Capítulo 22: Uniones
La luz cobraba fuerza en sus ojos, el aroma de miel y lluvia se hacía presente rodeándola como un manto de suave seda. Levantó los párpados, afinó su abrazo y el tacto hizo lo suyo haciendo que la sorpresa ahondara a su vista por estar siendo aferrada a un cuerpo que aunque aún no le viera su rostro, reconocía a la perfección su sola presencia.
–Buenos días. –su voz ronca salió con suavidad haciendo que ella sintiera el timbre que su garganta emitía al tener la cabeza pegada al cuello.
–Me… Me estás… Te puedo…
–Sí, así es, Aisha. Puedes sentir que te estoy abrazado, y yo también te siento.
–¿Cómo es posible?
–Te traspasé un poco de mi luz, y así pudiste volver.
–Entonces… eso no fue un sueño… Me viste en mis recuerdos ¿verdad?
–Sí, ese vestido azul te quedaba muy bien. –ella se sonrojó con la aparición de su sonrisa y aferrándose a él, subió su mirada juntando su nariz al cuello de él y respirar su fragancia.
Hunter dibujó una sonrisa pícara por su acción, en especial porque había hecho lo mismo con ella mientras dormía, más no fue su mayor atrevimiento cuando la tomó su mentón para separarla y subir un poco más su vista para ahora degustar de sus labios con lentitud y ternura.
Ojos abiertos es como la hizo quedar mientras dejaba en su cara el rastro de su vergüenza, él levantó sus párpados encontrando los de ella, se separó apenado cuando la acción que ejecutó lo había hecho sin pensar más allá de su impulso. No sé arrepentía de haber robado sus labios, pero sí se culpaba si había hecho que ella se alejara. Su asombro se asomó cuando la propia Aisha fue quien esta vez aprisionó su boca con casi desespero y abrazando su cuello.
Sus sentimientos que ya estaban floreciendo ahora habían abierto despidiendo el dulce complemento para ambos que les llenaba de paz y luz, ninguno deseaba separarse, la chica apretaba el cabello oscuro de él, el hombre tomaba la unión entre el cuello y la cabeza de ella, ambos se aferraban cortando la separación como si aún la hubiera, como si su mundo se les acabara, como si ese momento fuera el último que vayan a tener. Los tintineos sonaban, más Aisha no los escuchaba, no ponía atención a nada, pues lo único que sentía necesitar, ahora la estaba besando…
×~×~×~×~×
La habitación se pintaba en el naranja del sol terminando su jornada del día, la pareja se hallaba disfrutando de su momento cálido estando sentados, Hunter recargado al respaldar de la cama teniendo sus manos en la cintura de la joven, Aisha sobre sus piernas con las manos en los hombros del hombre y ambos, aún uniendo sus labios.
–El ocaso se está terminando… –mencionó ella apenas tomaron aliento.
–Lo sé…
–No quiero que termine…
–Yo tampoco…
“Como si ese momento fuera el último que vayan a tener”, no era sólo una frase que sentían, era casi una verdad absoluta si la suerte no les favorece. Shaun les había interrumpido por la tarde para hacerles saber un recado de John: Es posible que cuando la noche arribe, Aisha vuelva a dejar de ser tocada.
Esas palabras le cayeron a la pareja como un balde de agua fría, deseaban seguir sintiendo la piel del otro, dar y recibir sus abrazos y caricias, sobretodo deseaban seguir besándose, por eso ambos disfrutaban de esa unión hasta comprobar si era verdad o no, que Aisha volvería a su estado fantasmal, y así, como el último rayo del sol desapareció, ambos se separaron observando sus ojos, ambos sonrieron.
La chica se retiró de encima de él y se acostó a su lado, Hunter hizo lo mismo mirándola con ternura juntando sus frentes, ahora, como el único contacto que tendrían de nuevo, pues la suerte no les acompañó y el estado espiritual de Aisha regresó para que ambos no pudieran tocarse más.
–Esto es frustrante… –mencionó el mayor con sonrisa y mirar entristecido.
–Sí, lo es. Pero estoy feliz también, por ti, por lo que hiciste por mí y lo que aún haces.
–Me encantaría poder hacer más. –ambos cerraron sus ojos sintiendo sus presencias con aquella calidez que les otorga su conexión ahora más fuerte.
×~×~×~×~×
La noche se sentía en cada fibra de su ser, con misticismo y la frescura que le caracteriza. La joven sentada en su lugar de siempre en la ventana, Hunter comía junto a ella luego de que su amigo le dejara la cena lista antes de irse. La puerta de la casa fue tocada y el dueño se levantó para ver que su tío era quien estaba en ella, pasó dentro saludando a la chica con ella devolviendo el gesto y así, separarse con su sobrino para hablar con él.
–Espero hayas aprovechado cada segundo.
–No te burles, tío.
–Jajaja, lo siento. Dime qué es lo que piensas hacer ahora.
–¿Cómo qué? Voy a seguir ayudándola.
–Hunter. ¿En qué exactamente? Ni siquiera tu padre pudo encontrar alguna prueba, y eso que estaba en la época más reciente cuando ella desapareció.
–Le prometí que iba a hacer todo lo que pudiera.
–Ya lo has hecho, no puedes hacer más. Sin mencionar de que ella no puede recordar nada.
–¿A dónde quieres llegar? –frunció el ceño con frustración y molestia.
–Tú mejor que nadie sabes lo que puede ocurrir si ella recupera un recuerdo que la altere demasiado como para hacer que su abismo la domine por completo, ya has visto lo que ocurre con algo tan simple como cuando un espectro se da cuenta de que ha perdido su cuerpo físico.
–Puede hacerse hostil, ya lo sé, pero Aisha recuerda cómo fue que murió.
–Pero no recuerda cómo llegó a ese punto. Sin mencionar el otro lazo que aún la tiene atada, porque sé bien que lo has notado, tú con un don más fuerte que el mío lo siente mucho más, esa conexión es débil, casi invisible por su condición, pero ahí está. ¿Crees que puedes romperlo así como así o tan siquiera reemplazarlo?
–Sí, lo siento, pero no puedo…
–Hunter, por Dios, tu situación es irónico y hasta gracioso. Incluso si pudieras cortar ese lazo que la ata a quién sabe quien, ¿qué vas a hacer con el que tienes con ella? Te has enamorado de un fantasma, literalmente. ¿Vas a tenerla contigo hasta que te mueras? ¿Y qué va a pasar con ella luego? Tú podrás cruzar, pero es posible que esa chica siga sin poder ni siquiera verlo.
–¡¿Y qué quieres que haga?! ¡¿Que la abandone?!
–Cálmate, sólo quiero que veas la situación en la que estás. No puedes pasarte el resto de la vida procurando a un muerto.
–¿Es todo?
–Hunter…
–¡Lárgate! –él apretaba sus puños y en su mirada el enojo mermaba con la simpleza de sentirlo. La chica se apareció cerca de ellos con una sonrisa haciendo que su semblante se relajara y suspirar para aliviar su tensión– Lo siento, pero te pido que si no me vas a ayudar, al menos me dejes hacer esto a mi manera.
–Comprendo, bien, entonces estaremos comunicados. Hasta luego, niña.
–Hasta luego tío de Hunter –el mayor bufó burlón y salió de la casa dejando al par solo–. ¿Quieres ir a la cama? –sonrisas cómplices que no tardaron en cumplir para que ambos sintieran sus presencias como su rutina diaria.
×~×~×~×~×
Brillo de las lámparas adornando la enorme habitación en tono dorado y aspecto antiguo con diversos libros, una persona en un sofá sosteniendo en sus manos un libro de pasta gruesa y de rojo matizado, pasaba las páginas leyendo las líneas con una ligera sonrisa carismática y el uso de guantes negros.
–A mi encantadora reina le fascina los libros de fantasía y romance, tener una biblioteca de este estilo es uno de sus sueños.
Mencionó sin apartar la mirada de sus ojos ámbar y restando importancia a las dos personas amordazadas, de rodillas y con las manos atadas por detrás. Un hombre mayor de traje y con una línea de sangre corriendo por su cabeza sollozaba junto a su hija de 23 años con el cabello castaño oscuro desordenado y que caía por delante de su rostro ocultando su ojos marrones. El de cabello oscuro y ojos dorados cerró el libro y lo puso en la mesita al lado del sofá individual en el que se encontraba, se levantó haciendo que su collar de cascabel sonará en un tintineo, se agachó a tomar el rostro de la joven con una mano y alzarla a qué le mirara.
–Definitivamente tú me sirves.
–¡Suehltahla! –intentaba hablar el padre de la joven que lloraba con más fuerza, intento que sólo logró que el contrario le dedicara una mirada orgullosa.
–Empezaré contigo –sonrió levantándose y poniéndose frente a él, volteó a ver guasón a la joven–. Te aconsejo que mejor mires a otro lado.
Terror en los ojos de la chica al ver cómo su padre era apuñalado repetidas veces en el estómago, el cuerpo del mayor cayó desplomado regando la sangre en la bolsa plástica que se hallaba a sus pies procurando que el piso de madera barnizado y bien pulido no se manchara. Él se levantó de nuevo limpiando la sangre de la hoja de su navaja y mirando divertido a la mujer que temblaba aterrada, el hombre regresó a su lectura tan placentera mientras traía a su mente la imagen de Aisha deambulando por la ciudad durante una noche que la vio.
«Cuando te vi aquí, no lo podía creer. ¿Cómo saliste del bosque y por qué viniste a esta ciudad?» era algunas cosas que se preguntaba el hombre teniendo una sonrisa pícara, pero nada le causaba más emoción que la idea retorcida de la que se jactaba por realizar mientras veía de reojo a esa mujer que ahora tenía enfrente.
Nadie más espera lo que la oscuridad de su abismo está tan encantado por obtener, Aisha no lo sabe ni lo siente, ni siquiera puede escuchar el tintineo que le advierte que el abismo de ese hombre la está observando desde el fondo.
×~×~×~×~×
Capítulo dedicado a clauh_1503
XD jajaja espero te vaya gustado.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro