notar su inmovilidad.
No me responde, silencio, me incorporo para mirarla e intento apartar su mano de mi entrepierna, pero no lo permite, me mira totalmente ruborizada.
- ¿Saga, tendré que esperar mucho?- la miro cómplice negando con la cabeza, ella me sonríe...sus mejillas simulan dos amapolas perfectas, que hermosa se ve así- Quiero todo contigo, ¿lo entiendes?.
Asiento y beso su frente.
- Yo también quiero- respondo abrazándola.
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¿Que pasará a partir de ahora? ¿ podrá Saga asumir el hecho de que está colado por su diosa y ella por él?
¿Será capaz de perdonarse a sí mismo y dejar el pasado atrás?.
Espero os esté gustando la historia, se agradecen estrellitas ( ayudan a pasar el confinamiento) y comentarios.
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