19.
—¿Qué fui para ti? ¿Alguna vez signifique algo para ti? —preguntaba con la voz entrecortada el mayor de los dos chicos en aquel pasillo de la secundaria.
Una sonrisa totalmente amplia apareció entre los labios del menor de los dos. Era más que obvio que estaba disfrutando ver al hermoso pelirrubio adornar sus mejillas con lágrimas totalmente amargas.
—Nada, eso fue lo que significaste. —contestaba grotescamente. —Si es que acaso te creíste todas y cada una de las palabras que te dije, es muy tu problema. No puedo entender que tan necesitado de atención, afecto y cariño requerías para que todo lo que dije te lo creyeras. —se burlaba el pelinegro.
—Me usaste... —susurraba Yoongi —Hyejin y tú, me usaron, como quisieron, como pudieron.
—La idea fue de ella. Todo surgió de pronto y porque estábamos aburridos.
—¿Sólo querían eso? ¿Divertirse?
—Inicialmente sí, hasta que comenzaste a darme regalos costosos y vamos, soy humano, no pude resistirme a dichos halagos. Vi en tus ojos desde el mismo momento en que te conocí que te guste, y sí, me divertí usándote. Creó que si pudiera hacerlo, lo volvería a hacer. —informaba el menor de los dos con una sonrisa socarrona en su rostro.
—¡Vete! ¡Lárgate! —gritó desesperado Yoongi, sintiendo aún más lágrimas por sus mejillas correr.
—Lo haré, tranquilo. Tan sólo me gustaría decirte que...
—¡Vete de una maldita vez!
—No sabes cuánto odié halagarte, tocarte, besarte e incluso acariciarte. Lo único en lo que podía pensar cuando lo hacía era en Hyejin. —soltaba con cierto desprecio Taehyung.
—Repítelo hasta que te lo creas —decía más tranquilo y seguro de sí, Yoongi. —Besos y caricias como las que tú me diste, no se fingen...
Y eventualmente Yoongi tenía razón y Taehyung odiaba estarle haciendo esto a Yoongi quien sin darse cuenta lo terminó enamorando, pero si no lo hacía Hyejin se encargaría de matarlo y por supuesto que sí le creía. Al mismo Taehyung había estado a nada de matarlo por asfixia y es que a pesar de aquello él no presentó ningún cargo porqué sabía era una batalla perdida. Los padres de ella tenían dinero, contactos, todo lo que Taehyung no tenía.
—Taehyung.
—Aquí estoy bonito.
Los ojos negros de Taehyung impactaron con los negros de Yoongi, quien maldijo internamente que Taehyung estuviera ahí, justo en ese momento en que él se estaba sintiendo tan miserable por sus acciones tanto con Jin como con Hoseok.
—¿Listo? —preguntaba cuidadosamente el pelinegro, pasando de largo al lindo pelirrubio.
—Sí. —contestaba Jin, tomando su sudadera de la silla donde se encontraba sentado.
—No voy a dejar que te vayas con él. —le aseguraba Yoongi a Jin mientras le miraba directamente a los ojos.
—¿Por qué no? —cuestionaba un tanto confuso.
Taehyung se había portado sumamente lindo con SeokJin, por lo que el mismo pelinegro no tenía motivos para dudar de él, ¿o sí?, después de todo no le conocía lo suficiente, y cada que lo intentaba este se alejaba de su persona.
—Porqué no quiero que pierdas esa manera tan linda tuya de ser... —confesaba Yoongi con cierto encantó —Y si te vas con él, te puedo asegurar que vas a terminar perdiendo todo aquello que te hace especial... —mencionaba el pelirrubio con cierto dolor dentro de su pecho.
A pesar de los años que habían pasado, aquella tarde le seguía doliendo, era como si apenas hubiera pasado todo aquello tan amargo.
—¿A qué te refieres? —indagaba Jin, al ver los ojos de Yoongi cristalizarse muy tortuosamente para su gusto.
—¡Basta! —ordenaba el pelinegro de Taehyung al ver el primer par de lágrimas de Yoongi correr por sus mejillas. —No llores —pedía con sutileza y dolor mientras rompía con la distancia impuesta entre ellos, tocando casi al instante las mejillas húmedas de Yoongi —Perdóname, perdóname por favor. —suplicaba con total sinceridad.
Después de todo aquél tiempo que había pasado desde que Taehyung fue un idiota con Yoongi, Taehyung seguía estando enamorado de Yoongi como las primeras veces en que se dio cuenta de lo que estaba sintiendo por el atractivo pálido. Su sonrisa había sido el principal motivo de aquel sentimiento, seguido de su gran corazón.
Yoongi sabía perfectamente que los padres de Taehyung no tenían dinero y sin importar eso, él lo quería, lo valoraba y lo respetaba, muy diferente a como Hyejin lo trataba por ser un pobre diablo como ella se expresaba tan cruelmente de él.
—Yo te amaba y tú simplemente me pisoteaste —comenzaba diciendo Yoongi con otro par de lágrimas corriendo por sus mejillas. —Me pisoteaste como si yo no fuera nada... Te di todo de mí, y creo que ese fue mi gran error —sollozaba —, pero no voy a dejar que le hagas lo mismo a Jin, él no va a terminar convirtiéndose en un idiota como yo, por un idiota como tú. —aseguraba mientras limpiaba sus mejillas con sólo sus manos.
—Y-yo, en verdad lo lamentó Yoongi, por todo...
—Es muy tarde para lamentarlo. Lamentarlo no me cura las heridas que tengo. Eso no me hace sentir mejor, no me hace sentir ser suficiente para alguien.
—Escucha, yo...
—Me cansé de escucharte. Vete al diablo...
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