Otro recuerdo que tengo de esa época, era la de Virgo bajando la cabeza cada vez que se enojaba, no entendía el por qué, y nunca lo hice. Cada vez que discutíamos por una razón, Virgo se transformaba, era como si un demonio despertara de su interior, listo para clavarle las garras al primero que se cruzase, a veces, hasta llegaba a darme un poco de miedo hacerla enojar.

Otra cosa que recuerdo, era que sus ojos, cuando se enfadaba, se volvían completamente negros; mientras que sus palabras, parecían estar inyectadas en veneno, tan letales que podían herir hasta a la persona más fría que existiera.

Algo que aprendí gracias a aquello, era que Virgo, no necesitaba fuerza para vencer a sus enemigos en una pelea, sólo con decir un par de palabras, sin siquiera insultar, era suficiente.

Esa era una de las cosas que más me molestaban de ella, ya que, aparte de saber decir lo justo y necesario para lastimarte, no acostumbraba a pedir perdón. No era orgullo, sino, que no le gustaba la idea de ir detrás de alguien para pedir disculpas, o más bien dicho, no lo necesitaba.

Y si, varias veces intenté hacerla entrar en razón, ya que no me parecía correcta su actitud, pero siempre pasaba lo mismo.

-Virgo, tienes que ir a disculparte, no puedes ir tratando mal a quien se te cruce, no es lo correcto.

-¡Pero él es el que debería pedir disculpas! Después de todo, él fue quien me empujó e hizo que tirara mis libros.

-Pero tu estabas en medio del camino, fue tu culpa.

-No lo haré.

-Virgo...- Dije en un tono amenazante.

Lo único que obtuve fue una mirada de enojo y un rechinido de dientes. Seguido de eso, se cruzó de brazos y caminó hecha una furia hasta donde se encontraba el chico que la había hecho enfadar.

-Oye, tu, quería pedirte disculpas por gritar que eres un idiota.- Le dijo al chico, por lo que él sólo la miró atónito, ya que no era algo muy normal en ella, y yo, la miré con una sonrisa victoriosa, orgullosa de ese pequeño avance. – Creí que ya lo sabías, que tonta fui.- Finalizó y siguió caminando hasta la salida, con una sonrisa burlona en sus labios.

Y en ese entonces, comprendí que era mejor no intentar cambiar a Virgo, no tiene remedio y nunca lo tendrá, ella es única y si decide cambiar va a ser por decisión propia y no por que alguien se lo pida.

N/A: Sorry por actualizar un poquito más tarde, quería publicar el capítulo un poco más temprano pero al final me enganché con una serie y no pude :v

Por cierto, ¡Felíz cumpleaños a todos/as aquellos/as que cumplen años hoy! Sé que habían varias personas que comentaron que cumplian años hoy, así que este capítulo está dedicado para ustedes, tomenlo como un regalo (?

Que tengan un bonito día, o tarde, o noche, o madrugada, o... vida (?

Los/as quiero <3