—¡¡TENNY!! ¡¡TENNY!! ¡DESPIERTA! ¡¡TENNY!! —grité zarandeando a la rubia, ¡¿a quién demonios se le ocurre sacar tres litros de sangre habiendo comido apenas?!

—Joder… —Brian se acercó a nosotras y miró a Tenny con el ceño fruncido, pasó su vista de arriba abajo de su cuerpo y soltó un suspiro—. ¿Tan mal estamos, Lana? ¿Tan bajo ha caído este grupo? Míranos… Carl solo se ha dedicado a putearnos día sí y día también, para que luego se escape, y ahora Tenny… da su sangre para ver a un asesino del que… está obsesionada o enamorada, ya no lo sé, y los demás muertos… —comentó con voz triste, yo lo miré y luego a Tenny.

—Brian… tenemos que pedir ayuda… Tenny de un momento a otro puede… irse también… Por favor, no quiero más muertes, no más… —murmuré apenada, miré a los barrotes y comencé a gritar de nuevo—. ¡¡AYUDA!! ¡¡POR FAVOR!! ¡¡QUE ALGUIEN NOS AYUDE!! ¡¡NECESITAMOS AYUDA!! ¡¡TENNY SE VA A MORIR EN CUALQUIER MOMENTO!! 

Brian se levantó y comenzó a golpear la pared con las palmas de las manos con fuerza, acompañando mis gritos.

—¡¡ASOMAD LA MALDITA CABEZA!! ¡¡SE HA DESMAYADO TENNY AQUÍ!! —gritó él, cada uno seguía con su pedida de auxilio, como si fuera un mantra.

Estuvimos así por un largo rato, tal vez media hora o más, pero parecía no dar resultado. Brian caminó hacia los barrotes y los empezó a patear, después de unos cinco segundos, la puerta se abrió, se escucharon pasos apresurados, y un Ticci Toby se paró en frente de nosotros, mirando fijamente a mi amigo.

—Vuelve a patear los barrotes y el que rompas te lo meteré por el agujero del pene, primer y último aviso —dijo con voz dura.

—¡¡Por favor!! ¡Tenny se ha desmayado! ¡Necesita comida! ¡No sabemos cuánto tiempo le queda y…!

—¿Y a mí qué? No haberle dado su sangre al pintor —me interrumpió cortantemente.

—¡¡Por favor!! ¡Solo un poco de comida! ¡Solo…!

—¡He dicho que no! —alzó un poco la voz, me miró directamente a los ojos con una mirada fría y penetrante, tragué en seco y no supe qué más decir.

Se escucharon otros pasos, pero eran finos y pequeños.

—Toby, deberíamos alimentarla, muerta no nos sirve de nada, y lo sabes —habló la castaña que más quería ver en ese momento, la chica que miraba por nuestro bienestar, Sally—. Si la dejamos pudrirse de hambre solo nos traerá bichos y mal olor… —Toby miró fijamente a Sally—. Yo me quedo con ellos, ninguno más se escapará, aprendí la lección con Fu —el castaño oscuro nos miró a nosotros y luego a Sally de nuevo, sin decir una palabra caminó a la salida y se fue, dejándonos en silencio absoluto.

—Sally… —murmuré.

—Gracias —agradeció Brian por los dos, se sentó a mi lado y estuvimos frente a Sally, ella hizo lo mismo, quedando a la misma altura.

—Tenny no debe morir… Menos de esta forma —susurró mirándola—. Morir de hambre es horrible y doloroso, tal vez no como el ser quemado vivo pero… Es de las peores formas que hay, ¿sabéis?

—Ha estado desde que pasó lo de Carl… Llamando a Jeff… —dije, ella me miró. 

—Lo sabemos, muchos se quejan de ello. Pero no sé si sirva que siga preguntando, no le van a responder, y si lo hacen, no será la que ella quiera escuchar… 

—Todo está hecho un caos desde lo de Carl… —murmuró Brian—. Dios… 

—Lo peor es que la estáis pagando vosotros, aunque no fuera vuestra culpa, sino la de Hoodie por descuidarse pero… con alguien se tienen que desquitar… Os entiendo a ambos, en serio, pero no hay mucho que pueda hacer, no hay mucho en lo que pueda ayudaros… 

—Has hecho más por nosotros que cualquiera de aquí, Sally —hablé esta vez yo y sonreí levemente—. Gracias, tanto Brian como yo te lo agradecemos.

—Lo sé —sonrió ella y nos quedamos unos minutos en silencio hasta escuchar de nuevo los pasos de Toby, venía con un gran bol de ensalada y un sándwich.

—Tomad —abrió la celda y nos dejó la comida en el suelo, para luego cerrar la celda rápidamente—. Si necesitáis cualquier cosa, no dudéis en no llamarme.

Se dirigió a la salida. Sally se despidió de nosotros y se fue con Toby, dejándonos solos.

Pasaron unas cuantas horas hasta que Tenny despertó, seguía estando pálida, aunque no se notaba tanto por la poca luz que emanaba de la ventana, estaba oscureciendo.

—¿Q-qué pasó…? —dijo sin fuerzas, le acerqué la comida y se sentó lentamente, agarró un tenedor de plástico y comenzó a comer pausadamente, como sin ganas.

Brian y yo nos miramos preocupados, pero la expresión de mi amigo cambió repentinamente, parecía que se le había ocurrido una idea.

—Te lo ha preparado Jeff —dijo. Tenny lo miró rápidamente y comenzó a comer con más ganas, nuestras caras eran de incredulidad pura y dura.

«Quiero pensar que es la primera vez que se enamora y que por eso se comporta así».
Pensé, esta actitud me habría parecido tierna y graciosa, si no fuera porque estamos secuestrados y se trata de que no está comiendo para sobrevivir, sino porque se la ha hecho uno de nuestros captores…

—¿Te encuentras mejor? —le pregunté, ella no contestó, siguió comiendo, después de unos segundos paró, se levantó y nos abrazó a ambos. Nos miramos sorprendidos mutuamente y correspondidos al gesto.

—Gracias… por cuidarme y preocuparos a pesar de… no haber hablado con vosotros en este tiempo… 

—Tenny, no hay de qué, en serio… —dijo Brian.

La rubia se separó y agarró el bol, quedaba la mitad de la ensalada.

—Tenny, eso es para ti, te lo trajeron para que no muer...

—Estoy bien, podemos compartirlo, igual que el sándwich, es lo menos que puedo hacer por vosotros… 

Brian y yo nos sentamos y comimos la ensalada, la rubia partió el sándwich en tres pedazos.

Después de cinco minutos, habíamos arrasado con los platos.

Hacía tiempo que no comíamos así… 

Tenny metió la mano en el bol de ensalada y sacó una nota con su nombre, la abrió y jamás la vi tan emocionada con un trozo de papel en sus manos.

—¡¡Es de Jeff!!

Nos mostró la nota y decía “te echo de menos”, la guardó en el bolsillo del pantalón y se quedó sonriendo como una tonta.

—Tenny, ¿estás enamorada de Jeff? —pregunté viéndola, ella se me quedó mirando borrando su sonrisa, cambiándola por un rojo bastante notable en su blanca piel.

—Yo… yo… no lo… sé… n-nunca he estado… enamorada o… me ha gustado alguien…

—Mmmm… —pensé por un momento, tratando de buscar las mejores palabras, pero se me adelantó Brian.

—¿Qué sientes cuando estás con él?

—M-me siento cómoda, me siento bien, no me siento presionada o insegura, es más, es agradable su c-compañía —tragó en seco.

—¿Te diviertes con él? —asintió— ¿Y cómo es él contigo? 

—P-pues… es amable, me hace reír y respeta mucho mi espacio personal. No me intenta tocar como Carl, incluso me ha defendido de otros Creepypastas, hasta salvado la vida… 

—Pues… yo como hombre que entiende a otros hombres, podría decirte que le gustas, y claramente —al decir eso Brian, Tenny lo miró y soltó un gritito de emoción agudo, como una niña pequeña.

—¡¿EN SERIO?! ¡¿LO DICES EN SERIO?!

—Entre hombres lo notamos, solo que… Se te olvida que es uno de los secuestradores —la expresión de emoción de Tenny cayó en picado a una de decepción, su expresión corporal había abandonado toda vida, ahora estaba decaída.

—Brian, entiendo lo que quieres decir con eso… Es decir… realmente lo entiendo, y sé que está mal, y que estoy cayendo en lo mismo que Lexy, que es probable que me pueda pasar lo mismo, eso bajo vuestro punto de vista… Lo que yo he visto y me ha dicho es… totalmente diferente… 

Brian soltó un suspiro y se llevó las manos al rostro frotándoselo.

—Tenny, te voy a ser franca. Desde el principio me pareció un error que te acercaras a Jeff, sobre todo después de lo de Lexy y Locke, pero, no quiero que peleemos por esto, no de nuevo. Tenemos que estar juntos los tres, más ahora que solo quedamos nosotros, y dudo mucho de Carl, no sé si será capaz de decir dónde estamos exactamente, o si dirá que estamos muertos, no sé de lo que sea capaz con todo lo que ha… pasado últimamente. 
Lo que sí he de decirte, es que entre el caso de Lexy y Locke y tú, hay algo extraño, y es que sigas viva, incluso con todo lo recientemente ocurrido… 
Jeff te mantiene viva por algo, no sé si sea amor o qué, pero de lo que estoy segura es que no te quiere muerta, al menos no por ahora. Así que haz todo lo que puedas para que eso no cambie, no quiero más muertos entre nosotros, por favor… 

—A mí me sigue pareciendo una tontería lo que haces con Jeff, pero estoy con Lana, hagas lo que hagas no le des motivos para matarte, creo que hay algo más ahí… Te defendió desde el principio, desde el primer día, así que o mi sentido de hombre no me falla o… —Brian se quedó dudando unos segundos tratando de encontrar respuesta, luego negó con la cabeza encogiéndose de hombros.

Tenny nos volvió a abrazar con fuerza, en todos estos años que llevamos de amistad, nunca nos había abrazado de esta manera, ni tomaba la iniciativa para hacerlo, así que nuestra sorpresa no era pequeña, pero el gesto era bastante reconfortante.

—Yo tampoco lo entiendo bien —dijo al separarse de nosotros—. Solo sé que me siento bien con él, y creo que él también… Ni siquiera hemos… bueno, no ha intentado nada conmigo, como Lexy y Masky.

—Estoy segura de que cuando lo de Carl pase él vendrá, cuando todo se calme… —sonreí levemente poniendo mi mano en su hombro, ella me devolvió la sonrisa y asintió.

Miramos hacia la ventana, ya era de noche. Retrocedimos hasta la pared del fondo para acurrucarnos y así poder dormir lo mejor posible.

Pasaron las horas, Tenny y Brian habían caído dormidos, sin embargo, yo no podía conciliar el sueño. Me encontraba sentada, con la espalda apoyada en la pared mirando a los barrotes, resoplé aburrida, pensando en qué hacer mientras.

De pronto, escuché la puerta abrirse, pero con mucho cuidado, como si quisiera hacer el mínimo ruido posible. Una sombra se asomaba por el pasillo, caminó hasta que quedó en frente de la celda y solo pude distinguir una sudadera blanca en la oscuridad.

—Jeff… —murmuré, él al notar mi presencia se sobresaltó un poco y trató de irse, me acerqué con rapidez a los barrotes para verlo mejor—. Jeff, ¡espera! —susurré en alto, él se detuvo dudoso—. ¿Vienes a ver a Tenny? Recibió tu nota —su espalda se tensó—, estuvo muy feliz cuando la leyó —se dio la vuelta y se acercó a mí, a través de los barrotes.

—¿Está mejor? —susurró y la miró, asentí—. No le digas que estuve aquí.

—¿Por qué? Ella también te echa de menos, ella está deseando que te aparezcas por la puerta para hablar con ella o llevártela de la celda.

Jeff se quedó callado por unos segundos y se detuvo mirando a Tenny y soltó un suspiro.

—Lana… es complicado… Solo te diré eso… 

—Lo sé, sé que la situación después de lo de Carl se ha descontrolado, pero… ¿Ni siquiera puedes venir con la excusa de darnos comida? —él negó con la cabeza.

—Simplemente no debería estar aquí. No debo.

—No debes y aún así lo estás, ¿por qué estás aquí?

Jeff me miró fijamente y se alejó de los barrotes.

—Eso no es de tu incumbencia.

—¡Vamos, Jeff! ¡Ya sabemos que estás aquí por Tenny! ¿Por qué no lo dices? ¡No somos idiotas! —seguí susurrando igual que él.

—Lana, cierra la maldita boca o sonreirás para siempre —su voz se volvió más grave y me miró a los ojos, ¿qué tenían con intentar intimidarme así todo el rato?

—Solo… solo no le hagas daño, Jeff, le importas a Tenny y se preocupa por ti.

Jeff bajó la mirada y luego la subió hacia Tenny, quien dormía plácidamente igual que Brian, soltó un suspiro frustrado y se puso la capucha para luego tirar de ella. 

Se dio la vuelta dispuesto a irse, pero le detuve de nuevo.

—La comida y la nota que le mandaste la ayudaron a mejorar, sin ti no habría comido casi nada y seguiría igual de mal… Ten en cuenta lo mucho que le importas.

Me dirigió una última mirada para luego irse, abrió y cerró la puerta tal cual lo hizo al venir, dejándome de nuevo en la oscuridad en la que me encontraba.

Tenny tenía razón, esto no es como lo de Masky y Lexy, esto es algo distinto.

Curiosidad n°61: Después de todo lo acontecido, Lana sigue siendo el pilar de unión del grupo, demostrando así su importante participación en él.