Capítulo 3
Clare se pone de pie con dificultad, sus temblorosas piernas intentan estabilizarse al contacto con el suelo, toma la barandilla de la camilla con su mano izquierda y con la derecha se apoya en la pared, el doctor Walker la ve desde el pasillo, sin vacilar corre de inmediato para ayudarla.
- ¿Qué estás haciendo? - Pregunta el doctor Walker tomando a Clare por el brazo para ayudarla.
Clare se ayuda con el brazo del doctor, este comienza a dar pequeños pasos junto a ella mientras se sostiene de la baranda de la camilla.
- Eso es Clare. Despacio. - Dice el doctor dándole ánimos. - Ahora suelta la barandilla.
Clare suelta la barandilla mientras da pasos lentos e inseguros ayudada por el doctor, ambos sonríen al darse cuenta de que Clare va por buen camino en su recuperacion, después de una vuelta por la habitación el doctor la sienta de nuevo en la camilla.
- Aún tengo que atender a algunos pacientes, mi hora de almuerzo es al medio día, si quieres puedo llevarte a caminar un rato por el hospital, debes caminar un poco antes de ir a casa.
- Eso sería estupendo, gracias doctor Walker. - Dice con emoción.
- No hay de que.
El doctor Walker sale de la habitación cerrando la puerta delicadamente detrás de él.
- Eso sería estupendo doctor Walker. - Dice Zach en tono de burla.
- ¿Que haces aquí? - Dice Clare cubriendo su rostro con las sábanas. - Es solo una alucinación, se irá pronto. - Se dice a sí misma.
- ¿Por que no aceptas que soy real?
- Los fantasmas no existen, tu no existes.
- ¡Soy yo Clare! - Dice molesto.
- Pruébalo, dime algo que solo tu sabrías.
Zach piensa en silencio durante unos segundos hasta que se le ocurre algo.
- ¿Recuerdas el brazalete que dejaste en mi casa?
- No.
Ella descubre su rostro, pero no lo mira, niega saber cual es el brazalete, pero recuerda perfectamente como era.
- El brazalete de plata con un dije de corazón. Está guardado en una caja de madera en la segunda gaveta de la mesa de noche junto a mi cama.
- No lo creeré hasta verlo por mi misma.
- En unas horas te darán de alta, escuché a las enfermeras hablar con tu doctor, saldrás a las tres de la tarde, puedes ir a mi casa a corroborar la información.
Sin decir mas Zach desaparece atravesando la pared, sus palabras se repiten una y otra vez en los pensamientos de Clare.
- Buenos días cariño. - Dice su madre entrando en la habitación.
- Hola mamá.
Su madre le da un tierno beso en la frente antes de sentarse junto a ella en la camilla.
- ¿Cómo te sientes?
- Estoy mejor, el doctor Walker dijo que me llevaría a caminar por el hospital durante su descanso, dice que es importante que camine un poco aquí antes de ir a casa.
- Eso es muy considerado de su parte. - Dice levantando una ceja mientras sonríe. - Es un doctor joven, tendrá un par de años más que tú.
- ¡Mamá! - La reprende. - ¿Podrías dejar de buscarme novio?
- Solo por hoy. - Ríe.
- ¿Hablaste con papá?
La pregunta llega de repente, sin previo aviso, el rostro de su madre cambia de expresión al escuchar la pregunta.
- Está trabajando cariño, vendrá a verte a fin de mes.
- Oh, esta bien. - Digo desilusionada.
- Yo estoy aquí cariño.
- Lo sé, tú siempre estás aquí. - Sonríe.
Su madre la abraza fuertemente, en su rostro se refleja su tristeza, Clare no ha visto más en su padre que desinterés, ni una sola visita en sus cumpleaños, navidades, graduaciones ni una sola vez en diez años, a veces se siente mal al preguntarle a su madre cuando vendrá su padre a verlas, sabe que a ella también le afecta, quizás más que a ella.
- Siempre salimos adelante sin él. - Dice Clare limpiando una lágrima que rodó por su mejilla.
- Así es. Ahora descansa, iré a comprar un par de cosas antes de llevarte a casa.
- Te amo mamá.
- Yo también te amo.
Su madre sale de la habitación, Zach la ve desde un rincón de brazos cruzados.
- Lamento lo de tu padre, se que te afecta mucho que no esté aquí.
- Estoy perfectamente. No lo necesito, no desde que que cumplí 16 y no llegó a mi fiesta, ya se que mi mamá y yo no valemos nada para él, por eso nos dejó. - Suspira.
- Tu vales más de lo que piensas, no me gusta que hables así.
Zach se acerca a Clare, pone su mano sobre la de ella, ella siente al instante como toca su mano, ella lo mira sorprendida, asustada, sus ojos se abren lo más que pueden mientras lo mira a los ojos, él también siente su mano, es muy extraño, generalmente cuando intenta tocar a alguien lo atraviesa, pero no a ella, siente el calor de su mano, ese calor que desde hace mucho no siente, ya que, desde que murió siente un frío estremecedor, el calor de la mano de Clare es tenue, pero agradable, es como sentir el calor del sol en una mañana de invierno, ella mueve su mano hacía su boca, parece estar asustada.
- No tengas miedo Clare. - Dice Zach dulcemente.
La temblorosa mano de Clare busca la mano de Zach que está posada sobre la camilla, él levanta su mano y entrelazan sus dedos.
- Se siente tan real. - Dice rompiendo en llanto. - Quisiera que estuvieras aquí ¿Por qué me dejaste? ¿Por qué te fuiste?
- Yo jamás voy a dejarte, aquí estoy.
Una lágrima corre por su mejilla, siente esa misma calidez que sintió cuando tocó la mano de Clare, la limpia rapidamente con sus dedos. Zach se sienta en el borde de la camilla junto a Clare, se acerca a ella lentamente para abrazarla, ella en el instante se lo devuelve, ambos se abrazan lo más fuerte que pueden, mientras lloran.
- Desearía que fueras real, que estuvieras aquí, haber muerto yo en vez de ti.
Zach niega con la cabeza mientras medita.
- No digas eso, jamás lo repitas. - Dice molesto. - Jamás me hubiese perdonado si hubieras muerto, no podría haber vivido con ello, me siento feliz de que no fuese así, me siento feliz por que sigues viva y que estas bien.
- No estoy bien. - Grita furiosa. - No estoy bien. - Repite un poco más calmada. - Te extraño tanto, me duele que te hayas ido, ni siquiera... Ni siquiera pude despedirme y ahora solo me queda alucinar, mi cerebro proyecta una imagen de ti para sentirme mejor, pero no es así, no me hace sentir mejor verte, me siento débil, me siento tan vacía, sola, eras una parte importante en mi vida, hacíamos todo juntos, siempre estabas conmigo, me cuidabas, me apoyabas y ahora simplemente ya no estás, me dejaste aquí completamente sola.
- No digas eso. - Dice con la voz entrecortada. - Nunca vas a estar sola, siempre estaré a tu lado, estaré contigo en cada paso que des.
El doctor entra en la habitación, mira a Clare, quién está llorando desconsoladamente con sus brazos cruzados sobre sus rodillas y su cabeza entre sus brazos, sus signos vitales comienzan a elevarse, él se acerca a ella, posa su mano en su espalda para reconfortarla.
- ¿Estás bien? - Dice con una dulce voz. - ¿Quieres hablar?
Clare limpia las lágrimas en sus ojos y su rostro antes de levantarse, se tranquiliza un poco respirando profundamente.
- Debe pensar que solo quiero llamar la atención, lamento que deba verme así cada vez que entra.
- No Clare, no creo eso, lo que te pasó fue terrible, todos debemos expresar nuestras emociones, llorar está bien.
- Es que... - Intenta calmar su temblorosa voz. - Él era mi mejor amigo y ahora que no está siento que una parte de mi se fue con él.
- Lo entiendo. - Dice el doctor Walker cabizbajo. - Mi mejor amiga, Sidney, también murió en un accidente de tránsito. - Le muestra a Clare su anillo de bodas. - Entiendo que es sentirte solo, triste, incompleto, inseguro... Solo debes saber que no estás sola, habla con tus amigos, con tu familia, no debes atravesar por esto tu sola.
- Tiene razón, es solo que suelo ser una persona reservada, no me gusta hablar con nadie sobre mis problemas, con Zach era diferente, a él podía decirle todo, era fácil hablar con él ¿Entiende?
- Te entiendo, yo sentía lo mismo con Sidney, ella era muy buena escuchando y dando consejos. Cuando ella murió mi vida se paralizó, dejé a toda mi familia y a mis amigos, no quería hablar con nadie, me encerré en nuestra casa, no salí de allí por dos meses, luego mi hermana me hizo reaccionar, comencé a hablar con ella, a decirle como me sentía, de pronto hablaba cada vez más con mi familia y mis amigos sobre lo que pasó, eso me ayudó a superarlo, ella era una excelente psicóloga, prometimos que un día entraríamos al programa de médicos sin fronteras, era un sueño que ambos teníamos, así que lo hice realidad por los dos, envié mi solicitud, al poco tiempo fui aceptado, me enviaron a Kenia por un año, fue la mejor experiencia de mi vida, sentí como si ella estuviese a mi lado todo el tiempo, aún siento que está aquí. - Su mirada expresa un tanto de dolor, el doctor suspira al recordar, intenta sonreír aunque solamente eleva un poco las comisura de sus labios. - El punto es que no debes esconder lo que sientes, te hará mucho daño hacerlo, habla con tu mamá, con tu mejor amiga, con alguien de confianza, incluso si quieres puedes llamarme alguna vez, o cuando vengas a las citas del chequeo medico podríamos hablar, puedes hablar cuando te sientas lista, sin presiones. - Sonríe un poco más animado.
Clare quisiera poder decirle al doctor que aún ve a su amigo, que Zach habla con ella, sin embargo sabe que no es real, incluso el doctor le dirá que está loca, no es posible ver a alguien que ya murió, quizás sea por el golpe en su cabeza, es solo eso y nada más.
- Lamento mucho lo de su esposa, supongo que eso es aún más difícil que perder a un amigo, gracias por compartirlo conmigo y por escucharme, creo que ya me siento un poco mejor.
Zach, quién ha estado todo este tiempo escuchándolos hablar sentado en la camilla junto a Clare ve al doctor con recelo, su ceja izquierda esta levantada como si se preguntara algo, los celos lo consumen, todos estos años ocultó su amor por Clare, nunca encontró la manera de decírselo, o siempre había algo que evitara que se lo dijera, de pronto se levanta molesto y sale de allí atravesando una de las paredes.
- A parte de todo esto ¿Cómo te sientes?
- Mucho mejor, ya no tengo dolor, aunque sigo lamentando lo de mi cabello.
- Lo siento, fue necesario rasurarte la cabeza para la cirugía.
- Lo entiendo. - Sonríe. - Mi mamá dijo que me llevaría a comprar una peluca en lo que crece de nuevo ¿Cree que me vería bien con cabello rojo?
- Me gusta más tu cabello natural. - Se mofa. - Con cabello rojo vas a lucir como un fósforo.
- Tiene razón. - Ríe. - Castaño claro será entonces.
- Ya que estas de mejor humor ¿Qué dices si te llevo a caminar?
- Sería perfecto. - Continúa sonriendo.
- Iré por un andador, luego te quitaré todas las cosas del brazo, ya no vas a necesitarlas.
El doctor habla con una enfermera en el pasillo para que le lleve un andador, entra de nuevo a la habitación, procede a quitarle el catéter del brazo y los electrodos del pecho que controlaban su ritmo cardíaco, ella se sienta en el borde de la cama al terminar, el doctor la ayuda a ponerse de pie, la enfermera llega en ese momento con el andador, lo coloca frente a ella para que pueda tomarlo, sus piernas temblorosas dan pasos inseguros hasta llegar al andador, lo toma con ambas manos con mucha firmeza.
- Vamos a dar pequeños pasos, voy a estar junto a ti en todo momento, no voy a dejarte caer, necesito que estes segura en cada paso que des.
- Esta bien. - Dice aun un poco insegura.
Clare comienza a dar pasos pequeños, lentamente, el doctor muy paciente da los pasos junto a ella, pronto tiene un poco más de seguridad, da pasos un tanto más largos y firmes.
- Eso es Clare, ya lo tienes. - La ánima el doctor. - No te apures, tenemos mucho tiempo.
Su madre la ve a la distancia desde la puerta de la habitación, con lágrimas en los ojos de alegría al verla caminar de nuevo, Clare está ya casi cruzando al final del pasillo, su madre se apresura a caminar hasta donde está para caminar junto a ella.
- Hola cariño.
- Mamá. - Dice contenta. - Ya casi puedo caminar ¿Lo ves?
- Si, estoy muy feliz por ti, lo haces bien.
Clare da pasos más rápidos, el doctor quita su mano detrás de su espalda para que ella camine sin ayuda, luego de unos minutos decide que es hora de intentarlo sin el andador.
- ¿Cree que podré hacerlo? ¿Promete que no voy a caerme?
- Ánimo Clare, lo estuviste haciendo perfecto con el andador, puedes hacerlo sin el.
Clare suelta el andador dudando un poco, se queda en pie un momento antes de dar el primer paso sola, sus piernas luchan por mantenerse firmes, paso a paso se va volviendo más fácil, dan una vuelta por todo el piso hasta llegar de nuevo a la habitación de Clare.
- Lo hiciste perfecto, no podrás hacer ejercicio ni correr por unas semanaa hasta que puedas caminar normalmente, procura descansar y dar paseos cortos, evita el estrés y sobre todo el esfuerzo físico, iré por los papeles para que puedas irte.
- Gracias doctor.
- ¿Me acompaña? - Se dirige a su madre.
- Claro.
Ambos salen de allí y regresan tiempo más tarde junto con una enfermera y una silla de ruedas.
- Todo listo cariño. - Dice su madre.
- ¿Podría sentarse en la silla? - Pregunta la enfermera.
Clare sin decir nada se sienta, la enfermera la lleva hasta la salida, el auto de los padres de Zach está frente al hospital.
- Ellos insistieron en llevarnos a casa.
Ambos bajan y saludan a Clare, el padre de Zach abre la puerta de atrás para que Clare pueda entrar.
- Gracias por todo lo que hizo por mi. - Dice estrechando la mano del doctor.
- No hay de que. - Sonríe.
Clare entra al auto, su madre también le agradece al doctor antes de entrar del otro lado del auto. Clare por fin llega a casa, es la primera vez en tres meses que duerme en su cama, se acomoda muy bien entre sus sábanas, toma su peluche favorito para abrazarlo, luego de dar algunas vueltas en su cama logra conciliar el sueño, Zach se sienta en el borde de su cama, para observarla dormir, peina su cabello con su mano mientras piensa en como pudieron haber sido las cosas si él le hubiese dicho antes lo que sentía por ella, si tan solo hubiera tenido más valor para hacerlo quizás su destino sería otro.
Pendiente de revisión.
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