Descendientes - Inesperado...
-LO QUE SOY XXIX-
— no recuerdo que mi padre me haya hablado sobre una escuela —reía nervioso mientras miraba hacia la isla extrañado, aún entre los árboles se podía visualizar como la isla se alzaba, mire de reojo a el pobre rey— ¿dragon hill dijeron? —
— no te preocupes, seguramente a este paso ya debe estar completamente cerrado, digo, la barrera ha desistido —bufé y reí— no es como que esté en funcionamiento aún —mire a Mal y esta reaccionó frente a mi comentario como si realmente no estuviera segura de que hubiera cerrado ya.
— se ensañaron en hacernos malvados y estar listos para cuando la barrera cayera —masculló Ryan absorbido.
Fruncí mi ceño— a veces nos hipnotizaba —indico Mal igual de absorbida.
Perpleja mire a ambos y luego a Ben con cierto espanto.
— hacernos odiarnos unos a otros y mucho más a los de Auradon —masculló Celia mirando sus manos.
— nunca los entendí —pero Dizzy fue la única que alzó sus hombros sin importancia y camino hacia la moto de Ryan para tomar el casco y ponérselo.
Creo que Dizzy era inmune a esas cosas porque siempre guardaba la esperanza de ser una princesa y de estar en Auradon, Evie terminó de maquillarse y sonrió— igualmente, eran tan desagradables, excepto mi madre, ella siempre se encargaba de que la vestimenta fuera apropiada y maravillosa —dijo con elegancia— sino vestías bien eras mandado a detención —
Fruncí mi ceño— ¿eso era un crimen para ella? —cuestione.
— oh no, pero no porque vivas en un lugar como ese significaba que debíamos vestir tan pobre, podías robar buena ropa —dijo con simpleza.
La miré perpleja, sabía que Ben también, mientras los demás seguía absorbidos, fue entonces cuando Evie miró a Ben y parpadeo unas cuantas veces— ósea cuando estábamos en la isla, ahora busco de mis propios recursos —aclaró— no es como que robe, aunque nunca lo hice, tenía la suerte de tener una madre como la Reina Malvada —
— Me alegra no haber estado en esa escuela —dije para mí.
— a ti ese tipo de maldad no te hacía falta —nuevamente Evie hablo, fruncí mi ceño— tenías tanto odio en ese entonces —cruzada de brazos admiraba el vasto infinito.
Reí— bueno, tampoco eras tan buena como piensas —dije para mí nuevamente.
— tienes mucha razón —
Alce mis cejas y me crucé de brazos dirigiéndome hacia Ben, por eso y muchas razones no hablaba tanto con Evie, siempre tenía algo que visualizar conmigo, lo más que podía hablar con ella era sobre vestidos y Dizzy, pero de más no y digo vestidos por el hecho de que ella opinaba sobre los que tenía puestos.
— ¿nos extrañarás? Rey Ben —hice burla a su nombre, pero él sonrió y metiendo sus manos en los bolsillos dijo— solo a Mal —reconoció.
— auch —jugue riendo de lado— no te vayas a convertir en bestia en lo que no está —
— por desgracia por el momento no puedo dar un paseo de esa forma, debo atender asuntos reales —y fue al instante en que un auto pito tras de mí, dirigí mi mirada hacia atrás viendo como un carro blanco llegaba con una bandera muy inusual sobre él.
— tienes visitas —masculle.
— ¿más principes? —la voz de Dizzy se escuchó en mis oídos mientras aplaudía, provocando que Mal y Celia salieran de su trance y Ryan suspira con pesimismo dirigiendo su ceño fruncido al auto.
— hablando de asuntos reales —parecía que la persona que venía claramente tenía tensa a Ben, podía sentirlo, como respiraba hondo.
— Rey Ben —esa voz, fruncí mi ceño volteando mi mirada hacia el chico que venía saliendo del auto, pues con una sonrisa el príncipe Chad salía del auto y miraba a Ben y luego dirigía su mirada a mí— princesa Meido —
Trague fuerte— príncipe Chad —
Sentía como el corazón se me aceleraba, ¿que me estaba pasando?
— es bueno volver a verla —parpadeo unas cuantas veces y me volvió a sonreír como anoche en la fiesta.
Qué extraño era este tipo.
— supongo que gracias —masculle un tanto insegura.
— y qué bien se ve hoy —tartamudeo por un instante— digo, se ve tan liberal —río.
Fruncí mi ceño, ¿liberal?
— bueno, no es por presumir, pero yo hice este atuendo —y no supe en qué momento Dizzy apareció a mi lado— no me dijiste que conocías príncipes tan lindos —masculló Dizzy hacia mí.
Trague fuerte, porque eso exactamente no fue un susurro y el príncipe Chad claramente había escuchado eso, pues no estaba muy lejos y también nos miraba extrañado.
— supongo que debería sentirme halagado, señorita... —Miró a Dizzy un instante como si así pudiera descifrar su nombre, pero ella se apresuró y con una reverencia dijo.
— Soy Dizzy de la isla de los perdidos, nieta de Lady Tremaine —asentí ante su presentación y volví a mirar a Chad.
— es un placer —le correspondió el saludo.
Claramente Dizzy podía encajar perfectamente aquí.
— Chad, eres bienvenido a Auradon —Ben ahora estaba bajando las escaleras hacia nosotros con total tranquilidad.
— es un placer ser invitado por usted, alteza y por la reina Mal también —dirigió su mirada a Mal, mirándola de arriba a abajo— me temo que no me sé los demás nombres —miro a todos.
— pues te ahorras las molestias, príncipe que no conozco, soy el príncipe Ryan del país de las maravillas, ella es Evie hija de la reina malvada, Celia hija de Facilier —
— Oh, a la señorita Facilier si la había visto, es un placer volverla a ver, perdone por no haber estado con usted en su estadía en Maldonia —¿siempre era así de educado?— mi hermano, Tiago, seguramente si estuvo con usted —
— parece un buen chico y con un gran futuro —dijo Celia oportunamente.
— sí, ese es mi hermano —
— ajá sí —continuó Ryan, no dandole importancia a Chad— y el chico que está en las escalera con caras de pocos amigos es el príncipe Tristán —
Abrí mis ojos de par en par en cuanto Ryan dijo eso.
¿Cuándo había llegado Tristán?
Mire las escaleras donde él permanecía en la parte superior y miraba a Chad como si estuviera examinando.
— un placer —¿por qué tenía esa mirada? sentía el frío recorrer mis huesos.
— creo que es hora de irnos —escuche a Mal.
Asentí frenéticamente sin dejar de mirar a Tristán y tomé el casco para ponérmelo.
— fue bueno verla princesa Meido —asentí al comentario de Chad y subí a la moto.
¿Qué rayos había sido eso?
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