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CAPÍTULO 8: Si no hay sorpresas, no es fiesta

La música era excelente, el DJ —uno internacional, y muy famoso —estaba haciendo las mejores mezclas de progressive, house y electrónica. 

Los chicos se sintieron contagiados por el ambiente. Según les contó Gale, habían varias eminencias del Hackeo, pero por obvias razones no podía revelar las identidades. Todo el ambiente donde se estaba dando la fiesta tenía una proyección de una galaxia, con sus planetas, estrellas, constelaciones, agujeros de gusano, etc.; hasta podías atravesarlos con la mano. Definitivamente estaban al otro lado de su universo, no le llamaban “Zona Principal”, en vano.

Los chicos trataron de mezclarse y no caminar con bocas abiertas por todo el lugar; mirando las vestimentas, estilos, dispositivos, maquillajes. Lo cierto es que la gente los miraba a ellos porque su simpleza llamaba más la atención. Decidieron sentarse en uno de los boxes colocados en la esquina del enorme jardín, para observar tranquilamente y poder comentar.

Gale los observaba mientras conversaba con sus invitados, Brice y Dome se reían y comentaban uno al oído del otro, cada que se acercaban parecía, a la distancia, si estuvieran compartiendo un momento romántico e íntimo. Eso estaba enloqueciendo a Gale, luego de un tiempo que consideró prudente para compartir con sus invitados, decidió acercarse y parar esa situación. 

—¡Hey! ¿Cómo la están pasando? 

—Bastante bien, nunca habíamos estado en un ambiente como esté —mencionó Galah, emocionada.

—¡Sí, es fantástico lo que has hecho! —continuó Enzo.

—¡Exacto! Pero me gustaría ir al baño… ¿Dónde lo encuentro en esta parte de la casa? —preguntó Carter.

—Entras al salón que se puede ver desde aquí y doblas a la derecha—. Le indicó Gale y se centró en su plan—. Dome, ¿te gustaría bailar conmigo?

—Oh, es que no me gusta bailar… 

—¿En serio? Yo recuerdo a alguien que le encantaba eso más que nada.

—Quizás recuerdes cosas que ya no existen más… —intervino Brice. Los demás chicos lo miraron exaltados, no era una actitud muy típica de Brice, él era el amable.

—No lo creo hermano mío, ¡vamos, Dom! —dijo Gale, mientras le hacía cosquillas a ella.

—¡Basta Gale! —empezó a casi gritar avergonzada—. ¡Está bien, está bien! Siempre fuiste tan convincente… bueno, ya vengo chicos —mencionó apenada, pero solo mirando a Brice. Se tomaron de la mano y caminaron entre la gente hasta el centro de la pista, la oscuridad mezclada con la proyección no permitía ver con claridad lo que sucedía cuando tenías una buena distancia desde el punto donde estaban ellos.

—¡Amigo! ¿Te están quitando a tu chica? —comentó Carter un poco burlón —. Has debido marcar mejor tu territorio…

—Hace años debiste decirle lo que sientes, ¡has sido un tonto! —comenta Galah.

—¡Vamos chicos! —empieza Enzo —saben lo complicado que es decirle a la chica que te gusta que… te gusta—. Se encogió de hombros —Brice hace lo que puede, no deberían juzgarlo.

—Yo creo que algo pasa entre ustedes —intervino Carter —los he visto estar en situaciones extremadamente melosas… y no llegar a ninguna parte. ¿Qué ocurre hermano? ¿Que ha pasado entre ustedes en el pasado? 

—¡Nada! Dome y yo somos excelentes amigos… Y sabemos que este no es el momento para relaciones—. Respondió Brice un tanto incómodo.

—Me refería a ustedes tres… con el Hacker —continuó Carter sonriendo ante la cara desencajada de Brice, sabía que había tocado la fibra correcta.

—Pues… bueno, yo, Dome… nosotros, hemos… ¡Necesito tomar algo de aire! —mencionó poniéndose de pie y saliendo del box hacia el lado contrario a la pista de baile, pero sin antes mirar hacia allá y toparse con una Dome muy feliz, riendo y bailando muy cerca a Gale, con una soltura envidiable. ¡Maldición! Pensó para sí mismo.

—¿Por qué hiciste eso? —le increpó Galah, muy incómoda.

—¿Hacer qué? Poner en evidencia algo que todos sabemos desde la primera vez que nos hablaron de Gale. 

—¡Claro!, pero debiste tener más tacto… creo que a eso se refiere Gal—. Comentó Enzo y siguió con su bebida.

—Bueno, si quieren seguir viendo este drama juvenil, ¡bien por ustedes! Lo que es yo, tengo un límite para ciertas cosas. Por ejemplo, para esta fiesta… iré a conocer los alrededores.

—¡Carter! —llamó Galah —no hagas cosas que nosotros no haríamos, ¡por favor!—. Le rogó. Carter soltó una carcajada y solo se encogió de hombros, sabían que se metería en problemas, pero eso lo hacía ser él mismo.

El plan le había resultado a pedir de boca, Brice ahora estaría preocupado por el comentario que él le hizo y totalmente deprimido siguiendo a Dome a la distancia; pero principalmente distraído. Y esa había sido su intención desde el inicio. Ahora era un buen momento para buscar la información que había tenido en mente horas antes, necesitaba ubicar la computadora central, estaba seguro que ahí podría tener todas las libertades del ciberespacio.

Se escabulló de la fiesta fácilmente, tomando el camino hacia el baño, como le había indicado Gale; quitándose de encima al entrometido de Pryor. Ahora necesitaba ver un mapa del lugar, y por uno de los pasadizos había notado una superficie táctil, ahí debía estar. Estaba 95% seguro que así era. Caminó mirando a todas partes, había notado a los de seguridad cuando llegaron y al momento de la fiesta, seguro estaban aún más activos con tanto extraño merodeando.

Llegó hasta la pantalla y efectivamente, se podía revisar habitaciones y también daba acceso al plano del lugar. Encontró lo que le pareció debía ser la ubicación de la computadora central, más que nada por su cercanía a una sala de generadores. Era obvio que ahí estaban los servidores que alimentaban toda la casa. Buscó un camino que no dejara evidencia de su paso, y descubrió unas puertas secretas que llevaban directo a unos ductos sobre el pasadizo que daba hacia la sala y se aventuró a recorrerlo antes que lo vieran investigando.

Llegó al pasadizo con cierta dificultad, esos ductos eran para una persona con menos masa muscular de la que él tenía, probablemente una mujer pequeña como Galah. Bajó con cuidado hacia el pasadizo y escuchó unas voces cerca, decidió correr y meterse a la primera puerta que encontró. Las voces pasaron de frente y se perdieron al final del pasillo; eran un par de guardias privados. 

Revisó varias puertas antes de dar con la indicada, al entrar vio una serie de pantallas holográficas en una había metadatos corriendo a gran velocidad, en otra encontró códigos de programación que se reescribían solos, y finalmente, otras donde solo aparecía información, correos, cuentas, búsquedas, la bolsa, etc. Se acercó emocionado de ver toda esa tecnología justo frente a él y tomó uno de los dispositivos y empezó a buscar, sus dedos corrían sobre el cristal, aparecían imágenes y textos por las pantallas.

Aún no podía encontrar nada sobre SELFLESS, al menos nada que pueda decirle de dónde habían salido, simplemente habían aparecido un día y ya eran una organización posicionada y totalmente funcional; aunque encontró una conexión directa con La Corporación y eso activó sus alarmas. De pronto, en otra pantalla llegó información sobre un proyecto de investigación muy reciente, solo puedo ver los metadatos correr rápidamente, pero captaron su total atención. Decidió entrar a revisar un poco, después de todo lo único que pudo ver sobre SELFLESS era información básica. 

Comenzó a abrir todas las carpetas y encontró la que había ingresado hace poco, la pudo desencriptar sin problemas y lo primero que apareció en la pantalla fueron imágenes sobre prototipos de máquinas de destrucción masiva. Carter se quedó en shock, no podía creer lo que estaba descubriendo, necesitaba desencriptar más información. Empezaron a aparecer los planos y textos de creación, no entendía bien, hablaban de extraer la personalidad y conciencia humana para insertarlas dentro de sus unidades de control sináptico —lo que ellos llamaban cerebros — era escandaloso.

Carter permaneció absorto, en silencio, entre asustado y ansioso. No sabía qué pensar con la información que acababa de obtener, realmente eso podía suceder. ¿Era la primera vez que lo estaban haciendo? Necesitaba ver más al respecto, descifrar los metadatos que estaban en los otros archivos para entender de qué se trataba o en qué estaban basando estos nuevos estudios. Definitivamente, se trataba de algo que ya habían estado probando, si se trataba de un prototipo avanzado, quería decir que tenían algunos datos ya analizados o la gran mayoría de ellos. 

Sus dedos empezaron a desplegarse por todo el teclado holográfico, parecían patinar sobre el cristal a una velocidad increíble, incluso para él mismo. Sin embargo, un ruido lo sacó de su concentración, la puerta se abrió justo a tiempo para que él logre quitar toda la información que había esparcido por las tres pantallas. Estas se quedaron con las primeras búsquedas e información que habían estado ahí cuando llegó. El guardia lo miró muy serio y le hizo una seña indicando que salga del salón, afuera encontró dos más y se imaginó que había cámaras en alguna parte y lo habían visto; cómo no se le ocurrió pensar en ello.

Lo escoltaron hasta el jardín donde estaba la fiesta, sus amigos lo vieron llegar con los guardias y trataron de poner cara amigable y nada sospechosa. Lo dejaron con ellos y se dieron media vuelta. Carter no quiso comentar nada de lo que había visto, al menos no ahí, sería mejor hablarlo con ellos cuando hubieras regresado, así que solo les comentó que se había perdido mientras se daba un pequeño tour por toda la casa, y como estaba totalmente resguardada lo habían invitado a salir. 

Los chicos solo se echaron a reír, pero él no podía, sentía una angustia atorarse en su garganta. ¿Cuáles eran los planes para esas máquinas? ¿Cómo pretendían crearlas? Si necesitaban de conciencias humanas, ya se iba haciendo una idea de a dónde iban a parar las personas que se llevaban en las redadas, ahora entendía por qué nadie había vuelto a ver a sus familiares o amigos. De seguro con ellos estaban haciendo las investigaciones, al menos ahora sabía qué sucedía con esa gente, cuando se los contara a todos iban a enloquecer como él lo hizo. 

Se lamentó de haber encontrado tan poco sobre SELFLESS, pero estaba seguro que era suficiente para tenerlos en la mira, pues su sociedad con La Corporación no podía significar algo bueno. Al mismo tiempo que Carter estaba con la cabeza a mil por hora con toda la data que había descubierto, Gale estaba siendo informado de su intromisión en la computadora central y no se veía feliz al respecto. En esta ocasión, la curiosidad no había sido su mejor cualidad, y estaba muy claro que se había metido en problemas

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