Es curioso cuando escuchas historias sobre algún asesinato en alguna parte, instintivamente algunos piensan cosas como que es horrible y sientes compasión por la víctima, otros “analizan” la situación de lo que la persona afectada tenía que haber hecho, como si esa víctima pudiera verse a sí misma en tercera persona y tuviera toda la calma del mundo para ver detenidamente cada detalle del lugar del crimen a través de una fotografía tomada durante el día, cuando tienes a un loco corriendo detrás tuyo con una navaja.

Sólo piensas en escapar por el bosque al que te llevó en medio de la nada y durante la noche sin ningún tipo de apoyo visual por la penumbra que los árboles crean, volviéndote demente con cada sombra que ves pensado que es él y con cada mínimo ruido que haces o escuchas pensando en que lo ha provocado porque se acerca a ti.

¿Y saben lo que es peor? El hecho de que te ha atrapado clavando aquella navaja en el estómago y no se conforma con una apuñalada, saca y mete rápido la hoja alrededor de 10 veces, pero las cosas no acaban ahí, la desesperación te va arrastrando al abismo del miedo cuando vas sintiendo como un líquido sale de ti y te va empapando y regando donde fuiste lastimada.

A eso, súmenle que tu agresor no está satisfecho a pesar de que puedes ver como sonríe orgulloso porque ahora estás de rodillas con las manos en la herida tratando inútilmente de hacer que tu sangre no siga saliendo, pues el loco ahora te empuja con el pie para que caigas bocarriba mientras más sangre sale de tu boca y tienes algunas arcadas porque te empiezas a ahogar por ello.

Por si el suplicio no fuera suficiente, ese hombre se sienta encima de ti y te toma por el cuello para apretarlo con sus manos cubiertas por guantes negros, tratas desesperadamente de quitarlo jalando torpemente de su chaqueta de cuero, a este punto ya no sabes si la fuerza te falta por estarte desangrando o asfixiando. Tus ojos ya no pueden estar quietos a ningún punto fijo cuando antes estabas viendo la cara descubierta de tu asesino pensando que será lo último que verás, puedes ver todo a tu alrededor sin siquiera ver algo en específico, sólo buscas algo que te dé consuelo de que tendrás un milagro que te salvará y regresarás a tu casa, a dormir cómodamente en tu cama caliente tomando una taza de café y algunas galletas recién horneadas.

Pero en vez de eso, no obtendrás nada más que una mirada al cielo viendo la luna recién descubierta por las nubes, tus manos ya han caído al suelo, de la negación por morir pasas a la aceptación y te desprendes de toda esperanza que albergaste hasta ese punto en el que ya no puedes sentir tu cuerpo, el muy poco aire que habías respirado tratando de llevar a tus pulmones es liberado en un último suspiro desahuciado de tu vida llegando a su fin.

Esperen, aún hay más. ¿Quién quiere la cerecita del pastel? Tu asesino era una persona en quien confiabas y que amabas, una con la que compartiste momentos geniales. Una persona… que no creías que sería un lunático.

Y ahora estoy viviendo en el bosque, deambulando en él y ayudando a las personas que se pierden y ahuyentando a los que buscan dañar esta hermosa naturaleza cuyos rayos del sol iluminan el rocío del suelo y los árboles haciendo parecer como si diamantes estuvieran esparcidos.

¿Por qué no me he ido? Buena pregunta, me gustaría decir que me dirigiré a la intensa luz que te hace sentir paz, pero jamás la he visto. Supongo, tengo pendientes en este mundo y que debería resolver, pero el problema con esto es lo siguiente: No recuerdo nada de mi vida, ni quien fui, ni lo que hice. Sólo recuerdo que fui asesinada por alguien a quien conocía y que quería, pero tampoco recuerdo su rostro. Pero al menos recuerdo que mi nombre es Aisha Forest.

¿Qué le pasó a mi cuerpo? No lo sé, quizás ese es uno de mis pendientes. Jamás hallaron mi cadáver a pesar de que vi como los oficiales de búsqueda y rescate revisaron todo el bosque y reportaron que no encontraron nada. Y tampoco lo hallaron en ninguna otra parte.

¿Cómo lo sé? Al parecer soy motivo de leyenda por aquí. Hablan de una chica con mis características y la última ropa con la que salí vestida, de la cual dicen, el cuerpo no se ha encontrado. Según sus historias soy un espíritu vengativo que hará daño hasta que mi cuerpo sea descubierto… Una estupidez, están de acuerdo conmigo ¿no? Nunca he entendido esto, ¿cómo una mente racional va a dañar a otros que no tienen la culpa?

Otros simplemente se burlan de mi estúpida decisión de haberme adentrado en un bosque a tan altas horas de la noche. Otros dicen que me escapé y que sigo viva en alguna parte, quizás hasta en otro continente. También teorizan que estaba loca y que me suicidé. Que fui atrapada por lobos o algún animal salvaje y fui devorada por ellas. O, que me abdujeron los aliens…

Es bueno saber que al menos mantengo entretenidos a los vivos con mi muerte. En fin, ya que no tengo pasado ni un lugar a donde ir, pasar mi eternidad en el bosque es mi única opción, deambulando… por el resto de mi muerte…