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Capítulo 9: Bastardo mitad mitad. Descubrir.

La noche volvió a caer, y los demás estaban celebrando, las nuevas parejas echas y con la bendición para tener un buen futuro por delante reían y bailaban alegremente.

Izuku no dejaba de mover su cola alegremente, el festival estaba en su máximo esplendor, eso ponía al pecoso muy feliz, el ambiente era increíble y el aroma de alegría estaba en el aire inundando todo.

El pecoso buscaba a Katsuki, lo había perdido hace un momento entre toda las personas que estaban en el lugar, y tantos aromas extraños y ansiosos le hacía difícil la tarea de buscarlo por el.

-Asi que tú eres el Omega de Bakugou.- una voz gruesa a su espalda le hizo detenerse.

Se volteó rápidamente para ver quien era, se encontró con un chico que tenía el cabello bicolor, mitad blanco y mitad rojo. Con una extraña cicatriz en su lado rojo.

-Bueno, si lo soy, ¿Quien eres?- el pecoso le preguntó bajando una oreja mostrando su curiosidad.

-Shoto Todoroki.- fue lo que contestó el alfa de cabellos bicolor.- la verdad me alegra que Katsuki haya encontrado a alguien, así al viejo no se le subirá la grandeza.

Izuku abrió los ojos totalmente sorprendido, ese joven al frente suyo es hijo de Enji, el mismo que quería enlazar a su hija con su Kacchan.

Aunque al oír el veneno en la voz del alfa bicolor, no pudo evitar pensar en que obviamente ellos tendrían una mala relación. No se metería en eso, no era alguien que se metía en asuntos delicados así por así.

-Yo nunca supe que Kacchan ya estaba comprometido con alguien, fue una sorpresa escuchar eso después.- Izuku murmuró con una ligera sonrisa divertida, y el alfa bicolor también sonrió levemente.

-¿Quieres ir a sentarte un rato?, Quisiera hablar contigo.- Todoroki pidió e Izuku asintió un poco inseguro.

El Omega tenia la sensación de que había olvidado algo, pero no le dió mucha importancia y fue con el bicolor hasta una parte algo alejada del bullicio, habían troncos de madera que sería como asientos.

En aquel lugar estaban dos personas más, una Omega de cabellos castaños, cortos hasta sus mejillas redondas, y un alfa de cabellos oscuros, alto.

-¡Hasta que llegas Todoroki, es de mala educación llegar tarde algún encuentro!- regañó el de cabellos oscuros moviendo sus brazos de formas extrañas.

-Si, solo me atrasé un poco porque encontré a alguien en el camino.- informó el bicolor presentado al pecoso.

Izuku estaba nervioso, no conocía a ninguno así que estaba algo incómodo.

-Soy Izuku Midoriya.- se presentó dando una sonrisa, y los dos desconocidos también le sonrieron en grande.

-¡Soy Ochako Uraraka, es un gusto conocerte Midoriya!- la Omega se acercó y estrechó la mano del pecoso con energías.

El Alfa en cambio solo hizo una reverencia formalmente.

-Soy Iida Tenya, es un placer.- se presentó y le sonrió levemente. Eran amigables eso le agradaba, Izuku sonrió ante la ilusión de haber encontrado nuevos amigos.

Por otra parte, Katsuki buscaba a su pareja entre las personas, ¡No tenia ni idea de cómo fue que lo perdió!

"Tenía que ser Deku"

Pensó internamente soltando un suspiro. Solo Deku se podría perder de esa forma, hace un momento estaba al lado suyo y al siguiente ya no estaba.

No sabía en qué momento se apartó de el, pero ahora no le encontraba por ninguna parte, con tantas personas alrededor y aromas, sabía que no lo iba a encontrar tan fácil.

Ni siquiera gritando, pues había mucho ruido, Katsuki se estaba molestando e iba a comenzar a llevarse a todos lo que se encontrará en el camino.

-¡Hermano!- la voz de Kirishima le sacó de sus pensamientos, el alfa de cabellos rojos estaba agarrado de la mano con el cara de idiota.- ¿Que haces solo aquí?

Katsuki bufó molesto, mirando de mal forma a su amigo -casi hermano-, Kirishima y Denki no entendía lo que ocurría.

-El Estúpido de Deku se perdió, y ahora no de dónde putas está, cuando lo encuentre me va a escuchar.- Katsuki estaba que echaba humo, de verdad iba a castigar al pecoso cuando lo encontrará.

Eijiro miró un momento a Denki y viseversa, los dos estallaron en carcajadas molestando más al rubio. Katsuki gruñó enojado, estaba frustrado, solo quería encontrar a su pareja.

-El solo estará curiosando por allí, no te exhsaltes tanto Bro.- Kirishima estaba divertido con la situación, sabía que Katsuki estaba preocupado, pero no lo iba admitir.

-¿Buscan a Izu-chan?- Tsuyu apareció de repente asustando al Omega rubio, quien saltó a los brazos de su pareja al escucharla tan cerca suyo.

-¡No asustes de esa forma Tsuyu-chan!- exclamó el rubio colocando una mano sobre su pecho, suspiraba aliviado.

La Omega solo le miró con su rostro inexpresivo y colocó un dedo en su mentón.

-¿¡Viste a Deku, cara de rana?!- preguntó el rubio en casi un grito, y la Omega de cabellos verdes asintió.

-Lo vi con el hijo menor de Enji hace un rato.- informó ella sin cambiar de expresión, en cambio Denki y Eijiro sintieron un escalofrío en el cuerpo.

-Bastardo mitad mitad.- si antes Katsuki estaba molesto, ahora estaba iracundo, iba a volver al bicolor en pedacitos con sus propias manos.- ¿En donde los viste?

Katsuki preguntó con una voz extrañamente calmada, incluso Tsuyu se asustó un poco por ello. Ver el rubio de esa forma no significaba nada bueno.

La Omega solo se limitó señalar a la dirección en donde los vió pasar, y Katsuki no esperó a nadie para irse.

-¡No hagas nada estúpido!- Kirishima le gritó, pero no sabía si le había escuchado.

-Definitivamente hará algo estúpido, deberíamos ir también.- murmuró el Omega rubio mirando como Katsuki se iba a pasos largos.

Los tres se miraron un momento entre si antes de ir tras el alfa.

Katsuki iba a matar, bueno, no solo matarlo, iba a tortura al bastardo mitad mitad, le iba a sacar los ojos y hacérselos tragar para que pudiera ver como le sacabas las tripas con sus garras.

Sus orejas se movieron al oír la inconfundible risa de su pareja, apresuró el paso a su origen y fue hasta donde estaban.

Pero toda su ría cayó en picada al ver la escena al frente de el. Deku no estaba solo con el bastardo mitad mitad, con ellos estaban tres más.

La coleta de caballo, la cara redonda y el bastardo raro, Izuku estaba sentado en el medio de las omegas y reía por las cosas que estaba contado.

El pecoso al verlo movió la cola como un cachorrito y corrió hacia el con los brazos abiertos, le costó un poco atraparlo ya que tuvo que salir de sus pensamientos.

-¡Kacchan!- exclamó el pecoso feliz cuando lo abrazó.- ¡No sabía en donde estas, te busqué pero solo me perdí más, entonces Todoroki apareció y me trajo aquí, dijo que me ibas a encontrar, me presentó a su pareja Yaoyorozu y sus amigos, ellos...!

Katsuki tuvo que taparle la boca con una mano, Izuku hablaba muy rápido y no le entendía bien lo que decía. El rubio miró por encima del hombro del pecoso, los demás solo le miraban con una ligera sonrisa, y aunque fulminó al mitad mitad con la mirada no les dijo nada.

Solo cargó al pecoso como un costal sobre su hombro y caminó de regreso. Izuku chilló avergonzado y llamó al rubio pero fue ignorado por completo.

-¡Kacchan, al menos déjame despedirme...!- Izuku se removió como un gusano, pero solo se ganó un apretón en su trasero que le hizo chillar aún más avergonzado.- ¡Kacchan!

El pobre Omega estaba más rojo que una fresa, dejó de removerse para no recibir otro golpe o apretón en su parte trasera, así que solo se tapó la cara para no ver a nadie mientras era cargado.

¿A donde? No tenia ni idea.

-Estas en problemas, Deku.- la voz tétrica del alfa le hizo saber que en verdad estaba en problemas.

El Omega fue llevado lejos de la multitud que ignoraba todo lo que ocurría. Reconoció el camino como el que iba a su carpa, y supo que Katsuki lo llevaba allí.

Pronto llegaron, fue metido en ella para después ser tirado en la cama de pieles, se quejó e iba a protestar, pero no pudo porque Katsuki le besó de manera posesiva.

Izuku se sentía abrumado, poca veces tenían besos como ese, era feroz y demandante, se sentía liviano y su cuerpo se calentaba. Le hacía alfa el aire y solo podía jadear y gemir contra la boca de Katsuki.

El rubio se separó cuando le hizo falta el aire y admiró el desastre que había echo con su pareja. Temblaba lleno de espasmos, su cara rojita por la avergüenza, y la saliva que se escurría de su mentón.

Era una buena imagen que se encargaría de guardar en su cabeza.

-K-kacchan~- Izuku jadeó tembloroso, respiraba un poco agitado, pero buscaba calmarse.

-¿Por qué desapareciste así?, ¿Sabes cuánto te busqué?, Y de paso estabas con el bastardo del mitad mitad.- Katsuki le regañó mientras le mordía las mejillas pecosas.

Izuku se quejó entre risas y jadeos por aire, aún no se recuperaba por completo, y Katsuki no le dejaba hacerlo.

-Lo siento, en un momento estabas allí y después te perdí, no sabía en donde estaba. Pero Todoroki me encontró y me llevó con sus amigos.- Izuku explicó las cosas mirando al rubio con sus ojitos de cachorro regañado, incluso tenía sus orejas gachas.

El pecoso jugaba sucio y lo sabía, Katsuki solo bufó y jaló más las mejillas del Omega.
Haciéndolo quejar, pero sin llegar a lastimarlo.

-¡No me mires de esa forma, no por eso te vas a salvar!- aunque lo dijera de esa forma, también estaba divertido por la situación, la cola peluda del rubio que se movía sin parar lo podría comprobar.- Deku idiota.

-Tambien te quiero, Kacchan.- el pecoso le contraatacó dejando un pequeño beso en la mejilla del mayor.

El sonrojó que cubrió al rubio hizo reír al pecoso, sobre todo con su ceño fruncido, además de que pareciera como si no supiera como proseguir.

Pero el pecoso de pronto se pudo algo serio y nervioso, un sonrojo cubrió su nariz y se apegó al pecho del mayor.

-O-oye Kacchan...- Izuku pareció dudar lo que iba a decir, y pareció como si se hubiera arrepentido despues de un momento.- no es nada, ¿Ya no estaremos en el festival?

-No es muy importante, prefiero estar aquí ahora, pero no cambies de tema.- Katsuki tomó del rostro al pecoso para hacer que lo mirará.- dime qué era lo que me quería pedir hace un momento, y no te acobardes, Deku.

El sonrojó en el rostro del peli-verde se incrementó, se mordió el labio inferior no sabiendo cómo hablar, pero al final le miró directamente a los ojos, estaba determinado.

-¿P-podemos hacer lo mismo que h-hicimos ese día en la c-cueva?- Izuku preguntó y el rubio alzó las cejas sorprendido.

El silencio reinó en el lugar e Izuku se arrepintió de haberle preguntado, e iba a retractarse, pero Katsuki le volvió a besar impidiendo que lo hiciera.

-Asi que eres un pequeño cachondo, ¿No?- el rubio preguntó mirando divertido como el rostro del Omega se volvía más rojo y negaba.

-¡N-no es eso!- exclamó avergonzado, Izuku sintió como las manos del rubio se colaban por debajo de su ropa haciéndolo suspirar.

-¿Ah no?- preguntó el rubio con ironía y llevó una de sus manos al pecho del pecoso para pellizcar de manera suave un pezón.- ¿Entonces por qué te pones así con solo un par de toques?

El aire alrededor del Omega se volvió algo pesado y caliente, Katsuki sonrió ante eso, le gustaba ver lo que podía hacer con algo tan simple.

-Es p-porque es Kacchan.- Izuku murmuró en un suspiro cuando sintió un pequeño tirón en su pezón.

Arqueó su espalda sintiendo su cuerpo calentarse más. Katsuki sonrió de lado mientras seguía apretando a gusto los pezones del Omega.

-Que bueno que lo entiendes, solo yo puedo tocarte, el que lo haga lo mataré.- Katsuki se inclinó sobre el pecoso una vez más, y mordió el labio inferior de éste antes de besarle.

Izuku solo pudo suspirar antes de que su boca fuera invadida de nuevo, la lengua de Katsuki le exploraba por todas partes sin ninguna vergüenza o impedimento.

La ropa del pecoso fue quitada de su cuerpo, hacía frío por el invierno que estaba a la vuelta de la esquina, pero la carpa mantenía el calor dentro, además de que el mismo cuerpo del Omega estaba caliente por la excitación.

El sudor le ponía la piel brillante, los pezones rojos, hinchados, y erectos. Sus pecas resaltadas por el tono rojizo que tenía su piel. Y su entrada, húmeda y caliente.

Katsuki disfrutaba de todo eso, besaba y chupaba con ansias uno de los pezones duros del pecoso, mientras tenía una mano en la parte baja de éste, tocaba y tanteanba su mojada entrada.

E Izuku se retorcía casi como un gusano por las sensaciones, eran tal y como las recordaba. Su respiración agitada y sus gemidos podían comprobarlo.

-K-kachan.~- Izuki gimió el apodo que le había colocado al rubio, arqueaba su espalda de vez en cuando al sentir los dedos presionar contra su agujero rosa.

La boca caliente del Alfa sobre sus pechos también era una sensación exquisita, se iba a volver adicto a eso, y Katsuki sería el responsable de todo, quizás no debió mostrarle ese placer tan mundano.

Pero no era que se arrepintiera de haber conocido ese tipo de sensaciones, pero le hacía más difícil esperar al día de la ceremonia para probarlo por completo, sabía que este pequeño placer de ser toqueteado por encima no se podría comparar a una unión completa.

Y quería, de verdad que quería, por todo lo santo del mundo, quería sentir ese placer del que le habló Katsuki, ser llevado al éxtasis como le había dicho con sorna más de una vez.

Además de se llenado más, los dedos del rubio se sintieron muy bien, pero sentía que le hacía falta algo más grande, más caliente, su Omega Interior le exguia eso, queriendo ser llenado por la polla del Alfa.

Tendría que esperar, y lo sabía, Katsuki quería llevar a cabo la tradición que tenían los demás en su manada.

No podía simplemente pedir que lo hicieran, debía respetar su desición y la tradición, después de todo también era un miembro de la manada Bakugou, y debía cumplir con ella también.

-¡Kacchan!~- el pecoso arqueó su espalda con fuerza cuando sintió dos dedos del alfa entrar por fin. Tembló y soltó un quejido bajo por la intromisión.

-¿Duele?- preguntó el rubio al ver como el pecoso hacia una ligera mueca de dolor, pero el pecoso negó con los ojos llorosos.

-N-no, es que no estoy acostumbrado, solo eso.- Izuku murmuró con la voz rota, e iba hablar nuevamente, pero solo un gemido salió de sus labios cuando Katsuki embistió con sus dedos su interior.

-Oh, bien. Puedo hacer que te acostumbres.- respondió el alfa con malicia mientras seguía moviendo sus dedos en el interior del Omega.

Golpeaba profundo con sus toscos dedos, los abría y cerraba tocando por todas partes las paredes cálidas. Sintiendo como eran succionados de tal forma, que le pedía a gritos ir más allá.

Katsuki sentía su propia erección, dura y dolorosa entre sus pantalones. Pero no le prestaba atención, solo quería darle placer a su pecoso, escucharlo gemir y jadear por el era todo lo que necesitaba.

-¡Ah, Kacchan!~- el pecoso arqueó su espalda de repente, sacudiéndose más.

Había tocado aquélla bolita de carne que volvía al Omega loco por el placer, incluso el mismo pecoso movía sus caderas al ritmo de los dedos.

Era una pequeña mierda lujuriosa, aunque también era inocente, a su forma.

¿Podía alguien ser tan adorable y ser endemoniadamente caliente también?

No sabia, solo sabía que a su pecoso le gustaba ser tocado por el, recibir el placer que le daban sus manos callosas.

Contradictorio, pero no le importaba mucho, así era su omega. Lujurioso y al mismo tiempo inocente, quizás solo era un explorador de esas sensaciones.

-¡Katsuki!~- gimoteó el pecoso haciendo que la polla del alfa diera un salto entre sus pantalones.

-Mierda.- maldijo Katsuki sintiendo sus pantalones apretarse más.

Por una mierda que le dolía, y le gustaría atenderla, pero no quería, primero sería atendido el pecoso y después el se atendería.

-Mira el desastre que eres, tu lubricante resbala de mis dedos y cae a las pieles.- Katsuki se agachó lo suficiente como para decirles esas palabras en una de sus peludas orejas.- aprietas mis dedos como si tu vida dependiera de ello. ¿No estás muy ansioso?

Izuku gimió totalmente sonrojado, más de su lubricante salió de él por la excitación que sentía, las palabras sucias que le decía Katsuki al oído solo le ponía más caliente.

-Ka-kacchan~- gimoteó con la voz quebrada, abrazó al rubio por el cuello atrayendolo para poder besarlo.

Katsuki no se negó a ello, le besó con fuerza, metiendo su lengua en la boca del pecoso, era un beso intenso y sucio, como los de antes. Llenos de pasión y deseo.

El alfa siguió con las embestidas fuertes, sus dedos entraban y salían con rapidez de la entrada del omega, tocando rítmicamente la próstata.

Haciendo que Izuku viera las estrellas y tocará el cielo. Katsuki quizás consentía demasiado a su pareja, la podría volver una bestia hambrienta por el placer, pero no le importaba, y cumpliría con cada petición suya.

Cuando se separaron del beso por falta de aire, Izuku gimió fuertemente mientras se corría sobre su abdomen y pecho.

El pecoso quedó respirando de manera agitada, sus mejillas rojas y sus ojos brillantes, empañados por las lágrimas de placer.

-Se... sintió bien~- jadeó con el aliento contenido, le gustaba la sensación después de correrse, su cuerpo quedaba hormigeante y al mismo tiempo ligero.

Izuku vió con su rostro más rojo que una fresa, el como Katsuki se lamía los dedos llenos de su lubricante, era vergonzoso.

¿Como le podía gustar tanto algo como eso?

-¿Ya te entró la timidez?- preguntó el rubio con malicia mientras lamía sus dedos, y el pecoso solo se tapó el rostro soltando un par de chillidos.- venga, hay que terminar de limpiarte.

Izuku jadeó sorprendido al sentir como Katsuki se acomodó para lamer su abdomen, y bajó hasta su entrepierna dormida para seguir limpiado con su lengua.

-¡No, Kacchan eso es suci..ah..!~- Izuku maldecía su cuerpo débil ante las caricias que recibía el rubio, en cierto modo era frustrante, pues lo podía tener a sus pies con un par de toques.

-Sabes bien~- Katsuki ronrroneó suavemente antes de meter el pequeño miembro del omega en su boca, chupaba de él los restos de fluidos que tenía.

E Izuku abría por reflejo más sus piernas y arqueaba su espalda al sentir tal cosa, una sensación nueva, y cálida, le gustaba.

Katsuki dejó la pequeña polla y bajó más, tomó las piernas del pecoso y las alzó para tener mejor acceso y meter su rostro al fondo.

-¡No!, ¡K-kacchan!~- el pecoso gimió de sorpresa y algo atónito, no sabía que el alfa podría meter su rostro entre sus piernas para lamer su entrada.

Podía sentir como la lengua de Katsuki se paseaba con seguridad en esa zona, lamiendo todo el lubricante que había quedado allí.

Katsuki solo gruñía de satisfacción, podría hacer eso todas la veces que quisiera y nunca se podría aburrir. El lubricante del Omega era el néctar más delicioso que había probado jamás.

El alfa no dejó la pequeña entrada en paz, hasta que no dejó rastro de nada allí, todo lo había lamido y comido. Katsuki alzó su rostro para ver al pecoso. Izuku tenía su rostro jadeante y rojo, con sus ojos llenos de deseo.

Katsuki pasó su dedo índice por su mentón, recogiendo el rastro de lubricante que había allí antes de meterlo en su boca, esa acción hizo gemir a Izuku de manera temblorosa.

-Hay que vestirte de nuevo.- dijo el alfa como si nada mientras comenzaba a ponerle la ropa, Izuku se preguntaba cómo podía ser así, era como si nada le diera vergüenza.

Izuku se dejó vestir, incluso ayudó un poco en ello, pero algo llamó su atención.
Y llevado por su curiosidad lo tocó, Katsuki soltó un gruñido de sorpresa cuando sintió la mano del pecoso en su aún, dura entrepierna.

-Kacchan también está excitado.- murmuró el peli-verde más para si mismo que para el rubio.

Aunque debió imaginarlo, y ahora que lo pensaba, Katsuki nunca antes se había complacido como lo hacía con el, el rubio solo se concentraba en hacerle sentir bien.

"¿Todo éste tiempo se estuvo aguantando?"

Se preguntó internamente con algo de admiración y tristeza, aguantar algo como eso no debía ser fácil, pero aún así Katsuki lo había echo solo para complacerlo.

Izuku miró a los ojos al rubio con determinación, el también quería ayudarle a sentirse bien, así como el se sentía. Y aunque no sabía mucho, o nada, lo iba a intentar.

Por otro lado, Katsuki miraba al pecoso sin saber que decir, no quería presionarlo a algo como atenderlo aún, además de que el era era nuevo en ese tema.

-Kacchan, quiero ayudarte.- Izuku exigió dejando en un pequeño cortocircuito al rubio, quien se quedó en blanco un momento.

Se podría negar y encargarse el solo después, pero el brillo de determinación en los ojos del pecoso le hicieron dudar.

No sabía si debía dejarlo hacerlo, pero antes de que pudiera dar una respuesta. Izuku ya lo había tumbando sobre las pieles, y se había sentado sobre sus piernas.

El pecoso, dirigió sus manos a la hebilla del cinturón de Katsuki, tenía su rostro rojo de vergüenza, pero aún así no se detenía.

-No hagas esto si no quieres, Deku, no te presiones.- Katsuki habló, tomando las manos del peli-verde, pero éste le miró fijamente y supo que no cambiaría de opinión.

Su rostro decía, "lo haré quieras o no"
Ya no podía hacer nada con eso, además, no podía negar, que quería darle un poco de alivio a su pobre polla, y también quería saber lo qué Izuku era capaz de hacer.

Katsuki soltó las manos del peli-verde y dejó desabrochar sus pantalones, bajó su cierre, con sus manos un poco temblorosas, y dejó que su polla erecta fuera liberada.

Izuku quedó atónito por el tamaño de semejante polla, y tragó en seco al como daba un pequeño brinco.

-¿C-cómo puedes tener eso entre las piernas, y se supone que irá d-dentro de mí?- jadeó con sorpresa mirando como el rubio contenía una risa.

Las verdad Katsuki estaba orgulloso de su miembro, estaba muy seguro que una vez el pecoso se acostumbrara a el, le iba a gustar bastante, por lo menos no quedaría con hambre.

-¿Aún estás seguro de ésto?- aunque quisiera bastante, no quería que lo hiciera por obligación.

Pero Katsuki se sorprendió, cuando el pecoso tomó la enorme erección en sus manos, y comenzó a masturbar. Era un toque tímido, pero se sentía bien, según el alfa.

El rubio se recostó en las pieles al sentir las caricias que le deban las manos cálidas y tímidas del pecoso.

Por otro lado, Izuku tenía una guerra en su cabeza, no sabía que hacer exactamente, pero quería seguir, tenía curiosidad por saber cómo podría hacer llegar al alfa a un orgasmo.

Izuku apretó un poco la erección entre sus manos, y la movió también, un poco más rápido, de arriba a bajo. Se animó al escuchar un gemido ronco del rubio.

El pecoso miró como más líquido salía del glande, pasó sus dedos por la punta mojando más la erección con el líquido pre-seminal, siéndo más fácil seguir masturbando por ello.

Su nariz se movió al captar el aroma que salía de la polla, era viril, el aroma a excitación del Alfa. Otra curiosidad le llegó por eso.

"¿A que sabrá?"

Pensó internamente, si a Kacchan le gustaba su parte baja, entonces a el también le podría gustar.

-¿D-deku?- Katsuki abrió los ojos totalmente sorprendido, al ver como el pecoso se echaba un poco para atrás y tener mejor alcance de su rostro su polla.

Pero lo que más le sorprendió fue el ver como Izuku bajaba la cabeza, hasta que su aliento cálido pegó en su miembro, antes darle una lamida en la punta.

Para Izuku el sabor ciertamente era contradictorio, era amargo, pero al mismo tiempo dulce. Una mezcla extraña, aunque podría tomarle el gusto, no se detuvo pese al llamado de su alfa.

Se atrevió a meter la punta de la polla en su boca, y la chupó teniendo cuidado de no usar sus dientes, siguió con el trabajo de masturbar, pero también tenía el glande del alfa en su boca.

La saliva se resbalaba de su boca mojando más, hacía que el miembro se volviera más resbaladizo y pegajoso. No supo porqué, pero el pecoso sintió que su propia entrada comenzaba a lubricar de nuevo.

El placer que recorría a Katsuki en ese momento nunca lo había sentido antes, sentir que otras manos que no eran las suyas, lo masturbaban, además de tener una cálida boca atendiéndolo también, era completamente placentero.

La lengua del peli-verde ayudaba en el proceso de succión, se paseaba por su glande lamiendo todo el líquido pre-seminal. Y sus manos pequeñas no dejaban de moverse de arriba y abajo, apretadas alrededor de su base.

Fue por instinto completamente, ni siquiera le había dado la orden a sus manos cuando se metieron entre el cabello verdoso del Omega, y le empujaron hacia abajo, enterrado de golpe toda su polla hasta la garganta del pecoso.

Izuki abrió los ojos sorprendido, la respiración le hizo falta y las arcadas de vómito no se le hicieron esperar, aguantó lo mejor que pudo en ese momento. No se podía mover, las manos del Alfa en su cabeza le mantenían allí.

Aunque ciertamente Izuku no se esperaba que el rubio comenzará a embestir contra su boca, la polla de Katsuki llegaba hasta su garganta y salía hasta el glande de manera rápida y fuerte.

-A-ah, Deku.- Katsuki jadeó perdido por completo en su placer, se había estado conteniendo mucho tiempo.

Pocas veces Izuku podía respirar, eran solo un segundo antes de que su boca volviera ser invadida. Quizás era masoquista, pues, lo estaba disfrutando bastante, esa manera brusca en la Katsuki llenaba su boca, le hacía voltear sus ojos hacia arriba.

Katsuki dió un último gemido ronco antes de correrse, para eso, dió una última estocada fuerte y dejó su polla metida en la garganta del pecoso mientras soltaba su carga.

Izuku no podía hacer mas que aguantar la respiración mientras que por su garganta pasaban los chorros de semilla, las tragaba.

-¡Oh, Deku me dejé llevar!- Katsuki se dió cuenta de lo que había echo, y ahora se sentía culpable, pues no sabía cuándo había lastimado a su pecoso.

El Alfa soltó el cabello del pecoso, y admiró por un momento la imagen frente a el, Izuku tenía las orejas gachas, como si fuera un cachorro regañado, su rostro estaba rojo, sus ojos empañados y brillantes. Aún tenía su polla metida hasta el fondo de su garganta, pero se las arreglaba para mirarle.

Debía dejar de verlo si no quería tener otra erección, le ayudó a sacarse la polla de la boca, dejando hilos de saliva y semen conectados al Omega.

Izuku tosió, recuperando el aire perdido en sus pulmones, y cuando pudo respirar bien, se agachó de nuevo para terminar de limpiar con su lengua los restos de fluidos que habían quedado.

-Está bien, Kacchan. Estoy bien.- respondió al fin el pecoso cuando terminó de hacer su trabajo.

Katsuki pudo respirar mejor al oír eso, y sus ojos de dirigieron al pantalón del pecoso cuando éste se sentó sobre sus piernas de nuevo.

-¿Te corriste de nuevo?- preguntó ciertamente asombrado, e Izuku se sonrojó y asintió levemente sintiéndose descubierto.

-Es que...se sintió muy bien...- respondió el pecoso jugando de manera tímida con sus dedos. Katsuki solo le miró con algo de miedo.

"¿A qué clase de fiera eh creado?"

(...)

Wenas~

No pensé que ésto me fuera salir tan largo quedé :0
XD

Las cosas se pondrán un poco más calientes de ahora en adelante. Nuestro izu-bebé querrá descubrir más cosas del placer~

F por las bolas del Kacchan. Las van a escurrir.

Espero les haya gustado. No olviden su voto.

Hasta la próxima.

Zaorycast. ✨✨

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