—;7#'@ 6 083/#@ 3/ :34€3 6 @'345@4@#... espera... ¡AJÁ! He tardado más de lo que pensaba por sobreestimar la inteligencia del maldito enano verde, cuando era tan sencillo como poner la letra que correspondía a cada signo en el teclado del móvil... "Busca y piensa en verde y acertarás" ni siquiera está bien redactado del todo, pequeño puto imbécil... —suspiré con alivio, ya tenía una pista finalmente.

—Inspectora, ¿podemos hablar un momento? —giré mi cabeza con asombro, era el jefe de la comisaría, el comisario Lautaro. ¿Qué hacía en mi despacho? Y más importante aún, ¿hacía cuánto tiempo que estaba allí?

—Verá... es sobre el caso de los adolescentes desaparecidos. Sé que es complicado, pero dada su brillante fama, esperaba que encontrara algo más... o que simplemente encontrara algo. No es mi intención ofenderla, pero las "pistas" que está siguiendo como ese ticket de la compra o esos dibujos no parece que nos vayan a llevar a ninguna parte...
Creo que lo mejor para todos será que le demos otro caso y este pase a manos de otra persona —mierda.

—Señor, sé muy bien lo que estoy haciendo. De hecho, acabo de descubrir algo crucial para la investigación, deme 24 horas para ofrecerles una pista que hará que ya no puedan dudar de mis teorías. Si no lo consigo, deme más tiempo... —sé que esto último ha sonado ridículo, pero no pienso dejar que me aparten del caso.

—24 horas, Weskare, ni una más, ni una menos. Si no consigue nada, la sustituirá el inspector Gadget.

Ya lo habéis oído, 24 horas, ni una más, ni una menos... solo me queda confiar en el enanito del bosque y su única neurona funcional... espera, ¡eso es! "Piensa en verde..." ¡Están metidos en algo de la droga! No... espera... Hasta donde sé Slenderman aún no trafica con eso, por ahora... no... venga, piensa en verde...

*Minutos más tarde*

¡PÍ, PÍ!

El claxon de ese coche me pilló de imprevisto, no debería andar por la carretera mientras pienso en mis cosas. Pero la suerte debe estar de mi lado, porque un cartel de Green Peace apareció pegado en la pared de ladrillos en frente de la acera a la que había saltado del susto. En el cartel aparecía un bosque. Esa debe de ser la pista "verde"... Por desgracia, hay muchos bosques en el mundo en los que podrían estar esos chicos, pero por fortuna, en este sitio solo hay uno tan frondoso como para ocultar a alguien, y encima con una zona en la que ni la policía se atreve a pasar...

Pero no puedo perder más tiempo, sea o no ese bosque, he de entrar y encontrar algo, no me quedan muchas horas...

Tomé un coche patrulla, recorrí la ciudad hasta llegar al bosque, saqué una mini linterna y me puse a investigar en los alrededores de la zona abandonada. Dos horas largas debieron de pasar, pero guiándome por mi instinto, el putrefacto olor y unas cuantas marcas de sangre (que bien podía ser todo de un animal devorado por otro) acabé encontrando lo que parecía un cuerpo humano... o lo que quedaba de él.

—¿Qué es eso...? —preguntó la mujer pelirroja desconcertada.

—Señora Driesatdpo, la hemos citado porque... hemos encontrado lo que parece ser el cuerpo de su hijo —habló el forense Martínez.

—Mi hijo...

—Es Josh... —me acerqué apenada a la mujer, estaba en el sitio sin moverse procesando todo, su marido, a su lado, estaba estupefacto viendo a su difunto hijo.

—¿Por qué...? —murmuró con voz temblorosa, para a los pocos segundos romper en llanto y abrazar a su marido, quien comenzó a soltar un par de lágrimas confuso.

—Es Josh... es Josh... —fue lo que alcanzó a decir con la garganta rota el pobre hombre.

Esta escena me rompía por dentro, entiendo perfectamente su dolor, el tener que identificar los cuerpos de quienes apenas hace poco estaban vivos y eran seres queridos... no es algo agradable de ver, no es un proceso por el que alguien querría pasar. Dejé a los padres en el salón y le pedí a mi secretaria Angie que les trajera agua fría para poder calmarlos, me senté en mi despacho frustrada y con mi mano derecha temblando de la rabia, eso me da a entender que posiblemente no sea el único muerto, puede que hayan más, y cuanto más tardemos más cadáveres encontraremos y menos vivos quedarán...

El día era extraño, al menos para los Creepypastas. El único que había venido a 'visitarnos' había sido Masky, o más bien Tim, pero no actuaba como normalmente hacía. No era violento pero estaba despistado, incluso me atrevería a decir que preocupado... sea como fuere, acabamos llegando juntos a la cabaña como normalmente.

Tim se sentó en el sofá soltando un fuerte suspiro mientras se llevaba las manos a la cabeza. Realmente había pasado algo.

—Tim, pareces preocupado... —dije insinuándome un poco. Este chico tiene mucha suerte de tener a su lado a alguien como yo— Tal vez podría ayud...
—antes de dejarme terminar la frase, Tim giró la cabeza rápido hacia la ventana, el tipo de la máscara azul que mató a Josh estaba justamente ahí, caminando tranquilamente...

—Espérame aquí... —ni siquiera se atrevió a mirarme tras decir eso, simplemente salió corriendo hacia la puerta y empezó a discutir a voces con él, solo pude distinguir algunas cosas como:

—¿¡No podías quemar simplemente el puto cuerpo como hice con el chino!?

—No jodas Masky, iba a hacerlo hoy, pero ya no está.

—Como lo haya encontrado la policía estamos jodidos, muerto de mierda.

La discusión no era del todo de mi incumbencia, y la verdad, viendo que ahora se trataba de Masky preferí alejarme por si efectivamente era algo que no debía escuchar... además, me pareció la ocasión perfecta para investigar un poco más aquella ouija.

La habitación era oscura, húmeda y fría, y el tablero estaba lleno de polvo, al igual que la 'púa' para hablar con el ente. Y sí, le he llamado púa porque nunca me ha llamado especialmente la atención este tema, la rarita de las cosas de terror es Tenny. Por suerte, sí que tenía experiencia en películas de terror en las que se utiliza la ouija y todos acaban muertos, así que sabía al menos cómo empezar, y estaba decidida a contactar con alguien que nos pueda ser de utilidad, aunque normalmente esto suele terminar mal...

¿Pero ya no podríamos estar peor, cierto?

Nada, no pasaba nada, solo los minutos y ya empezaba a tener miedo de que Masky volviera y me pillara así. Por suerte, el tono de su voz era lo suficientemente fuerte como para indicarme que aún le quedaba un rato de agradable conversación con el zombie de máscara azul.

Ya estaba empezando a rendirme cuando algo empezó a "mover" mi brazo con fuerza.

—Hola —fue la palabra señalada.

—Hola —dije yo con voz temblorosa. Esto de verdad funcionaba—, ¿con quién estoy hablando?

—J-O-S-H —mis ojos se aguaron con solo leer su nombre.

—No... no es posible -dije con lágrimas en los ojos— Josh... yo...

—N-O H-A-Y T-I-E-M-P-O —antes de que pudiera contestar, mi brazo empezó a moverse rápida y violentamente por todo el tablero como si de verdad tuviera prisa por decirme algo, y aunque no podía captar todas las letras con tanta rapidez, estoy segura de que lo que quería decirme era algo así "Pacto, Zalgo, vida pasada, está cobrando ahora".

—Espera, ¿qué hice en una vida pasada? ¿Qué hicimos todos para enfadarlo tanto? ¿Y qué gana él haciéndonos pagar con todo esto? —Josh solo alcanzó a decirme 'deuda' antes de percatarme de que los gritos habían cesado.

—Mierda —salí corriendo hacia el salón, justo donde Masky me había dejado antes.

—No digas nada, no quiero hablar del tema. ¿Por dónde nos habíamos quedado? —sonreí inocentemente, no quería que sospechara nada. Era raro, es como tratar con dos personas completamente diferentes, en el fondo, sabía que solo aguantaba esto porque el lado de Tim lo merecía, y porque estaba secuestrada y no tenía otra opción, claro... pero ese es otro tema.

La mayor parte del tiempo, estaba Masky, pero tras terminar, volvió Tim. Si no fuera porque no lo puede controlar, pensaría que Masky solo aparece para tener sexo, y Tim para pasar tiempo conmigo... tal vez en el fondo sea así.

Lo cierto es que lo prefería de este modo, y más en esta ocasión, quería volver a contactar con Josh pero para ello debía explicarle a Tim la situación, él lo entendería...

Se lo conté todo (saltándome algunos detalles como lo que me había dicho de Zalgo) mientras él se ponía los boxers y pantalones.

—Lexy, yo... no debería permitirlo, pero lo cierto es que lo mínimo que puedo hacer por ti es dejarte hablar con él. Al fin y al cabo, soy en parte culpable de todo esto, si no os tuviéramos retenidos nada le habría pasado... eso sí, debes tener cuidado, Zalgo podría intervenir... —me dijo dulcemente. Su mirada lo decía todo, de verdad quería ayudarme.

—Tim... de verdad no sé cómo agradecértelo...

¿De verdad vas a dejarte manipular de esta forma por una mísera ramera?

—Lexy, huye ahora mismo —la expresión de Tim cambió rápidamente, de hecho... cambiaba por segundos. Nunca lo había visto así, de un momento pasaba de ser claramente el chico dulce que era conmigo y al otro el despiadado y violento asesino que era en los cuentos de Tenny... me quedé paralizada, y aunque pudiera moverme, no pensaba dejarlo así, no ahora... de todas formas, no es como si el bosque fuera a ser más seguro que esta cabaña.

—Tim, deja de resistirte de una vez. Eres patético. ¿No ves lo bajo que estás cayendo por su culpa?

—¿Caer bajo? Gracias a ella he conseguido sentirme mejor en unas pocas semanas que contigo y tus manipulaciones en años.

—Solo te está manipulando para que no la matemos, idiota...

—No vas a conseguirlo, Masky... Te he dado libertad hasta ahora pero no pienso dejarte actuar.

—¿Tim...? —pregunté con miedo, ¿estaba hablando solo? Ahora la doble personalidad se sentía más real que nunca, realmente eran dos personas en el cuerpo de una...

Idiota, esta vez no está solo...

—¿Tim...? Tim sé que estás ahí, eres mucho más fuerte que esto... —ni yo misma me creía estas palabras, estaba ahí, sin ropa, delante de un asesino, y lo peor de todo es que aún mantenía esperanzas de sobrevivir, aunque fuera huyendo...

—¿Ves? Solo te teme, solo quería aprovecharse de ti para que no le dispararas —su voz era grave y firme, estaba completamente dispuesto a hacer lo que quiera que fuera a hacer, sin remordimiento alguno... y mientras yo caminaba hacia atrás, él agarraba su máscara blanca y cargaba su pistola.

—Pero ahora seré yo el que tome el control.

Solté un grito propio de cualquier película de terror y salí corriendo hacia el bosque. Ya todo me daba igual, era un asesino con una pistola contra una presa como yo. Lo único que me daba una mínima posibilidad ahora de sobrevivir era despistarlo entre los árboles.

La tierra estaba húmeda, el viento era frío, y mi miedo estaba mezclado con mis ganas de libertad... Hasta que el tirón de mi cabello destruyó mis últimas esperanzas.

—JAJAJAJAJAJAJA, TE HE REGALADO UNOS SEGUNDOS DE VIDA Y NI ESO TE HA BASTADO PARA DESPISTARME UN POCO. ¡NI ME HA HECHO FALTA LA PISTOLA!
—dijo mientras soltaba una risa maniática y estruendosa. Sin soltar mi pelo, me arrastró por todo el bosque hasta la zona de las celdas. Si la suerte estaba de mi lado, podría dejarme ahí con los demás y no aparecer nunca más. Aunque en el fondo, lo único que quería ahora mismo es que Tim apareciera de repente y detuviera esta locura.

Nunca había pensado que los días de un secuestro pudieran ser taaaan aburridos. Para los demás, todo se trataba de hablar, comer, dormir. Pero para mí y para Lexy (los privilegiados e inteligentes del grupo) el haber hecho amistad con dos de esos... agradables sujetos nos permitía vivir algo más de emoción como salir al bosque a dar una vuelta o... salir al bosque a dar una vuelta.

La puerta se abrió con fuerza, estaba seguro de que sería algún otro silencioso asesino pero para mi sorpresa, el sonido del portazo venía acompañado de gritos de dolor.

Mierda... es Lexy.

El proxy de la máscara blanca la traía agarrada del pelo, desnuda y llorando... esperaba que este no fuera el Masky de las historias de Tenny pero este pensamiento se esfumó cuando vi que sacaba una pistola del bolsillo de su pantalón tras tirar a Lexy al suelo.

—¡NO, MASKY, ESPERA! ¡TIM, POR FAVOR! ¡TIM, TE LO SUPLICO! —gritó desgarradoramente con desesperación mientras lloraba— ¡TIM, AYÚDAME!

El fuerte sonido y el olor a pólvora lo decían todo, el enmascarado había disparado a Lexy en la frente, dejando un charco de sangre que salía de su cabeza, en frente de todos nosotros. Desnuda. Asesinada. Muerta. Lexy acababa de morir como si fuera un trozo de carne sin importancia por la mano del que pensaba que era su ángel de la guarda en medio de todo este infierno.

El ángel bajó el arma, sin remordimientos, nos miró a todos con su fría máscara para luego darse media vuelta e irse como si nada hubiera pasado. Parecía que al final de todo él no era más que un asesino, igual que los demás, algo que se nos había olvidado ya a todos completamente... a mí el primero. ¿Qué pasaría cuando Laughing también se aburriera de mí?

Curiosidad número 13: La 'tercera voz' que ayuda a Masky a salir es Zalgo interviniendo para que Lexy no pudiera descubrir más acerca de lo que Josh le estaba tratando de decir.