·

│

•

│

Me detuve en la puerta al escuchar pasos dentro.

Tenía miedo; miedo de verla. No quería topármela luego de lo que había sucedido anoche.

Tragué pesado y abrí sigilosamente la puerta. Enseguida escuché la televisión encendida.

«Es mi oportunidad», pensé, pero al avanzar dos pasos mi nombre fue mencionado.

Me tensé y me acerqué sin reproche. Ella estaba bebiendo; siempre lo hacía cuando discutían. Y por la expresión en su rostro sabía que no estaba sobria. Lo cual era peor para mí.

"¿No te metiste en problemas?"

Negué con mi cabeza y sobé mi brazo izquierdo de manera nerviosa y temerosa. Ella se acercó y me inspeccionó de pie a cabeza.

"¿Tienes trabajos?"

Negué nuevamente. No quería hablarle, pero su enojó apareció de repente.

Mis mejillas fueron tomadas con fuerza y mi cuerpo se movió ligeramente. Cerré mis ojos y la miré con impresión.

"Mírame cuando te hablo."

«Cierto...» Mis ojos no se habían puesto en ella desde que comenzó a hablar. Estaba evitándola. Y... «Otra vez...» Era mi culpa.

Cerré mis parpados al sentir un líquido caer en mi cabeza. Seguidamente me soltó con brusquedad.

"Si no fuera por ti, no estuviera en esta situación", dijo y bajé la cabeza. Nuevamente coloqué mi mano derecha en mi antebrazo, pero en vez de acariciarlo empecé a arañarme ligeramente.

Tenía miedo de que me golpeara.

"¡¿Qué estás haciendo?! ¡Desaparece de mi vista!", exclamó y no dude en obedecerla.

Entré a mi habitación y me encerré.

Mis piernas temblaron y caí de rodillas apoyando mi frente en la puerta. Enseguida mis lagrimas aparecieron y mi labio inferior fue tomado fuertemente por mis dientes.

«¿Por qué...?» ¿Por qué ella me odiaba tanto? 

ꕤ────────────