CAPÍTULO 19: Ilusos
—¡Corre! —susurró Brice, mirando pocas veces hacia atrás, solo lo justo para no caer mientras iban escapando de los Safers que estaban haciendo el barrido acompañados por los Diggers.
—¡Ya no puedo más! —contestó Dome, llevaban horas sin comer, ya había anochecido nuevamente, pero no se imaginaron que los Safer estarían en la zona otra vez. El auto de Gale se tuvo que dar la vuelta y les pidió que se escondieran y trataran de sobrevivir mientras hacía unos arreglos para sacarlos de otra manera.
—¡Dome, por favor, corre! —dijo regresando por ella para tomarla de la mano. Él la entendía, estaba desesperanzada, lo había notado desde la habitación en la que habían estado las últimas horas. También se había llenado de temores, y eso lo comprendía de igual manera, por eso aunque quería tirarse al suelo y derrotarse porque ya daba todo por perdido; necesitaba pensar positivo.
—¿Hacia dónde vamos?
—Cuando salimos la primera vez para ver la zona y escoger un lugar, encontré una especie de altillo que aún estaba en pie, tiene un techo falso y lo marqué para poder usarlo en caso fuera necesario…
—¿Qué haría sin ti Brice? —dijo la chica, con voz al borde del llanto.
—¡Vamos, solo falta un poco más!
Llegaron a un espacio que estaba en ruinas totales y Brice recogió el trozo de madera pintado que había dejado sobre unos escombros. Y la hizo subir por una pared caída, cuando llegaron a la cima vieron unos escombros que formaban una escalera pequeña y ahí el techo, Dome lo miró extrañada, pero él le pidió que empujara y dio paso a un techo falso. Él la impulsó desde los pies y luego usó su fuerza para alcanzar la entrada del techo y Dome lo jaló para subir.
—¿Será seguro este lugar?
—Mientras nos quedemos sobre las vigas que cruzan el techo estaremos seguros, ya que esa ha sido la razón de que este techo falso no haya caído aún.
—Entiendo…, estoy muy asustada Brice —respondió, y se sintió indefensa.
—¡Ven!—. Dijo estirando sus brazos hacia ella. Le hizo un espacio entre sus piernas para que ella se sentara en la misma viga que él y se recostara sobre su pecho —dormir te sentará mejor.
—No puedo dormir, tengo demasiado miedo.
—Recuéstate y descansa… Yo cuidaré que no pase nada mientras cierras unos minutos los ojos—. Brice sabía que la chica se sentiría tan segura que podría descansar y eso la ayudaría a calmarse.
—¡Bien, pero no dormiré!
—Está bien…
Dome se durmió al minuto de haber cerrado los ojos y apoyado su cabeza en el pecho de Brice, el sonido de los latidos de su corazón a un ritmo tan sosegado logró darle la paz que no podía sentir desde el día anterior. Él por su lado, estaba buscando la calma dentro de esa tormenta, aunque desde un inicio era consciente que las cosas se podían poner feas, no fue hasta que vieron la información de Carter que supo que su plan era propenso al fracaso y muy probable hasta su prematura muerte. Se habían propuesto lo que otros antes no habían podido lograr; siendo más, estando organizados y armados hasta los dientes.
—Dome… —escuchó la chica en un susurro—. ¡Debemos huir ya!
—¿Qué ocurre? —se desperezó y rápidamente recayó en el lugar donde estaban, recordó las circunstancias y se puso de pie rápido.
—¡Al menos dormiste! —le dijo comprensivo, y un poco de vergüenza surcó el rostro de la chica—. Ahora debemos salir de aquí, he sentido movimiento cercano… Están saliendo de la zona, pienso que es buen momento para irnos.
—Está bien… ¿Hacia dónde?
—Aún no lo sé… —Brice fue interrumpido por un sonido terrorífico, y un temblor de magnitudes elevadas sacudió el techo falso haciéndolos perder el equilibrio y caer junto con los escombros sin posibilidad a sostenerse de nada.
—¿Qué ocurre? —gritó aterrorizada mientras caía sin control y trataba de tomar la mano extendida de Brice que estaba solo a un metro de distancia.
—¡Toma mi mano! —le dijo insistente, y trató de acercarse. Los escombros parecían tener intenciones de sepultarlos. Necesitaba idear una forma de caer sobre ellos y no por debajo, pero no parecía haber oportunidad para pensar ni para librarse.
Dome tomó su mano y él solo la abrazó muy fuerte, no pensó que fueran a salir de ahí con vida y al menos deseaba tener ese último minuto junto a la chica que había amado el total de esta. Entonces, una luz en la muñequera de Dome, llamó su atención. Finalmente, cayeron entre dos paredes que formaron un ángulo y fueron sepultados por unos cuantos escombros más, quedando en total oscuridad.
—¿Dome, estás ahí? —por segunda vez esa voz se volvía el símbolo de salvación.
—¡Gale! Estamos debajo de algunos bloques enormes de cemento… parece que desplegaron una MOAB debajo de las fábricas.
—¿Están bien?
—No…, Brice no despierta, por protegerme recibió el golpe de algunos escombros… ¡Tengo miedo!
—Tranquila, intenta despertarlo… ¿Tienes agua?
—En la mochila… trataré de sacarla—. Hizo un ligero movimiento, pero los bloques sobre ellos se movieron y se reagruparon quitándoles más espacio; Dome se asustó y se quedó inmóvil.
—¿Qué fue eso?
—Me moví y los escombros nos han encerrado un poco más… ¿crees que nos quedemos sin aire pronto?
—¡Calma Dome! Enciende el GPS, trataré de encontrarlos, espero que los Safers ya no estén en la zona.
—Está bien… —Dome sacó del bolsillo la tablet y se percató que estaba destruida—. ¡Dios, no! Está destruido… el Black Warm.
—¿Qué ocurre? —por un momento solo se escucharon los sollozos de la chica y Gale se sintió preocupado—, ¿Qué pasó linda? Sé que es un momento fatal para ti y que el hablar conmigo no lo va a mejorar, pero necesito que enciendas el GPS de la muñequera.
—Pero… pero ese atraería a los Safers hasta nosotros —necesito que Brice reaccione, no lo puedo perder en este momento… ¿Por qué nos está pasando esto?
—Dome… debes guardar la calma, no es fácil lo que te pido, sé que estás asustada, pero jamás te pondría en peligro…
—¡Está bien! Pero intentaré despertar a Brice, y cuando lo haya hecho encenderé el GPS… ¡Debes estar atento!
—¡No lo dudes! —la chica cortó la comunicación.
—¡Brice, por favor, despierta!... No puedes dejarme ahora, necesito que reacciones… te necesito para salir de aquí, sola no puedo hacerlo… Tú me metiste en esto, ahora debes estar aquí para hacerme salir —los lamentos desesperados se escuchaban en ese pequeño ángulo donde estaban los dos acostados, si se movían un centímetro más, los bloques de cemento sobre ellos los aplastarán por completo.
—¿Por qué lloriqueas? —se escuchó la voz de Brice en un tono grave.
—¡Ay, estaba a punto de seguir llorando! ¿Cómo te atreves a asustarme así?
—¿Qué pasó? —dijo moviéndose un poco y el polvo de la construcción les cayó en la cara haciéndolos toser un poco y con eso, los bloques se movieron otra vez—. ¿Qué fue eso? —preguntó algo burlón
—Tú y tu enfermo sentido del humor… Seremos enterrados en segundos si no logramos salir de aquí, y estoy tan asustada que la verdad mi cerebro se ha bloqueado totalmente.
—Descuida, espero que se me ocurra algo… sino puedes ir despidiéndote de tu nuevo novio.
—¡Cierto, Gale! —Brice rodó los ojos—. ¡Te estoy viendo! Pasa que me llamó hace unos minutos, le dije que encendería el GPS cuando te hubiera logrado despertar.
—Espera… ¿el de la muñequera? Nos van a encontrar… ¿Ese es su maravilloso plan?
—No creo… le dije lo mismo, pero mi tablet se rompió en la caída.
—Tratemos de salir de aquí… pon los pies sobre esta pared y tratemos de alzarla un poco para ver lo que sucede…
—¿Estás loco? No sé si eso es mejor o peor que la idea de encender el GPS.
—¿Confías en mí?
—¡Obvio que sí! Sino no estaría aquí en medio de estos escombros… eso no sonó muy bien, finalmente —dijo riendo, Brice también empezó a reír.
—No deberíamos estar riendo.
—Son las pocas cosas que quedan… Tratemos de empujar esto, pon los pies ahí y haz lo mismo que yo—. Colocaron los pies sobre el bloque y trataron de levantarlo poco a poco, la arenilla cayó sobre ellos y Dome giró el rostro para evitarla.
—¿Qué es eso?
—Restos… Lo que necesitamos es que no nos caiga una pared encima, creo que puedo ver, parece que no hay nada de ese lado, empujemos hacia la izquierda, todo hacia la izquierda.
Lograron empujar los pocos restos que habían sobre ese bloque, tuvieron que hacer un gran esfuerzo, pero lo lograron. Se levantaron con dificultad y salieron agazapados por sobre los escombros, tratando de no hacer mucho ruido y viendo de no caer nuevamente en algún vacío entre la destrucción de esa fábrica. Cuando ya estaban en la calle, Brice le hizo una seña para que encendiera el GPS de la muñequera y se escondieron detrás de unos bloques que cayeron sobre unos autos abandonados. Solo quedaba esperar a que Gale respondiera o los descubrieran los Phantom y lanzaran la alarma.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro