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Diecisiete

—Hey, idiota —dijo Andrew sentándose a su lado.

—Buenos días para ti también —dijo Alex intentando acomodarse el cabello.

—Sí, sí, ¿recuerdas la sorpresa? —preguntó Andrew.

—Eh... No.

—¡Claro que no! Vamos, que bien. —dijo sarcásticamente.

—¿Qué sorpresa? —preguntó Alex.

—Lo que pasa, querido, es que antes de tu estúpido accidente, tú y yo estábamos preparando una sorpresa de cumpleaños a May. Y como aquí no vendían lo que le ibas a comprar lo compramos en línea... Y acaba de llegar

—¿Un regalo? ¿Para May?

—Sí, Alex, ella era tu novia.

—Cierto.

—¿Qué es?

—No lo sé.

—¿Qué? —dijo Alex—. ¿Cómo es que no lo sabes si me ayudaste a conseguirlo?

—Nunca me quisiste decir que era. —suspiró—. Solo ve a casa a recogerlo.

Ambos se despidieron y se fueron a sus respectivas clases.

Mientras tanto May y Katy charlaban en las afueras del instituto.

—¿Entonces tú y Mark están fingiendo salir por Alex? —le preguntó Katy a su mejor amiga, May.

May asintió.

—Awww, eres tan linda con él.

—Me tengo que ir, tengo clase de dibujo, nos vemos luego —se despidió May.

—Adiós.

Katy se quedó sentada en aquel lugar, estaban en las canchas de la escuela, pero en un lugar alejado de la multitud.

—May es tan linda, ¿por qué tiene que sufrir tanto? —se dijo a sí misma.

Katherine se puso a pensar en qué podía hacer por su amiga, cuando de repente escuchó unos ruidos cerca de aquel lugar.

La rubia se levantó y buscó el creador de aquel alboroto. Era Mark al teléfono.

—Sí, Logan... No puedo, Skyler no me deja explicarle nada.

¿Skyler? ¿La ex novia de Alex? ¿Que tiene que ver con Marcus? —pensó Katy.

—Voy bien con May, lo está creyendo todo —dijo Mark e hizo una pausa—. Sí, sí, sí. Sé que está mal y todo eso, pero el estúpido de Alex se lo merece.

—Ugh, no entiendo nada —susurró Katherine.

—Me tengo que ir Logan, hablamos al rato —dijo Mark y colgó la llamada.

Mark se fue dejando a Katy sola y con la duda. La campana sonó, pero, Katy, en vez de ir a clase, le llamó a su novio y ambos se fueron a esconder en la biblioteca.

—Creo que tendré que comenzar a espiar a Marcus —le dijo Katy a Alan.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Creo que le está haciendo algo malo a May.

—¿Por qué lo dices? —dijo Alan sorbiendo su bebida.

—Lo escuché hablando por teléfono con un tal Logan... Y sonaba mal.

—Tranquila Kitty, yo te apoyaré en todo, ¿okey?

Katherine asintió.

...

El día terminó y Alex fue hacia la casa de Andrew para recoger dicho regalo.

Llegó y tocó la puerta, en seguida Andrew abrió y dejó pasar a Alex hasta su habitación.

—Ten, ahora dime qué es —dijo Andrew aventándole un sobre.

Con mucho cuidado Alex abrió el sobre, de él sacó un pequeño y delgado papel que decía:

Estimada señorita Sweetheart.

Tenemos el honor de decirle que usted ha sido aceptada en el Instituto de Artes de Chicago y es candidata para una beca académica del 45%.

Se le pide comunicarse a la universidad para terminar de hacer los trámites necesarios para la admisión.

Atentamente: IAC, departamento de admisiones.

—Andrew... Esto es una carta de aceptación, para May, en el IAC, el Instituto de Artes de Chicago.

Alex regresó a casa después de hablar un poco con Andrew, estaba muy confundido.

El pelinegro recorrió toda su habitación como si allí se encontrara la respuesta. La puerta sonó sacando al chico de sus pensamientos.

—Pasa —gritó Alex.

Una hermosa mujer de cabello castaño y ojos azules asomó su cabeza por la puerta de Alex.

—¿Qué pasa Alex?

—N-Nada... ¿Por qué lo dices?

—Te escuché murmurando hijo, cuando lo haces es porque algo anda mal.

—No tengo nada, madre...

—Te conozco y sé que te está pasando algo.

—Es que... Antes de que yo perdiera la memoria le hice un regalo a May... ¿Recuerdas a May? Ella es con la que yo solía salir y... La que confundí con la novia de Mark... Y la que ahora es novia de Mark —dijo el castaño murmurando lo ultimo, por alguna extraña razón le dolía decir aquello.

La mujer asintió.

—Bueno... El regalo es como un pase de entrada a IAC, y... Mi mente tiene un conflicto pensando en si debería dársela o no.

—Alex... ¿Sientes algo por May?

—E-Ella es muy linda y... Tiene algo que hace que no pueda dejar de pensar en ella...

—Eso no responde mi pregunta, ¿sientes algo por ella?

—Cre-Creo que sí... Creo que me gusta.

—Ahí está tu respuesta, hijo. Cuando tu quieres a alguien, pero de verdad, no debes de pensar en ti, si de verdad quieres a esa persona tienes que pensar en que podrías hacer para hacerla feliz, tienes que pensar en la otra persona, cuidarla y protegerla...

—Gracias madre...

—De nada hijo, suerte —dijo y salió de la habitación.

Alex se levantó de donde estaba sentado y volvió a recorrer toda su habitación, pero esta vez no era pensando en darle la carta o no, sino en si estaba enamorado de May... o si la amaba.

—May... May es la chica mas linda y tierna que he conocido, y... Ella tiene ese algo en los ojos que hace que no quieras parar de mirarlos. No lo sé, lo que ella es simplemente no puedo explicarlo con palabras —pensó el castaño—. Yo... ¿Amo a May?

Después de pensarlo una y otra vez y no encontrar respuesta lo único que hizo fue tomar su celular y la carta y dirigirse a la casa de May.

Alex iba a tocar la puerta y darle cara a cara el sobre a May, pero al momento de llegar a su casa su cobardía lo invadió completamente y solo se digno a dejar el sobre en el buzón.

Alex volvió a su casa, corrió a su habitación con un dolor inmenso en el pecho. Con un gran dolor de cabeza se sentó en la orilla de su cama.

—Soy un idiota —se dijo a sí mismo.

Se apoyó en uno de los muebles a un lado de él y un marco con una fotografía cayó.

El chico se acercó a recogerlo, pero se había roto en pedazos, solo quedaba la fotografía.

Con mucho cuidado la tomó y la volteo para verla.

—May y yo... —suspiró—. Creo... Creo que la amo.

Un fuerte dolor le vino a la cabeza. Alex, con mucha fuerza, cerró sus ojos y como pudo se sentó en su cama.

Varias imágenes, palabras y sonidos vinieron a su cabeza y al no poder más abrió sus ojos.

Él había recuperado su memoria.

...

Habían pasado 15 días y Katherine no había descubierto nada.

—Alan... No sé qué hacer, soy una inútil.

—Tal vez Mark es bueno ocultando cosas.

Katy rodó los ojos.

—¿Quieres que te diga qué hacer? —preguntó Alan.

—Quiero que me ayudes.

—¿Qué has hecho hasta ahora?

—Me quedaba en su perfil de Thanks Cupid!, en el de My Song, y en su chat de WhatsApp todo el día.

—Está bien Kitty, lo haré contigo, ahora te diré que haremos, ¿okey?

Katy asintió.

—Bien, querida... Lo que tienes que hacer es fácil.

Katy asintió.

—Todo el día, mejor dicho, todos los días hasta que descubramos qué es, vamos a estar tras de Mark, pero, obviamente, sin que él se dé cuenta, y además, con el móvil vamos a grabar cada palabra que diga, ¿okey?

Katherine asintió.

—Bien... Empecemos, toma tu celular y ponte a grabar, yo voy a hacer lo mismo.

Katherine obedeció y después de intercambiar miradas ambos fueron a buscar a Mark.

Era hora de la salida, Mark solo esperaba a que Skyler saliera de la puerta para poder acorralarla y explicarle todo.

Mark ya veía a Skyler por los pasillos, la chica estaba igual de hermosa que siempre, su mirada estaba perdida en su celular cual sostenía con la mano derecha y la mano izquierda estaba jugando con uno de sus rubios mechones.

Mark estaba apunto de ir con ella, tomarla del brazo y encerrarla en el cuarto del conserje junto a él pero un sonido proveniente de su celular lo interrumpió.

—Maldita sea —susurró.

El chico miró en su pantalla y vió el nombre de Logan.

—Está bien... Me deberás una amigo —se dijo a sí mismo y corrió hacía la parte de atrás de la escuela.

Alan y Katherine veían la escena y vieron como Mark se alejaba de la multitud. Ambos decidieron seguirlo a escondidas.

—¿Qué pasó, Logan? —dijo Mark al teléfono.

—Ese es el chico con el que estaba hablando en la mañana —susurró Katherine.

Alan asintió.

—Dime... —dijo Mark— Ajá... ¿Qué pasa con May? Eh, la verdad no sé si esto le vaya a devolver la memoria, solo quiero que sienta celos para devolverle todo lo que me hizo —dijo, se quedó unos segundos en silencio y la llamada terminó.

Katy y Alan esperaron a que Mark se alejara, y al verlo lo suficientemente lejos ambos suspiraron.

—Mark está engañando a May —dijo Alan incrédulo.

—Sí... ¿Qué hacemos? Ella seguramente ya se fue y no podemos ir a su casa mientras está su padre, ella está castigada.

—¿Crees que sería buena idea mandárselo por mensaje? —susurró Alan.

—Es mejor que lo sepa antes.

Katy asintió, ambos terminaron de grabar y se fueron a casa.

Mientras tanto May estaba de camino a casa.

Desde el día del accidente ella había estado sola. Ni siquiera Mark, que se hacía pasar por su novio para devolverle la memoria a Alex, la acompañaba.

Unos minutos después llegó a casa. La chica un poco apresurada caminó hasta su habitación, una vez dentro dejó sus cosas a un lado de su cama.

—Hija —gritó su madre—, Tienes correo, baja por él.

—¡Voy! —gritó May de vuelta.

May suspiró y bajó las escaleras. Buscó con la mirada a su madre y al encontrarla se acercó a ella.

—Ten —dijo la mujer con una sonrisa entregándole un sobre.

—Gracias... —dijo la chica extrañada.

May tomó el sobre entre sus manos y con mucho cuidado lo abrió. Sacó la carta y al abrirla sus ojos se abrieron como platos.

—E-Es del IAC...

May leyó la carta y al terminarla tenía lágrimas de felicidad en los ojos pero también tenía confusión, ella aún no había solicitado entrar a la escuela, ¿como sucedió esto?

Dejando de lado sus pensamientos, May volteo a mirar a su madre y le dijo:

—Entré al Instituto de Artes de Chicago.

La pelirroja subió a su habitación corriendo después de recibir un cálido abrazo de parte de su madre. Llegó, tomó su móvil y le llamó a su mejor amiga.

—No creerás lo que acaba de pasar —dijo ella al escuchar un "hola" de parte de su amiga—, ¡me llegó una carta de aceptación para el IAC! —la pelirroja escuchó como su amiga la felicitaba—. ¿Un audio? ¿Por qué no me lo dices por aquí? Ah, okey, bueno. Adiós.

May tomó de nuevo su móvil y buscó el audio que su amiga dijo que le iba a mandar.

May después de terminar de oír dicho audio salió de su casa hecha una furia, ¿como? ¿Por qué?

Minutos después May se encontraba enfrente de la casa de Mark intentando calmarse un poco.

La chica suspiró y se dignó a tocar la puerta.

Unos pasos del otro lado se hicieron presentes y unos segundos después una bella mujer le abrió la puerta.

—Oh, May, querida, ¿qué haces aquí? ¿Buscas a alguno de los chicos? —preguntó la mujer.

May hizo la mejor sonrisa falsa que pudo y asintió.

—Quiero ver a Mark —dijo la chica.

—Oh, claro, pasa —dijo la mujer y la chica entró a la casa—, Mark está en su habitación, si quieres puedes subir.

May asintió y subió las escaleras. Llegó hasta la puerta del chico y se congeló.

May inhaló y exhaló...

—Perfecto —susurró la pelirroja y tocó la puerta.

Unos segundos después el castaño le abrió la puerta.

—Oh, May, ¿qué haces aquí? —preguntó el castaño.

—Necesito hablar de algo muy importante contigo —dijo la chica con odio en la mirada.

—Cla-Claro, pasa.

May entró a la habitación y detrás de ella cerró la puerta.

—¿Qué pasa? —preguntó Mark.

—Eres un imbécil, ¿me estabas usando, Marcus?

Mark se congeló.

—¿Qué? ¿Por qué piensas eso?

—Tengo mis contactos.

—May... Te lo puedo explicar to-

—Pues hazlo —lo interrumpió May.

—Pues... Todo empezó cuando... —Y Mark le contó todo a May.

Entre sollozos y lágrimas decía que lo sentía.

"Skyler o mejor conocida como Sky en Brooklyn fue invitada en la fiesta de fin de curso.

—Mark... Por favor, podemos quedarnos y ver alguna película –le suplicó Sky a Mark.

—Sky, es la fiesta de fin de curso, tenemos que ir, ademas soy el capitán del equipo de baloncesto, los chicos me matarán si no voy.

—Pero Mark... Yo no quiero ir, tus amigos me miran... Mal, me siento incómoda.

—¡Vamos, linda! Sabes que yo te voy a proteger

—¡Si tanto quieres ir ve tú solo! –gritó Skyler.

—¡Pues iré! –dijo Mark y salió de la habitación de la chica.

Mark estaba llegando a la fiesta, él quería ir con Skyler, pero al parecer ella no, él tenía ganas ir y por un simple capricho de su novia no se lo iba a perder.

Bajo del auto y entró a la casa del organizador.

—Amigo, por fin llegaste –dijo Logan al momento en el que vio a Mark—, ¿Y Skyler?

—No quiso venir.

Ambos se adentraron en la fiesta y empezaron a platicar con más personas, entre ellas estaba Taylor, esa chica estaba enamorada de Alex desde hace mucho tiempo.

—Tay, ¿no vas a ir a la fiesta de los de primero? Ahí va a estar Alex –un chico molestó a Taylor.

La chica se sonrojó y miró a Mark.

Taylor le hizo unas señas a Mark diciéndole que fuera con ella.

Se fueron a un lugar un poco más alejado de la multitud y comenzaron a charlar.

Alguien tomó una fotografía.

—Mark... ¿Crees que pueda ir con Alex? –preguntó Taylor.

—No lo sé, Tay, casi no se conocen y tal vez te lastime –contestó Mark.

—¿No se supone que él está desesperado?

Mark rascó su nuca sin saber qué decir.

—Iré, Mark... Deséame suerte –dijo Taylor y le depositó un beso en la mejilla de Mark.

Alguien tomó otra fotografía.

Esa noche Mark y Alex llevaban un atuendo similar.

Una playera negra y unos jeans igualmente negros.

Taylor salió de aquella fiesta y minutos después llegó a la otra, la fiesta en donde se encontraba el desesperado Alex, o eso era lo que pensaba Taylor, que Alex estaba desesperado, pero en realidad Alex estaba fingiendo.

—Alex... —Taylor susurró al visualizar al chico.

Taylor acababa de llegar a la fiesta de los de primer año.

La chica se dispuso a buscar a Alex y cuando lo encontró se llevó una gran sorpresa.

Alex se estaba besando con una chica, dicho acto le rompió el corazón, pero ella lo entendía, él estaba triste, se sentía solo, necesitaba a alguien a su lado.

La chica se acercó sigilosamente y al estar a escasos centímetros de ellos se quedó parada esperando a que los chicos terminaran de... hacer lo suyo.

Unos minutos después la chica se separó de Alex, se despidió y se alejó en la multitud.

—Alex... Hola.

—¿Tú eres...?

—Tay... Taylor —dijo avergonzada la chica.

—Oh, sí claro, Tay —el chico rascó su nuca y volvió a mirar a la chica— ¿Qué haces aquí?

—Qui-Quiero de-decirte algo muy importante —tartamudeó la chica.

—Pues... Dime.

—T-Tu me gu-gustas.

Alex abrió los ojos como platos.

—Pero apenas te conoz...

—Sí, lo sé —suspiró—. No importa que me rechaces, pero quiero que hagas algo por mi.

—Dime qué es.

—Acuéstate conmigo.

—¿Qué? —dijo Alex un poco asustado, una chica que apenas conocía y que era tan pequeña no le podía pedir eso.

—Por favor... No quiero nada más, me gustas mucho y quiero que tu seas mi... primera vez —susurró.

—N-No puedo hacer eso por ti.

—¿Qué? ¿Por qué no? ¿También eres virgen?

—No, no, no, pero... apenas te conozco y apenas pasaste de grado...

—Eso no importa, por favor Alexander —la chica suspiró, ella no quería llegar a eso—. Además si lo haces podrías usar algo, como una foto, para que Skyler y Mark rompan.

—¿Qué? ¿Por qué yo querría que ellos terminen?

—Sé que te gusta —Alex se veía nervioso—, También se todo sobre las fotografías que tomó Henrie...

Alex tenía miedo, ¿como Taylor pudo averiguar todo eso?

—No le dirás a nadie, ¿verdad? —preguntó Alex con temor.

—Pues... Si te acuestas conmigo, no.

—Taylor... ¿No hay otra cosa que quieras?

Taylor negó con la cabeza.

—Esta bien... —se rindió el chico.

Taylor tomó la mano de Alex y lo llevó a una habitación, era una casa normal con adolescentes inmaduros, claro que podías tener sexo en la fiesta. Ambos entraron, primero Alex y después Tay, ella cerró la puerta detrás de ella. La chica colocó una cámara fotográfica en una cajonera de la habitación, no estaba grabando, solo tomó una fotografía que fue más que suficiente. Se acercó a Alex y lo empezó a besar, a besar desesperadamente. Alex, siguiéndole la corriente, la tomó de la cintura y correspondió el beso. Sus cuerpos se empezaron a juntar más y más, y minutos después ambos ya estaban en la cama, uno sobre el otro, Alex abajo, Taylor arriba.

Unos 15 minutos después terminaron y ambos se comenzaron a vestir.

—No le dirás a nadie, ¿okey?

Taylor asintió.

—Genial —dijo Alex y salió de dicha habitación.

Días después de la fiesta algo extraño llegó a la casa de Skyler.

—¡Hija! –gritó la madre de la chica— dejaron algo para ti en el buzón.

—¡Está bien! En un momento bajo –gritó Skyler respondiendo a su madre desde su habitación.

La chica dejó su portátil a un lado y bajó las escaleras. Caminó hasta la mesa principal de la casa y ahí encontró un sobre amarillo. La chica lo tomó y al ver que estaba sellado buscó unas tijeras, las encontró y tomó el sobre.

Ella tenía curiosidad por saber qué había adentro pero también sentía como si algo muy malo pasaría.

Con las manos temblorosas la chica lo tomó y lo abrió. Miró adentro temiendo lo peor, solo se veían unas pequeñas hojas, como fotografías. Sacó el contenido de el empaque y lo vio. Lo que tanto dolor le iba a traer. Fotografías donde su novio, Mark, y su ahora ex mejor amiga, Taylor, estaban coqueteándose y besándose, traicionándola. Con lágrimas en sus ojos y dolor en su corazón, Skyler, tapó su boca con sus manos, y luego limpió sus lágrimas, ¿cómo pudieron hacerle esto?

Ella no había querido ir a aquella fiesta, pero no era como para que la engañaran.

No entendía lo que estaba pasando

Skyler tomó las fotografías y subió corriendo a la habitación

Ahora, ya que su "mejor amiga" y su novio la habían traicionado, ¿en quien iba a respaldarse? ¿Quien iba a apoyarla en este momento tan difícil?

—Alex —pensó la chica. Tomó su móvil y marcó su número temblorosamente—. ¿Hola? —Alex respondió y preguntó el por qué de la voz quebradiza de la chica—. Mark... Mark me engañó.

El plan de Alex había funcionado, Skyler ahora tenía las fotografías y seguramente terminaría con Mark ese mismo día.

¿Por qué Alex hizo eso? Alex conoció primero a Skyler, y al ver lo linda y tierna que era Alex se enamoró, pero poco después descubrió que Sky estaba enamorada de su hermano menor, Mark. Alex, muy enojado, hizo un plan que consistía en, el día de la fiesta de fin de curso, Henrie, el hermano de un amigo suyo, le tomaría fotografías a Mark hablando con cualquier chica, luego se las enviaría a Skyler y ambos terminarían, entonces Alex podría consolarla y estarían juntos. Pero Taylor le dio algo mucho mejor: "Mark" besándose con ella.

Alex estaba yendo hacía la casa de Skyler. El chico llegó y lo que iba a hacer ahora era fingir estar preocupado por la actitud de la chica en la llamada.

Alex llegó y tocó la puerta, la madre de Skyler abrió la puerta lo cual sorprendió a Alex.

—Hola, Alex —dijo la mujer.

—Oh... Hola, señora.

—¿Vienes a ver a Sky?

Alex asintió.

—¿Puedo pasar? —preguntó Alex.

—Oh, claro.

—Sky está en su habitación.

—Gracias —dijo Alex y se despidió.

Alex subió las escaleras y se detuvo en la habitación de Skyler.

El chico tocó la puerta.

—Sky... Soy Alex.

Segundos después la puerta se abrió.

Al abrirse completamente se pudo ver como Skyler estaba despeinada y con el rimel corrido.

—¿Qué ocurre? —preguntó Alex con un fingido tono de preocupación.

—Pasa, no quiero que mi madre se preocupe.

Alex entró a la habitación y Skyler cerró la puerta detrás de él.

—Ma-Mark me engañó —dijo Skyler con la voz quebrada.

A Alex le daba pena ver a Skyler así.

—¿Qué? ¿Por qué lo dices?

—Mira —dijo la rubia tomando unas fotografías de su cama.

Skyler le mostró las fotografías a Alex y él solo puso su mejor cara de sorpresa.

—No-No lo puedo creer —dijo Alex— Y esa es... ¿Taylor?

Skyler asintió y lágrimas silenciosas bajaron por sus mejillas.

—Sky... Tranquila, yo estoy aquí para ti.

—Gra-Gracias.

Pasó una semana, una semana sin que Skyler le dirigiera la palabra a Mark, ni siquiera lo miraba, lo ignoraba y cuando él se acercaba a ella, ella huía.

Mark se preguntaba el porqué.

Hasta que un día Skyler se dignó a hablar con él.

—Mark... Necesitamos hablar.

—Oh, Skyler, yo también te extrañé.

—Deja las tonterías a un lado, y ven conmigo Mark.

Mark, al ver la seriedad de Skyler se levantó y fue con ella. Ambos caminaron un par de cuadras, estaban en una pequeña reunión que sus compañeros habían hecho.

Llegaron a un lugar bastante alejado de la gente.

Skyler estaba nerviosa, movía sus manos por detrás de su espalda como si tuviera algún espasmo.

—Mark —dijo Skyler.

—Dime Sky.

—Sé lo-lo que hiciste —Skyler dio un trago en seco—. Qui-Quiero terminar contigo.

—¿¡Qué?! ¿Por qué? ¿Qué hice?

—N-No te hagas el desentendido.

—No me estoy haciendo el desentendido, de verdad no te entiendo.

—Adiós, Mark.

Skyler, con lágrimas en los ojos salió corriendo del lugar.

Después de que todo un mes que Alex estuvo consolando a Skyler, la chica comenzó a tener sentimientos hacia Alex.

—Alex... Te quiero contar algo muy importante.

—Dime Sky, sabes que puedes confiar en mi.

—Alex, creo que- creo que me gustas.

—¿Qué? ¿En serio? —dijo Alex sorprendido.

Alex no pensaba que su plan funcionaría tan rápido, ni siquiera pensaba que iba funcionar.

El rostro de Skyler se tornó en un tono carmesí. Skyler cubrió su rostro en el momento en el cual lo sintió arder.

—Sky... Tú también me gustas —dijo Alex en un lindo tono dulce—. Sky, ¿quieres ser mi novia?

Mientras tanto, Mark intentaba averiguar la razón por la que Sky había terminado con él.

Eran las 11:32 de la mañana, aún faltaba mucho para salir de clases y Mark ya no soportaba estar sin Skyler, y menos sin saber la razón.

—Ya sé cuál es la razón —anunció Logan—. Hay que vernos en la biblioteca a las 12.

El chico estaba en el quinto piso de su colegio y la biblioteca estaba en el tercero. Mark corrió escaleras abajo lo más rápido que pudo.

Cuando Mark estaba llegando también estaba llegando Logan.

El chico de cabello castaño claro buscó a Mark con la mirada, cuando lo encontró se acercó a él.

—Hey Mark... —dijo Logan con pocos ánimos.

—¿Qué pasa, Logan? ¿Qué descubriste?

—Tay... Taylor me contó que... Alguien tomó unas fotografías tuyas "coqueteando" con una chica y... Skyler piensa que la engañaste.

—¿Qué?

—Mira... —dijo Logan sacando unos papeles que al parecer eran fotografías.

Mark las tomó y miró a su amigo.

—Me las dio Taylor —le dijo.

Mark miró cada unas de las fotografías, había unas en donde estaban claramente Mark y Taylor conversando, otras en donde se despidieron con un beso en la mejilla, otra... En donde Mark tenía tomada de las manos a Taylor y... Una en donde ellos dos se estaban besando.

—¿Qué? ¿Cuándo ocurrió esto?

—No lo se amigo, en la fiesta todo el tiempo estuviste con el grupo, y según yo, Taylor se fue temprano.

—Entonces ¿Quién es él? —dijo Mark apuntando al chico de las fotografías.

Una hermosa chica rubia de ojos verdes entró a la sala en donde estaban los dos chicos conversando.

—Es Alex —dijo—. Como ustedes sabrán, desde que llegaron los hermanos Miller he cambiado muchísimo. Desde el primer momento en el que vi a Alex me enamoré de él, pero, obviamente, yo no le gustaba —Taylor suspiró—, Yo espiaba a Alex, un día me enteré de que a él le gustaba Skyler... Él se dio por vencido cuando ustedes dos empezaron a salir —dijo haciendo referencia a Skyler y Mark—, Pero, él, al ver como ustedes dos discutían a cada rato decidió interferir y robarte a Skyler... Y así lo hizo, le pidió a Henrie que te tomará fotografías con cualquier chica y luego se las dieran a Skyler y... Y-yo interferí y... Cometí una equivocación.

Logan tomó de los hombros a Taylor fuertemente.

—¿Qué hiciste, Taylor? —dijo Logan duramente con una mirada de desaprobación.

—Y-yo le dije a Alex qu-que se acostara conmigo y que aparte de no decir nada acerca del plan él podría conseguir algunas fotografías... Pero, ahora estoy arrepentida, lo siento, lo siento mucho.

Mark cerró los puños con furia, ¿cómo su hermano y la mejor amiga de su, ahora ex novia, podían hacerle eso?

El chico salió de la biblioteca y se dirigió al salón de su hermano.

Mark entró al salón enfurecido y buscó con la mirada a Alex.

Se acercó a él con furia en sus ojos, Mark no estaba controlando lo que hacía.

—¿Que dem- —el puño de Mark en el rostro de Alex hizo que no terminara su frase.

—¿Qué te pasa, Marcus? —gritó Alex adolorido.

—Eres un idiota Alexander Miller y te juro que lo pagarás, hermano...

Mark salió de dicha habitación.

—Ya lo verás —susurró.

Pasó un año, Skyler y Alex hacían una linda pareja, pero, Alex se tenía que ir, y tendría que terminar con ella.

—Skyler... Lo siento, pero ya sabes que me tengo que ir.

—Vamos Alex, podemos intentarlo a distancia.

—Skyler, es lo mejor que podemos hacer, para que ninguno de los dos salga herido es terminar.

—Pero Alex —dijo Skyler alargando dramáticamente "Alex".

—Imagina que... Lo intentamos a distancia y que en ese periodo de tiempo conoces a alguien que te gusta más que yo, ¿como crees que me sentiría?

Skyler bufó.

—Está bien, pero para el siguiente grado iré contigo, ¿está bien?

Alex sonrió y asintió.

—Alex... Te amo —dijo Skyler y besó suavemente los labios de Alex.

Skyler creía que amaba a Alex, en un momento sí lo hizo, pero no tanto como amó a Marcus Miller.

El también creía que la amaba, pero... Su corazón siempre iba a ser de alguien más.

May Sweetheart.".

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