Ya ha salido el sol de nuevo. Amanecer de un nuevo día.

Tenny, Carl y yo seguimos en un lado de la celda, mientras que Brian sigue aislado en el otro. La verdad, una parte de mí sigue guardándole cariño, pero otra está muy decepcionada de que ocultara tantas cosas. Que actuaba de forma tan perfeccionista para evitar que se le pegaran actitudes de nosotros… Dios mío, jamás habría creído que pudiera pensar eso.

—Anda, Bloody, no sabía que te quitaras la máscara con ellos —la voz de Jeff se estaba acercando a la celda.

—Sabes que no puedo respirar bien con ella, además, así puedo captarlos mejor, seguro que sus expresiones cambiarían mucho si estuviera con ella puesta, las máscaras dan… un aire diferente, y los quiero pintar lo más naturales posible —Bloody ni siquiera miró a Jeff para contestar. Estaba demasiado ensimismado en nosotros y en su cuaderno.

—Ajá —la expresión del asesino cambió cuando por fin se acercó lo suficiente como para ver la celda. Su vista se dirigió al instante a Tenny, quién tenía a Carl apoyado en su hombro. Creo que Carl estaba disfrutando, aunque Jeff lo mirara mal Carl debía permanecer quieto y en esa posición por Bloody. Noté como el rubio lo miraba con expresión burlona.

—¿Cuánto tiempo llevan así? —dijo con voz fría mientras metía las dos manos en los bolsillos de su sudadera blanca… Y roja.

—Unos… quince minutos creo. He llegado sin avisar, quería pillarlos de imprevisto nada más despertarse. 

—¿Despertarse? —Jeff arqueó una ceja, casi diría que estaba un poco molesto— ¡¿Han dormido así toda la noche?! —giré los ojos para ver a Carl, y cómo no, estaba sonriendo. Parece que después de todo con Jeff no va a aprender.

—¿Acaso importa mucho? —me llama la atención la tranquilidad con la que Bloody habla.

—Mm… Tenny, no te he dado las gracias por dejarme dormir así. De verdad que necesitaba apoyarme en algo cálido, las paredes y el suelo son tan fríos... Eres tan comprensiva, después de todos los golpes esto es justo lo que necesitaba para descan… —Carl nunca dejará de ser Carl.

—Carl, no te pases, para un poco —y Tenny nunca dejará de ser Tenny. Definitivamente las muestras de afecto demasiado cariñosas no son para ella.

—Helen, si no te importa creo que voy a quedarme aquí a ver como terminas esa… obra de arte —Jeff empezaba a mover el pie con impaciencia. 

Carl soltó una mini carcajada que creo que Bloody… O Helen… No llegó a escuchar, por suerte. 

—¿Quién mierda se llama Helen siendo hombre? Normal que le dieran ganas de matar… —dijo eso susurrando, no sé si Bloody estaba demasiado concentrado en sus dibujos o simplemente ignoraba sus comentarios.

—¿Y quién mierda se llama Plagaunado? —ya ha conseguido picar a Jeff… ¿En cuántos, tres minutos?

Escuché como Bloody resoplaba, creo que la presencia de Jeff y los comentarios de Carl le hacían perder la paciencia un poco. Seguramente eso hizo que decidiera terminar más rápido de lo que le habría gustado, ya que al minuto dejó el pincel ensangrentado encima de una servilleta de tela.

—Lo terminaré en mi estudio mejor. Ya podéis moveros.

A pesar de que Tenny movió levemente su hombro, Carl siguió apoyado en él mientras sonreía enseñando los dientes. Jeff no se lo pensó dos veces y entró en la celda con rapidez… 

Para nuestra sorpresa, lo único que hizo fue agarrar a Tenny fuerte del brazo, incorporarla y llevársela hasta el bosque... Carl está bien pero espero que tampoco le haga nada a ella… 

Estaba tranquilamente sacándome de encima a Carl cuando de repente Jeff me jaló del brazo, me sacó de la celda y me llevó al bosque. ¿Va a matarme? ¿Por qué está cabreado? ¿Por qué ese cambio de humor tan repentino?

—¿A-a dónde v-vamos? —pregunté con algo de miedo.

—N-no… ¡No lo sé! —Jeff se quedó quieto, pero no me soltaba del brazo.

—¿M-me vas a matar…?

—¡¿Qué?! ¡¿Por qué crees que te haría eso?! —me estaba mirando fijamente, parecía confundido…

—¡No lo sé…! ¡Me has sacado de la celda a la fuerza sin decirme nada! ¡Y me has estado evitando! —solté mirándole mientras hacía una mueca de tristeza.

—¡¿Evitándote?! ¡Lo único que quería evitar era que me siguieras utilizando! 

—¡¿Utilizando?! ¡¿Cuándo te he utilizado?!

—¡Tú misma lo dijiste aquel día! ¡Dijiste que te acercabas a mí porque era el único que no te miraba mal! ¡Si tus “amigos” y tú nunca hubiérais peleado jamás te habrías acercado a mí, lo hacías para no estar sola! 

—¿Qué…? —dije en un hilo de voz y tragué en seco— N-no… E-espera… ¿Me dejaste de hablar todo este tiempo por eso? ¿Es en serio? —Jeff soltó una risa amarga, como si no se creyera lo que estaba escuchando.

—¿Acaso utilizarme no es motivo suficiente para querer alejarme de ti? 

—Nunca te utilicé… Malinterpretaste todo… Siempre te estaré agradecida por lo que hiciste por mí, y si estaba contigo era porque yo quería, no porque me convenga…

—¿Y cómo quieres que te crea ahora? 

—A pesar de que me haya reconciliado con Lana y… Carl, y Brian se haya aislado, cuando te fuiste quería saber qué te había pasado y el porqué dejaste de venir —fruncí el ceño y apreté la mandíbula—. Son mis amigos, pero… Cuando… estuve contigo… —bajé la mirada al empezar a sentir nervios, mis palabras comenzaban a ser torpes y titubeaba.

—¿Y bien? —Jeff arqueó una ceja, su voz se volvió más suave y creo que hasta tartamudeó un poco al principio. Sentí que hacía menos presión en mi brazo.

—Y-yo… s-solo… —cada vez tartamudeaba más, mis nervios crecían considerablemente al punto en que no le podía ver ni al rostro, mis mejillas ardían, seguramente estaba rojísima. Dios, ¿por qué me siento de esta manera con él?— M-me gustaba… estar… contigo… —dije lo último en un hilo de voz, casi inaudible, estaba empezando a sudar.

—Te… te comprendo… a-a mí me pasa igual… Me gusta estar conmigo mismo —Jeff sonrió alegre y yo rei, no era la respuesta que esperaba— y también me gusta estar contigo. 

Jeff sonrió, y yo también. No pensé que diría esto, pero lo cierto es que me parece bastante atractivo. Seguramente Jeff se reiría si pudiera escuchar mis pensamientos, me diría que soy una fangirl. 

—¿Entonces… quieres ir a la caba…?

—Jeff —le interrumpió Bloody con prisa, realmente nunca le presté mucha atención a su historia, no me desagradaba, pero el que hubiera interrumpido justo en este momento… Le estaba quitando puntos de ser uno de los Creepypastas que más me gustan—, ¿la vas a matar?

—¿Qué? —preguntó Jeff con cierta molestia notable en su rostro— No, no la voy a matar…

—Entonces, si ya terminaste de revolcarte con la niña, ¿podrías llevarla dentro? He cambiado de idea, quiero seguir dibujando —la cara de Jeff era un poema, tenía la mandíbula tensa y miraba de forma asesina al pintor, el cual este lo miraba con suma tranquilidad.

—Tengo diecisiete años, ¡no soy una niña! —exclamé molesta mirando a Bloody.

—Mira, cuando Jeff se estaba clavando su primera paja tú ni habías nacido… —ladeó la cabeza restándole importancia.

—¡Bloody! ¡No digas esas cosas delante de los niños! —Bloody sonrió ampliamente y rio al escuchar eso, Jeff hizo lo mismo. Miré al pálido sonriente con enfado y caminé pasando al lado del dibujante, dirgiéndome a la celda.

—Bueno… Lo digo en broma, Bloody. Es cierto que después de lo que han vivido y por su edad un poco también, no podemos considerarlos niños… 

—Le sacas como diez años, ¿de verdad?

—Vamos… No son tantos, ¿y nuestros abuelos qué? Espera, ¿por qué mierda estamos hablando de sacarme años con Tenny? —se cruzó de brazos, escuchaba la conversación a unos pasos de Bloody con la misma expresión de molestia por el comentario de Jeff, no me gusta que me digan que soy una niña cuando estoy a un año de ser adulta.

—Solo quiero que sepas que si hicieras algo te empezarías a parecer un poco a Slenderman —me sigue sorprendiendo la tranquilidad con la que habla siempre.

—¡Ni que se los violara o algo por el estilo! El tenerlos cuidados como perros falderos no significa que les haga algo, creo… —bajó la mirada pensativo, para luego poner una cara de asco, creo que la imaginación hizo su trabajo en su mente.

—Vale, puede que me haya pasado con lo de Slenderman —Bloody volvió a soltar una risita.

—Te has pasado en lo de compararme con él, pero en lo otro creo que hasta habrás acertado, por qué iba a querer tantos niños si no… —la expresión de Jeff era de asco, pero lo notaba algo alegre por compartir bromas con Bloody. Me pregunto si tendrán más amistad de la que pensaba que tendrían.

—Me alegra de manera exorbitante que don risitas y Picasso compartan tanta información útil acerca del Coco de los bosques, pero me gustaría saber si me quedo acampando en el bosque esperando encontrar a un The Rake dispuesto a buscar entre mis tripas algo que comer o a B.O.B o me voy a la celda o… —Jeff soltó una carcajada ante mi comentario.

—Vete a la celda, humana —una voz resonó en mi cabeza, al darme la vuelta vi al hombre delgado detrás de mí, por inercia caminé rápido detrás de Jeff por si empezaba a atacar—. No tengo planes por ahora de ahorcarte o atravesarte, siempre y cuando no hagas ninguna tontería.

—Lleva mucho tiempo en la celda, porque salga un rato y conmigo no creo que vaya a ser el fin del mundo… —comentó Jeff haciendo una mueca.

—No del mundo, pero sí de nosotros si ella se llega a escapar y avisar a la policía, nos tendremos que mover, y será mucho trabajo innecesario para todos.

—Oh, vamos, Tenny no escaparía ni me delataría, le caigo demasiado bien para eso, ¿a que sí? —Jeff me miró con una mirada algo pícara, y yo le respondí con la misma expresión. Me parecía divertida esta situación, y eso que debería estar atemorizada, pero la forma en la que Jeff actuaba era capaz de convertir cualquier mal momento en una buena experiencia.

—Oh, no, eso no Jeff, otra niña no… Ya tuve problemas con Masky, Woods… —Dios santo, ¿hasta Slenderman se está pensando que estoy con Jeff? 

—Estáis asumiendo hechos que ni siquiera han pasado o he dicho —Jeff me puso una mano en la espalda, comenzamos a caminar dirigiéndonos a la celda, pasando al lado de Slenderman. No me van a creer cuando lo cuente.

—Te lo aviso, Jeff… Va a ver un punto en el que todo sea declive, y no habrá vuelta atrás —dijo con voz dura, fruncí el ceño ante ello, mientras que Jeff ni se inmutó, como si no le importase.

Llegamos dentro y Jeff abría la celda.

—Oye… ¿A qué crees que se refería con eso?

—¿Quién? ¿Slenderman? Es un paranoico, tú ni le hagas caso… —dijo restándole importancia y abrió la puerta.

—Pensaba que Slenderman era el más temido y respetado, me ha sorprendido ver que se le puede hablar así.

—Ajá… Bueno, en realidad el único que no lo respeta tanto soy yo, y lo permite solo porque a Zalgo le molestaría que me matara. Privilegios de ser de la clase alta Creepypasta —Jeff guiñó un ojo y cerró la puerta una vez entré.

Carl soltó un gran y sonoro bostezo cuando Jeff habló mientras lo miraba.

—Bueno… —murmuré mirándolo.

—Bueno… Me pasaré seguido —miró un momento detrás de mí y soltó una sonrisa con malicia— y si te portas bien te llevaré a la cabaña como antes, incluso puedes estar… No lo sé, ¿una o dos semanas? —alzó la voz y rei sonrojándome levemente.

—Primero tendrás que convencerme de estar dos semanas contigo —dije con sonrisa burlona y agarrándome a los barrotes—, ya que claro, al ser yo una niña… No creo que pueda estar tanto tiempo con alguien tan viejo —dije alargando la palabra "tan", a lo que Jeff suspiró y se apoyó en los barrotes sin dejar de mirarme.

—Puede ser, pero ya sabes lo que dicen, mientras más arrugado más dulce está la pasa —sonrió de lado y rei con fuerza, casi soltando lágrimas de la risa.

—Demonios, mirad que ya es incómodo hacer tus necesidades delante de cuatro personas que ni te hablan, pero sumado a esto ya es otro nivel —ni me había dado cuenta de que Brian estaba haciendo… aguas mayores, mientras Jeff y yo habíamos estado hablando de la misma forma que si hubiéramos estado solos.

—¿Te estás clonando o es cosa mía? —respondió Jeff y Brian lo miraba mal— En fin —volvió su mirada a mí—, nos vemos… Cuando Liu no esté en casa, ¿te parece? 

"Gracias", le dije sin pronunciar la palabra, solo haciendo el movimiento con mis labios, Jeff se separó y caminó de espaldas.

—Bueno… Me voy a ir ya… Creo que le diré a Hoodie que puede venir a recoger ya, que no hace falta que espere hasta la madrugada —terminó de decir mirando a Brian antes de irse. Lo cierto es que olía bastante mal, agradecería que viniera Hoodie ya.

—Maldito hijo de puta… Cuando llegue el día en el que te mate te haré gritar como mi puta para que pidas piedad, y cuando no te puedas mover por los golpes y huesos rotos te meteré una botella por el culo y… 

—¡Carl! —exclamó Lana algo horrorizada— ¡Eso es asqueroso!

—Me voy a dormir… Si es que lo consigo… —se tumbó en el suelo y se acurrucó en silencio, me acerqué a donde estaba Lana para no despertarlo con una gran sonrisa y algo embobada.

Curiosidad n°36: Zalgo es el Creepypasta más temido por los demás, por lo que impide enfrentamientos a muerte entre ellos, ya que el castigo de la muerte de uno de ellos es la muerte del causante del asesino.