Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Final

Un año después...

—Amor, Andrómeda está…

Pegué mis labios a los suyos y lo silencié mientras deslizaba mi mano debajo de su camisa para acariciar su duro y suave abdomen. Metí mi lengua en su boca y a pesar de haberme dicho que no era momento, que más tarde lo haríamos, él estaba allí, correspondiéndome como siempre hacía.

La habitación se sentía fría por el aire acondicionado y la alfombra bajo nuestros pies ayudaba a mi nivel de necesitado placer.

Cuando intenté separarme para ir a besar su cuello, él advirtió mis intenciones y me agarró fuerte de la nuca, besándome más rápido, haciendo que el roce de nuestros labios fuera sonoro. Luego de varios segundos se separó y me miró; su respiración, al igual que la mía, estaba agitada e irregular.

—Laura, no me provoques, joder —susurró en mis labios.

Hice un puchero y me aferré a su cuello.

—Andrómeda se sabe vestir sola, tenemos veinte minutos —lo miré, poniendo los ojos entristecidos para que cediera—. Podemos hacer…

—Sé lo que estás haciendo —acusó—, pero amor, Andrómeda no se sabe vestir sola, se pondrá la camisa o el pantalón al revés y debemos ayudarla o sino llegaremos tarde, y no…

Lo besé nuevamente para callarlo. Dios mío, le tenía muchas ganas.

—La niña sabe vestirse sola —objeté—, ya aprendió. No llegaremos tarde… no me hagas rogarte Oliver Bustamante.

Él sonrió y bufó, pegándome a la puerta para bloquearla con nuestro cuerpo y poder hacer y deshacer conmigo. Lo que yo quería.
Su mano viajó hacia el final de mi vestido y lo alzó hasta mi cintura, dejando descubierta mi braga de encaje blanco; la bajó mientras yo besaba su cuello y mandíbula. Ya estaba húmeda, así que simplemente él palpó mi humedad y sin entretenerse se bajó el pantalón y la ropa interior, liberando la erección que me tenía así de suplicante.

Me hizo mirarlo a los ojos mientras me subía una pierna y comenzaba a deslizarse dentro de mí. Estaba caliente y resbaladizo; yo estaba tan excitada que el simple roce ya me había creado una fuerte presión en el vientre y más abajo.

Nuestras respiraciones se escuchaban fuertes y aceleradas.

Cuando Oliver ubicó bien su sexo en la entrada del mío, me rodeó el cuello con una mano y acercó su boca a la mía para sentir en sus labios el jadeo que salió de mí al sentir su estocada ruda, causando un sonido seco en toda la habitación.

—Oliver —jadeé.

—¿Esto era lo que querías? —preguntó enojado, a lo que yo asentí— Si llegamos tarde, esta noche no duermes.

—Entonces creo que podemos hacerlo con más calma —susurré, cerrando los ojos.

Sus movimientos se detuvieron de repente, a lo que yo me quejé, intentando moverme.

—¿Te estoy lastimando?

Al escuchar su tono preocupado, abrí los ojos y sonreí en su dirección.

—No, amor. Más bien dale más rápido.

Él sonrió como si no hubiera más solución conmigo y empezó a moverse nuevamente. Su piel chocaba con la mía y yo estaba tan excitada que Oliver me tuvo que poner la mano en la boca para que no se escucharan mis gemidos por toda la casa. Cuando sus movimientos se volvieron más lentos, me empecé a frotar contra él sabiendo que le gustaba.

Escuchaba sus jadeos en mi oído y el ardor que sentía en mi sexo aumentaba y aumentaba.

—Nunca me cansaré de ti, Laura, joder, nunca —jadeó.

Ambos nos movimos más rápido, jadeando y besándonos. El placer aumentó a un nivel descomunal en mi cuerpo y comencé a temblar completamente, apresada por el orgasmo.

Oliver siguió moviéndose hasta conseguir el suyo, ocasionando que mi placer se prolongara casi por minutos.

Pegó su frente a la mía y nuestras respiraciones agitadas se entremezclaron. Repartió besos por toda mi cara después de calmarse y su sonrisa creció al ver mi mueca adormilada y floja.

—No te puedes quedar dormida —advirtió—. Ahora debemos irnos.

Cerré los ojos y apoyé mi cabeza de su hombro.

—Si nos vamos ahorita llegaremos temprano y no tendré nada esta noche.

—Dios mío —se carcajeó—, no te puedo soltar porque te caes y todavía estás pensando en esta noche.

—Me estás haciendo sentir mal… —advertí

—Ya, sabes que te quiero mucho y me encantas. Podría follarte toda la vida.

Asentí, pero no respondí, todavía estaba flotando y no tenía ánimos para golpearlo y decirle: Hacerme el amor, Oliver.
Él se agachó ante mí y me subió la bragas, acomodó mi vestido y se acomodó a sí mismo.

—Voy a limpiarme —murmuré caminando hacia el baño. Me detuve antes de entrar y lo miré sobre mi hombro—. Y también te quiero mucho y me encantas.

Él sonrió ampliamente, mostrándome esa sonrisa adorable que me traía guindada.

Como tenía la puerta abierta, luego de limpiarme y acomodarme el maquillaje, pude ver a Andrómeda entrar en la habitación, vestida correctamente. Oliver la miró dispuesto a acomodarle algo, pero al ver que no había nada, me miró y luego miró a su hija.

—Te… vestiste.

—¡Sí, papi! ¿Nos vamos? —chilló— Ya quiero ver el parque de diversiones.

Oliver me miró con los ojos entrecerrados.

—Aún no supero que hayas puesto todos lo juegos que Andrómeda quiso —me reprochó.

—Si iba a tener un centro comercial e iba a trabajar en él, debía tener todas las ventajas que fueran posibles —me encogí de hombros, como si no me hubiese costado nada, cuando costo dinero, horas de sueño y molestias casi innecesarias.

—Lo estás haciendo bien, mi amor —me felicitó.

Lo miré, lo miré mientras recordaba la primera vez que lo escuché, la primera vez que lo vi y la primera vez que nos besamos. Recordé la razón por la que lo había conocido y caí en cuenta de que las cosas pasaban por algo, de que si Aarón se hubiese acostado conmigo desde el principio, yo no hubiese tenido que llamar al número que pensaba era una broma de Lucero y que me llevó a Señor sexo.

Entonces agradecí a quien sea que fuera el responsable por cada cosa que pasó en mi vida, que está pasando y que pasará.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro