Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPITULO III: "EL ENCUENTRO"

Victoria:

Y ahí estaba yo esperando que llegara un completo desconocido a mi casa y mis padres pretendiendo que lo recibiera con los brazos abiertos, esta situación solo me ponía de mal humor, y para relajarme un poco decidí escribirle a Lu "Hola bitch, ¿Qué haces?", mis padres estaban hablando, pero yo intentaba no prestarles mucha atención, en eso Lu me responde, "Organizando la nueva ropa que compre en mi closet ¿Y tú?", no lo podría creer Lucrecia estaba obsesionada con las compras, hace apenas tres días fuimos de compras juntas, "¿Otra vez de compras Lu?, pero bueno tengo que contarte algo muy importante" Le envié el mensaje y justo cuando me estaba respondiendo, tocaron el timbre de la casa y ahí supe que la pesadilla iba a empezar. Diana, una de nuestras empleadas domésticas fue a abrir la puerta y dirigió hacia donde nos encontrábamos a él dichoso Marcelo, yo estaba dándole la espalda, cuando mi mamá dice muy hipócritamente.

- Querido Marcelo, bienvenido a nuestra mansión, estas como en tu casa, ¿Cómo estás? - Dice mi fastidiosa madre tratando de empatizar con el chico, yo aún sigo sin voltear a verlo, simplemente no quiero hacerlo, me fastidia.

- Muy bien señora Alonso, encantado de estar aquí - dice el chico, y vaya que tiene una encantadora voz. - Es un placer para mí conocerlos por fin señores, pero una pregunta ¿Es ella su hija? - Pregunta con un tono de burla en su voz y eso me hace sentir fúrica, pero trato de calmarme.

- Claro que sí, Marcelo te presento a mi hija Victoria - dice mi mamá mientras me toma de los hombros haciéndome voltear para ver a aquel chico, que sin duda era muy hermoso, cosa que no iba a decir en voz alta, él me miraba con una malévola sonrisa en su rostro, mientras me extendía la mano para saludarme.

- Mucho gusto Marcelo Montiel, para servirte - dijo aquel chico mientras yo permanecía en trance, pasaron alrededor de quince segundos cuando por fin le extendí la mano de vuelta y le respondí.

- El gusto es mío Marcelo, soy Victoria Alonso, cualquier cosa que necesites aquí estaré, literalmente - dije sarcásticamente, es obvio que no haré nada para hacerlo sentir en casa, porque estoy segura de que sólo está fingiendo frente a mis padres y es obvio que él no sabe de lo que soy capaz. Al parecer mis padres ya tenían que irse, porque mi papá hizo su intervención después de mucho tiempo en silencio de su parte.

- Bueno querida, es hora de irnos y ustedes chicos espero que se lleven muy bien en todo este tiempo que vamos a estar por fuera, recuerden que aquí en casa solo estarán ustedes dos, hagan que la convivencia sea llevadera, que se diviertan chicos - finaliza mi papá su intervención y yo sigo perdida con todo esto, al principio pensé que solo era broma, pero ahora con todo esto, sé que es cierto y no me queda de otra más que aceptarlo. Mis padres se despiden de mí, luego de Marcelo y luego se van hacia el aeropuerto dejándome sola con este chico guapo.

Yo de inmediato le doy la espalda con la intención de subir las escaleras e irme a mi habitación, cuando de repente Marcelo me toma del brazo y me hace voltear, quedando nuestras caras a pocos centímetros, y eso me hace poner muy nerviosa, es entonces cuando me dice el estúpido.

- No tengo la más mínima intención de que nos llevemos mal, todo está de tu parte chiquita, ya sabes lo que debes hacer para que nos llevemos bien - Y me guiña el ojo de una forma muy atrevida. Es ahí cuando yo me suelto abruptamente de su agarre, sintiéndome indignada.

- Ni se te ocurra volver a tocarme, no eres quién para hacerlo idiota, y entre tú y yo no va a pasar nada, eso te lo puedo asegurar - le digo al infeliz, luego me doy la vuelta y subo las escaleras hacia mi habitación, me recuesto un rato en mi cama a pensar en todo esto que está pasando, entonces llego a la siguiente conclusión, es claro que él quiere tomar todo esto como un juego y si él quiere jugar, jugaremos, pero a mi modo.

Después de esa meditación, decido darme un baño para relajarme un poco en la bañera, después de estar media hora dándome tan merecido baño relajante, me dirijo a mi armario y me cambió de ropa, poniéndome unos shorts de mezclilla, un suéter rosa oversize y mis vans blancas, tomó mi bolso, mi celular y las llaves de mi auto, y bajo las escaleras, porque tengo pensado ir a la casa de Lu a contarle todo lo que está pasando.

- ¿A dónde crees que vas? - escucho la odiosa voz de Marcelo, y tiene un tono autoritario, como si pudiera controlar todo lo que hago.

- Eso es algo que a ti no te interesa - le respondo de forma odiosa y salgo de mi casa, me monto en mi auto y voy rumbo a casa de Lu, que queda a unos quince minutos de mi casa. Manejo con calma, con la intención de despejar un poco la mente y no sentirme tan frustrada, pero todo es en vano, en primer lugar por el desapego de mis padres conmigo y en segundo lugar porque no les importa dejarme con un desconocido, que ni ellos saben de lo que es capaz, pero las personas a mi alrededor me darán la tranquilidad que necesito, además mañana empiezan las clases en mi instituto y debo estar tranquila, empezar el último año me da mucha emoción y mas porque volveré a ver después de estas largas vacaciones a mi crush, aunque es algo sin futuro y de cierta forma imposible, eh estado enamorada de Alessandro Carvajal desde hace muchos años, con solo verlo se me acelera mi pobre corazón.

Todos esos pensamientos me hicieron el camino mucho mas corto, en un abrir y cerrar de ojos ya estaba frente a la casa de Lu, estacione mi coche, me baje y toque el timbre de la entrada principal de su casa, me abrió Aurora la nana de Lu, me saludo con un abrazo y yo me dispuse a subir las escaleras hacia la habitación de Lucrecia. Ella estaba acostada mirando su celular y cuando me vio quedo muy sorprendida, y eso es porque no le avise que vendría.

- Lu, disculpa que haya venido sin avisar, pero tengo algo muy importante que contarte, mas que todo porque necesito que alguien me escuche - le dije mientras rompía en llanto, y hasta ese momento me di cuenta de las ganas que tenia de hacerlo, me duele muchísimo la actitud de mis padres. Lucrecia de inmediato se levanto de su cama y me cobijo en sus brazos, y al mismo tiempo me daba besos pausados en la cabeza, esto era justo lo que necesitaba para estar un poco mejor.

- ¿Qué fue lo que te paso para que estés así Victoria? - me pregunta un poco confundida, y al ver que yo solo lloraba, me dijo - Cariño es evidente que estas mal, pero te escuchare cuando estés lista para contármelo - y eso era lo que me hacia sentir segura cuando estaba con mi mejor amiga, su comprensión, cariño y paciencia hacia mí, es como esa hermana que nunca tuve. Después de calmarme un poco me separe de Lu, me limpie las lagrimas y luego la mire decidida a contarle todo aquello que me atormentaba.

- Lu mis padres se fueron de viaje nuevamente, y eso no es lo que me duele, el problema es que se van por seis meses, justo en mi ultimo año de instituto, justo un mes antes de mi cumpleaños, y lo peor de todo es que en vez de dejarme quedar aquí en tu casa, prefirieron traer un completo desconocido a casa - le dije muy rápido y ella solo me miraba sorprendida.

- Para tu carro acelerado Vi, ¿Cómo que no te quedaras conmigo? ¿De que desconocido me hablas? - me pregunta un poco sacada de onda y es muy entendible que este así.

- Créeme que les pedí quedarme contigo, pero no accedieron, y todo eso se debe a que habían hecho un acuerdo con su nuevo socio de Londres, en el cual pactaron que su hijo se quedaba en nuestra casa los seis meses que mis padres no estarán, y de esa forma yo tendría compañía y al padre de Marcelo le daba tiempo de comprar una propiedad aquí, porque a ese imbécil se le ocurrió la brillante idea de estudiar aquí - le dije a Lu, esta vez tratando de hablar mas despacio, para que me entendiera todo lo que le quise decir, Lucrecia solo me miraba sin entender nada y yo mas que nadie la comprendía, porque así mismo estaba yo cuando mis padres me informaron todo esto.

- ¿Y por lo menos es lindo el tal Marcelo? - me pregunta pícaramente, y ahí estaba Lu siendo Lu, ella siempre pensando en hombres, jajajajajaja.

- No te voy a negar que es muy guapo y tiene una voz muy varonil, pero ese no es el punto Lu, es que ahora con un desconocido en casa no se que hacer y aparte es un completo idiota, si vieras como se comporto de amable frente a mis padres y cuando ellos se fueron, fue todo un pervertido - le dije con la intención de que se enfocara en el problema que esto representaba.

- Solo tengo algo que decirte Vi, trata de enfocarte en la escuela es lo único que importa, no te preocupes tanto por si el chico guapo esta en tu casa o no, cada quien tiene sus responsabilidades y sus distracciones, si el uno no se mete en la vida de el otro, no pasara nada, así que relájate querida - me dice tomándose todo esto con mucha calma, y ese es el problema el se ha propuesto hacerme la vida imposible, con eso que hizo hoy en casa, pero prefiero no decirle nada a Lu para que no se preocupe en lo absoluto por esto.

Y entre tanta platica sobre el primer día de clases y el ultimo año de escuela se nos pasa el tiempo super rápido, estábamos muy concentradas en lo nuestro, cuando de repente tocan la puerta y era la nana de Lu, para decirnos que bajáramos a comer, ni siquiera nos habíamos percatado que era de noche ya, como se nos pasa el tiempo cuando estamos juntas. Bajamos las escaleras y fuimos al comedor, y ahí estaban sus padres esperándonos.

- Buenas noches señores ¿Cómo están? - los salude, y vaya que tenia tiempo sin verlos, ellos también trabajaban duro como mis padres, pero trataban de pasar el mayor tiempo posible con Lu, ella es la luz de sus ojos.

- Querida Victoria, nosotros estamos un poco cansados por tanto trabajo, pero muy bien - me respondió Clarissa la madre de Lu, el señor Alberto era un poco mas reservado, solo escuchaba lo que su esposa y yo hablábamos, y a su vez le sonreía a Lu, ella es el orgullo de sus padres.

- Muy bien señora Clarissa y emocionada por el regreso a clases - le dije sonriendo, después de eso nos dispusimos a comer, a lo largo de la cena Lu hablo muy emocionada con sus padres, y yo los miraba con nostalgia porque casi nunca tenia estos momentos con mis padres, que, a pesar de ser muy simples, para mi valían muchísimo. Cuando terminamos de comer, yo me despedí de todos, quedé de verme con Lu mañana en el instituto y emprendí el camino de regreso a casa; cuando llegue a la casa todo estaba oscuro, aparque en el garaje, entre a la casa y cuando iba pasando por la sala la luz se encendió, me asuste muchísimo porque a esta hora no había nadie en casa, voltee a ver de quien se trataba y ahí estaba el imbécil de Marcelo y por un momento se me había olvidado su estadía en casa. Él me miraba enojado y yo la verdad no entendía porque, pero era obvio que yo no le iba a dirigir la palabra a este imbécil.

- ¿De donde carajo vienes a esta hora? Son las diez de la noche y tu fuera de casa, ¿En que estas pensando? Porque hasta donde yo se tu eres menor de edad - me dice como si de mi padre se tratara, ¿Quién se ha creído este idiota?

- Tu no eres nadie para pedirme explicaciones, yo aprendí a valerme por mi misma hace muchos años, y con mi vida hago lo que yo quiera, ningún desconocido va a venir a reprochar mi manera de actuar, así que de una vez te lo digo, en mi vida no te metes porque no te corresponde imbécil - luego de decirle todo eso, me doy la vuelta dejándolo atónito, subo las escaleras y me dirijo a mi habitación, me quito la ropa, me baño, me pongo el pijama y me acuesto, mientras me da sueño pongo la alarma, y reviso un poco mis redes sociales, en las cuales no hay nada emocionante, unos minutos después me quedo profundamente dormida.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro