·

│

•

│

"¿Por qué no te has ido con él?", le pregunté.

"No tenía ganas."

"Pero... es tu novio", le recordé.

"Pero quería pasar el tiempo contigo."

Mis mejillas se habían ruborizado en ese momento. No esperé que dijeras algo lindo que hiciera cosquillear mi corazón.

Bajé la mirada y continué caminando.

Me había metido en un gran problema y tuve la suerte de que hubiera cámaras en los salones que hicieron probar mi inocencia.

En verdad me creabas unas emociones y sentimientos agradables que no quería dejar de sentirlo.

"¿No estás enojada? ¿verdad?"

"¿Por qué el intentara golpearte? Sí, estoy molesta."

No recordaba haber creado un motivo para aquello.

"No deberías", le contesté. "Es tu novio después de todo."

Decir que estaba celosa de la persona que tenía el corazón de la mujer que quería apasionadamente, era poco.

Lo odiaba. Lo odiaba demasiado. Yo quería... que ella fuera solamente para mí.

Detuviste tus sus pasos y te posicionaste frente mí.

"Vuelves a decir esas palabras y te juro que te dejo abandonada en este sitio."

"¿Disculpa?"

Mi ceño se frunció.

"¿No estoy en lo correcto?"

Cruzaste los brazos y guardaste silencio, causando que me pusiera nerviosa.

"No importa. Siga--"

Mis palabras... No. Mis labios habían sido callados por los tuyos. «¿Me está...?» Mis ojos no se habían cerrado en ningún momento y logré ver tu ceño fuertemente fruncido.

Nos separamos y te miré anonadada.

«¿Por qué...?»

Relamiste sus labios y me observaste con diversión.

"¿Esto era lo que esperabas? ¿no?"

Arrugué mi entrecejo y levanté la cabeza al ver un enorme resplandor.

«Que hermoso...»

Bajé la mirada y te contemplé. La brisa se movió a favor en ese instante para deslumbrar tu belleza.

"Tienes..."

Levantaste una ceja provocando que me arrepintiera de decirlo, otra vez.

"Sigamos", dije y pasé a tu lado.

Sin embargo, me detuve cuando divisé varias manchas de sangre salpicada en mi ropa.

«¿Qué es esto?» ¿Acaso... me habías lastimado?

ꕤ────────────