La tarde había vuelto envolver el cielo de un color anaranjado y cálido ambiente, la cafetería estaba ya casi vacía con la excepción de un joven de cabello desordenado sentado con un café en manos, observando como todo el lugar se tonaba del color del mismo cielo, esperando al empleado que ordenaba el mostrador con una sonrisa engreída sabiendo que lo observaban.

Ichimatsu levanto su mirada con desprecio como si le desinteresara lo que su hermano estuviera haciendo pero al fijarse en que el joven de movimientos estilosos se giraba, él lo miraba con determinación con deseo, con la necesidad que le prestara la atención.

La brisa fuera de la cafetería se mantenía con la poca gente que se cruzaba enfrente y un recuerdo en sorpresa, regreso a la cabeza de Ichimatsu, perturbándolo en su momento de descanso.. ¿Que era? pues solo un simple pedazo de tela, una manta azul, que dio el inicio y curiosidad a su día. ¿Cómo llego esa manta esa mañana? era la curiosidad que recorría el interior de Ichi quien fuera de vista de Kara no parecía haber problema.

El camino de regreso a casa fue silencioso, la cabeza de Ichimatsu estaba en controversia, le daba vueltas y vueltas de solo buscar la respuesta a su pregunta esencial. Aquella mañana al mismo tiempo que le había preguntado a su hermano quien puso esa manta encima de ellos después de ella noche revoltosa, no dio respuesta, ni siquiera un intereses, no tenía sentido para él tal reacción despreocupada. Kara quien lo miraba ya desde hace un rato acerco con sigilo su mano a la de su acompañante de regreso, el chico envuelto en sus pensamientos levanto la mirada en vista del mayor quien esbozaba una leve y tierna sonrisa de consideración. Sin poder evitarlo las mejillas del menor se tiñeron de calidez pero su nerviosismo nuevamente lo domino volviendo a su mirada baja y singular en su actitud, solo la respuesta de apretar su mano contra la del segundo, dio la tranquilidad en el camino de ambos.

A la hora de la cena todos estaban sentado alrededor de la mesa, devorando con bestialidad todo lo que había encima y podía ser comestible, varias pedazos saltaba de un lado a otro y solo uno de ellos se encontraba intranquilo de estar rodeado de todos sus hermanos, su cabeza seguía dándole vueltas, ya no tenía sentido, cualquiera de esos cuatros jóvenes sin contar a su amante ya resguardado en su mirada, esos mismos cuatros que tenían el mismo rostro en particular con diferentes expresiones podía saber su oscuro secreto que lo avergonzaría hasta el resto de su vida pero Kara quien comía con tranquilidad no parecía envolverle ni el sentido de la pregunta, estaba fascinado de su productivo día el cual a Ichi no se quejaba ya que también lo había disfrutado de esa tarde en la cafetería que aun sentía el calor en su parte trasera, comenzaba a sentirse ansioso pero no era el momento en que uno de sus hermanos comenzó a hablar.

-Karamatsu-niisan, ¿cómo te ha ido en el trabajo hoy? -pregunto el menor de todos, saboreando un tazón con sopa.

-¡Heh! Good job -respondió el mayor orgulloso del interés del pequeño Totty.

-Está llegando tu fin en ese lugar -comento Oso al echarse en boca un poco de carne.

-Tiene razón -continuo Choro, dejando con la cabeza alzada a todos en la mesa.

-¿A que se refieren mys brothers?

-Ya e mejorado, mi salud está en condiciones razonables y pues.. Quisiera volver a mi rutin-!!

-Despiadado monstruo, solo quiere volver a engañar a las chicas con su cara de tierno y su supuesto lugar en la universidad de la nada inexistente. -interrumpió Oso con una sonrisa burlona.

-¡¡Nii-san!!

-MOUNSTRO ENGAÑOSO, MOUNSTRO ENGAÑOSO -escandalizo Jyushi con la boca llena de comida.

La mesa volvía alborotarse pero ahora solo dos de los jóvenes se mantenía quietos e inmóviles, Kara quien miraba su tazón dando un leve suspiro de decepción que solo Ichi logro notar. Su hermano quien tanto se había motivado todos esos días en el trabajo, lo feliz que le había visto ese mismo día el atender a las personas y su facilidad de maniobra al preparar un café le agradaban, parecía ya haberse acomodado a ese lugar pero la desilusión en sus ojos no fue desprevenida por tres jóvenes sentados en esa mesa.

-No problem -respondió Kara levantándose con su estilo expresivo para luego alzar su mano y decir. -Estoy muy feliz de que te hayas recuperado, Totty. Fue muy divertido el haberte reemplazado -eso ultimo hizo que el menor de todos le diera un escalofrió por todo el cuerpo, asintiendo. -Hoy descansare bien, good nights brothers -termino por retirarse de la habitación dejando a todos en la continuación de su cena.

Ichi subía las escaleras pero un agarre detuvo su caminar, obligándolo a girar y ver a su interrupción.

-Ichimatsu, creo que deberías ir con Kara en este momento -sugirió la voz conocida por el cuarto, quien no lograba descifrar por la oscuridad quien de sus hermanos lo retenía.

-Eso no es de tu incumbencia, no iré donde un perdedor.

-Te necesita, se que tu también quieres estar con él ahora. Pero no hagas nada desastroso.

-Tsk.. No sé de qué me estás hablando

-Sabes perfectamente de lo que te digo, la última vez que los vi estaban bien abrazaditos en el sillón completamente desnudos -susurro en voz burlona siendo agarrado con brutalidad de la sudadera, Ichi aún no lograba ver a su hermano pero vaya que ya sabía quién era ahora el de la manta desconocida. -Es un alivio que cerré la puerta con seguro antes de salir o los demás se habrían encontrado con tal sorpresa también.

-Ya déjame en paz..- murmuro entre dientes antes de soltar a su hermano, ya tenía bastante claro quién era y no seguiría con la discusión ya que ir a ver Kara fue su prioridad desde el momento en que retiro de la cena.

Ichimatsu continuo su camino hacia el segundo piso en busca del mayor mientras aun en las escaleras se encontraba el joven observando, la puerta del pasillo se abrió.

-Osomatsu-niisan, ya vamos a ir donde Chibita ¿vienes? -pregunto Choromatsu al ver a su hermano en la oscuridad.

-Pues claro, siempre que pagues tu~ yo no tengo problema -exclamo el mayor volviendo a la sala principal.

La noche estaba recién comenzando, el cielo despejado y estrellas ya instaladas en el manto oscuros, brillaban con deslumbres sin ser interrumpidas en su actuación. La luna menguante solo parecía deslumbrar su blanquecida luz y dar la tranquilidad que muchos deseaban para dormir, Kara sentado en el tejado miraba todo lo que necesitaba. Ichi se asomo por la ventana, viendo al joven recostado.

-¿Qué te pasa? -pregunto al sentarse a su lado, Kara con una sonrisa se sentó también en forma de respeto.

-No es nada en especial -musito con una sonrisa aún observando el cielo, Ichi lo miraba con angustia, notando como un se formaba un nudo en su garganta sabiendo que su hermano disimulaba su desinterés.

-¿Se siente como si te despidieran?.. -al escuchar aquello Kara bajo su mirada y rio con disimulo.

-Puede ser..

-Te acostumbraste.

-No es solo eso -por un momento hubo un silencio entre ambos mientras la noche parecía mantener la tranquilidad- Fue como si hubiera tenido una vida útil, algo de ensueño.

-No comprendo

-Me di el valor de conquistarte, aprendí cosas y los días que aprendí a estar a tu lado, sentía que mi vida fuera la de una pareja normal. Te veía entrar a la cafetería, solo veía a un cliente que dómino mi corazón desde antes como mi hermano, ibas a buscarme y mi trabajo se volvía más dinámico en solo pensar en ti, de solo el hecho de regresar a esta casa y dormir a tu lado. Esos buenos momentos lo logre de solo comenzar a trabajar allí.

Las palabras seguía saliendo de Karamatsu, muchas cosas que solo quebrantaban de a poco el tono de su voz, sus ojos se cristalizaban y parecía comenzar a llorar en plena noche, siendo iluminado por la luna que daba al descubierto también el sonrojo de su vergüenza al declarar sus emociones. Ichi no reaccionaba con tal escena pasaron los minutos y Kara seguía llorando, el menor frustrado de su inseguridad agarro de la muñeca al mayor, acercándolo de un tirón y relamer la mejilla del mayor donde una lagrima había hecho ya su recorrido, dejando el dulce sabor en la boca del menor.

-Solo cállate ya.. Estoy contigo ahora. Podremos encontrar otro trabajo para ti e iré a verte siempre que lo necesites, ya no somos solo hermanos.. Seré tu cliente cada vez que sea necesario así que deja de llorar como un bebé y sigamos haciendo mejores recuerdos para que no vuelvas a llorar.

Karamatsu quien se escucho con atención, respondió con una sonrisa en su rostro y un ánimo en su voz que volvió mostrar una sonrisa después de tanto tiempo en el rostro de Ichimatsu.

-Sí, my love.

//Omg! Muy buenas mi gente, lamento demasiado la tardanza de este capítulo ;A; Lo lamentoooo pues estas semanas han sido horribles, el tiempo ya no me esta favoreciendo en nada.. Esto a lo que yo llamo, el inicio de un agotador y esforzado fruto para satisfacer a la sociedad, siendo que yo solo quiero dormir y comer =A= ..

Bueno eso no importa ;w; Lo importante es que volví a escribir y no más de esta historia ;A; </3 Encuentro que no quiero dejarles con suspensos, ni tantas esperas, así sutilmente le doy fin a esta hermosa historia(creo) de mi primera otp en Osomatsu-san<3 Si queda alguna duda o consulta, puede dejarlas, con gusto responderé todo :'3 Gracias a todos //