La niña adulta
Cuando era niña era mas determinada y segura de mi misma. Solía preguntar todo de lo que me rodeaba, todo. Preguntaba sobre que era lo que estaba por allí cerca mío, por lo que aparecía en la tele, por la música que escuchaban en la radio, por la comida que servían, por como era que volaban los aviones, y así muchas más cosas.
Curiosidad y Seguridad eran mis dos grandes aliadas de cada día. Hablaba y dialogaba con los adultos como si fuesen compañeros del colegio.
Recuerdo un día en el cual le pregunté a la docente como era que los monos tuviesen cola y nosotros no. Siendo que somos sus descendientes como es que podíamos haber perdido algo tan increíble como esa cola de la cual nos sujetábamos a los árboles.
¿Cómo podía ser que algo tan espectacular lo hubiésemos perdido y nadie se preocupara por ello?
Hoy en día sigo preguntando cosas, con la diferencia que no es al resto, sino a mi misma.
¿Por que confíe en esa amiga? ¿Cómo es que deje pasar el momento y no decirle a mi abuela que la amo? ¿Debí decirle a mi tía que no me cuestione mi vida en frente de todos cada vez que festeja su cumpleaños? ¿Cuándo podré dedicarle tiempo a lo que me encanta?
Cada día son preguntas sin fin, preguntas sin respuestas, preguntas tediosas y engorrosas.
Si, sigo siendo curiosa, pero ya no es solo de mi entorno, es sobre mi misma.
Ya perdí la seguridad en mi misma, por ende estoy perdida y estoy intentando comprenderme, verme y hasta sentirme.
¿Dónde estoy? ¿Donde está la que antes era? ¿Existo o dejé de ser? ¿Algún día seré como antes nuevamente? ¿Un río puede volver a ser el mismo? ¿Un cielo puede volver a verse igual? ¿La tierra podría volver a confiar en lo que está por arriba de ella?
No tengo respuestas, solo preguntas. Solo dudas y ansiedad. Soy un manojo de nervios y malestar que solo sabe cuestionar y fraccionar sus memorias.
Estoy llegando a entender a los pensadores que se pasaban el día entero cuestionándose sobre humanidad y pensamiento crítico. Es cansador hacer eso y algo más a la vez.
Algún día voy a volver a ser más directa con mis metas, mis ideas y mis decisiones.
Algún día volveré a tomar en cuenta lo que yo opino de las cosas antes que lo que piensan los demás.
Algún día me voy a reencontrar con esa niña que fui y agradecerle por ser como es.
Hoy no, pero si algún día.
Lo sé, y lo pienso confirmar.
Hasta ese día mi niña, nos vemos pronto.
La niña adulta.
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