Capítulo 5
De tanto en tanto debemos salir afuera por el calor, de hecho, ahora estamos en la puerta Aioria y yo, decido hablarle.
- Sé que no debo meterme en lo que no me importa, pero... no hagas algo que lo que te vas a arrepentir después, ten cuidado- le digo serio.
- Eres el menos indicado para decirme esto, Saga, y lo sabes, has cometido errores- me mira fijamente.
- Lo sé, tampoco entiendo porque Saori me eligió a mi para venir, encima acompañado por ti, no me molesta eso, pero aquí estáis tú y Shura y os hice demasiado daño en el pasado a ambos, y de veras que lo siento, no puedo cambiar lo que ya hice, pero no volverá a pasar, mi vida le pertenece a Athena- Miro hacia el cielo que, lleno de estrellas, parece guardar todas las respuestas.
- ¿Tu vida, Saga?, todo tu le perteneces a Athena, ¿No te ves en un espejo o qué? ¿no te das cuenta de la cara que pones cada vez que la tienes cerca, y me dices a mí que me cuide?- Me da una palmada en el hombro, amistoso- Saga, ha pasado mucho tiempo y no puedo hablar por todos pero, mi hermano te perdonó... si él lo hizo... sufrí mucho en aquella época pero tú siempre me cuidaste fueron algunos de mis compañeros quiénes me señalaron como hermano del traidor, has demostrado sobradamente el caballero que eres, el hombre que eres, ¿Cuándo piensas perdonarte a ti mismo? No eras tú, aquel no eras tú.
- Aioria yo puedo equivocarme, todos podemos, este vacío que siento por dentro casi nada puede llenarlo, en cierta forma, estoy solo siempre lo he estado. No pierdas lo que tanto te ha costado ganar. ¿No estabas bien con Marin, se te ha olvidado eso desde que has llegado aquí?. Sólo te digo que no hagas las cosas sin medir las consecuencias, por desgracia sé demasiado sobre errores, también tengo ojos, veo como miras a Cam... como quieres acercarte y ¿sabes algo?, ella no te mira de la misma forma. Y lo que es peor Aioria... Milo... Tenéis una amistad de años, ¿la vas a joder sin más?
... Silencio absoluto. Aioria suspira con pesar.
-No sé si sabes Saga- me mira como quien va a confesar algo muy serio- Recuerdas lo que pasó con Cam? - asiento con la cabeza- Yo..., ella -sonríe al decirlo, ha asumido muy bien la condición de Cam, demasiado bien diría yo- nos acostamos Saga, y te juro que no me arrepiento de nada.
Le corto -Pero... entonces Cam era...hombre, ¿y tú? Hasta dónde yo sé eres hetero.
-Siempre ha sido una mujer, Saga, ahora entiendo todo aquello que yo sentía al verlo tan abatido, tan vulnerable, su energía... era, siempre ha sido totalmente femenina, no sé qué me pasó... pero fue algo tan especial..., mágico, lo recuerdo como un sueño, sé que mi tiempo ha pasado, sé que debo atesorar aquellos momentos, sé cuál es mi lugar porque aquí sólo importa lo que ella quiere, no he podido hablar con ella de esto, ¿has visto? la sola mención de Milo la pone en guardia.
- Es muy especial para ti ¿no? – Le pregunto-
- Sí, tal vez por lo que compartimos en aquellos momentos, éramos tan jóvenes, ella tenía 21 años y yo 24, es la más joven de todos nosotros junto con Mu- suena melancólico, no es tristeza es... otra cosa- Se lo conté a Marin, no quedó otro remedio y Milo me escuchó y justo por ese motivo tuve que contarles que Cam trató de suicidarse, Milo cree que fue por su culpa, y no te voy a contar el motivo- me dice tajante al ver que iba preguntarle sobre eso- no puedo saber que tenía en ese momento en la cabeza ni en el alma, pero sé que está más relacionado con quien es ahora que con lo sucedido con Milo, tal vez sólo fue el detonante, Cam estaba muy mal anímicamente y ninguno supimos verlo, éramos unos putos críos. Siempre enfrentados, siempre buscando pelea con los más tranquilos, todos hemos cambiado Saga, todos. ¿Marin?, pues creo que es mi mundo ahora, no puedo evitar la nostalgia... pero sé que Cam nunca fue mía del todo, es un hermoso recuerdo el cual tengo cercano en estos días, sé que seremos grandes amigos, tengo un poco de miedo a volver, cuando vean su cambio, que piensen lo que no es... no sé, a decir verdad, estoy acojonado.
-Os vi aquella noche en la discoteca, a Marin y a ti..., dale tiempo si lo necesita, pero esa chica, te quiere Aioria, eres tú quien debe decidir qué es lo que quieres con o sin ella, vamos dentro que nos estamos poniendo muy serios.
Nos unimos a nuestro grupo que estaban dando saltos en la pista, jamás pensé que vería a Shura así..., creo que la cerveza le está haciendo efecto, sonrío levemente cuando me encuentro con la mirada de Saori clavada en mi rostro, trago saliva con dificultad, me acerco a ella cuando me hace un gesto para que me acerque.
- ¿Todo bien, Saga? - con la música tan alta debe acercarse a mi oído porque casi no la escucho, asiento con la cabeza, noto como me acaricia el pelo y aprieto la mandíbula, consciente de que ella va a notarlo- ¿Qué te pasa, Saga?
-Nada, todo está perfecto- me muevo para acercarme a su oído, a la vez que ella se gira, y nos quedamos a medio camino, tan cerca el uno del otro que puedo respirar su aliento, huele... a aire limpio y flores, estoy inmóvil sin querer hacerle caso a mi cuerpo, maldigo mi sangre que se ha alzado en un claro golpe de estado a mi pensamiento, tiemblo... por dentro y por fuera sin saber que hacer sólo cierro los ojos para no mirar esos labios, esos ojos...
Entonces siento su calor... está más cerca de mi cuerpo, sus manos acarician mi nuca mientras sus dedos juguetean con mi pelo y mi cuello, siento un escalofrío recorrerme la columna vertebral como si fuera un líquido helado que sube y baja, curiosa mezcla porque a la vez siento algo que debe ser similar a hierro fundido corretear por mi ombligo expandiéndose hacia las caderas, y bajando lentamente, me esta calcinando las entrañas, no puedo moverme, ni tocarla, me he amurallado por dentro y por fuera pero no me atrevo a mirarla porque sé que mis defensas van a caer... estrepitosamente.
Me besa... creo que el mundo cómo yo lo conocía hasta ahora acaba de explotar... no quiero abrir los ojos, siento sus labios húmedos, su lengua invadiendo mi boca..., todo a mi alrededor se desvanece, sólo existe ella nadie más, y yo... mísero mortal bendecido por este momento que no sé de dónde salió ni por qué. Siento su cosmos... comunicándose conmigo.
-Saga por favor, ¿que tienes, te sientes bien?
-No me preguntes Saori, por favor, estoy bien, creo que debería marcharme a casa, puedes quedarte aquí, con el resto- mi cosmos le responde.
-No Saga, tú no te vas a ningún sitio hasta que hablemos.
Abro los ojos... resignado y con la respiración agitada, me falta el aire cuando dejo de sentir su boca sobre la mía, mi cuerpo se queja al notar la distancia del suyo...
Lo primero que veo es su rostro, tan cerca que su respiración entrecortada me toca, mejillas sonrosadas y ojos vidriosos... es tan hermosa... después miro a nuestros amigos, Mu, Dita y Cam sonríen disimuladamente, Aioria tiene los ojos abiertos como platos, la boca también, y Shura... ¡Ay! me apuñala con la mirada mientras su vaso cae al suelo y él queda petrificado con el brazo extendido hacia nosotros. Me mira como si quisiera utilizar Excalibur conmigo...
Saori me agarra de la mano y me saca fuera del local tirando de mí.
- ¿Y bien? – me pregunta- ¿qué es lo que te pasa?
- No puedo... no debo... eres mi diosa- digo con todo el pesar de mi corazón- además eres tan joven, Saori- intento tocar su pelo, pero ella aparta mi mano y empieza a gesticular.
- No puedo, no debo, pero no has dicho No quiero- me mira enfadada cruzando los brazos sobre el pecho- y eso me pregunto a todas horas ¿Qué es lo que quieres Saga?, no me digas que no te gusto, porque no me puedes engañar... ¿porque me evitas cuando intento acercarme a ti más íntimamente?, ¿Qué no ves que también me haces falta o qué? ¿Te lo tengo que explicar con todas las letras? Ya deja de recordarme lo joven que soy porque si te paras pensarlo bien, tengo muchos más años que tu.
-Tú..., ¿tú quieres acercarte íntimamente a mí? - noto mi pulso acelerarse ante la sola mención de este hecho- ¿Me necesitas? - yo sí que necesito oírselo decir... una y otra vez.
- Cada día, Saga, cada minuto de mi vida desde que tengo 15 años...cuando te vi quitarte la vida frente a mi..., aterrorizado por no saber si podrías controlar el mal dentro de ti, lo supe...-me mira fijamente a los ojos.
- Pero entonces tu...- digo vacilante.
-Supe que te quería cerca, aunque no sabía de qué forma lo sospechaba, mi cuerpo humano... me costaba entenderlo entonces, no he convivido demasiado tiempo con él, pero... sé lo que quiero- suspiró con tristeza- estoy cansada Saga, cansada de ser la diosa protectora de la tierra, de ser la diosa de la guerra y estar sola. No tengo porque estarlo. Tengo un cuerpo humano y también siento y padezco como humana. Te necesito conmigo.
Acaricio su pelo, esta vez no se aparta ni me aparta.
-Mis tíos, mi padre, todos tienen pareja o historias, demasiadas... estoy harta de que me veas como a una niña, ¿qué esperas, verme con otro para darte cuenta que ya no lo soy?, quiero a todos mis caballeros por igual, con un amor limpio y puro, pero a ti... - se le quiebra la voz.
- Te quiero como algo más, deseo estar contigo... pero si tú no deseas lo mismo no voy a quedarme sola- Da media vuelta para volver con nuestros amigos que han salido del local y están a poca distancia.
Sujeto una de sus muñecas interrumpiendo sus pasos, tiro de ella atrayéndola hacia mi – ¿Sabes lo difícil que nos va a resultar esto? - la veo sonreír, dioses, como amo su sonrisa...
Aprieto su cuerpo contra el mío... es tan cálido. Mi boca encuentra sus labios... con todas las ganas acumuladas de años, la beso notando el terciopelo de su tacto, me bebo su aliento como si alguien me lo quisiera robar, ella tiembla pegada a mi cuerpo, y noto mi sangre recorriendo furiosa mis venas, ardo... estoy ardiendo por ella, y sé que no podré parar... no esta vez. No hasta saciarme.
Afro da saltitos y aplaude, Mu y Cam se sonríen.
- ¡¡¡Alto ahí!!!- grita Saori severamente señalando hacia Shura y Aioria que avanzan hacia nosotros- Ni un paso más... o no respondo, no os atreváis a interferir en mi vida, ya no más- Saga sácame de aquí por favor, no os preocupéis por mí, todo está bien.
-¡¡Otra dimensión!!, abro un portal y sin soltarla de mis brazos, me adentro en él, aparecemos en Isla Bella y nos dirigimos hacia el lago Maggiore, Italia... nuevamente.
- Ven, busquemos un lugar para nosotros...- sujeto sus manos firmemente, las beso después- ¿estás segura de esto? – ella asiente con la cabeza.
-Y no sólo eso, ¿sabes?, al iniciar nuestro viaje, mientras estuvimos en Jamir, decidí buscar a mi padre..., debía decirle lo de Cam, él... aún la llama Ganímides..., y le hablé de mí, de como me sentía y lo que deseaba. Respetará lo que yo decida.
Ahora soy yo quien sonríe, no puedo dejar de mirarla, pegarla a mi cuerpo, cada vez más...
- Tengo miedo... no sé cómo los demás..., todos en el santuario vayan a tomar esto...- acaricio sus mejillas con mis dedos, su nariz... sus labios...- la beso con suavidad, presionando ligeramente nuestros labios, ella me acaricia la nuca y los hombros-ni siquiera sabemos si va a funcionar, murmuro contra su boca-Shion querrá empalarme...
Ella ríe sin despegarse de mis labios...- No, Shion lo sabe, sabe lo que siento por ti, Saga. Yo se lo dije.
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