Siento eso, ¿vos no?

Siento que se desvanece lentamente la humanidad en el mundo, otra vez.

Se desvanece la ética y la moral, la paz y la bondad, la racionalidad y el amor por el prójimo.

Siento, siento tanto.

Lo siento por las infancias actuales y las que se vienen porque tendrán menos que nosotros los milenials, centenials y demás.

Siento una pesada mochila sobre mis hombros cada día que prendo el televisor, cada vez que deslizo las historias, o los tantos reels que veo en el celular.

Estoy entre dos extremos:
El no querer saber nada del mundo y el querer saberlo todo.

Siempre fui muy curiosa.

Desde niña preguntaba y hablaba hasta por los codos, con gente grande sobre todo.

Recuerdo como me ignoraban o me callaban, para que deje de cuestionar lo que el mundo adultocentrista hacía, y de esa manera siguiese siendo cómodo y funcional para ellos.

Siento pena y enfado, todos los días, casi todo el tiempo.

Me pregunto y me cuestiono que podría hacer para cambiar algo, para mejorar algo de todo.

No se me ocurre nada más que esto, que lo que estoy escribiendo.

Pensar, sentir, ser y humana, ser consciente y ser empática, al menos eso hago por ahora.