"Me recuerdas a un olor particular, no se definir cual es ya que no lo asocio a nada en particular, las flores caen alrededor de nosotros y los tonos alegres se convierten en ocres mientras las hojas caen sin cesar. Después me percato de que te has ido y el vacío se siente dentro de mi...

¿Quién eres...?"

Sueños son solo sueños supongo, pero no se ni quien es, solo me parece muy familiar aquel dulce rostro y no entiendo porque.

De nuevo aquel sueño me aleja de la realidad intentando encontrar un parecido del rostro sin nombre en las calles por las que camino, en la televisión, por donde quiera, pero ninguna de ellas es como tu.

Un rostro sin nombre, sin apellido y un lugar que solo existe en libros y recortes de un pasado anterior al mio con y estaciones ya marchitas enterradas en un pasado del que ya nadie tiene memoria alguna.

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Ignorar a veces es la mejor respuesta y justo cuando empezaba a dejar de lado aquel extraño sueño, tu rostro se materializa frente a mi, uno delicado y angelical con las finas facciones al igual que en mi inusual sueño.

Mientras tu figura se aleja de mi recorriendo las calles de la ciudad, intento seguirte el paso sin parecer un loco o acosador, avivas el paso intentando alejarte por las calles repletas de personas.

Me voy acercando lentamente hacía ti y mi corazón comienza a latir aceleradamente intento con todas mis fuerzas llegar hasta donde estas, sorteando a cada uno de esos desconocidos; ahora que por fin te encontre no dejare que te vayas.

Las calles poco a poco comienzan a verse vacías conforme avanzamos y logro tomar tu mano; una sensación desconocida me invade cuando te detienes y volteas sin decir nada.

Varios recuerdos sueltos de un pasado inexistente van llenando mi memoria, recuerdos de ambos en otro tiempo, donde tu y yo eramos felices, donde aquel olor tan particular se hacía más presente.

-¿Quien eres?- preguntas igual de sorprendida que yo, no te conozco pero puedo decir por tus ojos que sientes lo mismo que yo.

No puedo responder, no se lo que pasa, solo quiero tomarte entre mis brazos y no dejarte ir nunca más, ¿acaso en el pasado no tuvimos la oportunidad de estar juntos?

-Por favor, no te asustes- se que ella no tiene miedo de mi porque siento que conozco cada parte de ella.

-Mark- mi nombre resono en sus dulces labios y de inmediato recuerdo el suyo.

-Alina- conteste aprisa.

Un par de lágrimas caen por su mejilla, intento envano detener su camino y la angustia se posa sobre mi pecho, quiero calmarla, solo quiero ver aquella sonrisa tierna que me mostraba en mis sueños.

-Siento que te conozco- confiesa.

-Lo se- tiro de su brazo y la aprieto contra mi pecho, ambos quedamos fundidos en un abrazo sin importar lo que los demás piensen de nosotros.

Se que algo paso, algo entre nosotros, algo en el pasado, pero eso no me importa ahora, solo quiero mantenerla junto a mi para siempre si es que eso existe, después tanto tiempo, tuvimos la oportunidad de estar juntos en otra vida o ¿no?

-No me dejes- pronuncio sollozando.

-Jamás lo haría, esta vez no te dejare ir- la aleje un poco de mi para poder observar su rostro.

Deslizo mi mano por entre sus cabellos y acaricio su mejilla para luego acercar mis labios y juntarlos con los suyos en un limpio y puro beso de ¿amor?, ella corresponde mis intenciones y entrelaza sus manos alrededor de mi cuello; cierro los ojos transportandome a aquel paisaje de otoño mientras las hojas caen alrededor de nosotros, en este momento nada más importa, nadie más que nosotros, el mundo deja de girar y ningún otro momento es tan perfecto como este...

Historia para el concurso Hipnos de DreamEditorial