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ADVERTENCIA: Este contenido es mío y solo mío, cualquier parecido con otras historias es mera coincidencia o referencia, si no se dice lo contrario.
Se advierte de escenas o lenguaje no aptas para todo público. Se recomienda mantener la discreción.
***
Al día siguiente de mi futura tortura, el único día más tranquilo que puedo recordar después de la llegada de Patrick a mi vida. Mi hermano y Patrick para mi mala suerte al tener varios gustos por lo extravagante en mujeres, se hicieron muy grandes amigos en los 10 minutos en los que me tomo despertar (de su rara combinación sabía que algo malo iba a salir de ellos). Al terminar de resolver los problemas de mi hermano y no conseguir que volviera a casa, regresamos derrotados (y más yo por no aguantar a más gente conmigo), en la tarde pudimos hablar entre los tres con total tranquilidad sobre lo que haríamos con mi hermano y finalmente acabo el día que aun quería disfrutar.
A la mañana siguiente, apenas estaba despertando de mi sueño tranquilizador cuando recibí un mensaje, era el imbécil, así que conteste con la tranquilidad de todos los días.
/¿Qué quieres animal? ¿Qué no vez que aun es temprano?/
Y ni tarde en responder eso, que me comenzó a llamar casi de inmediato.
- Como si tu sueño fuera tan importante -contesto molesto al mensaje-.
- En vez de tus mensajes si -respondí de igual forma molesta por su comentario-.
- ¿Por qué siempre me tratas así?
- ¿Por qué debería no hacerlo?
- *agh* No discutiré contigo por aquí. Me podrías pasar tu ubicación.
- ¿Para qué?
- Porque ya estoy aquí.
En ese momento si que sentí el verdadero terror, ¿Cuál había sido su maldita prisa de llegar tan temprano?
- ¿Por qué demonios llegaste hoy?
- Para tu mala suerte fue tener el vuelo de mañana para hoy, y peor, temprano.
- Maldición Roel, ten la ubicación -le mande la ubicación con intenciones de romper mi teléfono- Trata de que el Ober no use la ruta larga, te cobrará más.
- Vale, ahorita te veo.
- Si. Como digas.
Estaba en shock, no sabía que hacer, y lo peor, tenía que ir al trabajo. ¡Por dios todo estaba mal! Me levante de inmediato y comencé a prepararme lo más silenciosa posible, pero para mi suerte siempre hubo alguien que se levantaba más temprano que yo (o eso decía).
Cuando ya salía a medio peinar, abrí la puerta y encontré el imbécil num. 2 con una bandeja de comida.
- Buenos días princesa.
- ¿Qué rayos haces despierto tan temprano?
- Quería levantarte con el desayuno en la cama. Como muestra de mi amor -lo dice con una sonrisa de cinismo-.
Yo solo lo miro como si estuviera buscando que hiciera algo para romperle la cara, pero mejor guarde mis golpes para otro momento.
- No debiste hacerlo, sabes que yo desayuno en el trabajo.
- Eso no es cierto, tu jamás desayunas, te conozco de hace años y siempre dices que desayunas y no es cierto.
-lo pasó de largo y cierra la puerta- Puedes dáselo a mi hermano, y tu también cómelo. Debo llegar temprano al trabajo.
- Querida, ¿Qué no es tu día de descanso?
- ¿QUÉ? -saque mi celular y me di cuenta de que era cierto y caí rendida en la pared- Por dios...
- ¿Qué demonios viste para que te dejara así de distraída?
- Nada, e estado demasiado frustrada del trabajo que ya todos los días pienso que es trabajo -se aleja de él y camina hacia la puerta de su cuarto nuevamente dándole la espalda- Ahora solo quiero dormir más.
Ella apenas tomaba la perilla de la pierna cuando él la sostuvo primero y la arrincona en ella.
- ¿Quieres dormir? -preguntó inclinándose hacia mi, mientras le daba la espalda-.
Solo paso un momento de silencio cuando él me tomo de la cintura y me cargo como si fuéramos recién casados, lo único que vi en ese momento fue a mi hermano saliendo de su cuarto viéndome cargada, estar frente a el mientras nos veía sorprendido y solo cerro la puerta nuevamente como si nada hubiera pasado; volviendo con nosotros, al entrar al cuarto solo recuero que me aventó hasta la cama (por suerte no revote y caí), y él también se aventó como si fuera su propia cama, jugo un rato con las cobijas y yo intentando detenerlo me uní a su pequeño juego (si te soy sincera fue una mañana bastante divertida y por un momento me sentí tranquila), los dos jugando como si fuéramos niños pequeños hasta que él se me aventó encima, en ese momento ambos teníamos nuestros rostros viéndonos a los ojos, uno frente al otro, su camisa blanca brillaba hasta parecer un ángel, él se acercaba lento hacia mi mirándome y viendo hacia mi boca repetidamente, y no lo niego, también apreciaba su boca tratando de acercarme, pero antes de cualquier movimiento de ambos, tocaron el timbre, ambos nos detuvimos como si fuéramos jóvenes descubiertos y nos alejamos rápido.
- Quédate aquí, yo iré a ver -se levanta rápido directo a la puerta sin verla-.
- Si ve, yo limpiare aquí -trataba de decir aun en la cama nerviosa-.
Mientras él se iba yo solo me quede sentada en mi cama viendo esos recuerdos apenas vividos preguntándome ¿Por qué también lo quería?, recuerdo que me tocaba la boca pensando en el beso que no sucedió, pero mis pensamientos se borraron ante otro que llego de golpe ¿Quién fue quien toco la puerta?
- (¿Será aquí?) -pensó Roel-.
- ¿Quién toca? -le habré Patrick-.
- Oh disculpa, creo que me equivoque de apartamento.
- Un momento -lo escanea lentamente de pies a cabeza-, ¿Tu eres quien se quedara con Verónica?
- ¿Conoces a Verónica? -pregunto sorprendido-.
- Si, de echo si la conozco.
- ¡Oh eso es genial! -dijo con un tono de entusiasmo ingenuo-, ¿Sabes donde esta? ¿O donde vive?
- Ella... vive aquí.
En ese momento, ambos se quedaron callados por lo que pareció una eternidad, hasta que Verónica interrumpió ese silencio llegando por detrás de Patrick.
- Roel -avienta a Patrick hacia atrás de ella con velocidad-, por fin llegas.
- Y-yo lamento interrumpir, no sabia que tenias compañía aquí -recalco aun confundido-.
- No, fue mi culpa, debí decirte que alguien también se quedaría en mi casa.
- ¿Cómo dices? -replico Roel-.
- Ahora te explico, por favor pasa -le extendió la mano hacia adentro-.
Al termino de esas palabras aventó a Patrick más atrás dejando pasar a Roel, y este viendo por detrás de ella al otro chico ahí pasando frente a ellos.
- Siéntate, estas en tu casa -menciono Verónica-. ¿Quieres algo de desayunar? Patrick hizo el desayuno.
- No, estoy bien, comí antes de venir -deja su maleta a lado suyo con desconfianza-. Pero gracias.
- Si tienes hambre deberías comer, esta recién echo -introdujo Patrick a la conversación acercando su mirada a él-.
- Como dije, comí algo antes de llegar aquí. Pero gracias nuevamente -respondió con tranquilidad-.
Al escucharlo, Roel solo lo siguió de igual forma con la mirada hasta que Patrick se sentó enfrente de él como si lo estuviera analizando de forma despectiva, con una mirada muy fija y entrecerrada en él.
Recuerdo que mientras calentaba algo, ellos se estaban viendo como queriendo decir algo más que solo las miradas que se tenían, el ambiente se torno muy pesado mientras ellos seguían mirándose entre si con miradas extrañas, cuando en eso llego mi hermano alertando aun mas la situación.
- ¡VERONICA! -grito Luis alertando a los dos chicos que rápidamente clavaron su mirada en él-. ¿Qué hay de desayu-
Antes de siquiera terminar él se quedo callado mirando a los dos chicos frente a él y con un gran puchero exclamó.
- ¡Por dios Verónica, ¿Otro chico más?!
Tanto los chicos como ella lo miraron y ella rápidamente lo calmo.
- Mejor siéntate Luis, que ya voy a servir.
Luis aun sin comprender la situación se sentó a lado de Patrick viendo a Roel de manera distante desviando la mirada y posicionándola en Patrick quien solo veía a Roel.
De forma de quitar esa tensión Verónica entro rápidamente con platos de comida que sirvió entre ellos y rompiendo el silencio de las miradas mortales que se tenían, sentándose entre ellos.
- Se que deben tener muchas dudas ustedes tres pero ya las voy a aclarar.
Los tres dejaron de verse y la voltearon a ver rápidamente.
Sentí un gran escalofríos en mi cuerpo por como los tres se dejaron de ver y me voltearon a ver a mi, pero proseguí.
- Primero. Roel, el chico que se sienta como si no le importara que es casa ajena es mi hermano, Luis.
- Soy yo -levanta la mano como participación en la escuela-.
- El que esta a su lado es Patrick-
- El compañero sexual de Verónica -interrumpiendo mi presentación-.
- ¡¿Perdón?! -preguntaron todos shockeados-.
- ¡Claro que no! -interrumpí rápidamente y exhale- Patrick es solo un INQUILINO que también pidió quedarse en mi casa.
- ¿Ósea que él no es nada tuyo? -pregunto Roel con un rostro impaciente y algo sorprendido aun-.
- Solo es mi amigo-
- *Ugh* -se toca el pecho fingiendo una herida de bala y volviendo a interrumpir- Eso me dolió mas que mil flechas en mi cuerpo princesa.
-lo mire con cinismo y proseguí volteando ver a Roel- Patrick al igual que mi hermano se quedan a vivir conmigo al igual que tu. Por un cierto tiempo algunos -mire a esos dos en el sillón mandando esas indirectas bien directas-.
- Pero yo me quedare más -replico Patrick para molestar-.
- ¿Y tu cuanto te piensas quedar aquí Roel? ¿Así te llamas o no? -se metió mi hermano a la conversación-.
- Eso es algo que Verónica y yo acordamos. No se si ella quiera decirles -menciono dirigiendo su mirada dulce hacia mi-.
Forma en la que fue poniendo la situación aun más en mi (grande el Roel).
- No es de su incumbencia así que no deben saber -recalque ante esos dos lo cual note que si los confundió y molesto masa Patrick-.
- ¿Y que piensas hacer aquí? -pregunto Patrick volviendo como su postura directa hacia Roel-.
- Eso no te debería de importar -respondió directamente a Patrick también tomando una postura hacia él-.
- ¿Ah si? -se inclina hacia él- Pues si voy a vivir aquí contigo, mejor dinos a que te vas a dedicar mientras te quedes, porque no me quedare con alguien que puede lastimarme.
- Lo mismo digo, quien sabe de que alcantarilla te recogieron -respondió con malicia en su tono-.
- ¿No será hacia otros a quien te refieres con eso? -respondió ya con mas hostilidad-.
El ambiente cada vez se ponía más tenso, y yo ya estaba cansada de sus indirectas de muerte.
- Ya basta los dos -ambos se dejaron de ver para verme con esa mirada competitiva entre ellos-. A los dos los recogí por consideración, solo mi hermano es el invitado con derecho de quejarse sobre algo.
- Que halago -resoplo Luis-.
- Así que ya basta los dos, y ninguno de ustedes es un peligro para la sociedad si se van a estar mofando por eso todo el tiempo que estén aquí. Es mi casa y si alguno de ustedes se quiere ir es bienvenido a hacerlo -extendió la mano hacia la puerta-.
Con eso los logre callar por un momento hasta que se miraron entre ellos con esa mirada desafiante y molesta, y con resoplidos bastante fuertes, al darme cuenta de eso mejor decidí separarlos por un momento.
- Ven conmigo Roel, te mostrare donde vas a dormir -me levante y Roel me siguió tan rápido como me levante-, y ustedes desayunen, que tu tienes que irte a trabajar y a ti -lo miro y solo desvió la mirada- tu vas a hacer los mismo.
- ¡Que genial! -respondió Patrick con un entusiasmo fingido-.
- Ven Roel, trae tus cosas.
Ambos salimos de la sala y podía sentir esa mirada reprimida de Patrick que al igual que yo nos veíamos de reojo. Pero para evitar lo que apenas ocurrió, mejor abrí la puerta del tercer cuarto que tenia como estudio, lo cual alerto a los otros dos quienes rápidamente se estiraron para vernos desde el pasillo. Ambos entramos y él se deslumbro lo que era un pequeña oficina bien ordenada y bastante iluminada, ya que era la habitación con mas iluminación en todo el día (mi mejor decoración de todo mi departamento).
- Wow -recarga su maleta en la pared y camina hacia adentro de la habitación-. Es la habitación más hermosa que e visto.
- Es la habitación que más me gusta de todo mi departamento, después de la mía obviamente, pero te advierto una cosa, si alguna de las cosas que están aquí desaparece, él que desparecerá de la fas de la tierra serás tu -me acerque a él tocándole el hombro con total hostilizad amigable-.
- Yo traigo mis propias cosas, no te preocupes, solo con que tampoco desaparezcan las mías aquí estaremos bien.
- ¿Lo dices por ellos verdad? -pregunte sabiendo a donde se dirija la conversación-.
- La verdad, confió más teniéndote aquí que teniéndolo a él solo. Tu hermano no es el gran problema, es él.
- ¿Patrick te intimida? -pregunte con sorpresa-.
- Solo... no me cae bien -camina un poco hacia adentro de la habitación-. Tal vez es la mala primera impresión, pero si esto continua no creo que cambie de opinión.
- Con que se toleren en el mismo lugar seria lo ideal. Ambos vivirán juntos por un cierto tiempo, y aunque no les guste es su único lugar de vivienda. O bueno, más para él que para ti.
- ¿Lo defiendes?
- Lo digo porque tu ya viviste en otros lados, y él no.
Él se volteo hacia mi y con una expresión en su rostro que me inquieto de inmediato, una expresión de total fragilidad que traspiraba a la sinceridad absoluta, una que jamás le había visto esa expresión antes, lo que me asusto en un momento, y más por como se acercaba a mi con esa expresión.
- Entonces, ¿Quieres decir que él tiene más prioridad para ti que yo en estos momentos?
- Para serte sincera, si. Solo porque él no conoce a nadie aquí como tu.
El soltó una pequeña simulación de una sonrisa y dijo algo que hasta ese momento no entendí, pero que se quedaría en mi como algo que no debí esperar.
-exhala- Si va a ser así, será mejor que muestre también mis intenciones antes de que comience a pelear enserio -respondió con una sonrisa tierna hacia mi, mirándome aun con total calma-.
Esa frase no la logre entender, después de que su mirada se fijara en mi, hasta dejarme por un momento sin palabras.
- Bueno bueno, ya es hora de que te instales mejor. Tu cama por falta de presupuesto es una cama plegable, y un colchón algo viejo -camine un poco a un pequeño mueble y lo abrí-. Aquí puedes poner tu ropa, y cualquier cosa que traigas. La ropa la lavamos los fines de semana y dependiendo del horario de trabajo es como nos vamos a repartir la disposición de las tareas domesticas y compras. Así que esta no será una estadía gratuita del todo, incluyendo gastos del departamento
- Descuida, estaré de acuerdo con lo que se me asigne la dueña.
- Eso es bueno de escuchar. Pero bueno, te dejo para que te alistes y te acomodes, yo iré a desayunar ya.
- Claro, y buen provecho.
- Claro -sonreí con cordialidad y me fui cerrando la puerta detrás de mi-.
Al irme solté una sonrisa con felicidad sobre el solo pensamiento de tenerlo cerca durante todo el trayecto a la sala, pero mi felicidad interna duro poco por la interrupción de Patrick parado frente a mi.
- ¡Por dios Patrick! -grite pero luego susurre y lo lleve mas a la sala- ~¿Qué rayos te pasa? ¿Hace cuanto estas ahí?~
- Hace un buen rato. Y estoy notando que a él lo dejas dormir en tu habitación privada pero a mi me dejas en el closet como perro castigado.
- Porque se que él no rompería algo que fuera de otra persona -me aparte de él y me dirigí a la cocina-.
- Por dios Verónica, no me vengas con eso -menciono siguiéndola hasta llegar a la cocina- ¿Es acaso por lo que sientes por él?
Al oírlo me acerque a él rápidamente y le tape la boca recargando contra la mesa.
- No vuelvas a decir eso, y más teniéndolo a él cerca.
Él alejándome y alejando mi mano mientras le daba un beso en mi palma con tristeza dijo.
- ¿Qué?¿Te preocupa que nos escuche?
Y mirándolo de esa misma forma le respondí.
- Me preocupa que lo digas y si te escuche.
Él aun tomando mi mano y dejándola en la mesa suavemente con la de él encima solo las miro y comenzó a alejarse.
- Ya lo empiezo a odiar más -dijo mientras volvía a sentarse-.
Exhale y cambie de tema mirando a mi alrededor.
- ¿Dónde esta mi hermano? -pregunte a Patrick con altavoz-.
- ¡Ah, eso! -exclamo con indiferencia- Después de que te fuiste a charlar con tu amiguito dijo que iría de nuevo a hablar con tus padres, y después a trabajar. Que te avisará cuando venga de regreso.
- Vale, estaré al pendiente de eso.
Después de servirme de comer Roel regreso a la sala con un traje algo refinado, que al verlo mi corazón latió muy rápido por un segundo.
- ¿Ya te vas? -pregunte al verlo tan formal-.
Recuerdo que Patrick me vio y luego volteo a ver rápidamente a Roel con molestia.
- Si, ya tengo que ir de nuevo.
- ¡Por fin! , ahora si que hay por algo por lo cual celebrar.
Roel soltó una mirada morbosa y un gesto antipático ante su bromita.
- Tengo que ir al trabajo, hubo un accidente en la fabrica.
- Descuida, ve -respondí con una mirada asertiva-.
- Gracias, tratare de regresar antes de la cena.
- Si, pero antes toma -me acerque a él y le entregue unas llaves-. Estas son mi llaves, y las ocuparas cuando llegues a entrar de nuevo, así no necesitaras llamar aquí para pasar.
- Muchas gracias.
Respondió con alegría y sin que nadie lo esperara él se acerco y beso su mejilla despidiéndose con una enorme sonrisa mirándola con un brillo deslumbrante en sus ojos.
Aun recuerdo que después de que beso mi mejilla susurro algo que aun me sorprende de que lo dijera.
- ~Lamento si no te pedí permiso, y si no te gusto~.
Al terminar de decirme eso aun puedo recordar como sentí como me sonroje al verlo tan feliz por el pequeño gesto que no tengo idea si fue por eso o por otra cosa que lo haya puesto así, me quede sorprendida y mas por el echo de que no se porque sentí que ese beso peso mas que otros que le había dado antes.
Al termino de esas palabras Roel dejo rápido el departamento y cerrando la puerta detrás de el sin hacer tanto ruido.
Mis mariposas en el estomago seguía rodando incluso cuando se fue, pero se desvanecieron cuando Patrick molesto se acerco pegando en la puerta.
- ¡Maldito hijo de perra!
- ¡Patrick, cállate, ¿Por qué gritas?!
- ¡Ese maldito te beso, no debió hacer eso, no en mi presencia!
- ¡¿Y quien te dio derecho de permitir o no quien me besa?!
- ¡Desde que-! -antes de terminar de decir algo él me miro por un segundo y tragando sus palabras con frustración solo dejo ir un leve y pesado suspiro- Nada. Solo me hierve la sangre cada vez que esta cerca de ti.
- ¡Apenas llego, ¿Cómo eso te afecta?! -conteste con enojo-.
- ¡Por eso mismo, porque apenas llego y ya te esta besando y recibiendo más afecto por parte de ti que yo!
- ¡Por dios Patrick, tu hiciste peores cosas en cuanto llegaste, y él hizo mejor el tacto que tu!
- ¡¿Y te gusta nada más por eso?! -preguntándome ya con enojo y yo con el mismo temperamento respondí-.
- ¡Si, él tiene al menos un mejor sentido de caballerismo en si, y peor que eso al menos él tiene la decencia de hacer las cosas!
- ¡No me puedes decir eso!
- ¡Si puedo, y tu lo sabes!
Al terminar de decir eso el solo corrió a la mesa de la sala y tomo lo que pudo tomar, y se volvió a mi con una mirada de frustración y molestia palpable.
- Sabes que, mejor me voy yo también.
- ¿Y a donde iras? -respondí como molestia también-.
- A buscar algo que me mantenga alejado de la idea de que le gustes a otro chico y que a ti te guste también.
Después de decir eso, él tomo sus llaves y salió dando un portazo detrás de él. Al irse caí rápidamente sobre un mueble a mi lado y solo tuve la fuerza para mandar un pequeño mensaje que rápidamente se recibió.
/Necesito tu ayuda/
***
El tiempo paso en todo ese día que después de esa batalla quedo en total silencio. Hasta que mi conciencia llego justo para una junta.
El sonido de la puerta interrumpiendo el silencio del departamento alivio mi frustración y fui a abrir la puerta, era Jessica.
- Tienes que contarme todo.
Yo solo sonreí y la deje entrar.
Después de que ella me conto todos los problemas que tuvo en el trabajo (porque ella no descanso como yo ese día) yo le conté los míos y pasamos toda la tarde después de su trabajo hablando y hablando hasta casi las 10 (lo mas tarde que un adulto trabajador aguanta).
- Por dios Verónica, no entiendo porque sigues jugando a la casita con esos chicos.
- Ni yo, tal vez si lo se en una parte de mi ser, pero ya no se porque.
- Si lo sabes, pero te niegas a aceptarlo.
- Lo se, ¿Pero que más puedo hacer?
- O aceptar a uno de ellos o dejarlos ir a los dos, hay muchas opciones en eso.
- ¿De que hablas?
- Tu sabes muy bien que Patrick quiere contigo, que no lo quieras aceptar ese es tu problema.
- Sabes que jamás lo veré de esa forma.
- ¿Estas segura de eso? -deja su vaso copa y me mira con esa expresión juzgadora suya-. Después de como te sentiste cuando estuviste con él en la mañana, algo en ti sabes que creció, ¿Por qué? Tal vez porque también te gusta.
- ¿Y qué pasa con lo que siento por Roel?
- Tu has estado enamorada de él por mucho tiempo incluso después de lo que le paso con su ex, y lo sabes, y lo que desencadena el echo de que te guste es que tienes a dos chicos que al parecer ahora están compitiendo por tu cariño y por tu atención ya que hay otro sujeto de por medio; de lo contrario no serian tan hostiles entre si. Es como la ley animal, lo cual es horrible pero hace que nosotras nos sintamos importantes.
- Se lo que quieres decir con eso -me pare y comencé a pasearme-, pero yo ya no se como lidiar con el echo de que a esos dos hombre los quiero, me gustan pero ninguno de ellos llega a lo que espero del otro.
- Ilumíname con eso Verónica. ¿Por qué no quieres elegir entre ellos?.
- Es como dices la ley animal entre dos seres que se interesan en mi hace que sienta que soy importante, pero la cuestión es el echo de que esos chicos me gustan, porque ambos tienen cosas que el otro no.
- Ok, explícate.
- Patrick es lo que yo describo como un "hombre" solo que más pedante y más horrible como ser humano, es rudo fuerte, directo y pedante; y Roel es dulce, sincero, caballeroso, es tierno al tacto, detallista incluso con las palabras. Ambos tienen cosas que me gustan de los dos por separados, Patrick es rudo pero cuando trata de ser sincero no lo logra demostrar y lo hace con expresiones de decepción por no cumplir con lo que quiere, incluso con demostrarme que le gusto, porque se que le gusto, pero no llego a entender del todo que es lo que quiere; por otro lado Roel me entiende, sabe como desenvolver la situación de forma más civilizada, pero él no es completamente fuerte con el mismo, lo conozco de hace años y es contado las veces que él a perdido el control en presencia mía. Patrick es directo y fuerte emocionalmente, y Roel es sensible y cariñoso conmigo, son las dos cosas que de ambos me gustan pero no del todo lo que querría por completo.
- Sabes que puedes tener una relación poliamorosa si no te decides.
- Primero, no me gusta eso, segundo, ambos ni se soportan, y tercero, eso solo hará que esa relación acabe, y sinceramente se que ninguno va a querer ceder incluso conmigo de por medio.
- Entiendo tu postura, pero la de ellos también importa, a ellos les gustas, yo quisiera tener así a dos hombres peleándose por mi pero no soy tu, y aunque tu los quieras no puedes jugar con los sentimientos que tienen por el simple conflicto entre ellos. Y es claro que ellos jamás van a ceder de estar contigo a menos de que elijas entre ellos. La pregunta será a quien elegirás.
- Si tuviera una respuesta para eso ya estaría con alguien a mi lado, y no tomando estas decisiones.
- No puedes seguir dudando Verónica, y más por el bien de ti y de ellos. No defiendo sus actitudes prepotentes entre ellos, pero eso te hará ver la verdadera cara de los dos.
- ¿Un conflicto les hará sacar su verdadera cara?
- Pon eso a prueba en todo el transcurso que estén aquí, solo que no hagas nada que lo lleve al limite. Y para que eso no pase habla con ellos, si aceptan tendrán que hacerlo.
- ¿Y si no aceptan?
- Eso tendrás que discutirlo con ellos.
- Lo hablare con ellos.
- Y me contaras todo el progreso. Por hoy ya me voy.
- Quédate, tomaste demasiado para que manejar.
- Créeme que si por mi fuera me quedaría a ver como discutes eso con ellos, pero no creo que tu ropa de trabajo me quede para mañana.
- Quédate, es por tu seguridad.
- Bueno, ya que -acepto sin pelear-. Ojala aun tengas mi uniforme de la universidad por un rincón de tu armario.
- Puedes usar mi ropa, solo con que no te vomites esta bien.
- Bueno, ya me iré a dormir entonces, me baño y me muero.
- ¿No quieres cenar?
- Nah, solo quiero dormir. El jefe se puso más prepotente con la situación de la nueva gestión de espacio.
- Mañana lo podre ver. Pero por ahora no quiero pensar en eso.
- Bueno, ya lo tendrás que soportar. Descansa Vero, nos veremos en tu cama.
- Descansa Jess.
En cuanto se fue yo exhale y viendo la hora, que aun recuerdo que ya pasaban de las 11 mejor me fui a cocinar, sabia que llegarían los tres ya tarde, así que al menos algo de comida les dejaría para cuando llegaran.
Cuando termine me fui a mi cuarto y decidí dormir a lado de Jessica sin despertarla (aun recuerdo como se quedo mas que perdida y solo me quedo reírme de ella en silencio. A eso de las 12 oí que alguien entro, y después de eso caí dormida, pero sabia que poco después llegarían los demás.
***
Bueno esto es todo amixes, espero y disfruten este capitulo, y que tengan una hermosa noche.
Bye bye :3
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