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08

"Siempre fuiste tu"

Vanessa y Cesar

Vanessa caminaba por las calles de la ciudad, perdida en sus pensamientos. Habían pasado años desde que había visto a César, su amigo de la infancia. Se preguntaba cómo estaría, qué estaría haciendo en ese momento.

Vanessa: (entrando en la sala de estar) Hola, ¿estás ocupado?

Damián: No, tranquila. ¿Qué pasa?

Vanessa: Estaba pensando en César. ¿Te acuerdas de él, verdad?

Damián: Claro que sí, era como otro hermano para nosotros. ¿Por qué lo mencionas?

Vanessa: Es que lo vi el otro día en una fiesta. Fue tan extraño, como si el destino nos hubiera reunido.

Damián: ¿En serio? ¿Y cómo estaba?

Vanessa: Estaba bien, se veía feliz. Pero no pude evitar notar un dejo de nostalgia en su mirada. Me pregunto qué estará haciendo en estos días, si estará feliz, si habrá encontrado a alguien especial.

Damián: Supongo que es normal preguntarse esas cosas. Después de todo, compartieron muchos momentos juntos.

Vanessa: Sí, exactamente. A veces me pregunto si él también piensa en mí, si también siente que hay algo especial entre nosotros.

Damián: Bueno, solo hay una manera de averiguarlo. ¿Por qué no le envías un mensaje? Podrían ponerse al día y ver a dónde los lleva la conversación.

Vanessa: No sé, me da un poco de miedo. ¿Y si piensa que soy una tonta por preguntarle esas cosas después de tanto tiempo?

Damián: No pierdes nada con intentarlo, ¿verdad? Además, si hay algo que he aprendido de ti es que eres valiente y honesta. No te detengas por el miedo.

Vanessa: Tienes razón. Gracias por escucharme, hermano. Siempre sabes qué decir.

Damián: Siempre estaré aquí para ti, Vanessa. Y si César es tan especial como dices, seguro estará pensando en ti también.

Vanessa: Gracias, hermano. Te quiero.

Damián: Yo también te quiero. Y no te preocupes, todo saldrá bien.

A pesar de que habían perdido el contacto, nunca había dejado de pensar en él.

Mientras tanto, César estaba sentado en un café, hojeando un viejo álbum de fotos. Encontró una foto de Vanessa y él de cuando eran niños, riendo y jugando en el parque.

César: (entrando en el café donde Layla está sentada) Hola, Layla. ¿Puedo sentarme contigo un rato?

Layla: ¡Claro, César! Siempre es un placer tenerte por aquí. ¿Qué tal estás?

César: Bien, gracias. Oye, ¿te acuerdas de Vanessa, mi amiga de la infancia?

Layla: Por supuesto que sí. Siempre hablabas de ella con tanto cariño. ¿Por qué lo mencionas?

César: Es que el otro día encontré una foto de nosotros dos de cuando éramos niños. Me trajo tantos recuerdos, Layla. Me di cuenta de cuánto la extraño.

Layla: Oh, eso suena nostálgico. ¿Cómo está ella? ¿Han mantenido contacto?

César: No, no hemos hablado en años. Pero hace una semana me la encontré en una fiesta y no se si me reconoció, porque no miramos varias veces. Pero al ver esa foto, me di cuenta de que hay un vacío en mi vida que solo ella puede llenar. Es como si siempre hubiera estado destinada a estar a mi lado.

Layla: Suena como si todavía significara mucho para ti. ¿Por qué no intentas contactarla? Tal vez ella también siente lo mismo.

César: No sé, Layla. Tengo miedo de que piense que soy un tonto por buscarla después de tanto tiempo. Además, ¿qué pasa si ya tiene a alguien más en su vida?

Layla: Entiendo tus preocupaciones, pero a veces vale la pena arriesgarse por lo que realmente importa. Si sientes que Vanessa es especial, ¿por qué no intentarlo?

César: Tienes razón. Gracias por escucharme, Layla. Siempre sabes cómo dar buenos consejos.

Layla: No hay de qué, César. Siempre estaré aquí para ti. Y si Vanessa es tan especial como dices, seguro estará pensando en ti también.

César: Gracias, Layla. Eres la mejor amiga que alguien podría pedir.

Layla: Tú también eres un gran amigo, César. Y no te preocupes, todo saldrá bien. Es más, arreglate que hoy salimos de fiesta.

César: Esta bien.

Una oleada de nostalgia lo invadió, recordando los momentos felices que habían compartido juntos.

.

Damián: Oye hermanita ¿No quieres salir de fiesta hoy?

Vanessa: No lo se, tengo mucha tarea.

Damián: Ándale, por favor. Mamá dice que solo puedo salir si tu también vas.

Vanessa: Lo lamento pero en serio temgo mucha tarea.

Damián: ¿Para cuando es?

Vanessa: El Martes.

Damián: Aun tienes tiempo, ándale vamos.

Vanessa: Que no.

Damián: Si yo te hago la mitad ¿Vas?

Vanessa: Okey, espera a que me arregle.

Esa misma noche, por casualidad, se encontraron en la misma fiesta.

Lucas: Oye ¿Ese de ahí no es César?

Vanessa: Si, si es.

Damián: Vane, ve a hablarle.

Vanessa: No no no.

Lucas: Si si si.

Vanessa: No puede ser, hicimos contacto visual.

Damián: Por dios ya ve a hablarle.

Lucas: Mira te sonrió y te esta saludando.

Damián: Ve y hablale o yo te llevo arrastrando, tu decides.

Vanessa: Esta bien ya voy.

Al principio, se miraron con sorpresa desde la distancia, pero pronto la sorpresa se convirtió en alegría. Vanessa se acercó para comenzar la conversación.

Vanessa: Hola.

César: Oh por dios, ¿Vanessa? Cuánto tiempo.

Vanessa: ¿Si verdad?

César: Te vi, pero la verdad dude si en verdad eras tu, ¿Tanto tiempo pasó?

Vanessa: Pues yo debería de decir lo mismo.

Hablaron durante horas, recordando viejos tiempos y poniéndose al día con sus vidas.

César: Vanessa, ¿te acuerdas de aquel verano en la playa cuando éramos jóvenes?

Vanessa: ¡Claro que sí, César! Fue un verano inolvidable. Pasamos horas nadando, tomando el sol y haciendo fogatas en la playa.

César: Sí, y recuerdo que siempre competíamos para ver quién podía construir el castillo de arena más grande.

Vanessa: ¡Y siempre ganabas! Ese castillo que hiciste aquella vez era impresionante.

César: Bueno, tú también eras muy buena construyendo castillos. Y no olvidemos las noches de fiesta en la playa, bailando hasta el amanecer.

Vanessa: ¡Esas noches eran mágicas! Recuerdo que siempre me hacías reír con tus ocurrencias.

César: Y tú siempre tenías esa energía contagiosa que animaba a todos. ¿Recuerdas cuando nos perdimos en el bosque y tuvimos que pasar la noche allí?

Vanessa: ¡Sí! Fue aterrador en ese momento, pero al final resultó ser una aventura emocionante. Nos unió mucho más como amigos.

César: Definitivamente. Ese verano fue especial, ¿verdad? Me alegra que hayamos mantenido nuestra amistad a lo largo de los años.

Vanessa: Sí, César, yo también lo aprecio mucho. Los viejos tiempos siempre traen buenos recuerdos.

César: ¿Tienes libre el Sábado?

Vanessa: ¿Mañana? Pues tengo tarea, pero Damián me la va a hacer. Así que si, si tengo libre.

César: Bueno pasó por ti a las seis, te pones más hermosa de lo que ya estas.

.

(Sábado a las 8:30)

César: Vanessa, estoy tan contento de que hayas aceptado salir conmigo esta noche. Eres la mujer más hermosa que he conocido.

Vanessa: Gracias, César. También estoy emocionada de estar aquí contigo. Este restaurante es encantador.

César: Sí, quería llevarte a un lugar especial. Quiero que esta noche sea inolvidable para ti.

Vanessa: Lo está siendo, de verdad. Y tú también estás muy guapo esta noche.

César: Gracias, Vanessa. Eres tan elogiosa. Pero en serio, me encanta pasar tiempo contigo. Me haces sentir tan especial.

Vanessa: Me alegra escuchar eso, César. Realmente disfruto tu compañía. Me haces reír y me haces sentir cómoda.

César: Eso es exactamente lo que quiero, Vanessa. Quiero que te sientas feliz y relajada a mi lado. Eres increíble.

Vanessa: Tú también eres increíble, César. Me gusta mucho cómo me tratas. Es refrescante estar con alguien tan atento y considerado.

César: Vanessa, hay algo que quiero decirte. Desde que te conocí, no puedo dejar de pensar en ti. Eres la persona que he estado buscando.

Vanessa: César, eso es tan dulce. No sé qué decir. Realmente disfruto estar contigo también. Eres tan cariñoso y genuino.

César: Vanessa, ¿te importaría si te doy un beso?

Vanessa: No, César, no me importaría en absoluto. De hecho, estaba esperando que lo pidieras.

César: Eres increíble, Vanessa. Me siento tan afortunado de tenerte aquí conmigo esta noche.

Vanessa: Yo también me siento afortunada, César. Estoy emocionada por lo que el futuro nos depara.

César: Yo también, Vanessa. Esta noche es solo el comienzo de algo especial entre nosotros.

.

César: Vanessa, ha pasado un tiempo desde que empezamos a salir, y cada día que pasa me doy cuenta de lo especial que eres para mí. No puedo imaginar mi vida sin ti.

Vanessa: César, yo también siento lo mismo. Eres increíble y me haces muy feliz.

César: Vanessa, no quiero apresurarte, pero me gustaría saber si estarías dispuesta a ser mi novia. Quiero que sepas que estoy completamente comprometido contigo y que haré todo lo posible para hacerte feliz.

Vanessa: César, no tienes idea de lo feliz que me haces al escuchar eso. Sí, me encantaría ser tu novia. No puedo esperar para ver a dónde nos lleva esta relación.

César: ¡Eso es maravilloso! Vanessa, prometo cuidarte, apoyarte y amarte con todo mi corazón. Eres lo mejor que me ha pasado.

Vanessa: Y tú eres lo mejor que me ha pasado a mí, César.

Fue en ese momento que se dieron cuenta de que siempre habían estado el uno para el otro. A lo largo de los años, habían buscado en otras personas lo que tenían el uno con el otro.
Como cuando Vanessa tuvo un novio llamado Rubén que era idéntico a César. Luego estuvo con "Richard" que tenía los mismos gustos que César.
Al igual que César cuando estuvo con "Vanessa" otra chica que era su vecina. Luego estuvo con "Valeria" la cuál era una prima segunda de Vanessa y que era muy parecida a ella. Por último anduvo con "Valentina" que prácticamente era una copia exacta de Vanessa, hablando de gustos.

Se dieron cuenta de que eran almas gemelas, destinadas a estar juntos.

A partir de ese día, Vanessa y César no se separaron. Descubrieron que su amor había resistido la prueba del tiempo y que, a pesar de todo, siempre habían sido el uno para el otro. Juntos, se embarcaron en una nueva aventura, sabiendo que su amor era para siempre.

A lo largo de los años, tuvieron dificultades. En las cuál en una de ellas terminaron su relación durante un mes. Pero se dieron cuenta de que realmente se aman y no se dejarían ir tan fácilmente.
César le pidió otra oportunidad y Vanessa con gusto aceptó.

Actualmente Vanessa y César siguen juntos, en donde César en un viaje por Francia, le pidió matrimonio, Vanessa era la más feliz en ese momento. Al los dos años de casados Vanessa quedó embarazada pero al poco tiempo lo perdió, eso hizo que tuviera una depresión horrible pero con ayuda de sus amigos, esposo y hermano logró superar.
Al año de esa perdida, logró tener a su pequeña hija "Violeta".

Fin

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