Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 35

Toby y yo nos pasamos unos cuantos minutos incómodos en silencio. Me pasé todo ese tiempo preguntándome qué haría Hoodie cuando llegara, ¿me golpearía por haber dejado que Jeff me golpeara? A veces creo que Hoodie sería una novia muy celosa.

—¿Toby? —se escuchó decir mientras la celosa golpeaba la puerta. Toby se levantó del sofá con poco ánimo y abrió la puerta. Efectivamente, era Hoodie. Al verme se quedó algo paralizado— ¿Qué coño le ha pasado? 

—Abrió la boca de más y tuvo la gran idea de hablar de lo que no debe hablar con Jeff… —dijo molesto mientras me miraba de refilón.

—¿Con Jeff? ¿De qué le habló? —escuché las primeras palabras de Toby salir de su boca. No iba a permitir que alguien que no estaba allí contara la historia.

—Solo le devolví la misma broma que me hizo a mí, pero parece que no le gusta el humor negro cuando se lo hacen a él —respondí mirando a los asesinos, los cuales se quedaron viéndome. Yo solo les di una sonrisa.

—¿Realmente debemos aguantar a este imbécil solo porque te sirve como juguete sexual? —masculló el del bozal  mirando seriamente a la celosa, él soltó un suspiro y se encogió de hombros.

—Son los niños de hoy en día, Tobías… ¿Qué se le va a hacer?

—En realidad soy único, no todos son así —comencé a reírme de mi propia broma por poco, ya que comencé a toser sangre de nuevo.

—No empeores las cosas, Carl. Deja, me lo llevaré a mi cabaña antes de que siga ensuciándote el suelo. 

—¿Y qué hay de Jeff? Si se entera de que lo sigues protegiendo…

—Ya hablaré yo con él, debe tener más cuidado, si hubiera seguido golpeándole no habría quedado nada más del crío. Y yo debería ser quién decida cuándo acabar con él, que Jeff se busque otro juguete, como la rubia esa… —sabía que le había molestado que otro me hiciera daño.  

—Hoodie, le mencionó a sus putos padres… —respondió molesto Toby y Hoodie volvió a mirarme, parecía algo desesperado con acabar la conversación cuanto antes e irse.

—Y Jeff a los suyos. Luego hablamos, tengo que llevarme al niñato este… —Toby parecía algo molesto con las respuestas de Hoodie, quien me da la impresión que nunca se ha llevado especialmente bien con Jeff, o tal vez simplemente sea yo su Lexy a la que cuidar.

—¿Puedes andar? 

—Creo que tendrás que cargarme —sonreí y el encapuchado me recogió en brazos. Caminamos por unos minutos hasta llegar a su cabaña. Una vez allí me dejó en el suelo sin mucha delicadeza.

—¿Recuerdas nuestro trato? Yo te dejo limpiarte y comer y a cambio tú no opones mucha resistencia. Para que te portes mejor la próxima vez y dejes de lloriquear, voy a dejarte descansar hasta que estés casi recuperado, y si tú no me devuelves el favor acabo contigo, ¿entiendes? —asentí con la cabeza, creo que al final voy a poder llevar mi plan en marcha.

—Comprendido, ahora, ¿podrías darme de comer? —Hoodie ladeo su cabeza, creo que debería ser algo más educado con él, no querría que rompiera el trato y me penetrara ahora mismo. Tragué saliva— Por favor… estoy hambriento… 

—Voy a hacer algo de comer, sí. Tú deberías ir a limpiarte la sangre de la cara y de la boca. Y no pienso llevarte hasta el baño, arrástrate tú mismo. Por cierto, con los otros me da igual pero conmigo cuida tus modales.

Hoodie se fue hacia la cocina y yo empecé a arrastrarme cual serpiente hasta el baño. Por suerte la puerta estaba levemente abierta y solo tuve que empujarla. Luego, me agarré al lavabo para incorporarme y como pude me mantuve en pie el tiempo suficiente para echarme agua en la cara y algunas partes del cuerpo. Me miré en el espejo, la verdad es que daba asco, mi pelo era una mezcla asquerosa de cabello con sangre y además tenía moretones por toda la cara. El ojo izquierdo estaba morado y ambas de mis mejillas hinchadas. Por no hablar de mi nariz rota. No sé cómo mierdas voy a recuperarme sin ayuda de nadie. 

Al menos no tenía ningún hueso roto.

Ahora que estaba incorporado traté de caminar, y aunque dolía lo conseguí. Antes de salir del baño vi a Hoodie en el marco de la puerta, noté como me miraba de arriba a abajo por el movimiento de su cabeza.

—Toma —me tendió una especie de muleta—, después de comer te curaré un poco, que das pena ahora mismo. 

Nos sentamos uno enfrente del otro en la mesa. Para mí había preparado sopa, seguramente de sobre, mientras que él tenía algún tipo de filete. Esperaba verle el rostro, pero solo se hizo un doblez en el pasamontañas para que le descubriera la boca: tenía la mandíbula marcada, los labios finos y una muy ligera barba desaliñada. Además, tenía una gran cicatriz que iba desde su parte derecha de su labio hasta algún punto arriba de su cara, en vertical.

Hoodie comía con cuchillo y tenedor, mientras que yo solo tenía una cuchara.          

Comí la sopa en silencio, solo se escuchaba el sonido de los cubiertos chocar en la vajilla. En un momento cuando estaba casi vacío mi plato, levanté mi vista hacia Hoodie para observarlo una vez más.

Entonces, me levanté y caminé atrás de él, él parecía no haberse dado cuenta, tomé la muleta que me había prestado y le golpeé la cabeza con ella lo más fuerte que pude, haciendo que sonase un "crack", la adrenalina corría por mi cuerpo, así que volví a hacerlo una vez más, y otra, y otra, y otra mientras me reía ante la situación, viendo su cabeza abrirse más y más, sus sesos salir manchando el filete y la sangre expandirse por la mesa…

—¡CARL! —me sobresalté de mi sitio y volví a la realidad, Hoodie me estaba mirando— Te he dicho que dejes de mirarme de esa forma, te ves demasiado raro así y me incomoda, así que, si no te importa, quiero seguir comiendo en paz, puto rarito de mierda… —masculló molesto y bajé la mirada. Seguí comiendo con lentitud hasta terminarme la sopa, no faltó mucho para que él hiciera lo mismo.

—Estaba buena… —murmuré mientras Hoodie quitaba el plato.

—Si te gusta beber agua caliente, sí, está buena —puso los platos en el fregadero y se cruzó de brazos viéndome, me levanté apoyándome en la muleta y caminamos al baño, en ello, Hoodie se bajó el pasamontañas volviendo a como había estado siempre.

—Mm… Empecemos curando esa nariz… —Hoodie empezó a aplicar compresas frías sobre mi nariz pero dejándome respirar. Luego, me dio una pastilla, intuyo que un ibuprofeno y me recolocó la nariz en su lugar y me pegó puntos de sutura adhesivos, para finalizar, metió dos bolas de algodón en mis orificios nasales— Lo demás son moretones, ninguna herida profunda… Te daré algo de hielo, ya veré como te va evolucionando eso…

—¿Vas a devolverme ya a la celda?

—Sí. Te recogeré de vez en cuando solo para curarte, dejarte duchar y todo eso… Ahora debería ir a hablar con Jeff, creo que conseguiré llegar a un acuerdo con él pero pase lo que pase si él vuelve a la celda no le dirijas ni la mirada, si lo haces ya no pienso protegerte más, ¿entendido?

—Sí, pero… ¿A qué acuerdo vas a llegar con él? 

—No lo sé aún, pero tú no vuelvas a dirigirte a él.

—Lo haré. Prometo no volver a hacerle llorar —sonreí con dulzura, entiendo que he sido demasiado duro con el asesino despiadado. Tal vez pocos puedan con él físicamente, pero tiene unos sentimientos muy frágiles—. Hoodie, antes de irme… ¿Podría lavarme el pelo? Estoy asqueroso…

—Esto no es un puto hotel, mocoso… —se acercó un poco a mi pelo y lo olió, tardó menos de un segundo en apartarse— ¡Qué puto asco! Tienes 15 minutos. Te traeré algo de mi ropa vieja también. Aunque recuerda este gesto cuando te recuperes…

Hoodie dejó la puerta del baño semiabierta y se sentó en el sofá, creo que para asegurarse de que no hacía nada raro. Me quité la ropa y me metí en la bañera como pude y comencé a lavarme el pelo y el cuerpo con agua fría, puesto que me calmaba el dolor. Cuando terminé llamé a Hoodie y este me trajo unos boxers azules, un pantalón de chándal violeta oscuro y una sudadera roja algo desteñida. Mis zapatos, aunque sucios, los seguía manteniendo. 

La verdad es que no era el mejor conjunto del mundo, ni siquiera era mi estilo, pero prefiero esto mil veces a la ropa con la que vine hace Dios sabe cuánto. 

Acabo de caer en que Brian y Lana no se han cambiado ni bañado más de dos veces desde que estamos aquí, no sé ni cómo los asesinos pueden entrar a la celda sin vomitar. 

—Carl, vámonos —habló Hoodie. 

Al principio traté de andar con ayuda de la muleta, pero a los pocos minutos Hoodie se desesperó por mi lentitud y acabó por cargarme a mí y a las muletas hasta la celda.

Antes de pasar al almacén, Hoodie me dejó en el suelo para que yo mismo andara el tramo hasta la celda andando. Mientras él abría la puerta, me quedé mirándolos a todos, Brian estaba de brazos cruzados sentado en la esquina izquierda, mientras que Tenny y Lana se encontraban a la derecha. 

Al pasar y Hoodie irse, Lana se acercó a mí.

—Carl, yo… me alegro de que estés bien, no quería perder a otro de nosotros… —no pude evitar reír un poco.

—¿Nosotros? Hace no mucho estabais hartos de mí, de Tenny y ahora también de Brian. Ya no queda ningún nosotros, Lana —tras decir eso caminé lentamente hasta el fondo de la celda y procedí a sentarme con la espalda en la pared, en frente de los barrotes. 

—Sigo pensando que tú y Tenny estáis mal de la cabeza, y que Brian es un mentiroso. Pero no por eso quiero que haya más muertos. Deberíamos seguir protegiéndonos, o al menos no intentar matarnos entre nosotros.

—Lana —ladeé mi cabeza para mirarla—, tú solo tienes miedo a quedarte en este basurero sola —desapareció su sonrisa y se volvió a sentar donde estaba antes de yo llegar.

—Siento que lo veas así, Carl. Pero comprendo que alguien como tú no entienda que yo sí tengo empatía, al menos la suficiente para no soportar ver más muertos.

—Y yo siento que seas tan sensible, no sé si lo soportaría —Lana se cruzó de brazos al oírme, pero a mí ya no me importaba lo que pudiera decirme, sino que mi mirada se dirigió a Tenny, quien procedió a hablar antes de que Lana lo hiciera.

—Carl… —se levantó y se acercó a mí. Luego se arrodilló para estar a la misma altura que yo sentado. Cogió uno de mis mechones rubios y lo situó detrás de mi oreja— Verte así es… lo siento, Carl, pero hasta ahora que creía que te habías ido no me he dado cuenta. Eres el único que se ha preocupado por mí, diciéndome lo que necesitaba escuchar aunque no lo quisiera… Tenías razón, Jeff es un monstruo, no puede controlarse ante un comentario así, él fue el primero que mencionó a tu familia amenazándote 

—Tenny…. 

—No hables, necesitas descansar… Pero, quería que supieras que…

—Deberías dejar de mirarme tan fijamente si no quieres acabar con otro ojo morado —la realidad es dolorosa—. Lana, no te molestes en hacerle entrar en razón, ¿cómo se te ocurre hablarle a Jeff de esa manera? Dios, yo estoy con Lana en lo de que no quiero más muertos, pero te merecías un buen golpe. A ver si así aprendes a no ser tan bocazas —Tenny, me duele tanto quererte.

Unas lágrimas salieron en contra de mi voluntad, traté de reír un poco para ocultarlas, pero era imposible. 

—Tú no lo entiendes... No sois capaz de entenderlo —la voz se me quebraba, ya no podía reír. Odio que me vean llorar.

—¿Está… llorando? —La falsa empatía de Lana hacia mí me es impertinente.

—¿Carl? —escuché decir a Tenny.

—¡NO SOIS CAPACES DE ENTENDERLO! ¡NO TENÉIS NI IDEA! —seguí llorando con fuerza, apretando mi cabeza contra mis rodillas.

—¡¿Puedes dejar de montar un espectáculo?! Estoy intentando echarme una siesta —gritó el estúpido negro.

—¡Cállate, Brian! —¿Tenny?— Carl, ¿qué es eso que no entendemos? 

—¡NADA! ¡NO ENTENDÉIS NA… DA…! —me sequé las lágrimas con la sudadera y levanté la cabeza para apoyarla en la pared— Toda mi vida la he pasado solo, sin amigos y sin padres que me dieran realmente cariño. Cuando Lana me vio solo aquel día en el patio y me preguntó si quería unirme a ella y sus amigos me pareció la mejor oportunidad que me había ocurrido nunca. Cuando te vi a ti, Tenny… Tan parecida a mí, en gustos, en personalidad incluso, en todo… Yo, yo pensaba que… —pegué un puñetazo contra el suelo— ¡¡DIJE E HICE DE CADA GILIPOLLEZ PARA GUSTAROS, QUE NO ME DABA CUENTA DE QUE ACTUAR COMO SI FUERA OTRA PERSONA PARA NO ESTAR SOLO TAMPOCO ERA LA MALDITA SOLUCIÓN!! —por fin pude reír un poco— Y luego vine aquí… Y lo seguí intentando… seguí intentando actuar como lo hacía el resto del mundo: intentaba apoyar a mis amigos, intentaba ser dulce, intentaba copiar vuestro humor de mierda, vuestros miedos sin sentido… ¡¡Y MIRA COMO HE ACABADO!! ¡¡HUMILLADO POR UNOS CRIMINALES A LOS QUE TENNY ADORA!! —me hice algo de daño en la garganta, sentía como mi voz se rompía al gritar, pero era tan liberador.

—Carl, estás exagerando.

—¡¡CÁLLATE DE UNA MALDITA VEZ, RUBIA DE MIERDA, NO ENTIENDES NADA!! —me miró fijamente con los ojos muy abiertos— Actúas como si fueras la única de aquí que entiende cómo funciona el mundo, pero no tienes ni idea de nada. ¿Exagerando? A ti no te pegaban por los pasillos del colegio, ni te quitaban la comida para tirártela encima y luego decir que dabas asco y que apestabas, que nadie querría tocarte nunca… No se alejaban de ti con cara de asco cuando pasabas por su lado. Ni en casa tus padres te dejaban sobrevivir a tu suerte. Seguro que no has tenido que hacerte tu propia comida a los 7 años o no comer, porque tu madre y tu padre están demasiado ocupados peleando y acostándose como para darte algo decente. Seguro que no tenías que vestirte con ropa sucia a no ser que tú la lavaras de pequeño. Seguro que…

—¡YA BASTA! Tienes razón, no me han hecho bullying ni mi ambiente familiar ha sido una mierda, pero eso no justifica que actúes como un descerebrado. 

—Eres una mierda, Tenny, no puedo creer que estuviese enamorado de ti por tanto tiempo… —escupí con rabia mirándola.

—¿Qué? —se paralizó en el momento, abrió su boca para decir algo, pero no salió nada.

—Estuve años… Años intentando llamar tu puta atención porque te amaba, encontré a alguien que pensaba que era igual a mí, o que MÍNIMO podía comprenderme y no me juzgaría como los demás. ¿Sabes por qué sonreí cuando ese payaso mató al idiota de Locke? ¡¡¡Porque siempre estuvo demasiado ocupado mirando o ignorando como sus amigos de mierda me golpeaban y me gritaban de todo para hacer algo!!! ¿Y recordáis hace un puto momento cuando ese malnacido me estaba pateando estando yo indefenso y solo mirábais? Sois exactamente como los cabrones que veían cómo me mataban en un puto colegio, instituto o donde fuese sin hacer nada… ¡SOIS ESCORIA!

—Carl… —Tenny se acercó a mí, eso hizo que me pusiera más histérico y me alejé como pude arrastrándome, pero ella me alcanzó obviamente de manera rápida y se paró frente a mí— ¿Y si… intentamos hablar esto?

—¿Qué mierda voy a hablar contigo? —la miré a los ojos, ella me aguantó la mirada, pero… era diferente, no la veía enojada, estaba… no lo sé, pero nunca había visto esa mirada en ella, al menos conmigo.

—Tal vez tengas razón en algunas cosas que has dicho —admitió ella, a lo que fruncí el ceño.

—¿Tal vez?

—Solo… hablemos tranquilamente, sin discutir a malas, ni gritarnos, ni insultarnos, ni golpearnos… ¿Te parece? —dijo en tono suave.

—¿Qué se supone que estás tramando? ¿Qué tratas de conseguir con eso? —esto es demasiado extraño, ¿desde cuándo ella ha querido hablar conmigo de mí? ¿Desde cuándo ella ha querido hablar conmigo?

Tenny me tendió la mano, yo, con recelo, la tomé y me levanté, apoyándome con la otra en las muletas, fuimos a la esquina izquierda de la celda, donde estaba Lana. La rubia le pidió que nos dejara ese lugar para tener más privacidad y ella aceptó, me estoy empezando a poner bastante nervioso de nuevo por ella… Después de todo, la sigo amando…

—Bien, Carl… —nos sentamos uno en frente del otro, yo apoyado en la pared y ella delante de mí— ¿Empezamos?

—¿Está… bien…? —dije confuso.

—Primero, antes de que pasara todo… Esto, es cierto que cuando llegaste al grupo te veías un chico solitario y tímido, que es normal por todo lo que has pasado, ¿eres así realmente? —asentí, ella no paraba de mirarme, a los ojos, al rostro… Mierda— Bien, entiendo que no confiaras en nosotros al principio, pero creo que si hubieras dicho lo que te pasó, al menos… La mayoría de nosotros te habría entendido, e incluso podríamos haberte ayudado de alguna manera.

—¿Como qué? —pregunté cortante, o eso pensé, porque noté que me empezaba a temblar levemente la voz.

—Para empezar, a desahogarte, todo lo que dijiste fue por el momento de desgaste que llevabas durante años, y si realmente somos o éramos tus amigos durante tantos años me sorprende que jamás dijeras nada.

—Ya te lo dije, no tenía motivos para…

—Eso no es lo que hacen los amigos —me interrumpió y frunció el ceño—. Carl, los amigos también se cuentan lo que les pasa, sea bueno o malo, y se intentan ayudar de alguna forma, si hubiese sabido de tu situación familiar habría intentado acogerte en mi casa, o incluso Fu se hubiera ofrecido aunque a Brian no le hubiese gustado, o Lexy… Acerca del bullying casi nadie estuvo ahí, si lo hubiese sabido te habría defendido o algo… —soltó un suspiro y tomó mis manos, que estaban temblorosas— Tal vez nunca he sufrido bullying, pero sé lo que es estar sola y sin nadie, o que la única persona en la que confiabas te traicione de la nada en vano —tragué en seco, mi cara ardía, pero no de dolor, creo que estaba rojo, ya que mi corazón latía con fuerza.

—Y-yo… —intenté decir algo, pero solo pude bajar la mirada.

—Pero… Carl… —levanté la mirada enseguida— Sobre todo lo que ha pasado desde que llegamos aquí… Realmente no sé si has estado pensando con claridad… Es decir, solo mira cómo estás…

—Yo me… preocupaba por ti… Y tú solo me menospreciabas… —apreté mis labios.

—Carl, ¿no te has dado cuenta de lo que he hecho por ti?

—¿Qué has hecho por mí a parte de pegarme? —dije con brusquedad.

—Puede sonar mal, pero si no lo hubiera hecho ya estarías muerto… ¿Te acuerdas la primera vez que te enfrentaste a Jeff? Por Dios, Carl, si no te hubiese insultado y hacer lo que hice Jeff te habría golpeado, justo como ahora. Antes me puse en frente de ti para ver si Jeff se calmaba pensando que yo te iba a golpear a ti, ya estás suficiente débil y mal para recibir otra paliza… Y justo te pasó eso… —bajé de nuevo la mirada, pensando en lo que ella decía, y en cierta parte tenía razón, aquella vez que se entrometió Tenny, Jeff no me golpeó, pero esta vez que ella no me pisoteó recibí una paliza…

¿Tenny ha estado protegiéndome todo este tiempo y no me había dado cuenta? ¿Realmente hacía eso por el amor que tiene hacia mí? ¿Esto es… estar enamorado y ser correspondido? Siempre supe que el amor no es como en las películas, pero nunca imaginé que fuera así… Es… extraño.

—Pero… te has comportado de manera horrible a veces con nosotros, al menos con Lana y conmigo, y realmente no te hemos hecho nada hasta que nos trataste así, entiendo que conmigo te molestases por lo que pasaba, pero Lana siempre se preocupaba por ti.

—Ella es tan falsa como Brian, Lana solo está con nosotros porque tiene miedo a sentirse sola —susurré.

—Carl, ¿no te recuerda a ti antes al principio? ¿Cuando ella te invitó al grupo cuando estabas solo y aceptaste para no estarlo más? —hice una mueca y miré a Lana, quien nos veía preocupada— Lana se preocupa por nosotros, pero toda esta situación la ha hecho explotar, a todos…
Y si seguimos así vamos a terminar por matarnos entre nosotros, y tememos que pase eso, ahora solo quedamos nosotros tres, y solo debemos confiar en nosotros tres. —Parece que Brian ya no se incluía en ese nosotros.

—¿Y qué hay entre Jeff y tú? Te llevas demasiado bien con él… Incluso te empujó con suavidad para que no te hiciera daño… —hablé con sarcasmo, pero realmente quería saber porqué lo defendía tanto.

—Jeff… Es extraño… Simplemente no puedo odiarle a pesar de que sea uno de nuestros secuestradores… No tengo motivos para estar enfadada con él, tenerle asco o miedo, realmente me agrada, y puede que parezca una locura pero… creo que nos entendemos más de lo que creo…

—¿Estás de broma? ¡Ha hecho cosas horribles! 

—Pero, Carl, te digo que ni siquiera entiendo porqué, simplemente… Lo siento… No te lo sabría explicar… Pero volviendo a lo de antes, deja de arriesgarte tanto… Y siento mucho todo lo que te dije acerca de Hoodie… Me puedo imaginar lo que te debe de estar haciendo, y el simplemente de imaginarlo es… horrible… —se estremeció y tomó mis hombros con ambas manos, la verdad es que eso se sintió muy reconfortante. Me sentía relajado después de tanto tiempo, realmente necesitaba a Tenny, me sentía tan solo y atrapado que pensé que llegaría un punto en el que tendría que sacrificarla para escapar… Pero por suerte no creo que ocurra… Eso espero… La abracé de la nada, ella no tardó en corresponderme el abrazo, pude ver a una Lana sonriente y aliviada, soltaba lágrimas, se acercó y se unió al abrazo.

Bien, ahora, ¿cuánto tiempo duraría este momento feliz? Lo sabremos en el próximo momento en el que algún hijo de puta de esos regrese para arruinarnos nuestra… ¿reconciliación?

Curiosidad n°35: Fu realmente apreciaba a sus amigos. Al menos antes de intentar escapar de la celda sin ellos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro