Historia Original de KimMemoriesAndHopes

De los cazadores de lunas llenas y escritores de acuerdos falsos de paz, de las neblinas entre robustos árboles inclinados bajo los rayos de las tormentas de enero, de entre mil seres humanos y un demonio.. De entre miles de bendiciones...

—¡Gulf!

...Como si el universo fuera del
tamaño de la palma de tu mano y entre tus dedos colgara el hilo del destino...

—Ven... Ven conmigo por favor.

...Dentro de cada corazón latiendo y cada ser humano existiendo vive la llama de los cariños pasajeros y duraderos de las vidas pasadas...

—Tranquilo mi pequeño niño, estás a salvo.

Y entre cuentos de cuentos y
millones de dudas sin respuestas...

—Mirame.

...nace la esperanza.

—Está bien, estamos bien –Los brazos fuertes de Mew se encargaron de envolver el enorme cuerpo del lobo Omega. Besó y acarició sus delicadas orejas, en un intento de apaciguar los nervios de este.

Cuando entró a la que era su casa, lo primero que sintió fue el golpe del aire de la muerte que majestuosa se paseó por entre sus piernas y sus brazos. Recorrió con la mirada cada esquina y subió así mismo cada escalón... Hasta que lo vió.

Bajando imponente, su aura destructiva cautivando sus ojos y ese aroma similar a la sangre saliendo de entre sus dientes.

No esperó más para correr a él y apresarlo entre sus brazos.

—Creí que no te vería más –fue un pequeño susurro, como un secreto, tan fino y sincero —¿Estás bien?

Mew necesitaba asegurarse por si mismo de que el lobo Omega estaba bien, que no había sufrido algún golpe o algo.

Quería ponerlo dentro de una cajita de cristal luego de que todo terminara.

—La escena es conmovedora un susurro entre el aire les congeló la sangre —lastima que sea la última.

Dagas y lanzas yendo y viniendo mientras los cuerpos atravesaban lastimando sus pieles.

Mew lo protegió entre sus brazos y con su sangre, entre sus tinieblas y la libertad.

🌑🌑🌑

—¡Nunew! –New corrió a los brazos del mayor de los omegas, detrás de él venía Tay cargando el cuerpo pesado de su hermano
sobre el hombro —¡Es Ohm! Necesita ayuda...

Era una jaula de muerte.

Zee quiso ir por su hijo, su corazón dolió, sin embargo el peso de cuatro cachorros sobre sus brazos le hizo la tarea dificil. No podía exponer a sus nietos

Sus nietos

Suena demasiado bonito para ser real.

Nunew guía a su manada fuera de las rejas protectoras del clan, al final no había nadie valiente que quisiera atacarlos, por qué todos estaban muertos.

Acabados. El clan pidió por ser asesinados y dejar que su cuerpo se consumiera entre la tierra y la sangre, mientras su alma pasaba años con condena menor por rebeldía y muerte.

Estaba todo dicho.

—Ohmie –Susurró New, sus manos estaban temblando y las lágrimas cayendo por sus mejillas como un torrente espeso —Ohm... Por favor, Ohm.

Tay de pie detrás de su pareja, estaba resignado, por primera vez todo estaba mal y no podía hacer nada para cambiarlo.

—Abre los ojos, Ohm, soy tu padre... Dime algo por favor –Nu lo intentó. Con el cuerpo de Ohm tirado entre la grama llena de sangre ajena, con su rostro amargo y entre sus labios fluyendo sangre... Hizo presión en su pecho más de la cuenta, cortó de su ropa y quiso cerrarla herida con las telas, colocó agua y hierbas..

Jura haber intentado traer nuevamente a su hijo a la vida, pero la herida fue grave y...

🌑🌑🌑

—Eres un ingenuo, Mew –su padre sonrió en grande —pudiste tener todo a tus pies, el mundo enredado entre sus dedos a disposición de tus reglas y órdenes... Pero lo perdiste ¡Por un maldito Omega!

Mew jadeó cansado, la pelea a espada contra el lider del clan era una guerra difícil. Su defensa se mantuvo alerta, protegiendo su cuerpo y el de Gulf más no le daban tregua alguna.

Al final no era mucho lo que pudiese hacer, apenas empezó a entrenar y si, su fuerza aumentó pero jamás como la de su padre.

Era una bestia hambrienta de
sangre.

—Haré las cosas bien.

—Tan estúpido como... –El mayor dejó de moverse, de pronto muchos recuerdos vinieron a su cabeza, uno sobre otro recordándole su miserable existencia.

—¿Cómo quién? –insistió el menor. La obscuridad de los ojos de su padre con pequeños destellos de líquido transparente lo tomó de sorpresa, lucía como un demente después de un crimen, incluso peor. Un sádico recordando su primer fechoría.

Un humano jamás podrá vivir
entre nosotros, llévate a tu hijo y mis hombres se van a encargar de él.

—Fue dificil.

—¿Dificil? –Mew no estaba entendiendo nada.

—Dificil alejarme de él –
respondió más para si mismo. Aturdido regresó su vista a su hijo —alejarme de ti...

—Esta es la parte en la que cuentas tu triste historia ¿No? Tengo que tenerte lastima y postergar aún más tu muerte hasta la eternidad por qué hicieron de ti un títere y ahora no sabes cómo jodidos terminar con tu maldita vida...

Suppasit mayor parpadeó un par de veces, de pronto las ganas de torturar y matar volvieron, encerrando sus recuerdos entre el paladar y sus labios, eso quedaría sellado hasta el día de su condena.

—¡Cállate!

La lastima unida a la debilidad puede ser el detonante de la autodestrucción. Sus manos
huesudas fueron contra el cuerpo de su hijo iniciando así una pelea más, esta vez no sentía tanta fuerza para detenerse a pensar con claridad, él quería matarlo.

Espada sobre espada, Mew estaba siendo un oponente fuerte y perseverante.

Gulf podía verlo desde su lugar, su lobo Omega le había dejado y por fin eran uno solo. Protegería la espalda de Mew.

—Aún tienes tiempo, Mew

—No –su espada blanca dirigió la punta hasta el brazo del hombre mayor, rasgó su ropa y su piel brotando de esta grandes cantidades de sangre en forma de cuagulos pesados —estás podrido.

—Miles de años acá, deberías
saberlo. Si sigues así terminarás igual.

—Esto se acabará aquí –de una manera más rápida y precisa aprovechando la charla, Mew llevó nuevamente el objeto cortante al cuerpo de su padre, más este ingresó directo a su abdomen.

Era casi en vano lastimarse así, ellos eran inmortales, y sus heridas eran nada para sus anticuerpos.

La idea de matarlo con sus propias manos no parecía muy descabellada. Después de todo también era un ser sanguinario y la libertad de las almas constituía de ello.

Una vez más engulló la espada hasta transpasar el cuerpo, y llenándose luego el piso de sangre.

—No voy a morir, Mew. No lo haré, intenta todo lo que gustes, soy inmortal.

Dos de los hombres en la sala
tomaron sus espadas y como medio de distracción para la
curación del mayor fueron
atacando a Mew.

Dos contra uno jamás ha sido justo, pero lo dejaría pasar, de no ser por qué ante él eran unos debiluchos.

Mew terminó con ellos cortando su cabeza, si tan fácil fuera con su padre, pero este tipo tenía demasiado pegada la cabeza al cuerpo.

Las útimas pequeñas tropas tomaron suya la pelea, pero
terminaron muriendo en el
intento.

—No te odio Mew.

MEW

No me odia, él definitivamente quiere matarme.

Vuelve a la pelea y esta vez no mide su fuerza por qué ha logrado tirarme al piso, su espada salió por el aire hasta caer lejos de nosotros y sus manos tomaron mi cuello para ejercer fuerza sobre este.

El aire está faltandome.

—Es un varón –de pronto el lugar cambió a una sala blanca, en medio de esta una camilla y un chico rubio recostado en ella.

Llevaba puesta una bata blanca y sobre sus piernas una manta azul, su frente sudaba y de sus ojos corrían lágrimas, después de Gulf este chico tiene la sonrisa más bonita que he visto.

—Mi hijo.

Un hombre más grande llegó, en sus brazos sostenía un cuerpon tan pequeño como el de mis cachorros, envuelto en una manta blanca con sus piernas descubiertas...

—Es tan hermoso.

—Bien, por qué será la última vez que lo veas.

—¿Qué? Es mi hijo, no pueden
alejarlo de mi, me necesita.

—Ya no nomás, es un Suppasit, y como tal..

No escuché nada más, mi mente es un enredo, estoy sintiendo una presión grande en mi pecho, martillando y golpeando con ansias para que regrese...

—Mew. por favor, llámalo Mew.