Capítulo 11
Que no pase el tiempo, prefiero sentir esto por siempre... abrir los ojos y verla aquí pegada a mí... sentir su calor, poder acariciar su pelo mientras sigue dormida, no quiero que nadie pueda robárnoslo, voy a atesorar estos momentos por el resto de mi vida, tres meses que han sido lo mejor que me ha pasado en todos estos años, con todo el miedo que cargaba dentro cuando viajaba hacia aquí junto a Aioria, no cambio esto por nada.
La estrecho contra mí, mi dulzura, quien me lo iba a decir... de aquella que me devolvió la existencia, que yo mismo me arrebaté varias veces, me ama, ya no puedo entender la vida sin ella, sin su roce, o sin su mirada, aún en la distancia, aún si no me quisiera cerca... yo la seguiría hasta donde fuese necesario.
Estoy acariciando su vientre, aún duerme, y no puedo evitar sonreír... ¿esto es el amor?, la palma de mi mano que descansa un dedo por debajo de su ombligo, sobre su vientre, se siente caliente, un calor extraño, esto no tiene nada que ver con mi ánimo sexual... ni con el deseo, es... otra cosa diferente, cierro los ojos tratando de concentrarme en esa sensación que me lleva a sentir cómo si algo estuviera retumbando en mi interior. Es agradable... pero también totalmente desconocido para mí. Sigue dormida pero una de sus manos se mueve sobre mi pecho, allí queda... quieta, siento perfectamente, con los ojos cerrados el calor de su palma contra el pecho y también soy consciente del propio calor que emite mi pecho contra la palma de su mano... ¿Qué es esto? ¿de dónde vienen estas sensaciones tan intensas?
Sigo con los ojos cerrados... siento un fogonazo de luz, ¿dónde estoy?, sólo soy consciente a medias de su mano sobre mi pecho, y de mi mano sobre su vientre, todo lo demás ha cambiado, estoy en un dormitorio que recuerdo vagamente, la veo... sobre la cuna, ella está llorando.
No quiero estar aquí, no quiero recordar esto...pero ¿cómo evadirme e ir hacia otro lugar más amable cuando no sé qué me lo impide?, me acerco a la cuna dónde ella llora, es la misma habitación de hace casi 20 años, su habitación, no puedo verme a mí mismo, pero sé que estoy ahí, me reconozco porque veo el anillo que pertenecía a Shion en mi mano, y porque lo sé, estoy ahí justo frente a ella. La angustia me hace respirar con dificultad.
La estoy tocando, veo mi mano posarse sobre ella, sostengo una lucha interna enorme quiero huir de aquí, no quiero ver esto, ella deja de llorar de inmediato y agarra uno de mis dedos, emitiendo una serie de ruiditos y gorgojeos adorables. La veo sonreír, arrullándose a sí misma con ese dulce sonido... no aguanto más y la tomo en brazos recostándola sobre mi pecho, la acuno, esa sensación me invade otra vez, la angustia va bajando de intensidad, cuando abre los ojos y me mira me percato de que no es Saori pues tiene los ojos verdes... su pelo es de color similar al suyo pero diferente y aun así...
- Saga... Saga, amor, ¿estás bien? -, abro los ojos y me encuentro con los de Saori, seguimos en la misma posición.
- Abrázame- le pido estrechándola aún más contra mi pecho- sacudido de repente por esa necesidad de sentirme protegido, sin saber muy bien porqué.
- ¿Has tenido una pesadilla? - pregunta mientras me abraza fuerte, reacomodándose entre mis brazos y rodeando mi cintura.
- No, ni siquiera estaba dormido- respondo – pero he tenido unas sensaciones tan extrañas... y ese calor tan agradable que parecía transportarme, aun así... tenía miedo de estar ahí... sacudo la cabeza. He visto un bebé, pensaba que eras tú, he sentido terror por si te hacía daño pero luego no eras tú, no estoy seguro.
- ¿Calor agradable?, ¿te refieres a calor físico? – me pregunta ella, y yo asiento sin hablar- tal vez deberías comentárselo a Cam, ¿no habéis hablado de nada de lo que ella practica ahora?, el calor es algo fundamental, es la forma de energía física que más se nota mientras se practica Reiki y otras terapias para sanar el cuerpo físicamente, se siente calor... pero también sirve para sanar el alma... ¿Un bebé...? - me sonríe.
Seguimos otro rato así abrazados, sin hablar, hasta que ella rompe el silencio.
- Debemos levantarnos, bañarnos y salir por esa puerta, que sepan que estamos vivos...
-He pensado que ya que los chicos saben que estamos juntos... - la voz me tiembla un poco, lo reconozco, aún me cuesta hablar de ello- ¿Por qué no traemos tus cosas aquí, a mi habitación?
- Claro, lo había pensado también- me sonríe y yo respiro aliviado- Así no andaremos de puntillas en la noche por los pasillos buscando el dormitorio del otro.
-Además tu cuarto es muy grande, y hay que mover a los chicos de sitio – ella me mira con sorpresa- ¿no lo habías pensado verdad?, las tres chicas podrían ocuparlo, Shura y Aioria los otros más pequeños, sacamos a Camus de uno de esos y así ellas pueden estar juntas- me hace un gesto con la mano, y acaricia mi rostro sonriendo.
Tras ducharnos y vestirnos con ropa muy cómoda y clara dejamos ventilando la habitación, llevamos las sábanas al cuarto de la lavadora y vamos al comedor, está vacío.
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Al entrar en la cocina... nos miran sin saber que decir.
- Una flor para otra flor – Afrodita se acerca a ella, entregándole una rosa roja- Estás hermosa- me mira de soslayo a mí...
Shura traga saliva antes de carraspear, la verdad es que está gracioso con ese mandil puesto y con la cuchara de palo en la mano.
- Hemos pensado en alimentaros bien, no sabíamos si habríais sobrevivido– mueve amenazante la cuchara de palo- ¡¡hoy toca paella!!
- Huele delicioso, Shura – dice Saori- seguro que sabe mucho mejor-
- ¿Ponemos la mesa en el jardín hoy? – Mu pregunta, se le ve algo nervioso... le sonrío-
- Claro que sí, ¿nos acompañas, Saori?, se la llevan entre los dos y me dejan en la cocina con Shura y Aioria, nos miramos en silencio entre los tres.
Aioria abre un mueble, saca tres copas de vino y del botellero una botella de Rioja, vino del que, por cierto, nos hemos enamorado... rellena las tres y nos da una a cada uno.
- Hay que brindar por la pareja- y levanta su copa, Shura la choca con la suya, ambos me miran, también choco mi copa con ellos– mientras mordisqueo un trocito de queso que robé de uno de los platos de aperitivo que ha puesto Shura sobre la mesa- Salgamos fuera con todo esto, mientras se termina la paella.
- Para la comida os tengo bien fresquito un Marqués de Riscal blanco Sauvignon ecológico que vais a flipar – dice Shura paladeando el rioja, buen tinto... con cuerpo-
- Se pronuncia Sauvignon, mon amour – Camus deja arrastrar las consonantes, correctamente, en su francés natal, mientras abraza a Shura con cariño lo cual hace que yo me sonroje y Aiora los mire embobado, tiene un bonito y suave acento francés, sobre todo cuando habla en español. Ay!! dioses... estos chicos...
Nos sentamos todos a la mesa dando buena cuenta de los aperitivos, nos llega el delicioso olor de la paella y Afro comenta.
- Ay Shurita... si Aldebarán estuviera aquí, competiríais por cocinar, pero seguro que él te alabaría todos estos platos, la cocina española es buenísima y a ti se te da de maravilla, podríais montar un restaurante perfectamente entre los dos.
-Bueno, no creas- contesta Shura- en realidad no soy tan buen cocinero cómo él, ni de lejos, pero las cosas que sé hacer se me dan bien, la suerte que tenemos en España son las materias primas, las carnes, las frutas la huerta, en general, es de buena calidad y bien preparadas... podemos tener comida sana y sabrosa a partes iguales.
- Español presumido – refunfuña Aioria agarrando un trozo de jamón serrano y poniendo los ojos en blanco una vez que se lo lleva a la boca, saboreándolo- esto está de muerte, deberían probarlo Poseidón y Hades, seguro que se les quita la mala hostia...
Estallamos en risas...
- El próximo trozo, pruébalo con tomate, Aioria- le indica Camus- está muchísimo más rico.
- O con melón... -añade Shura – y verás lo que hace una buena mezcla de sabores- mientras Aioria le mira asombrado.
- A decir verdad... no sé yo – digo agarrando de la mano a Saori- si Alde estaría muy pendiente del jamón– sonrío con picardía mirando a Aioria quien también sonríe con complicidad y asintiendo con la cabeza-
- ¿Y eso? – Mu al fin se decide a hablar, paladeando el vino...- ¿Ha pasado algo con Alde?
- Sí, ha pasado – le contesto mientras beso la mano de Saori, cosa que no pasa inadvertida a ninguno- ha pasado lo mejor que podía pasarle... se nos ha enamorado y es correspondido.
Veo cómo Mu abre los ojos sorprendido - ¿Es cierto? – la pregunta suena ansiosa, mientras observa a Aioria... - ¡¡¡cómo no nos lo habéis dicho antes!!! ¿¿Y quién es??
- Shaina – contestamos al unísono Aiora y yo, se hace el silencio, noto como se remueve Saori, la veo esbozar una sonrisa y sus ojos se humedecen.
- ¡¡¡SI!!! – el grito de Camus al tiempo que se pone de pie alzando los brazos nos deja asombrados- Ahhh es perfecto, mi torito se ha enamorado, voy a vigilar a Shaina para que lo trate cómo merece y... bueno en realidad, a ella también la quiero un montón al fin se ha librado de la tontería que tenía con Seiya y de esa relación tan tóxica con el imbécil de Milo, chicos es maravilloso... esos dos juntos y conociéndolos a ambos no será cosa de un rato- termina por abrazar a Mu y los dos saltan a la vez.
Nos quedamos mirándolos atónitos...
- Pues que la felicidad te dure, Mu- argumenta Aioria, riéndose- porque esos dos se gustan mucho, vais a tener que usar tapones para los oídos los de los templos cercanos a Tauro, tal vez esté mal que yo lo diga pero Shaina es un bombón, ha sido una suerte que hayas decidido -mira a Saori ahora- dejar el uso de la máscara de forma optativa, tenemos compañeras muy hermosas... nadie, creo, podía imaginar lo guapísima que es Shaina.
- Yo sí lo sabía, ya las había visto – dice Camus ante lo cual Aioria abre los ojos sorprendidos- a casi todas las amazonas, hice una bonita amistad con Shay, Marin- mira a Aioria- que también es hermosísima y June, otra preciosidad, yo era el rarito entonces... ¿lo habéis olvidado?, o sea no se enamoraron de mi y sigo viva, me aceptaron tal cual no notaban nada masculino en mi que pudiera agredirlas, más abiertas de mente que mis compañeros, y yo... Jamás – remarcó mucho la palabra mientras miraba a Aioria fijamente, muy seria- lo voy a olvidar.
- ¿¡¡¡Asique... Shaina y Alde!!!? -chilló Afro, mirándonos a Saori y a mí- otra parejita más, estoy deseando repartir rosas...- miradilla picarona- en realidad hay pocas parejas en el santuario, eso es algo que debe cambiar...
- ¿Tienes a alguien en mente? – la pregunta de Mu es bastante capciosa y Afro se pone roja como un tomate.
-Bueno ya que estamos con el salseo...- Shura desvía la atención hacia él notando la incomodidad de su amigo- quiero deciros que yo también tengo pareja – en realidad sólo nos está mirando a Aioria y a mí, deducimos que el resto ya lo sabe-
- ¡¡¡Cuñado!!!- grita Aioria mientras se levanta y abraza a Shura.
- ¿Cómo lo has sabido? - Shura le mira confundido.
- Habría que estar ciego para no verlo, mi hermano no deja de suspirar y sonreír como un idiota desde que ha vuelto, siempre le gustaste-las mejillas de Shura se tiñen levemente- enhorabuena, me alegro mucho, lo más importante es que veo a mi hermano feliz.
- Asique ¿Shura y Aioros? – le digo al oído a Saori, ella se gira sonriéndome, hay una luz en el fondo de sus ojos que me conmueve, está feliz con todo esto... me abraza repentinamente y me besa en la boca apretándose contra mí. Escucho risas y aplausos mientras me apodero de su boca cuando nos separamos los chicos nos miran sonrientes y Shura grita:
- La paella está lista- mis tripas suenan...
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- Buff que hartón de comer- murmuro recostado en el columpio del jardín con Saori sentada entre mis piernas.
- Eso es que necesitabas reponer- bromea Shura, alcanzándonos una taza de café solo para mí y una de té verde para ella.
- Afro, Mu, por favor- Saori les llama, ellos se acercan inquietos- tranquilos chicos... os quiero proponer...¿os parece bien que mañana a primera hora nos reunamos?.
- Si- ambos dijeron al unísono... están nerviosos, puedo verlo claramente, más serios de repente, ya es un hecho, si ninguno se echa para atrás, mañana sus vidas habrán cambiado para siempre, estrecho a Saori contra mi pecho, sentada de espaldas a mí, beso su sien, está también tensa... supongo que es normal, responsabilidad y algo de temor por ellos, Camus está tomando café plácidamente observando toda la escena sentada junto a Shura y Aioria, se levanta cuando Mu y Afro le hacen un gesto.
- Observa esto, Saga- Saori acaricia mi mano, miro atentamente... Afro y Mu se sientan en un par de sillas reclinables, Shura se les acerca mientras Camus sale hacia la casa, regresa a los pocos minutos vestida con un conjunto color beis, la parte de arriba es como una camisola larga, la de abajo unos leggins del mismo color, viene descalza y con un par de cajitas en las manos, pone conos de incienso sobre un platillo... pasa sus manos sobre el humo del incienso, agarra una mano de Mu y otra de Shura quien agarra la de Afro y éste, a su vez, la que queda libre de Mu formando un corro entre los cuatro. No puedo evitar pensar en Shaka y sonrío, el aroma del incienso natural me lo recuerda.
De repente se siente algo muy distinto en el aire... paz... relax... , escucho a Cam murmurar algo de Maestros y Seres de Luz... no recuerdo bien, una vez recitada la oración o lo que sea esto, separan sus manos, y ella se coloca tras las tumbonas, y pone las manos en la cabeza de Mu, en sus oídos después, luego en la garganta, hombros, en el centro del pecho y va bajando a lo largo de todo su cuerpo, le lleva un rato, cuando termina con Mu repite las mismas posiciones en Afrodita. Aioria tampoco aparta la vista de ellos, Shura la acompaña y también sitúa las manos sobre otros puntos distintos.
Cuando terminan, es obvio que los asistidos están muy relajados al igual que Camus y Shura.
Miro a Aioria, parece tan asombrado como yo que, además, me he quedado blanco , Cam se acerca sonriendo ligeramente, posa una mano sobre mi cabeza ya la aparta de inmediato mascullando un "Dios!! menudo bloqueo", me mira seria, demasiado seria... Saori se levanta... se queda de pie junto a Cam... que me pregunta... -¿puedo?- mientras acerca sus manos a mi cabeza sin tocarme, hasta que yo asiento sin dejar de mirarla... hay algo diferente en ella cuando baja sus manos a lo largo de mi cuerpo vuelve a subirlas indicando a Saori que se acerque cuando pone la palma izquierda sobre mi pecho y la derecha sobre el pecho de Saori... y murmura "tiene un bloqueo emocional inmenso... de años, pero tú vas a ayudarle"
No entiendo apenas que sucede, sólo siento las manos de Cam presionando ligeramente sobre mi corazón en el pecho, y después a la misma altura en la espalda, diciéndome "Aquí..." Anahata, es tu centro, el chakra del corazón, tienes que visualizar el color verde, es su color y también el color de la sanación... escucho sus murmullos sobre Maestros y Guías, me pide autorización para poder seguir , yo sólo asiento, noto sus manos... calientes... y murmuro -Cam...- Camus siempre tuvo las manos frías, pero parece ser que puede calentarlas a voluntad.
-¿Qué... qué me haces?- pregunto sintiendo una ligera molestia, pero a la vez es un calor agradable...
- Reiki... -murmura ella- algo de lo que todos formamos parte y que, entre todos, conformamos- Aoria se acerca atraído por lo que oye, o tal vez por algo más, se agacha cerca de nosotros sin dejar de mirarnos, me siento flotar... recuerdo a duras penas, mi infancia... veo retazos de ella.
- Asume, Saga, sólo asume y continúa con tu vida, mejorando cada día, aún más de lo que ya has mejorado, eres un ser único y estás destinado a grandes cosas- los demás nos miran atónitos, yo miro a Saori, que me sonríe dulcemente y entonces veo como ella posa las manos en mi cabeza... y recita una oración similar a la que antes recitó Cam... , lo mismo hacen Mu y Afro colocando las manos en distintos lugares de mi cuerpo, Camus indica a Saori que deje mi cabeza y ponga las manos sobre mi corazón ocupando su lugar.
- Es aquí donde él te necesita...- Afro y mu se colocan cada uno en un lateral de mi cuerpo y Shura a los pies, todos colocan las manos sin llegar a tocarme, a excepción de Aioria, que nos mira expectante, todos participan.
La Maestra (Cam) se coloca a la altura de mi cabeza... y posa sus manos una en mi frente y otra en mi garganta y me indica -Respira hondo, Saga- los siento en las partes de mi cuerpo donde tienen puestas sus manos, un calor que va ascendiendo, se siente muy agradable y no es nada invasivo. Soy invitado a participar en mi propia sanación y acepto esa invitación porque estoy consciente que hay aspectos de mi persona que me impiden avanzar y ser feliz, el miedo me paraliza a veces. Al mismo tiempo algo de temor porque siento que esto no va a resultar sencillo, percibo claramente la energía de mis compañeros, y de Saori, sobre todo la de ella, trato de visualizar en todo momento el color verde, y entonces las veo.... Esas llamas de colores a mi alrededor, no me juzgan, sólo están ahí para ayudarme, me siento caer hacia abajo... recordando cosas que tenía sepultadas en mi memoria, cosas como el profundo dolor que sentí al verme obligado a encerrar a mi hermano, cuando supe de su maldad y de la mía, una mezcla rara de sensaciones me impulsa a negarme aquello, pero sí, estoy sintiendo lo que sentí aquella vez. Y entonces sin previo aviso siento como la mano de Cam se mueve suave sobre mi garganta desatando el nudo que allí había y noto las lágrimas bajando por mi rostro llegando hasta mi barbilla, cayendo sin freno.
-Tranquilo, amor... suéltalo-la voz de Saori me reconforta- todo está en aceptar nuestros actos, aprender de ellos y luchar por ser justos y equilibrados...- soy, gozosamente capaz de sentir sus manos en mi pecho y su energía, no es su cosmos es otro tipo de energía, son sus emociones humanas, sus sensaciones, soy capaz de reconocer a cada uno de mis compañeros entre todas esas luminosas presencias gracias a lo que, cada uno de ellos, siente por mi, no sabía que era tan afortunado. Incluso puedo ver a Aioria rodeado de una luminosidad azul celeste, todos... todos somos energía y compartimos el mismo espacio.
Pasado un momento que soy incapaz de determinar... sus manos se apartan, siento los labios de Saori sobre mi mejilla, y sus brazos rodeándome...
- ¿Estás bien, amor? – sonrío negándome a abrir los ojos, quiero que esa sensación permanezca.
- Adoro cuando me llamas amor- la miro abriendo los ojos tras un lapso breve, y creo que mi mirada denota todo lo que le profeso, nos han dado el espacio necesario para que yo me recomponga, abrazado a ella.
- Estarás regular unos días...- me dice mientras posa sus labios en mi sien...- abandonar ciertos patrones de comportamiento es doloroso, pero ya no podrás seguir manteniéndolos, te has comprometido en tu sanación...
- Creo que entiendo el concepto, no voy a sanar si no quiero sanar realmente, yo debo hacer que suceda- ella asiente en silencio.
-Saga... ¿podemos hablar? - Aiora nos mira a ambos- quédate Saori, por favor, he hablado con Camus... yo quiero esto Saga, Cam se ha ofrecido a iniciarnos a ambos ¿sabes que con esto podemos ayudar a mejorar todo nuestro entorno?, no he podido participar de tu "sanación" por no estar iniciado y protegido convenientemente, el resto ya está en segundo nivel de reiki y aparte de tratarse a sí mismos pueden tratar a otros yo me voy a iniciar mañana ¿tu quieres?, podemos hacerlo ambos.
- Si no hubiera sentido lo que he sentido, tal vez no querría, pero lo necesito.
-Bien – Camus se acerca a nosotros, sonriendo- entonces mañana mientras Afro y Mu se reúnen con Saori, nosotros podemos realizar un día de reiki, os explico bien en que consiste, respondo dudas, y os inicio de primer nivel, tendréis que daros reiki a vosotros mismos durante los 21 días que dura el periodo de limpieza, también podréis dar reiki a plantas, animales más adelante, para practicar... por suerte siendo quienes sois... estáis en optimas condiciones para que esto vaya rápido.
Ambos asentimos, no puedo dejar de mirar a Cam, sé que no es consciente de su propio cambio y del que ha obrado en nosotros en el poco tiempo que llevamos aquí, y no me refiero a su exterior, sino interior... emite paz... calma y sosiego, cuando entra a una estancia es capaz de transmutar la energía a su alrededor, no quiero ni pensar de lo que sería capaz si estuviera enamorada, el reiki es amor en estado puro, hacia tus semejantes, eso me lo dejó claro hace un momento.
- Acepto – le dijo jovialmente.
- Una cosa más, y tenéis que ser conscientes de ello- ambos la miramos con interés- vuestras vidas jamás volverán a ser las de antes, el Reiki saca de vuestra vida toda la energía negativa y malas conductas que os hacen daño, aleja todo lo que ya no necesitáis para evolucionar, pero abandonar esto a veces resulta desgarrador, tenéis que aprender a soltar a dejar ir todo aquello que no aporte positividad a vuestra vida.
Aioria se ríe de repente, y todos le miramos esperando a que nos diga que le hace tanta gracia.
-Es que – nos dice hipando de la risa- me estoy imaginando la cara de Dohko cuando nos escuche llamarte Maestra, porque ahora serás nuestra Maestra ¿o no?
Cam enrojece hasta la raíz del cabello.
- Pues sí, pero seré vuestra maestra sólo porque os habré iniciado, resolveré vuestras dudas o arrojaré algo de luz, el maestro interior lo tenemos todos y a él debéis escucharle, Maestro no implica estar por encima de, en este caso solo llevo mas tiempo practicando Reiki que vosotros pero nada mas, esto nos iguala a todos, ¿entendéis? no es cuestión de competir, sino de estar bien con uno mismo y el entorno, nada más. Ayudar a otros si os piden ayuda y, sobre todo, compartir.
Se van dispersando por la casa y el jardín, me quedo a solas con Cam, me acerco a ella y tomo sus manos entre las mías.
-Cam... creo que Dohko podría llamarte Maestra si te escucha hablar así, me siento muy orgulloso de ti, mucho– sonrío con evidente emoción pues me siento muy conectado a ella. Pero me lleno de inquietud cuando me mira directamente a los ojos sosteniéndome la mirada sin atisbo de temor o sonrojo y me dice con total seguridad.-
- Tu... las has visto- me sonríe.
- ¿Que quieres decir? - vuelve a clavar su mirada en mí, apretando mis manos más fuerte.
-Has visto a tu hija- el estupor me invade cuando comprendo de golpe.
- La falta de amor, Saga, sólo se cura con amor, y tu vas a experimentar el amor a todos los niveles posibles.
- Siento que el santuario ya no es mi lugar – ella sigue con sus manos en las mías...y sonríe enigmáticamente antes de abrazarme.
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Qué les espera ahora a Saga y Saori? Saga acaba de admitir, ante Cam, que el Santuario ya no es su hogar.
Aioria y Saga han decidido formar parte del grupo de Reiki que ha creado el resto y van a ser iniciados.
Que será de Mu y Afro?
Respuestas a todo esto en el siguiente capítulo.
Espero que os guste y comentéis.
Las estrellitas son gratis y regalarlas te deja una piel maravillosa ( lo dice Afro) 😍
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