23.
Los incesantes rayos de luz de sol que están comenzando a caer sobre el balcón de la habitación de Jin, hacen al mismo chico recordar aquellos días en donde su primo era su hermano menor, en donde sus tíos eran sus padres, en donde la definición de amor era lo más lindo y hermoso que conocía, y sobre todo, en donde sabía que nada de aquello cambiaría.
Lastima que estaba muy equivocado.
Podría decirse que el ver cambiar tú vida de la noche a la mañana no era algo que resultaría tan caótico, no obstante, para cada persona los cambios son diferentes.
Seokjin sentía que su corazón y mente, estaban más que cansados de intentar entender que rayos estaba pasando en su vida, puesto que, por más que su familia le contaba todo aquello que él desconocía, todo seguía siendo igual de difícil para él y su mente. Así cómo también ver a su primo con el único chico que a él le gustaba también.
—¿Puedo pasar? —preguntó una gruesa y coqueta voz que el mismo Jin no tardó en reconocer.
Era Yoongi.
—¿Te sientes bien? —Quiso saber el pálido, mientras el mismo Jin seguía con la vista fija en el exterior, pues si veía al mismo chico de cabello rubio y mirada fuerte, sería débil.
Asintiendo en silencio, Yoongi camino hasta donde Jin se encontraba y con la misma tranquilidad que lo caracterizaba, se sentó junto a Jin y fijó su vista dónde la de Jin estaba posada.
—¿Es lindo el calor? —preguntó risueño Min, haciendo a su vez reír a Jin.
—¿Me vas a preguntar en verdad por el calor? —bromeó tontamente Jin.
—Sí, ¿por qué no lo haría? —cuestionó Yoongi con una gran sonrisa entre sus labios y mientras le dedicaba una tierna pero amplia sonrisa a Seokjin.
Riendo en un principio, para poco después guardar silencio, Jin volteó a mirar a Yoongi y acto seguido a la entrada de su habitación, la cuál se encontraba emparejada.
—Te equivocaste de habitación —dijo tranquilo Jin, mientras volvía su vista al hermoso paisaje por fuera, intentando ignorar a su vez a la imponente mirada de Min, misma que hacía a su corazón latir de manera más que acelerada.
Tiene novio Seokjin.
Le repetía una y otra vez su mente al menor de los dos.
—No me equivoqué de habitación —comentó seguro el pelirrubio, provocando que aquellos latidos dentro del corazón de Jin se acelerarán un poco más.
Centrando su vista en Yoongi, Jin inhaló y exhaló lenta y tortuosamente.
—Te agradecería mucho si te fueras de mi habitación.
Levantándose en silencio del banco bajo su ventanal de color naranja. Jin escucha a su mente aconsejarle abandonar la misma habitación antes de que haga algo de lo que más tarde tenga que arrepentirse, cómo siempre lo hizo desde que era más chico y renunciaba a todo lo que él quería por dárselo a Hobi y hacerlo feliz.
—¿De verdad quieres que me vaya? —Yoongi quiere saber, por más que ello lastime su corazón y afecte a su razón.
—Yoongi, mi primo, tu novio, se encuentra en otra habitación, al otro lado del pasillo —firme pero adolorido Jin evita mirar a Yoongi, acción que molesta un poco al mayor, pues nunca antes el pelinegro de Seokjin se había comportado así con él.
—Jin...
—Vete, por favor —pidió Jin con un gran nudo en su garganta, quemando a su vez su propio corazón por ser tan duro con quién le gusta.
—Escucha Jin...
Habla bajamente Min, siendo rápido interrumpido por Jin.
—Evitemos hablarnos mientras tú vengas a ver a Hobi. Lo quiero mucho y no quiero tener algún problema con él por esto que siento muy dentro de mi, por ti —confesó el menor de los dos, encaminándose sin pensar al sanitario, en donde sabría podría estar tranquilo hasta que Yoongi se fuera. Claro que el mismo Yoongi le siguió hasta la misma entrada del baño y antes de que Jin se fuera a encerrar dentro del mismo.
—Disculpa Jin —Con la voz entre cortada, Yoongi siente que debe disculparse con el menor por haberlo lastimado inconscientemente—. Me gustaste desde el primer instante en que te vi, pero nunca fui del todo claro contigo sobre lo que quería que pasará entre nosotros, estaba tan concentrado en lo que Taehyung me hizo que no me fijé que te estaba haciendo exactamente lo mismo.
—Está bien. Sé que aquello no lo hiciste con la intención de lastimarme, y de verdad me alegra que puedas hacer feliz a mi Hobi. Él vale totalmente la pena, y lo que menos quiero es que lo lastimes, así que si lo llegas a hacer, te romperé la cara.
Sonriente, Jin puede sentir lo que queda de su triste y cansado corazón, romperse un poco más, pues al igual que su madre, está renunciando a su felicidad por alguien que quiere.
Despidiéndose en silencio y con tristeza, ni Jin ni Yoongi se percataron de que Hobi los escuchaba por la puerta entreabierta de la habitación, haciendo al mismo, darse cuenta que Jin era una de las mejores personas que su propia familia había conocido, exactamente igual que la madre del mismo Jin.
Recordando con dulzura todas aquellas veces en que Jin se había hechado la culpa por travesuras que el mismo Hobi había hecho, el menor sonrió enternecido, porque esas veces no habían sido las únicas en que Jin había dejado todo por el mismo Hobi.
—En ese caso, y si así lo quieres, no volveré a hablarte más —escuchó hablar Hobi a Yoongi, haciendo que su corazón se relajará, pero que su mente se congelará y le reprochará el permitir aquello, cuando sabía desde un principio que ellos se habían conocido primero y que aquel sentimiento desde que se conocieron eran mucho más fuerte que el suyo propio con Yoongi.
—Será lo mejor —asintió con la voz rota Jin.
—Nana —llamó Hobi.
—¿Qué pasó, cariño? —indagó curiosa la mujer, mientras veía a su otro pequeño niño entristecer.
—Necesitaré un gran bote de helado para el término del día —pidió con un gran puchero Hobi, alertando a su Nana.
—¿Por qué dices eso, cariño? —preguntó la mayor con intranquilidad.
—Cuando Yoongi salga de la habitación de Jin, dile que lo estoy esperando en la sala.
Seguro por fuera, pero temeroso por dentro. Hobi emprendió el camino a la sala, en donde haría lo mismo que Jin había hecho por él, siempre sin dudar...
Lo mejor.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro