Los deslumbrantes rayos de sol que entrar por el enorme ventanal de mi habitación me torturan horriblemente, del mismo modo en que mis pensamientos lo hacen.

Las constantes palabras de nana diciendo que Hobi se fue con YoonGi, inundan mi mente sin una, otra y otra vez, sin poder sacarlas por completo de mi mente.

El ansía desmedida por intentar imaginar lo que está pasando entre ambos o más bien, lo que no quiero que pase entre los dos, me tiene perturbadoramente mal.

Mis ojos se sienten bastante pesados y ojerosos, por el sólo hecho de no haber dormido ni cinco minutos. El suelo de manera, se ha mantenido frío durante toda la noche y el sólo hecho de que haya recorrido cada centímetro de la habitación, descalzo lo confirma.

Las sábanas y colcha sobre mi colchón en el suelo, siguen intactos, tanto que ni una sola arruga se alcanza a distinguir ni con una lupa.

En mi estómago un par de ruidos ejercen presión sobre mi cabeza. Tengo hambre.

Tan rápido como puedo, me levantó de la cama, emprendiendo el camino nuevamente a mi ventanal, aquél que tiene una vista perfecta de la calle, mismo por donde deben llegar Kim y Min.

Las muñecas de mis manos, están sumamente rojizas por los insistentes apretones y tirones de desesperación pues el sólo hecho de haber cometido el imprudente error de mandarle mensaje a Tzuyu pidiéndole hablar con su hermano, cuándo este ni siquiera estaba ahí, lo tenía en extremo

-¿Dónde diablos están? -replicaba con un poco de molestía, sujetando a su vez un par de sus cabellos, los cuales se hayaban sumamente despeinados.

🖤

El aire frío de la habitación, cala rápidamente en las piernas desnudas de Hoseok, las cuáles buscaban con ansías la cálida sábana de su cama, sin darse cuenta que no está ni en su habitación, ni en su cama como su subconsciente lo está pensando.

Un brazo largo y fuerte, rodea su cintura y por un momento creé que es su mente jugándole una mala broma, hasta que comienza a entre abrir sus ojos, mismos que se posan sobre un ventanal ni tan grande, ni tan pequeño, mismo que se encuentra medianamente cubierto por una cortina blanca.

Pasando suavemente su mano por su adormilado rostro, volvió a sentirse imposibilitado para moverse a su gusto, girando su rostro hacia el lado izquierdo de la habitación, la cuál empezó a desconocer a los pocos minutos de lograr concentrarse y abrir bien los ojos, desconociendo también sus acciones de la noche anterior.

YoonGi se haya dormido a su lado, descubierto en su totalidad de la parte de arriba de su cuerpo, al menos eso es lo que alcanza a percibir y lo que quiere descubrir.

Su cabeza retumba horriblemente, mientras que su boca se mantiene amarga y seca en su gran mayoría, sus piernas al igual que su cadera duelen espantosamente, de pronto siente como el mayor a su lado se remueve despacio.

-Buenos días -susurra Min, tomando asiento tranquila y despreocupadamente sobre la cama.

-Buenos... días -responde no tan convencido, mirando detenidamente todo a su alrededor.

-¿Quieres saber que hacemos aquí y que es lo que hicimos anoche? -pregunta el pelirubio relajadamente, estirándose a su vez.

Recibiendo nada más que un asentimiento muy silencioso, el mayor sonríe divertidamente por la expresión tan confusa en el rostro del menor.

-No te toqué -afirmaba -Si es eso lo que te preocupa.

-Pero yo sí te toqué a ti, ¿o me equivocó? -se sonrojaba inmediatamente de ver unas marcas bastante pronunciadas sobre el cuello ya no tan blanquisco de YoonGi.

-O, lo que pasa es que te creíste vampiro y comenzaste a intentar chuparme la sangre -bromeaba el mayor, al ver la mirada brillosa de Hoseok.

-Una lástima que no logrará hacerle como en los fanfic omergaverse, donde el chico que es vampiro, marca al chico que es un simple omega con el corazón roto.

-Espera, espera... -lo callaba de pronto el pelirubio -¿Quieres decir que yo soy un simple omega?

-Sip -aseguraba, sin descaro.

-¿Y tú, un vampiro aprovechado? -interpelaba con fingida dignidad.

-No, no. Yo soy el vampiro con aparente mal carácter, que sanará tu roto corazón.

-¿Y quién te dijo que tengo el corazón roto?

-Nadie, simplemente me remito a cómo va la historia.

Soltando una risa grave, los ojos de Min se centran en los del menor, mismos que siguen con aquel brillo especial.

-¿Y cómo termina la historia? -indaga con la fiel intensión de saber un poco más sobre a dónde va su tiempo con Hoseok.

-Con un tierno beso que es interrumpido por un alboroto de agradables niños, de entre ellos uno es hijo del bonito omega y el vampiro malgeniudo.

-He pensado que todo está perfecto, salvo la idea de que tú seas el vampiro con mal carácter y yo el bonito omega -confiesa el mayor, tomando entre dos de sus dedos la nariz del menor, en su intento por hacer énfasis en sus últimas palabras.

-Bien, puedes ser el vampiro malgeniudo de cualquier modo me queda mejor el papel del bonito omega.

-Bonito omega, tienes una familia que muy seguramente está muy preocupada por ti, así que alistate.

🖤

Depositando un casto beso sobre los coloridos labios de Hoseok, Min se centraba en despedirse exactamente frente a la puerta de la casa del menor, misma que fugazmente fue abierta, permitiéndoles ser descubiertos por todos los integrantes de ambas familias, de entre quiénes y principalmente eran sus madres.

-Amm... h-hola -saludaba uno de ellos con una dulce sonrisa sobre su rostro.

-¿Qué está pasando aquí? -abordaba la madre de Yoongi.

-¿Sobre qué? -se desentendian.

-¿Ustedes son...?

-Novios -mencionaba a lo lejos, una voz más que recelosa.