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Nuestra Conexión

-pip....pip....pip...

Maldito sonido de mierda, mis ojos se abrieron despacio, y el techo blanco me distrajo un momento, estaba en un hospital, mi celular estaba aun lado junto a mi camiseta llena de sangre.

Lo tomé y abrí el mapa con poca dificultad ¿de donde salió tanta sangre? estaba en una clínica y Salomé estaba en el hospital de Newington a unas cuadras de aquí.

Necesitaba salir de este lugar y tenia en cuenta que los doctores no me dejarían salir así porque si, pero ahora mismo eso me tiene sin importancia. 

Me puse de pie y mis ojos divisaron el rostro dormido de un señor que estaba en mi misma habitación con una puñalada en el estomago, mi espalda ardía y mi mente tenía una guerra interna por la desesperación, tenia que llegar con Salome, me era difícil pensar en este momento, pero debía hacerlo.  

Revise el closet de las pertenencias del señor y para mi suerte encontré una chaqueta y unos pantalones, era hora de quitarme esta estúpida bata de hospital que a duras penas y te tapa el culo, me acerque lentamente al baño con el fin de cambiarme notando que mi pierna dolía horrores, no recordaba muy bien la razón por la que estoy aquí pero seguro no es grabe. 

tenia que llegar con salome debía hacerlo, me coloque una gorra para tapar mi pequeño vendaje en la cabeza supongo que si la sangre salió de algún lado fue de allí. 

Camine por el pasillo y entonces note que mi tobillo estaba hinchado, de alguna manera logre evadir la atención de los doctores hasta la salida donde una doctora se acerco a mi tras notar mi caminata de pingüino.

-¿estas bien? –preguntó acomodándose el gorro de enfermera

-si, ahora si me disculpa tengo que irme –dije ignorándola, pero su mano fue hacia la mía y noto la manilla de ingreso en mi muñeca, sus ojos regresaron hacia los míos con ironía.

-debes acompañarme –pronunció demandante, entonces mi mente se enfureció y algo salió junto a mis siguientes palabras.

-déjame ir, ahora – respondí con firmeza logrando que su mano se apartara de la mía y sin decir nada, se marcho como una zombie.- continué mi camino restándole importancia a lo que acababa de suceder.

Estire brevemente la mano haciendo parar un taxi antes de que alguien más notara mi fuga. Estaba desesperado y sentía como todos tenían sus miradas en mí, había conseguido un palo para apoyarme porque mi pie me dolía demasiado, contaba los minutos para ver a Salomé y su estado de salud.

Había ya buscado en todos lados y no la encontraba, mi mente empezaba a dar vueltas no sabía qué hacer, caminaba hacia la salida de los dormitorios de la planta baja del hospital Newington y alcance a ver a Salomé sentada en una silla en perfecto estado como si nada pasara.

Firmaba unos papeles con un paramédico, me acerque lentamente y al verme casi se desmaya.

–¡¿qué rayos te paso James?! –me dijo mientras se acercaba desesperada a verme, al parecer mi pierna estaba peor de como yo lo veía, pero bueno estábamos en un hospital así que no había tanto problema

–eso es una larga historia Salo –los doctores no tardaron en atenderme, note que su frente estaba golpeada y entonces con varias imágenes recorrer mi mente logre divisar todo lo sucedido.

El auto de la mansión había sido atacado y ella tuvo un accidente, sin embargo para lo que pasó todos se sorprenden de que el auto no haya tenido muchas bajas ni los que en el iban.

la imagen de todo el accidente inundo mi mente y caí rendido sobre el suelo, viendo como ultimó la cara de preocupación de Salo sosteniéndome. 

Cuando llegamos a casa tenía vendada toda la pierna y me sostenía con una muleta no podía soportar la idea del horrible día que tuve que pasar todo absolutamente todo me había ocurrido, y para colmo tenía que ir a ese estúpido club.

-James, ¿puedo pasar? –ligeros golpes sonaron del otro lado de la puerta, Salome parecía preocupada.

-venga –dije y al instante su rostro se asomó por la entrada con una botella de champán en la mano -¿se te apetece un poco? –dijo con una sonrisa en el rostro.

No pude evitar reír ante su ofrecimiento, Salome entendía como ponerme de buenas. –eres irremediable –dije tomando asiento con cuidado en la cama.

Pasaron varias cosas entre risas y recuerdos de cuando éramos mas pequeños, esos momentos en los que papá estaba en casa, por alguna razón esos recuerdos me traían un poco de ira a veces, pero con Salomé eso se desvanecía.

-James – su tono cambio era mucho más serio –cuéntame ¿Qué te ha pasado? –sus ojos claros me penetraron con demasiada intriga, note la preocupación en sus palabras.

-nadie me lo ha hecho, si es lo que te preguntas –dije tomando un sorbo de la copa de champán –solo me he distraído y he sido arrollado –le dedique una sonrisa prestando atención a lo mucho que se le abrieron los ojos.

-¡Por Dios! Pero en qué estabas pensando –dijo sorprendida –me he asustado al saber que estabas en el hospital –dije normalmente ante su impaciencia.

Su rostro se oscureció en un momento -¿Quién te ha dicho que estaba en el hospital? –su pregunta tenía ira en ella.

-pues me llego un mensaje –su rostro tomó su aspecto natural.

-esta bien descansa que mañana será un día largo –se puso de pie y tomó la botella –no quiero que vayas mal al instituto –dijo sonriendo y luego dejo la habitación, hay algo que ella no me decía y eso era seguro.

De pronto mi pie dolió menos y pude dormir con tranquilidad

*****

Las miradas de todos se centraban en mi al día siguiente y como siempre me enfurecía que me prestaran tanta atención, sin embargo era inevitable, había sido arrollado el día anterior y hoy llegaba al instituto con una venda en la cabeza, de alguna manera mi pie mejoro en la noche, Salomé dijo que es extraño que sane tan rápido.

Las clases me eran estúpidamente aburridas, prefería estudiar en casa y dormir en clases.

-he James, ¿te sientes bien? –dijo Willy al verme con la cabeza clavada en una de las mesas del patio trasero.

-perfectamente bien –dije irónicamente, incorporándome en el asiento.

-en realidad me sorprende que estés aquí –dijo Cristian sentándose a mi lado con las bandejas de hamburguesas y sodas de siempre –ese auto te a mandado a volar 3 metros sin embargo recibiste pocos daños.

Willy chasqueo los dientes y su mirada se tornó extraña por un momento –no se por que no me sorprende –dijo ocultando su extraña mirada y soltando una risa burlona.

-supongo que tengo suerte –dije riendo y empezamos a comer.

Los doctores estaban sorprendidos de verme, sin embargo las palabras de Willy "no se por que no me sorprende" siento que hay algo que estoy olvidando, es algo importante, y en mi interior se que una parte de mi la sabe.

El receso paso extremadamente raro, Willy no hablo para nada, sabía que él tenía algo, siempre lo supe, su manera de ser siempre me ha demostrado que tiene algo contra mí, es un sentimiento que pocas veces lo demuestra, pero está allí.

Nos separamos luego del receso y Willy mantuvo aquella postura de haber recordado algo que lo hacía enojar, cada uno se encaminó a sus aulas a continuar con el día.

Mi mirada chocó con la sala del club de diálogo, quitando todo pensamiento de mi cabeza, era obvio que me sentía demasiado incómodo de estar aquí, de hecho será mejor que me vaya de este lugar, pensé al instante.

Mis pies se movieron instantáneamente hacia un lado, sin embargo la puerta del aula sonó y unos ojos verdes claros me pillaron de lleno.

-entra –dijo exigente, su rostro lo reconocí al instante, era la chica torpe que choco conmigo el otro día, su mirada se volteo y camino hacia uno de los puestos vacíos en la mesa de centro.

El circulo de integrantes me miraban con sorpresa, supongo era normal, todos han pasado mirándome con esta venda en la cabeza y mi forma extraña de caminar.

–tú eres el nuevo ¿verdad? –me dijo una chica de melena rubia estirando su mano hacia mi

–si soy yo... Me llamo James – dije observando toda la sala.

"el lugar es horrible, una sala pequeña y poco decorada, totalmente anticuada, si iba a ir a un club hubiera sido mejor que esta mierda"

Pensé furioso, mi mente no pudo encontrarle ventajas a cosas que básicamente odio alcance los ojos de la coordinadora que me veía de manera extraña.

–bienvenido James yo soy Karla él es Patrick, ella es Erika y nuestra coordinadora Tammy será un gusto tenerte con nosotros –la bienvenida luego de sentarme me tomó por sorpresa, Karla la chica rubia parecía ser amigable, pero eso no quitaba mi incomodidad.

"Desearía pensar lo mismo" bufé mentalmente

Tammy quien estaba a mi lado apretó mi mano sobre la mesa sin que nadie lo notara, logro que mi mirada deambulara a la suya y atrape su rostro enojado.

Aquella imagen se impregnó en mis recuerdos y entonces note que ella era la chica que se lanzó a mi rescate ayer.

¿Qué demonios le pasa a esta chica? Centre mi atención en cualquier otra cosa en la sala para evitar sus ojos, sentía como me miraba en cada momento y mi mente no se acostumbraba a ello.

Quizás solo recordó que soy el chico de ambulante que se vota a las calles sin respeto de su propia vida.

-estos lugares parecen cumplir nuestras expectativas -Patrick un chico de cabello castaño empezaba a hablar de las guías de comunicación turísticas del sector, lo cierto es que todo aquello me tenía sin cuidado alguno.

Toda esta mierda es un asco, todos son chicos aburridos, este club no tenía futuro, era una total pérdida de tiempo.

Un golpe seco de una patada me ruborizo el tobillo.

–¡rayos! ¿¡qué te pasa!? –me levante golpeando la mesa para luego revisar mi rodilla la cual parecía seguir igual, Tammy estaba demasiado enojada y todos regresaron su mirada hacia mi.

–lo siento, supongo que mi pierna resbalo -Su tono fue demasiado sarcástico y extraño, su mirada era distinta, toda su actitud cambiaba de polo a polo.

¡Demonios, para colmo la coordinadora loca es bipolar! Maldije el momento y los ojos de Tammy me tomaron una vez más.

-Talvez por loca mi pierna reaccione una vez más –susurro por lo bajo, para que solo yo la escuchara.

¿a caso lo dije en voz alta? me pregunte mientras la miraba.

Mis ojos se sorprendieron de sus palabras, algo andaba mal, mi cuerpo quedó estático y mi mente se revolvió, un dolor acompañaba ese pequeño instante.

–tranquilos chicos ¿Qué les pasa apenas se conocen y ya se golpean? –bromeo Patrick

Le ofrecí una mirada demasiado descriptiva, a lo que solo tomó asiento al igual que todos, logre ver como Erika, quien estaba a mi lado reía por lo bajo.

Tammy me miró una vez más y sus ojos estaban diferentes, tenían paz en ellos, lo cual era raro.

-esta bien chicos deberíamos hacer esto, para que James entienda lo que hacemos aquí –me ofreció una sonrisa, demasiado falsa a mi parecer.

Se centró en los lugares de los que hablaba Patrick, toda su atención se centro en ello, fue extraño pero una vibra recorrió mi cuerpo al verla acomodarse el cabello y registrar los lugares en una libreta.

Mi alma se sentía tranquila en ese instante.

-no recomiendo el zoológico –dije serio al ver la libreta –es un pésimo lugar para charlar con la gente.

Tammy me miró sorprendida y sentí parte de esa sorpresa al ver que estaba colaborando con ellos.

-es un buen punto James -pronuncio con ahora una pequeña curvatura en el rostro, supongo era la simulación de una pequeña sonrisa que compartí al instante, de alguna manera sentía cada pequeño rasgo de esa sonrisa en mi interior, y todo después de eso mejoro el ambiente. 

-ok nosotras nos vamos ¿vienes Tam? –pregunto Karla al terminar de registrar los lugares.

-esta bien –Tammy se puso de pie y se despidió de Patrick –adiós James –dijo fríamente al salir, su tono era raro, de hecho toda ella era rara.

Aun así, al alejarse pude sentir como una tormenta se desencadenaba en mi interior, y una vez más el sentimiento de olvido recorría mi mente. 

me puse de pie ignorando todo el ambiente y al chico sentado en frente mío para salir al patio sin ningún animo posible. 

–James ¿Qué te trae tan pensativo, Acaso ya te enamoraste? –pregunto Christian que al parecer estaba esperándome junto con Willy en el final de las gradas luego de que terminara mi tortura en ese estúpido club.

–ya quisiera alguien apenas salir conmigo –refute mientras le estampaba un codazo en el estómago

–al parecer a alguien no le fue tan bien hoy –dijo Willy dirigiéndose hacia mí para luego colgarse de mi hombro, vaya, creo que se les olvidó lo de mi pequeña lesión en la pierna izquierda

–bueno ya saben que mis días apestan además no he tenido una integración amable en el club

Willy analizo mi expresión y se mantuvo callado, por otro lado mi mente estaba hecha un lío, sentía tanta confusión, pero cuando esa chica, "Tammy" estaba cerca todo se eliminaba, solo se desvanecía haciéndome sentir extremadamente mejor. 

–he escuchado que la coordinadora de tu club es la ex novia de Carl –pronunció Cristian mientras dominaba el silencio.

-¿era la novia de Carl? –pregunte de nuevo con sorpresa a la afirmación de Cristian quien solo asintió con la cabeza.

Eso tenía algo de sentido, por eso es que ella estaba tan enojada conmigo, golpee a su ex y por eso me odia.

–mmm bueno eso responde todas mis preguntas –dije desanimado

Mis ojos se iluminaron, algo estaba llenando mi ser, eran sentimientos, cada iluminación de ellos, me frené en seco Willy regresó su mirada hacia mi.

-¿todo bien james? –pregunto curioso y yo no supe como responder, en este momento por alguna razón me sentía igual que cuando ella estaba cerca.

-si, no te preocupes.

–bueno qué tal si mejor nos vamos a divertir un momento – dijo cristian mostrándonos cupones para el parque de atracciones en el centro comercial INFINITY.

Mi animo cambio un poco al ver el entusiasmo de mis amigos al ver los boletos, caminamos poco mas para poder alcanzar la parada de autobuses hacia el centro comercial. 

Ambos llevaban jugando un buen rato mientras yo me sumergía en varios pensamientos, llame a Salomé para decirle que llegaría tarde a casa, solo Dios sabe lo que me haría si me desapareciera un día después de lo del accidente.

–ya vengo muchachos voy a comprar algo –dije mientras tomaba mi maleta del suelo, notando la poca atención que me prestaban.

Me encamine a la librería para buscar la continuación de la saga que estaba leyendo.

deambule por las diferentes estanterías buscando algo que me agrade al darme cuenta que aun no salía el libro que venía a comprar, estaba en debate entre dos que llamaban mi atención.

–te recomendaría este de aquí –dijo una voz a mi lado, Tammy estaba allí con su cabello recogido y unos lentes que le daban el típico ambiente de chica nerd, sin embargo no puedo negar lo bien que le quedaba –es muy bueno –dijo ofreciéndome una sonrisa, la imagen de verla sonriendo me salto en la mente. Demonios tenia que reaccionar

–gracias, pero creo que llevaré los dos –mi mirada quedo impregnada en su sonrisa "¡que linda se ve!" pensé y ella se sonrojo de la nada votando la pila de libros que tenia en las manos.

Como pasaba cuando ella estaba cerca me inundó un sentimiento de vergüenza muy grande al cual lo justifique con el hecho de verla ponerse como tomate, se agacho a recoger los libros del suelo a lo que me quede estático sin pensar mucho.

reaccione por un instante y me agache a ayudarla, su mirada toda perdida en lo que parecían miles de pensamientos me miro por un momento y antes de que pueda decir otra cosa ella se despidió y salió corriendo del lugar.

Mis pies se apresuraron a seguirla, pero cuando salí me encontré con Cristian y Willy quienes se veían cansados como si me estuvieran buscando ya un rato y al parecer así era. Estos dos nunca escuchan las cosas por estar solo jugando lo tienen bien merecido.

–la que salió corriendo hace rato ¿no era Tammy? –me dijo Willy mientras íbamos a casa ¿Cómo es que Willy conoce a Tammy? Bueno dejare esa pregunta para después

–sí, era ella la encontré en la librería –intente hacer parecer que no pasó nada extraño

–así que no pierdes tiempo ¿no es así Romeo? –Cristian siempre salía con sus ocurrencias haciéndonos reír.

–para nada Cristian –acomode mi maleta y me puse en marcha a la salida para ya ir a casa 

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