-LO QUE SOY XLVIII-

— entonces ¿qué haremos realmente? —Mal estaba cruzada de brazos frente a nosotros.

Ben me miró, esa mirada que siempre tenía, esa mirada de preocupación por las personas.

Sabía que tenía dudas aún, pero siempre tenía dudas. Suspiró y bajó su mirada para dirigirla a Mal, vaya que le costaba tomar decisiones— yo... —paro de hablar.

— seguirán atacando otros reinos —dijo Chad, con sus cejas doblegas y cruzado de brazos, también estaba preocupado.

— Ben sabrá qué decisión tomar —fue entonces cuando Mal bajo su mirada y tomó las manos de Ben— sea cual sea tu decisión, estaré contigo —

Claro que sí lo haría. Suspiré.

— el amor es un arma muy poderosa —masculló Evie convencida con una sonrisa y cruzada de brazos.

Las frentes de Ben y Mal se unieron, por un momento La Paz parecía estar expandiéndose y mi mirada se dirigió al chico con la cabeza baja. Respiré hondo y tomé el hombro de Peyton en mis manos.

— a este paso seguro a mi padre lo habrán secuestrado y torturado —masculló con pesimismo.

Me dolía ver a un chico tan alegre como él así, derrotado y sintieron desesperanzado.

— Peyton —musité su nombre en la cercanía— viniste por ayuda y eso obtendrás, si es necesario iremos en busca de tu padre, pero Peyton —su mirada se levantó hacia mi, aunque el chico fiera más grande que yo— te prometo que haré lo posible por recuperar a tu padre, si es necesario salvaremos a Nunca Jamás —mi mirada se dirigió a Ben— juntos —

Entendía la cuestión de que era decisión de él y sabía que me había pasado con mis palabras, pero solo quería estar y ayudar a Peyton.

— no quisiera que te pasara algo —confesó Ben con sus cejas doblegadas, Mal bajo su mirada.

— porque esto fue mi culpa, se me escapó de las manos, no tenía en cuenta que podrían volver a atacar —

Estaba preocupado por mi.

Quise formular algo con mis labios pero, no salió nada. Aún no me acostumbrara a que las personas empezarán a preocuparse por mí, me sentía incómoda y justamente era lo que me dejaba expuesta.

— por eso, déjame pensar alguna otra opción, una que no conlleve a exponer las vidas así —hizo silencio— por eso, solo dame hasta mañana en la mañana y pensaré en algo —

Fruncí mis labios y mire a Peyton— ¿mañana en la mañana? —masculle no convencida.

El silencio se promulgó. Mañana en la mañana Ben daría su decisión— me parece una sabia elección —dijo el Hada Madrina— es mejor no tomar decisiones apresuradas —

— ¿no tomar decisiones apresuradas? —una voz se oyó a través de la puerta.

— no, Ryan, ¿qué haces? —pero fue tarde para cuando volteamos, pues la puerta se había abierto de par en par por él, de Ryan, quién entraba con su ceño fruncido.

Entraba con autoridad por las puertas como si fuese dueño del lugar, fruncí mi ceño enojado por ser un entrometido— ¿no les dije que volvería después? —gruñí dirigiéndome hacia él, dándome cuenta que tanto la pelirroja Andy como Tristán y Allice estaban aquí también— son unos fisgones —

Ryan me miró con una ceja alzada— sospecho que no fui el único no invitado, ¿o me equivoco? Hija de Maléfica —su voz sonaba tan dura, por un instante creí que se le había pegado de Tristán.

Entre cerré mis ojos y chasqueé la lengua, mientras veía a una Andy preocupada acercándose a Peyton y abrazándolo— oh Peyton, ¿estás bien? —los mire, mire como Andy tomaba entre sus manos el rostro de Peyton y este sonreía tomando sus manos.

— estoy bien, Andy, también es bueno verte —Andy sonrió en compensación a Peyton.

— Peyton es nuestro amigo y si es necesario pelearemos a su lado —la voz de Tristán apareció.

— no podría permitir que el país de las maravillas entrará en esta lucha sin ser autorizados —confesó Ben— los príncipes de Las Maravillas no pueden intervenir —

Los pasos de Tristán se acercaron hasta llegar a mi lado, frunció su ceño en mi sentido, parecía enojado, pero volvió a mirar a Ben— El país de las maravillas ofrece su ayuda —mire a Ben, quien parecía impresionado.

Ben miraba impresionado a Tristán, el hada madrina también estaba sin habla y el príncipe Chad parecía analizar a Tristán con la mirada.

Mal mantenía la mano de Ben con la suya y Evie miraba con preocupación también la situación.

— mientras más ayuda tengamos —y ella fue la que hablo— podríamos tener más posibilidades de atraparlos y devolverlos —ahora miraba a Ben en busca de respuesta.

— así es, mientras más seamos, será mejor, después de todo Meido ya lo dijo, salvaremos a Nunca Jamás si es necesario —ahora dirigía su mirada a Peyton— eres mi amigo y quieras a no, nuestro primer año fue muy importante, tomamos decisiones que nos hizo estar más que unidos, salvamos Auradon —dirigió su mirada a Ben— y si es necesario volver a unirnos para salvar otro reino, lo haremos —

Ben por un instante miró a Tristán y luego Peyton, una sonrisa pequeña se implantó en sus labios, Mal también sonreía.

— bididi badidi, eso sí es que emotivo —masculló el hada madrina conmovida.

Fruncí mi ceño y miré a Ryan— ¿desde cuándo estaban allí afuera? —

Ryan de inmediato desvío su mirada y se cruzó de brazos indignado— pues, desde que dijiste que irías con Peyton a ayudarlo —gruñí al escuchar su respuesta.

— eres un metiche —gruñí con odio.

— ¿yo solamente? Por si no lo habías notado también entró Tristán y las chicas, eh, no me eches la culpa solo a mí —bufo.

Rodeé los ojos y volví mi mirada.

— esperare a la decisión del Rey Ben —fue entonces que Peyton suspiro— haré lo posible para devolver a Nunca Jamás a lo que era y salvaré a mi padre también si tengo la oportunidad —

— yo tú no me preocuparia por eso, chico —la voz de Ryan tomó la atención de todos.

— ¿De qué hablas? —

Ryan sonrió de lado en mi dirección— ¿te acuerdas lo que Garfio decía? —fruncí mi ceño a su pregunta.

Pero, si lo recordaba, ese pequeño recuerdo aún estaba en mi mente.

— muy pronto, cuando esa barrera sea destruida y el mal se expanda nuevamente —tomó un sorbo su cerveza, junto a Gastón estaban en la taberna de Úrsula, ambos a la lejanía, podía escucharlos, pero me mantenía en perfil bajo— tomaré camino a la isla, obtendré a mi preciado y glorioso Jolly Roger y atraparé finalmente a Peter Pan —el desprecio corría por sus labios— tomaré su familia y también la tierra de las hadas, la isla de Nunca Jamás y todo quien me quiera enfrentar se las verá muy caro —

Fruncí mi ceño y baje la mirada— no les hará daño, hasta tener a toda la familia, tampoco disfrutaría solo matarlo, él quiere más que venganza con Peter Pan, quiere recuperar esos años en la isla, con la familia completa —masculle mirando a Peyton.

— ¿crees que aún..? —los ojos de Peyton nuevamente estaban reflejando esperanza.

— no cabe duda, la venganza se sirve mejor con sufrimiento lento y duradero –los ojos de Ryan brillaban de horror.

— ¿qué mejor que un villano? Para entenderlo —masculle con sarcasmo.

— entonces sigue habiendo esperanza —Chad ahora salía a hablar.

— si, hay esperanza —dijo finalmente Mal. Y sonrío riendo por lo bajo.