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La alarma del teléfono de Sehun suena y este se despierta instantáneamente pasándose una mano por su alborotado cabello y frotándose los ojos, son las cuatro de la mañana, la hora feliz de Sehun, o eso era lo que él sentía antes, ahora tiene dudas respecto a eso, pero intenta ignorarlas, intenta ignorar aquella voz en su cabeza que le grita que ya era suficiente, que ya no puede más.

Pero Sehun quiere seguir. Él quiere seguir amando a JunMyeon de cualquier forma que esté a su alcance.

De lo que Sehun no está al tanto es de que hay una gran diferencia entre poder y querer, o tal vez si lo está pero el amor aparte de ciego lo hace sordo a las razones. Es un ignorante en cuanto a verdades dolorosas.

Sehun enciende su laptop y entra rápidamente a su Skype, busca a el único contacto que le interesa y solicita una video llamada, pero nadie le atiende, intenta una vez más y obtiene el mismo resultado, intenta una tercera vez y el corazón le late desesperado porque dicen que la tercera es la vencida, pero ese no es el caso para él. JunMyeon no contesta, aún cuando Sehun puede ver que está conectado y eso lo pone mal, porque ahora Sehun es así, casi todo a su alrededor lo pone mal.

Cuando hablan sobre sus ojeras se pone mal, cuando le aconsejan dormir a sus horas correspondientes se pone mal, cuando su madre le dice que no se la pase todo el tiempo con el móvil se pone mal, y se pone mal porque parece que nadie entiende que el amor se basa en sacrificios, nadie entiende lo que significa para Sehun amar a JunMyeon.

Está cansado de escuchar a sus amigos decirle que pase de página, que intente con algo «mejor». ¿Quiénes son ellos para determinar cuanto vale JunMyeon?

JunMyeon lo es todo amorosamente para Sehun, es ese amor, el primer amor, aquel chico de bonitos pómulos había conquistado a Sehun desde que cursaban primero de secundaria, y ahora a sus 18 años Sehun sigue rendido ante JunMyeon, aunque ya no comparten clases, ni citas, ni país.

"Hola Hun, no puedo atender a tu video llamada, pero podemos chatear un rato"

Al leer el pequeño mensaje que le escribió JunMyeon su corazón se encoge y le duele.

"Eso me basta"

Le teclea, mintiendo. La verdad no le basta, solo lo hace sentir triste, ¿Cuantas semanas tenían sin poder hacer una video llamada? ¿tal vez dos o... tres?

JunMyeon ahora está muy ocupado para Sehun, y al principio lo entendía, no todo el tiempo uno está libre para pasar horas frente al computador, pero ahora solo se pregunta constantemente si es que su novio ya se ha aburrido de ver su cansado rostro.

Suspira e intenta quitar aquella idea de su cabeza, se concentra en el mensaje que envió, JunMyeon tarda mucho más en responder de lo que a Sehun le gustaría que tardara y él mismo responde más rápido de lo que le gustaría hacerlo, antes no solía ser así.

Sehun recuerda aquellos primeros días sin JunMyeon, se llamaban, se mensajeaban y hacían su videollamada a diario, JunMyeon se esmeraba en contarle a Sehun como era aquel nuevo lugar al que se había mudado, como era adaptarse y como desearía tenerlo con él viviendo esas cosas, Sehun el más sentimental entre los dos siempre le platicaba a JunMyeon sobre sus días y como eran más tranquilos y aburridos desde que no estaba él, al final era común que Sehun dejara rodar unas lágrimas y que JunMyeon le consolara y lo hiciera reír, porque JunMyeon para Sehun era una medicina.

Como extrañaba aquellos días, que aunque fueron dolorosos eran mejores que ahora que sus lágrimas caían con más dolor pero ya no había nadie para hacerlo reír y ya ni siquiera le contaba la parte dura de sus días a JunMyeon porque no quería estorbar, no quería ser una pesada ancla como se había catalogado una vez él mismo.

"cuéntame sobre tu día"

Le escribe su hyung, y Sehun realmente no tiene nada que decir, nada bueno. Solo había reprobado un examen y terminado su amistad con JongDae porque el chico se empeña en decirle que ya no es el Sehun de antes, también se empeña en culpar a JunMyeon. Todos cambian, ¿Por qué no lo entiende?

"No he hecho mucho, ¿amarte cuenta como hacer algo?"

Porque para mi amarte cuenta mucho piensa Sehun, y le dan ganas de anexarlo a su mensaje pero no lo hace, porque así es todo con JunMyeon ahora, un pensar y no decir, un guardar y dejar pudrir.

La primera vez que Oh Sehun le escondió un pensamiento importante a JunMyeon fue el día en que este se mudo. Sehun recuerda haber ido a su casa y ayudar con todo el equipaje, recuerda haber comido por última vez la increíble comida de la madre de JunMyeon, recuerda haber besado por última vez esos labios que le daban toda la calma del mundo, recuerda haber estado por última vez en los brazos de JunMyeon y recuerda haberle ocultado aquel "no sé si seré lo suficientemente fuerte" que se quedó varado para siempre a la mitad de su garganta y es almacenado ahora en su cabeza, pues Sehun todavía no sabe si es lo suficientemente fuerte para amar de lejos.

"Sehun, deberías hacer más cosas, puedes hacer más cosas, yo hago nuevas cosas"

Joder, es que aquello es lo que más le duele a Sehun, JunMyeon parece ir formando una nueva vida donde ya no cabe él, no parece sufrir como lo hace él, y es que Sehun cree, no, sabe fielmente que entre el que se va y el que se queda, el segundo sufre más porque es completamente autodestructivo ver los días pasar, ver la rutina desarmarse, ver aquellos sitios que solían frecuentar, Sehun se ha quedado solo con un mundo lleno de cosas que le recuerdan a JunMyeon pero este, este se ha ido a un nuevo lienzo.

A éstas alturas de la conversación ya Sehun tiene los ojos hinchados de tanto llorar, y relee cada vieja y buena conversación y se maldice por las de ahora, ya ninguno de los dos parece ponerle corazón, no como antes.

Las lágrimas bajan sin parar y Sehun se siente hoy más herido que nunca, se siente al límite de sus sentimientos, siente que ya es tiempo de caer y no sólo tropezar.

"JunMyeon, quiero terminar contigo"

Tal vez Sehun si sabe que no es lo suficientemente fuerte para amar de lejos.

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Para los amigos que se van:
que no nos duelan los recuerdos que alguna vez nos hicieron felices.

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