Capítulo 25
Historia Original de KimMemoriesAndHopes
Hace algún tiempo, antes de
convertirme en esta basura de ser "humano" mis días eran monotonía, tan iguales todos llenos de lo mismo y a su vez vacios, sin una pizca de armonía.
Las personas a mi alrededor eran interesadas y querían estar a mi lado por conveniencia. Y si soy sincero no tenía nada en especial, era un simple chico con calificaciones promedio con sueños grandes. Quería ser arquitecto o futbolista, incluso llegué a pensar en estudiar arte. No lo sabía, sigo sin saberlo.
Y la amargura de la vida real empezó a florecer en mi paladar, descubrí que no pude desear mejores o peores cosas, por qué no tenía voz y voto en mis circunstancias, ya todo estaba escrito.
Y da igual, ahora mismo estoy agradeciendo un poco toda esta mierda.
—Buen dia –justo en mi oído una dulce voz me hizo abrir los ojos. —Hola, dormilón –su voz, su!jodida voz es todo lo que deseé escuchar por mucho tiempo, prometo volver a dormir si tan solo me susurra dos palabras más al oído —vamos, mis bebitos tienen hambre.
—¿Tus bebitos o tu? _sus mejillas estaban rojitas, me mostró una hermosa sonrisa.
—Ambos.
Es primera vez que amanezco con alguien a mi lado, abrazado a mi cuerpo y enrollando sus piernas en mi cadera, tan pegados que sus latidos golpean mi propia piel.
—Está bien.
Y no importa, si era por deseo carnal, por esas historias de amor real o una maldición, yo estoy bien así y no quiero dejarlo.
Tan solo observar su torso desnudo, sus pechos levemente hinchadosy rojos, goteando un líquido blanco en la punta para después alimentar a mis bebés...
Me pone, juro que es sumamente excitante y a la vez tierno, verlo es una combinación de lo más sexy y hermoso del mundo. No puedo con él.
—Tengo que decirlo.
—¿Hum? –él levantó su mirada junto a su mano, llevando una manta blanca sobre el cuerpo del bebé y tapando levemente su
pecho y hombro derecho.
—Gulf... estoy excitado.
🌑🌑🌑
—Ohm.
—New ¿Estás bien?
Ohm toma la mano de New con extremo cuidado, a pesar de que esté recuperado en un setenta porciento puede recaer.
No negaría que la piel de Omega era sumamente bonita, caliente y suave, le gustaba.
—Lo estoy, si, las heridas no duelen tanto. Sé que podré
recuperarme ¿En dónde está Tay?
Tay es su hermano y New la persona de la que se enamoró, daría todo por ellos dos, incluso su propia vida. No importa nada, no importa si su corazón duele al verlos juntos y si dolerá más cuando formen una familia.
—Está entrenando, esta noche partirá en busca de mi padre Nu.
—¿lrás con ellos?
—Si.
—Déjame ir contigo –saltó de
repente New —no seré una carga, sabes que tengo entrenamiento de alfa, puedo defenderme y ayudarlo –los ojos de New mostraban la emoción y nobleza por querer ser útil en algo, para
él nunca fue opción quedarse sin hacer nada —Ohm...
El alfa levantó una ceja, dentro de él todo se debatía, su lobo aceptó la propuesta sin embargo su parte humana y racional pedía a gritos que el chico se quedara en la aldea, a salvo, nadie le aseguraba a Ohm no encontrar la muerte al poner un pie fuera.
Respiró pesado —mañana, New, mañana temprano. En un momento enviaré equipo para ti.
Y la sonrisa de New le aseguró haberlo hecho bien.
🌑🌑🌑
Mew tenía un mal presentimiento, toda la mañana la había pasado en compañía de Gulf y los cachorros, ahora era capaz de observar el crecimiento de estos, tan redonditos y gorditos, todo estaba bien en su sistema. Y si podía admitirlo, se sentía cada vez más apegado a ellos, tan unidos como una familia, sabía reconocer a cada uno de los bebés y empezó a diferenciar el modo de comunicación con cada uno.
Se sintió por primera vez en
familia.
Gulf llegó a su lado con dos vasos de té caliente, le extendió uno mientras llevó a sus labios el suyo bebiendo pausadamente.
—Relájate –le comentó, Mew enarco una ceja sin entender lo que Gulf le decía —tu aroma es muy fuerte. Por alguna razón que desconozco hasta ahora estás muy nervioso. Mis bebés pueden sentirlo y no les hará bien.
Mew asintió, debía olvidar un poco lo malo y por un momento dejar de ser tan paranoico.
Bebió un poco del té, sus latidos se tranquilizaron de pronto, sintiendo en su garganta una especie de tranquilidad, sus náuseas se habian ido.
—¿Todo bien? Si puedo ayudar en algo, estaré para ti ¿Si? —Gulf le acarició la mano que reposaba sobre la rodilla del pelinegro mayor.
—Está todo bien –aseguró, por mucho que no lo sentía del todo verídico, tampoco era capaz de alertar en vano al chico menor. Quería solo un momento más de paz a su lado.
—Entonces –Gulf en un momento de poca lucidez tomó valor y se sentó a horcajadas en las piernas del mayor, le enrolló sus brazos alrededor del cuello hasta que la distancia se hizo diminuta y pudieron besarse.
A Mew lo tomó por sorpresa, pero no desaprovechó la oportunidad, había deseado poseerlo desde un par de días.
Esa delicadeza tan precisa con la que ambos se sentían, las caricias yendo y viniendo por cada rincón de su cuerpo.
Se exploraron sobre el sofá, la ropa empezó a sobrar y la
temperatura a subir, Mew lo adoró por cada.centímetro de piel, besando mordiendo y lamiendo su cuello, brazos, espalda, vientre, piernas y cada parte profunda que deseaba y los hacia llegar al cielo.
La necesidad era latente, pero más allá de ser carnal, se fue transformando en algo sentimental.
Y Mew lo entendió en ese momento.
Cuando su cuerpo estuvo en
medio de las piernas del menor ingresando con fuerza y saliendo más despacio, disfrutando de cada porción y la fricción creada con sus cuerpos sudorosos y
alborotados.
Cuando reafirmó la marca en su cuello por segunda vez, bebiendo de su dulce y tibia sangre, sus colmillos dejaron de picar y algo dentro de sus corazones se sintió cálido, era su lugar especial, su lugar seguro.
Ambos jadearon al sentir el orgasmo en sus cuerpos y se dejaron llevar por sus sentimientos e instintos a flor de piel.
—Dios –Mew se dejó caer sobre el cuerpo de Gulf sin hacerle daño con su propio peso.
Besó delicadamente los labios de este por unos minutos hasta que el cansancio los invadió.
—Una ducha –sugirió Gulf —cenenmos algo y vamos con los cachorros, nuestros aromas fucionados les hará bien.
Una ducha tibia, corta, una cena amena, los bebés se alimentaron y luego de una hora los cuatro estuvieron dormidos...
Pero Mew Suppasit debía aprender a hacerle caso a sus
malos presentimientos.
Por qué cuando despertó no había nadie a su lado, mucho menos el aroma de su familia.
Su cabeza dolia y parecía seguir sedado, alguien entró a la habitacióón y su sangre empezó a hervir.
Qué habrá pasado con los cachorros y Gulf.
Hoy o mañana termino esta historia así que estén atentos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro