La soledad no tiene absolutamente nada de malo, he permanecido fuera de la atmósfera terrestre durante los que serían 3 años allá, las noches y los días no se distinguen, la enorme masa azul es un recordatorio de que debo realizar bien mi trabajo para mantener su majestuosidad intacta, protegiendo a los que en ella habitan aunque ellos ignoren mi existencia.

No ha habido más que absoluto silencio y paz en todo este tiempo, comienzo a creer que una conspiración de proporciones épicas se ha formado alrededor de esta misión, ocasionalmente recibo llamadas para la verificación de mis informes diarios, nadie dijo que sería sencillo pero hasta los trabajos que nadie quiere deben ser hechos por alguien y ese alguien soy yo.

Todo comenzó hace 5 años, yo quería ser astronauta y había entrado al programa de entrenamiento, al siguiente año ya estaba apta para participar en mi primera misión, pero me reclutaron para formar parta de un programa especial de la ANZA, el programa básicamente consistía en permanecer orbitando en el espacio y estar atentos a cualquier actividad inusual fuera de la magnetosfera.

Otro instante lleva trascurriendo cuando los sensores sonoros se activan de repente, me deslizo lentamente por la nave hasta llegar a tomar los auriculares y ponerlos en mis oídos, unos punzantes pitidos erráticos se transmiten una y otra vez, algo parecido a una clave morse distorsionada, de inmediato voy a la computadora y transmito las grabaciones, yo esperaba que el silencio terminara algún día, pero escuchar algo así después de tanto tiempo era estremecedor.

Los pitidos continuaron y a veces se sentían cercanos, otras veces eran más bien parecían omnipresentes; logro descifrar dos tipos de pitidos diferentes, quizás una conversación, después de tanto tiempo sola comienzo a darme cuenta de que nunca lo estuve realmente,

La conversación continúa en transmisión directa y no tengo ni la más mínima idea de lo que pasa allá abajo, me asomo por ventanilla a observar el vasto universo para ver si puedo divisar algún cuerpo extraño que reportar, absolutamente nada.

Dejo los audífonos y me pongo en traje espacial tan a prisa como nunca lo hice ni siquiera en las prácticas, abro la escotilla y me aseguro antes de salir que no haya ninguna sorpresa, nuevamente nada.

Una gran nube de polvo estelar de pronto aparece a lo lejos moviéndose con una inusual velocidad acelerada, temo quedar atrapada en la corriente y debo regresar de inmediato a la nave, no representa peligro, aun así el corazón se me acelera y no puedo evitar cuestionar las razones por las que acepte venir.

Regreso sin problema a mi nave y debo esperar a que la cámara de presurización haga su trabajo, una leve sacudida, seguida de una aún más fuerte hacen que trague saliva, un breve instante se detienen y luego sacudidas más fuertes cual si se tratara de una licuadora dejan a mi unidad sin luz a merced de lo que sea que este afuera.

Intento con todas mis fuerzas abrir la cámara de presurización pero está totalmente atascada, las sacudidas se detienen, tengo varios golpes en el cuerpo de los cuales planeo ocuparme luego, cuando pueda entrar e informar lo sucedido, de repente los pitidos anteriores se oyen muy cercanos, casi sobre mí.

No puedo evitar estar asustada, sin luz, sin comunicación y sin comida, no estoy segura de cuánto tiempo pueda sobrevivir, fuerzo frenéticamente la puerta hasta que al fin una pequeña hendidura provocada por los sobresaltos me permite la entrada a mi unidad, me dirijo a la ventanilla, los pitidos son cada vez más fuertes, la visión comienza a nublárseme, logro divisar antes de desvanecerme lo que parecen las luces de una extraña estructura que flota sobre la mía...

No sé cuánto tiempo ha pasado antes de recobrar la conciencia, las luces han regresado a mi nave, antes de pensar en hacer los arreglos pertinentes veo si logro contactarme con alguien en la tierra, del otro lado solo se oye la estática, es probable que algún artefacto fuera dañado en el incidente, me preparo para salir pero logro ver que el mundo está completamente a oscuras, lo cual es innegablemente algo sin sentido.

Logro darme cuenta que ahora si estoy completamente sola en este inmenso lugar y que lo que sea que vino no es de este mundo, probablemente ni de este universo y si logró llegar hasta aquí, tal vez venga por mí...